Breve reflexión en voz alta

No me gusta la violencia "gratuita", y tampoco me gustan los "ricos", personajillos que por su status familiar o por su "olfato para los negocios y espíritu emprendedor" (ahora sutilmente lo llaman así) amasan fortunas a costa de las miserias, explotación y empobrecimiento de la gente de a pie (la "chusma" o "plebe" empleando su jerga).
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Pero así como no me gusta la violencia, tampoco me gusta y mucho menos acepto la resignación , la servidumbre voluntaria, la sumisión del resto de ciudadanos, y todavía me sigue sorprendiendo, me sonroja y produce estupor, asombro, incredulidad, pero sobre todo rabia, indignación y vergüenza ajena el ver como los que las pasamos putas para llegar a fin de mes, los que nunca vimos un billete de 500 euros, los que estamos hipotecados hasta la médula con grandes grupos bancarios, los que resignados tendremos que variar nuestros hábitos alimenticios fruto del encarecimiento exponencial que experimentan mes a mes los productos habituales en muestra cesta de la compra, nos lamentamos y solidarizamos con la desgracia que tuvo que soportar un tal señor Moreno al que unos individuos asaltaron en su chalet (aunque mas bien parecía un castillo).

Los grandes medios de comunicación repetían una y otra vez la noticia con gran alarmismo, primero dando imágenes de este señor en una de las habitaciones (mucho mas grande que toda mi casa) de su mansión, ocupada únicamente por una gran mesa de billar con un inmenso ventanal hacia unos jardines que no tenían fin, mientras comentaban de forma cruda y desgarrada los "trágicos" hechos. Al cabo de unos días se mostraban las fotos de este "maltratado por la vida" con los signos de la "brutal?" paliza recibida, y al día siguiente de salir del hospital, entrevista en televisión donde relataba los hechos con cierto aire jocoso: que si solo pudieron acceder a la menor de sus tres cajas de seguridad (manda cojones!!!) y llevarse un buen botín, de como pensó que se trataba de una broma (me gustaría saber si es así como se divierten estos desgraciados, jugando a ser pobres robando a los ricos), etc, etc.


Reconozco que no presté mucha atención a la noticia, pues a mi las gracias y desgracias de estos personajes me la traen al pairo, además, la televisión me aburre y en dos minutos me miro cuatro periódicos, suficiente para ver de refilón las noticias y quedarme con los temas, prescindiendo del enfoque que le dan los grupos editoriales al servicio y bajo nómina de grandes lobbys económicos.


Escribo esto en un día como hoy, 31 de diciembre, por que suelo hacerme propósitos de cara al año que empieza, y como el de dejar de fumar está ya muy trillado y nunca consigo sacarlo adelante, este año voy a cambiar mis propósitos por un deseo, que espero que se cumpla:

¡Que los ricos se suiciden en masa!

KOMETE A LOS RIKOS, KE ESTAN MUY RIKOS!!!


Alex

el indigente

Salió como todos los viernes con la intención de emborracharse. Con la esperanza puesta, en que al día siguiente todo hubiera cambiado, su vida fuera diferente o simplemente fuera la última noche.
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A esta hora, en la que tomaba su novena cerveza con güisqui, sus amigos, estarían en casa, con sus mujeres y niños. Ninguno salía ya los viernes por la noche. Así, que siempre iba solo. A veces, algunos conocidos de los bares se acercaban a tomar algo con él, chavales jóvenes, de veintipocos años. El, les contaba como era Madrid hace veinte años, cuando vino a Malasaña por primera vez, cuando la calle Fuencarral, ahora escaparate de la modernidad, era una frontera entre la Gran Vía y la glorieta de Bilbao, una tierra de nadie poblada por yonquis, putas, navajeros y desgraciados, y por donde ninguna persona decente se atrevía a cruzar de madrugada. Les hablaba de los bares, las pandillas, y de que no eras nadie sin una chupa de cuero. Les contaba de Chueca, ese barrio tolerante que muchos llaman el “San Francisco” de Madrid, y donde antes podías pillar cualquier tipo de drogas.
Los chavales, lo miraban a veces como si hubiera llegado de otro planeta. No se quedaban mucho tiempo, siempre se despedían con excusas. Al hombre no le importaba, siempre ocurría lo mismo. Se quedaba solo mirando el vaso y fumando un cigarrillo.

Le gustaba el bar en el que se encontraba, el camarero no era muy amable, y el tipo de la puerta tampoco, pero eso daba lo mismo. A su lado, tres parejas hablaban y se reían, una de las chicas lo miró con cierto desprecio, él, le devolvió la mirada con lascivia y luego volvió a su bebida.
Pero a los pocos minutos ocurrió algo inesperado que cambiaría el curso de la noche. El hombre arrojó el cigarrillo al suelo, con tan mala suerte que prendió en la montaña de cáscaras de cacahuetes y pipas que había bajo las banquetas. Una llama estirada creció sin que nadie se percatara alcanzando la falda de la mujer que estaba a su lado. Dos minutos después, alguien se dio cuenta del incidente, y todo el mundo se puso a gritar y a golpear la falda que ardía alegremente, cayeron banquetas, mientras otros pisoteaban los cacahuetes y el camarero ponía fin al episodio estrenando el extintor.
El hombre seguía en su banqueta mirando divertido la situación, mecido por el alcohol le dio por reír, y enseguida todos los del bar le increpaban y le querían pegar. El portero y el camarero, entre empujones, insultos y algunos golpes, lo arrastraron hasta el almacén, donde había una puerta trasera por la que lo arrojaron a la calle como si fuera una bolsa de basura.

Pasado un rato, el hombre recuperó la conciencia, se había golpeado la cabeza al caer, y algo pegajoso, que parecía sangre le pringaba el pelo. Estaba en un callejón, junto a los contenedores de basura y unos bultos apilados en la pared cercana. Hacía frío, y tenía nauseas, por el alcohol y la paliza. Decidió quedarse un rato allí, hasta que se encontrara mejor, estiró la mano en la oscuridad, con la intención de acomodarse mejor, cuando una mano agarró la suya. El hombre dio un respingo, pero una voz susurrada lo tranquilizó: -Ven- le dijo. Era una voz de mujer que salía del interior de una gran caja. El hombre se arrimó arrastrándose y ella le dejó sitio en el apretado refugio. La mujer lo abrazó y le acarició la cara, el hombre tranquilizado y entregado le devolvió el abrazo.
Sin una palabra se besaron, las manos de ella buscaron los botones del pantalón de él. Su miembro, salió al aire con una fuerte erección, mientras ella se removía para zafarse de las capas de ropa que pobremente la blindaban del frío, el hombre estiró la mano y tocó una mata de pelo encrespado que cubría la entrepierna de la mujer, esto lo excitó aun más.
Ella, se subió sobre él y empezó a gemir junto a su oreja, un mechón de pelo lacio caía sobre la cara del hombre que se dejaba llevar como si fuera su última noche.
Le parecía que el tiempo se parara, oía coches pasar por la calle de al lado, y por un roto del cartón alcanzaba a ver un trozo de cielo entre los edificios, donde se vislumbraba una estrella ¿Sería la suya? Se preguntaba. Los gemidos de la mujer se aceleraron y él notó que se acercaba al climax, esto le dio tranquilidad y le permitió disfrutar de su orgasmo, ya que siempre tuvo problemas para no eyacular antes de tiempo.
Por primera vez en su vida, metido en una caja de cartón, y al lado de la basura, creyó saber lo que era el amor, y durmió en paz, al lado de un hada a la que ni siquiera había visto la cara.
Durmió tan profundamente que las escasas horas que faltaban para que amaneciera le parecieron toda su vida.
Un fuerte estruendo y un ruido infernal, lo despertaron de golpe, estaba solo en la caja, y sentía como lo alzaban en el aire. Comenzó a gritar y manotear dentro de la caja y al instante se sintió caer al suelo, mientras fuera oyó una voz que decía:
-¡Ostia Paco, que aquí hay un tio!- Salió de la caja arrastrándose , y dos basureros lo miraban atónitos -¿Se encuentra bien?- dijó uno. El hombre asintió y se dirigió a la salida del callejón, aturdido, abrochándose los pantalones, con la boca pastosa y el pelo revuelto y apelmazado por la sangre seca salió a la Gran Vía. Ignorado por una vorágine humana que lo miraba con desprecio buscó la boca del Metro. Pensaba en la noche anterior, dudaba si no habría soñado todo, en un acto reflejo y vil, echó mano de su cartera. Estaba todo. Su reloj también. Se despreció por ser tan ruin. Bajó la escalera del metro como una aparición, rememorando la extraña experiencia que había tenido, miró a su alrededor y entonces se percató. Se arrimó temblando a la pared. Una lagrima le corrió por la mejilla cuando comprendió que le faltaba algo, que la desconocida de la caja le había robado la mitad buena de su corazón.


El reverendo Yorick.

-Sacralizar a los muertos-

Es una estrategia esta, que viene de antiguo, convertir al caído en héroe, para arrojarlo a la cara del enemigo, o simplemente para conseguir consensuar opiniones que permitan a los gobiernos llevar sus planes a cabo. Lo contaba Sánchez Ferlosio en su libro: “Mientras los dioses no cambien, nada cambiará” La explosión del Columbia, el trasbordador espacial al instante de despegar y apenas coger altura, se convirtió en tragedia nacional, los astronautas, volatilizados al segundo, se convirtieron en la punta de lanza de la administración americana, que con una hábil maniobra sentimentaloide convirtió un sonoro fracaso , en un aliciente en pos de la investigación espacial, que en aquellos tiempos de la llamada “Guerra de las galaxias” se convirtió en un apoyo unánime de la población a los presupuestos dedicados a la investigación de tecnología militar espacial.
Y todo, por pasear constantemente por todas las televisiones, periódicos, etc, las fotografias de hombres y mujeres sonrientes criados con cereal de Kentucky, que dieron su vida por el país. Héroes. Mientras, el mundo contemplaba atónito los coletazos de la guerra fría y las maniobras de los dos bloques más importantes de poder.
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Los acontecimientos de los últimos días en nuestro país, me han hecho recordar la maniobra de sacralizar a los muertos. El asesinato de los guardias civiles, el circo de su enterramiento, las manifestaciones, los minutos de silencio, el cambio de estrategia del PP en cuanto a política antiterrorista, el día de la constitución… ¿no les parece oler cierto tufillo electoralista?
Héroes ¿son héroes los caídos?
Yo no lo creo, más bien pienso, que son personas que ante la falta de trabajo, y lo negro de su futuro, muerden el anzuelo del sueldo fijo, sacrifican su vida, sus familias, sus amigos, su historia, su pensamiento, para convertirse en el brazo ejecutor de las órdenes que reciben ¿Cuántos son conscientes de este hecho? Algunas personas conocí, cuyos padres temblaban al escuchar el nombre de la benemérita, y sus hijos acabaron engrosando sus filas.
Se llora estos días el asesinato de dos agentes de veintipocos años, políticos de todas las calañas se arriman, la monarquía se arrima, comunicados, lágrimas de cocodrilo, que diría mi madre, por doquier, gritos exaltados: ¡viva la guardia civil! Miembros de los cuerpos y fuerzas de seguridad el estado, eso, del estado, domesticados y entrenados para obedecer. Por cierto, hace días un muchacho murió asesinado, precisamente por un miembro de las fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, asesinado de una forma vil, mientras protestaba en una concentración de fascistas autorizados. Su muerte, así como la protesta antifascista fueron desprestigiadas y minimizadas, por esos que ahora arropan a los suyos, para utilizarlos en beneficio de sus intereses electoralistas.
Héroes y villanos, siempre habrá un dedo acusador que nos coloque en alguna posición extrema, obviando, que en el fondo, todos somos víctimas.


Yorick.

Verstrynge

Estiven vendo o outro día un debate sobre o mediático tema da ultra-esquerda e a ultra-dereita en antena3 onde moi políticamente correctos rexeitaban aos elementos de ultra-dereita que apareceran días atrás noutra cadea privada (neste caso telecinco)
Todo isto vén a conto, claro está, do brutal asasinato do xoven antifascista no metro en Madrid.
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Mais non quero falar aquí de todas esas manidas interpretacións “correctas” dos contertulios onde o elemento digamos máis radical era un representante do sindicato de estudantes, que todo hai que decilo atrevéuse a denunciar á policía diante dun idem no desencadeamento e precipitación de alborotos e alunizaxes nas manifestacións destes días de corte ou cacho “ultra-izquierdista”. Senón que o que quero é falar e contestar a un tipiño chamado Jorge Verstrynge (a min sóame este nome) que resulta ser un elemento progre destos dados de volta que publicou xunto con outra tipiña (é que non acordo do nome) un informe-artigo ou como se lle quera chamar na revista republicana e en moitos casos para de contar, El Viejo Topo. Revista que este menda non paraba de erguer no programa televisivo como se dun Paco Umbral se tratara (eu viñen aquí a presentar meu artigo!!!!)
Este superprogre, destes que se pincelan de liberté igualité e fraternity tiña no programa e sei tamén que no seu artigo un discurso brutalmente racista, xenófobo e nada nada internacionalista nin marxista nin sequera post-marxista. Este Jorge pertence á estirpe dunha xente moi perigosa que se revisten de esquerdosos en pro do benestar social, das pensións, e as clases traballadoras mais das ESPAÑOLAS. É dicir son xente marcadamente NACIONALISTA, claro dun nacionalismo que non é etarra iso sí. Pero que coincide en todo o tema emigración/inmigración coas teses de Le Pen ou de Democracia Nacional. Negará e renegará todas estas acusacións mais o seu discurso neste sentido non difire en nada da ultra-dereita e ademáis foi a un programa de televisión a raíz dun asasinato por mor dunha manifestación xenófoba e racista con ese discurso perigosísimo e fascista para demostrar que os males sociais todos existen como consecuencia da inmigración. OLE TUS HUEVOS CHAVAL!!
Para el o malo non é que o capital teña ganancias billonarias non, non teñen culpa corporacións e multinacionais, plusvalías, herdanzas, bancos e industrias varias co seu afán esquilmador e devastador non, non teñen culpa todos os “nacionais” forrados e explotadores que non reverten os seus beneficios patrios non, nin toda esa farándula do corazón (español) que non se adican a nada mais lle sae o diñeiro polas orellas non, nin os políticos mentirosos e corruptos non, nin á especulación non. Non, para el a culpa toda a teñen os negros, moros e sudakas que nos veñen a invadir e a quedarse cos nosos médicos de cabeceira, coas nosas pagas en negro e co noso malvivir no puto traballo que temos que desmpeñar. Incluso veñen a quedarse co noso desemprego, cos nosos cárceres, e coa nosa marxinalidade patria. Onde quedarán os vaquillas e toretes? Agora só temos mohameds e latin kings. Que vergoña.
Este estupendo intelectual de esquerdas non se lle ocurriría pensar algunha vez que se toda esa baska vén por aquí a nosa supereuropa sen fronteiras é porque levan sendo esquilmados, contaminados, empobrecidos, enfermados e podería seguir así ata o infinito, para que a nosa civilización de la patrie chegara a ser a sociedade do espectáculo que é. Que pretende, que se temos tartas de fresa ou de chocolate non a compartamos? De onde sairon as fresas, de onde saiu o chocolate. Nós só pusimos a nata montada no jeto que tes colego. Ensínalle unha golosina a un neno e dille que non que non é para el. Que ten que cotizar…
Tu te jodes (seguro que dos que menos), el se jode e eu, eu tamén me jodo. Están aquí para quedar… e os que virán. E os culpables están moi moi para arriba que é onde tiñas que por o ollo (polo menos) das túas ideas progres e esquerdistas. (ja)

Ermitaño da médula

"El País" o el arte de no decir diciendo

Decir las verdades a medias. Los sucesos de los barrios periféricos de París, son interpretados por el periódico de una forma manipulada para situarse en defensa de las instituciones que les interesa. Todo parecido con un periodismo veraz, comprometido y crítico, es pura coincidencia.
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Todo comenzó, cuando un coche de policía arrolló una motocicleta matando a sus dos ocupantes (En el citado diario la motocicleta impacto con el coche) A partir de ahí,y trás la versión oficial, que resta importancia a las dos muertes, y se cierra en banda alrededor de la policía, la calle, fue tomada por la gente que manifestaba su protesta. ¿A qué tiene miedo el País? Aquí debería pasar lo mismo, y no pasa.
Aquí dejamos el trabajo a los políticos y tecnócratas, y mientras nos dedicamos a claudicar y marcar diferencias entre nosotros. Mientras, bajan los salarios, suben los precios, hay precariedad laboral, racismo, exclusión social, envejecimiento masivo de la población, censura, terrorismo de Estado.
Visto todo esto, tendríamos motivos más que de sobra, para echarnos a la calle, a hacer rodar unas cuantas cabezas. ¡Pero tranquilos hombre! que no va a pasar nada, que aquí todo el mundo opina, y todo el mundo vuelve la cabeza, o se indigna, mientras unos chavales se manifiestan denunciando un despropósito. Con solo mirar alrededor, nos daríamos cuenta de que todo sigue igual que antes: Los que tienen y los que no. Dicen que la historia es cíclica, y de momento ganan los de siempre y sus mentiras perfumadas. Pero mientras siga habiendo personas que se levantan por la mañana, con la conciencia de estar en guerra. Sigue existiendo una posibilidad por remota que sea de cambiar las cosas.


El reverendo Yorick.


P.D. Ah! y ahora, a ir pensando en quien votamos ¿eh? Que el espectáculo debe continuar.

Buscando

Me daba a pensar que el mar me salvaría, que el hecho de no tener alas no me impediría volar, sin saber, que las caidas imaginarías, serían más dolorosas que las físicas.
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De quedarme parado tenía miedo, pero en el camino siempre llovieron piedras, aunque ninguna me quitara las ganas, a pesar de que el cansancio se hacía fuerte en según que días. Hablé frente al viento para ser oido y para ser replicado, pues mi ignorancia se baña en vanidad, y solo las voces que recibo me lo indican y me zarandean a ratitos.
Los años me doblegan la arrogancia y miro más lejos cada vez, arrimando el hombro frente a la carga de la desgracia para que nos sea más liviana a todos. El vocerío me hace mirar de hurtadillas en busca de un punto de fuga que me saque del cuadro y me calme el pensamiento y así atravesar la noche más oscura.
Sin ser padre, y siendo padrastro comparto las palabras anónimas que cláman razones que también me habitan y que antes no fueron oídas.
Se mueren los sabios y la estupidez clavó una hoja de acero en un corazón vírgen.
Cuanto tumulto apunta hoy el horizonte.Alguna vez soñé que todos nos quedamos mudos y aterrorizados por el silencio.
El desprecio nos habita, y convierte la calma en guerra en cualquier parte. Sin entender porqué el viento se molesta en arremolinar papeles por los rincones.
Mientras, encontré sonrisas en el centro del castigo y descubrí que el tiempo no es igual para todos, no todos lo cuentan con la misma ánsia. Y acabé como siempre, pensando y errando.


Yorick.

Simboloxía da memoria

O asasinato brutal ocorrido o domingo 11 de novembro por parte dun descerebrado sen nome, sobre o rapaz de dezaseis anos que ía mostrarse na rúa ante a inxustiza de que unha serie de xente irracional que non aprendeu, nin gañas que tén, do pasado se manifestase contra a inmigración nun barrio que nin tan siquera é o seu, pón dende o meu ponto de vista as miras da miña indignación sobre a clase política deste puto país.
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Unha clase política que leva case trinta e tres anos de retraso no que se refire a memoria histórica ou millor dito a xustiza histórica da que era indispensable aprender, rememorar, sanar feridas que non están sanas senón putrefactas de tanto agardar polo feito lóxico que tería que ter acontecido xa hai, repito, trinta e tres anos.

Aquí non houbo transición de nada e o máis sangrante é que nola teñen vendido e nola venden dunha maneira vergoñenta e noxenta. Aquí non houbo reparación ningunha, despois de corenta anos de amargor e desgraza. Aquí o único que houbo foi tapar e retapar merda e máis merda dentro de armarios, mesas, mesillas, alfombras e demáis menaxe e moblería das repúblicas independentes das casas de moita xente que podreceu de veleno e infección. Aquí o que houbo foi manter os privilexios dunha morea de familias e xentuza que non só estivo implicada na morte, destrucción e guerra incivil e ditadura posterior senón que se riron ata morrer na nosa sacro-santa democracia. Aquí moitas desas familias campan aínda ao seu ar inculcando e dando herdanza aquela toda infamia que se reproduce agora en cabezas rapadas de retrasados e anormais, bestas e demáis familia ben que teñen o morro de decir que lles van quitar o posto de traballo os inmigrantes. Esa lacra que se non fora por ela, non estaría ergueito todo o parque inmobiliario destos ultimos anos neste, repito, puto país. Non habería quen coidara dos poucos nenos que nacen neste, repito, puto país. Non habería quen satisfacera sexualmente a todos os puteros, deste, repito, puto país. Non sería posible a economía nin a seguridade social deste, repito, puto país. Etcétera, etcétera.
Como se atreven os señores políticos a divagar e facer campañas políticas coa memoria de millóns de persoas, como se atreven a manter vergoñas como o val dos caídos por dios y por la patria deste puto país, para que vaian nostálxicos, e fillos de nostálxicos e netos de nostálxicos deste puto país?. Como se atreven a non facer, despois de trinta e tres anos un recoñecemento público, unha grande catarse que semente tempestades para limpar un pouco a dignidade de moita xente emponzoñada (a que vive) que tivo e ten que soportar barro e fariña. Como se atreven outros a decir que as cousas mellor deixalas, que non convén abrir vellas feridas. QUE FERIDAS?? AS DE MOITA XENTE CONTINÚAN ABERTAS HAI MOITOS ANOS. E o que conviría sería pechalas dunha vez. Mais non, houbo que agardar trinta e tres anos para uns xestos ambígüos, recelosos, patrañentos dos que, como digo, aínda se queixan os nostálxicos da nosa democracia demócrata. Houbo que agardar e ademáis resoplar e erguer bandeiras e sementar tempestades que agoara se manifestan en miles e miles de descerebrados que andan por aí acoitelando á xente en nome da patria, en nome do, repito, puto país. Curiosamente, algúns, como noutrora, pertencentes ao noso glorioso exército do noso, repito, puto país. E despois de trinta e tres anos que pasen cousas similares, considero que xa comeza a atufar demasiado, xa é algo que demostra, efectivamenete que a transición cacareada e cacareante non debeu ser tan boa nin exemplo de nada.
E cando a moita xente se lle pregunta agora sobre a retirada deses símbolos franquistas e fascistas e dín que forman parte da historia e que non ocorre nada con eles que pensen que moitos rapaces que naceron na nosa sacrosanta democracia xa lle volven dar uso e volven facer historia apaleando e asasinando. Xa os poden retirar das rúas, agora volven estar en camisolas e camisas novas. Cara ao sol ata quedarse cegos…

Grande simboloxía un coitelo espetado no corazón dun neno de dezaseis anos…

)A(

La generación de la bruja Avería

Reproducimos un artículo de Santiago Alba Rico (guionista de la bola de cristal) y otro de Carlos Fabretti (creador y guionista de mismo) en respuesta a un texto de Leire Pajín Iraola en el periódico "Público" titulado "la generación de la bola de cristal" en el que "...la autora identifica a los seguidores de dicho programa con las huestes de Felipe González."(Carlos Fabretti).
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Me parece coherente que el PSOE y el PP se disputen la bandera española y la defensa de la monarquía y que se entreguen al potlach electoralista de rivalizar sobre quién de los dos debilita más la democracia en favor de la unidad de España. Pero por eso mismo me extraña verme en la tesitura de tener que disputar a un miembro relevante de la ejecutiva del PSOE el patrimonio político y moral del mítico programa de TVE “La Bola de Cristal”, del que fui guionista entre 1984 y 1988. El disgusto que me ha producido la lectura del artículo de Leire Pajín Iraola (Público, 30 de octubre) sólo puede compararse al que ella sentiría si, despabilada la memoria, fuese capaz de recordar el legado del que con tanta ligereza se reclama heredera: por debajo de la música de Alaska y Radio Futura, escucharía cosas que le pondrían los “baudios” de punta y le harían “rebobinarse” de terror, por evocar precisamente el lenguaje de los Electroduendes. Aunque tanto la directora del programa (Lolo Rico) como sus otros guionistas (Carlo Frabetti, Carlos Fernández Liria e Isabel Alba) comparten sin duda mi desazón por el malentendido de Leire Pajín, me ceñiré a la voz de la bruja Avería y sus compinches eléctricos, porque es la mía y porque está recogida y puede ser consultada en dos volúmenes de título muy significativo, “¡Viva el mal! ¡Viva el capital!” y “¡Viva la CIA! ¡Viva la economía!”, a los que la dirigente socialista puede acudir para comprobar que no me inspiraba precisamente en el programa de su partido.

En La Bola de Cristal -recordaré a Leire Pajín- se hacían campañas a favor de la lectura y de la amistad, pero por eso mismo también contra los bancos, cuya potencia destructiva se encarnaba en la famosa Caja de Ahogos y Tensiones: “antes se nos llamaba usureros y ahora banqueros, pero seguimos quedándonos con su dinero”. La Bola de Cristal invitaba a la solidaridad y a la rebeldía, pero por eso mismo enderezaba su humor brechtiano contra la alienación laboral y la codicia empresarial, representada esta última en un personaje de la serie, Amperio Felón, cuya “electrocutante” biografía ilustraba de manera pedagógica y divertida el proceso de “acumulación originaria” descrito por Marx en El Capital (“la empresa que da plusvalor no es facha ni roja ni tiene color”, cantaba en algún momento un coro de proletarios enajenados). La Bola de Cristal clamaba por un mundo nuevo tras 40 años de franquismo, pero por eso mismo no dejó nunca de satirizar las políticas del PSOE. La jocunda bruja Avería, cruce fantástico de Santiago Carrillo y José María Cuevas, “fundió” y “gripó” con su rayo a toda clase de inocentes bajo las figuras más variadas (militar, mafiosa, funcionaria, reina, incluso Dios), pero fue la mayor parte del tiempo la presidenta de la República Electrovoltaica de Tetrodia, de cuyo gobierno formaban parte Narciso Radar, ministro de Misiles y Humanismo, e Invatios Barriobaudios, ministro de Expiación y Vergüenza Ajena. Todos recordarán el pseudónimo que usaban Radar y Barriobaudios cuando formaban parte de la realidad y del gobierno de Felipe González.

Puede decirse quizás que La Bola de Cristal era incompatible con la componenda, el equilibrismo, el eufemismo, la corrección política y la ambigüedad, pero por eso mismo nadie podrá decir que era compatible con el PSOE. Puede incluso decirse que era un panfleto y que adoctrinaba en el odio de clases, pero por eso mismo nadie podrá decir que era el camino más rápido y seguro hacia las Juventudes Socialistas. Casi todo en el mitificado y olvidado programa de TV estaba orientado a denunciar a ese PSOE que había recibido y malversado el mayor capital político de izquierdas de la postguerra europea; el PSOE monárquico que seguía acariciando a la Iglesia; el PSOE de la OTAN que mantuvo las bases estadounidenses; el PSOE de la reconversión industrial y la reforma laboral; el PSOE que estableció relaciones con Israel y traicionó al pueblo saharaui; el PSOE de la escuela concertada y la desmovilización juvenil; el PSOE de las privatizaciones y la corrupción; el PSOE que destruyó la televisión pública; el PSOE de la Ley de Extranjería y la rendición sindical; el PSOE que dejó expedito el camino a la derecha más radical, ultramontana y reaccionaria desde la guerra civil. El PSOE, en fin, que promovió y aplaudió la guerra sucia y el terrorismo de Estado. Dos de los guionistas de La Bola de Cristal, recordaré también, nos sumamos en mayo de 1988, junto a otros 102 ciudadanos decentes, a la acción popular contra el GAL que permitió procesar y condenar a José Barrionuevo y Rafael Vera, altísimos funcionarios del gobierno de Felipe González, el cual -se entenderá- tiene tanto que ver con La Bola de Cristal como la casa Coca-Cola con el precepto evangélico de dar de beber al sediento.

Se dirá que sólo bajo el gobierno del PSOE fue posible hacer un programa así, pero digo también que sólo bajo el gobierno del PSOE se suspendió su emisión. No por casualidad fue en 1988, el mismo año de la Ley de Televisión Privada. El hecho de que se haya idealizado un espacio televisivo imaginativo y valiente, pero en cualquier caso bastante chapucero, demuestra básicamente que lo que vino después fue mucho peor. El que debía ser el primer programa de una nueva estirpe se convirtió en su último descendiente y esto también es responsabilidad del PSOE, que obró el milagro de llevarnos aceleradamente a los españoles, sin etapas intermedias, de un Renacimiento malogrado a una Edad Media de colores.

Pero hay, sí, una generación de La Bola de Cristal como hay una generación del GAL y una generación de las Azores. Sus miembros están tan lejos del PP como del PSOE y me siento muy orgulloso de reconocer en su voz la de esos mismos Electroduendes que me hablaron a mí tantos años antes: son locos solidarios con Palestina y Venezuela, chiflados activistas antiglobalización, extremistas militantes ecologistas, zarrapastrosos okupas, agresivos pacifistas, infantiles anti-imperialistas, lunáticos marxistas. Sinceramente, no creo que Leire Pajín, gran defensora de la “modernidad” de España, se sintiera cómoda en su compañía.

Santiago Alba Rico.
Fuente: http://blogs.publico.es/dominiopublico/tag/psoe/





LA DEGENERACION DE "LA BOLA DE CRISTAL"


Como creador y guionista del programa La bola de cristal, quiero expresar la profunda indignación que he sentido ante el artículo de Leire Pajín titulado La generación de “La bola de cristal” (Público, 30 10 07), en el que la autora identifica a los seguidores de dicho programa con las huestes de Felipe González.

Además de indignación, sentiría auténtica zozobra si pensara que, efectivamente, La bola de cristal pudiera haber contribuido a gestar una generación de seudodemócratas dispuestos a justificar la corrupción y el terrorismo de Estado en nombre del orden y el “progreso”. Pero afortunadamente no es así: en los últimos años he tenido la enorme satisfacción de conocer a muchos jóvenes que se declaran herederos de La bola de cristal, y es la primera vez que me encuentro con una “hija” que lo único que parece haber aprendido del programa es el grito de guerra de la bruja Avería: “¡Viva el capital!”.


Carlo Frabetti
Rebelión

Coro de proletarios enajenados

Sacar las cosas de quicio

Leo en un folleto editado por la “obra social la caixa” un ensayo sobre la violencia de genero escrito por Inés Alberdi, catedrática de sociología en la universidad complutense de Madrid.
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La autora hace un recorrido cuasi-histórico por la sociedad patriarcal en la que vivimos, y en la que se encuentra la semilla de la violencia contra la mujer. Aunque en diversas ocasiones a lo largo del texto, la profesora estira tanto la pirueta lingüística en busca de lo que le interesa, que rebasa los límites de lo cabal, por ejemplo, en el apartado titulado – la violación como arma de guerra- expone la situación de las mujeres en los conflictos bélicos, desde que fuera utilizada como botín de guerra, hasta el echo de ser utilizadas para ofender a los vencidos, hasta aquí, todo bien, lo descabellado viene a continuación: “ Existen limitaciones acordadas internacionalmente acerca de los conflictos bélicos y la mayoría de los países que se consideran civilizados reconocen que deben respetarse esos acuerdos…” O sea, según la profesora, existen maneras civilizadas de hacer la guerra, dando por hecho, que las mismas forman parte de las relaciones internacionales, y que mientras no se viole a las mujeres, no hay motivo ninguno para alarmarse. En ese supuesto de países civilizados, a los que no cita, y que hacen la guerra democráticamente, me atrevería a incluir, a riesgo de no equivocarme a los EE.UU. y a Gran Bretaña, que son muy civilizados, y muy propensos a utilizar la guerra, como medida disuasoria contra sus vecinos del mundo.
Bien, pues sin necesidad de irme muy lejos en el tiempo, recordaría a la doctora, una visita a las hemerotecas, para consultar las noticias llegadas de la última guerra civilizada de Irak, y concretamente, a los videos aparecidos sobre las vejaciones sufridas por prisioneros de guerra irakies, de manos de sus civilizados guardianes, esos, que “respetan las limitaciones acordadas internacionalmente acerca de los conflictos bélicos”
Por si no le bastase con eso para reflexionar, le recomiendo la lectura de
–El libro de Manuel- de Julio Cortazar, al final del mismo, se aporta un documento basado en la confesión de soldados americanos sobre las técnicas de tortura y violación en los que eran adiestrados por la CIA para luego poner en práctica en Vietnam.

Señora doctora, en mi opinión ninguna guerra, debería ser aceptada, y menos por alguien que dice defender con su escrito los derechos humanos, y no solo de las mujeres. Intentar hacer un ensayo de buen rollito que como siempre acaba enfocado a la defensa de una determinada forma de funcionamiento social, que en ningún momento cuestiona su razón de ser discriminatoria y que convierte su supuesta lucha por la igualdad en un quiero y no puedo. Todo a medias.
Solo a partir de la libertad individual y el respeto a nuestros congéneres, llegaremos a una libertad de género, el humano, que nos lleve a una convivencia y relación libre entre mujeres y hombres. Ser sociólogo, filósofo, historiador, o lo que sea, y estar al servicio del Estado, es lo que tiene, que tus discursos acaban patinando. Andar pidiendo igualdad, es tan simpático como los sindicatos con las 35 horas laborales, llevan años así y así seguirán. La igualdad de géneros es una falacia, pues la verdadera reivindicación es la Libertad.

En otro apartado del texto, la autora cita un párrafo de un célebre escritor actual que fue publicado en un periódico de gran tirada, el párrafo en sí, es de mal gusto y ciertamente ofensivo, como bien dice la doctora, que curiosamente se olvida de nombrar al autor del mismo, aunque no tiene pelos en la lengua, en cebarse con Aristófanes, que vivió hace 2.400 años, lo mismo ocurre con Cervantes, a quién alaba por un lado y critica duramente por otro, olvidando en ambos casos, situarse antropológicamente hablando, en la época de los dos, en el caso del primero, la griega, mucho más permisiva que la romana, por ejemplo, de la que no dice ni “mu” y de la que parten las bases de la sociedad moderna, incluido el poder del cabeza de familia. Ni en el caso de Cervantes, que como todo el mundo sabe, estuvo en el punto de mira de la iglesia y su brazo ejecutor la inquisición, a la que combatió con inteligencia a través de sus escritos.

En definitiva, texto que parece decir mucho, y dice poco, por sospechosa omisión, pues olvida nombrar, a los actuales gobiernos de este país, y su poca involucración en su abanderada igualdad de géneros. Lo mismo que se puede leer en cualquier texto universitario, periódico o medio de comunicación. Literatura aséptica y políticamente correcta. Lástima de papel.

Yorick.

la tempestad

Siempre le fallaron las frases. Porqué no nació para decir discursos. Los miedos suman mucho, y ahogaron un relato de verdades desgarradas en lagunas de aguas mansas. El resto, vino después, con un abandono perezoso que fue calando muy hondo. Mientras, se oían suspiros de alivio alrededor, pues es sabido que no hay nada que provoque más miedo que la verdad, esa que nos evidencia y nos presenta nuestros fantasmas de frente en cualquier espejo.
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-Qué risa más bonita- piensa el abandonado, el que fuera heraldo. Mientras observa a una mujer que disfruta de su conversación en la calle. El hombre vencido mira el asfalto ante el, y continua su camino sin volver la vista atrás. El eco de la risa tira de él como un imán. Busca refugio, pero no lo sabe. Sus pasos solo resuenan en su cabeza. La misma donde se forjaron las ideas que intentó regalar a sus hermanos, y que ahora son causa de su exilio y soledad. Convertido en una suerte de Zaratustra camina hacia el monte, quizás con la esperanza puesta en cruzarse con una serpiente que le hable. Que le otorgue la certeza de que él es distinto. Pero ese día no está llamado a ser el que rompa las leyes de la lógica del universo, y nada ni nadie se dirige a ese caminante que busca cobijo junto a las bestias del bosque.
Los recuerdos le acosan, haciendo tambalear un sistema de valores heredados. Las nubes se agolpan en el cielo y amenaza tormenta. Tormenta por fuera y por dentro, en un azaroso cruce de energías, que de estar capacitados para verlas, formarían ante nosotros una burbuja plasmática semejante a la boca de un volcán.
En un segundo el cielo se rompe, y unas gotas semiheladas se clavan como alfileres en la piel del hombre que camina, y que parece no sentir nada del exterior. El sigue enfrascado en una batalla a muerte dentro de su cabeza, sin percatarse siquiera del barrizal que tira de sus pies a cada paso que intenta dar.
El aguacero es hermano de otros que fueron cuando la formación del mundo, cae con tanta fuerza que arranca ramas de los árboles.
El hombre, se apoya en el tronco de un árbol con los ojos cerrados, con un rictus, que de lejos podría asemejar una sonrisa. Su ánimo se recompone. En un instante está ideando nuevas formas de seguir adelante, en ese mismo instante en que todo el cielo parece derrumbarse sobre el. En el mismo instante en que un torrente de agua corre ladera abajo, como una lengua de fuego helado, tumbando árboles y arrancando piedras que llevaban siglos allí.
En un instante, que en el universo no significa nada, la tempestad, buscando quizás el reposo del guerrero termina.
A su paso, la tierra herida, muestra sus heridas abiertas en la faz de la montaña. El pueblo del valle, también ha desaparecido. Todo está arrasado.

En la inmensa mole de fango y objetos que se forma kilómetros más abajo, los pocos supervivientes buscan. Permanecen arraigados a lo que fue su casa, su historia, su vida. Gimen bajo los efectos del shock.
Bajo una tremenda piedra que corona la montaña de despojos. Un cadáver cubierto de lodo, parece sonreír.



Yorick.

Piratería

Esto lo escribió un currante indignado.... con razones:

Dada la mierda que nos escupe diariamente la tele, radio, prensa y demás
medios de comunicación, un grupo de disidentes hemos elaborado este
manifiesto a favor (sí, A FAVOR) de la piratería.
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DE: El currante medio, aplastado por la hipoteca, la precariedad laboral,
los horarios DE MIERDA y otros abusos sociales como por ejemplo la caña de
cerveza a 2 putos Euros.

A: Ese músico mediático que se duele detrás de unas gafas de sol en la
Moncloa, forrado de pasta hasta los pendientes.

Tiene cojones ir de rebelde por la vida y terminar en las escaleras del
centro del Estado (por si no captáis las sutilezas, el ejemplo se refiere a
Alejandro Sanz, aunque es extensible a todos los membrillos/impresentables
que le acompañaban en "la casita del Zapatero").

Mira, chavalote, en la gira que te vas a marcar este verano vas a ganar más
pasta haciendo algo que te gusta y que en teoría te llena de lo que ganaré
yo en toda mi puta vida de currito, cargando, además, con una actividad que
no me aporta nada personalmente y con la que, si no fuera por el sueldo
adicional de mi pareja, ni siquiera me daría para pagar el piso donde vivo.

"La música está muy mal" -gimes.

Tú, chavalote, no sabes lo que es estar mal. ¿Qué sabes tú de hipotecas, de
rebotar de un contrato a otro, de currar a turnos o de 7:00 a 19:00?

¿Qué sabes tú de llegar a fin de mes, o de lo que me cuesta a mí plantearme
tener hijos con lo que piden en una guardería?

Porque te recuerdo que aquí,en el mundo real,curramos dos para pagarnos 70m2

"La gente que compra en el top manta no ama la música" -escupe otro.

¿Con qué validez moral exigís vosotros (que vivís a todo trapo de camino
entre
Madrid y Miami, sin saber ni el dinero que tenéis), al currante que os pague
los vicios y haga multimillonaria a la multinacional de turno?

¿Cómo se puede tener la cara de plantarse en plan víctima sobre una vida de
lujo?

La industria ha abusado -y abusa- con los precios y las calidades. Sólo que
ahora que se ve con el rabo entre el culo ofrece lo que no pueden dar los
piratas: DVD's con vídeos, extras y demás. Todo, curiosamente, al mismo
precio que antes.

¿No llorabais porque no se podían bajar los precios? ¿Cómo vale ahora un
álbum que lleva 12 canciones en el CD y 16 en un DVD (verídico) lo mismo que
antes el mismo álbum con el CD nada mas?

¿Cómo puede valer un mismo álbum en España 18 euros y en Alemania 20
(contrastado) cuando los alemanes ganan más del doble que un español?

Ahora que las mafias e Internet os revientan, ahora, que ya no tenéis la
sartén por el mango, pasáis de la posición dominante y abusiva a la
apelación más rastrera de sentimientos.

Pues yo, y muchos como yo respondemos: AHORA, QUE OS DEN POR CULO.

NADIE puede pedirme que le pague la colección de coches de lujo, el yate y
las cuatro casonas en Miami, la Sierra o Marbella.

>NADIE puede pedir moral desde la inmoralidad.

Ejemplo: Bustamante se acaba de comprar una casa de 500 kilos de las
antiguas pesetas en solo CUATRO AÑOS DE CARRERA MUSICAL, claro ejemplo de lo
mal que está el panorama musical.

Firma: Cualquier anónimo hasta los güevos de sandeces.

“mala suerte”

El sábado 13 de Octubre de 2007, un hombre fue asesinado mientras paseaba con su mujer por un camino rural en una aldea de Galicia.
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La interpretación de la prensa y televisión local fue: Que un hombre muere a causa de un disparo de un cazador. Que fue un hecho fortuito, fruto de la “mala suerte”
El comentario generalizado en las aldeas de alrededor fue: “Que mala suerte”

El martes día 16, el presidente de la federación gallega de caza, dice que todo el colectivo de cazadores está muy consternado. Que ellos, como siempre, cumplían todas las normas de seguridad y que fue fruto de la “mala suerte”. Y para acabar su entrevista, en un alarde de cinismo escandaloso, comenta, que el tecor-societario, así como el propio autor del disparo disponen de un seguro de responsabilidad civil, que se encargará de abonar a la familia la compensación económica correspondiente.

Solo puede hablar así quién se sabe protegido por las leyes, el gobierno local y los medios de comunicación.

Los que vivimos en estas aldeas, lugares, donde la orografía, y la dispersión de la población hacen imposible cumplir ninguna medida de seguridad en una cacería, sufrimos todos los años, de Octubre a Enero la presencia de los cazadores. ¿De donde sale esta gente? “garrulos-comeberzas” que desairan sus frustraciones y reafirman su hombría vestidos como un grupo de fascistas paramilitares. Campan a sus anchas, argumentando que ellos, mantienen a raya el crecimiento de poblaciones animales, como el corzo y el jabalí, que de otra forma acabarían con la agricultura local ¿Ustedes creen que alguien de esta guisa es capaz de desarrollar algún argumento de sostenibilidad o equilibrio en la naturaleza?

Todo son escusas. La verdad, es el dinero que generan 14.000 cazadores solo en Galicia. El pago de cuotas, cotos, licencias y parafernalias de “rambos de fin de semana” que se empeñan en imitar a esa prescindible nobleza española, a esos dictadores y monarcas a los que les ataban las palomas, o les emborrachan los osos, para que se empalmen mientras aprietan el gatillo, y que llegado el caso en el que alguien muere a causa de sus escopetas se amparan en el azar, diciendo apesadumbrados….”que mala suerte”


el reverendo Yorick.

A rapariga rabuñaba o chan

A rapariga rabuñaba o chan, moi forte, enchendo as unllas daquela terra nin húmida nin seca. Quería abrir unha fenda para soterrar o paxaro que atopara media hora antes moribundo e que ela mesma matou por non velo sufrir. O seu irmán novo mirábaa estupefactamente e non sabía se lle daba máis grima o paxaro morto coa cabeza retorta ou as unllas da súa irmá cada vez máis negras emitindo un ruido insoportable.
Ela berróulle: colle un caldeiro e vai enchelo de auga…a que esperas vai!
O raparigo asustado non daba reaccionado pero ao fin botou unha carreira pola auga.
Ela seguía escarvando pero case non facía burato e doíanlle os dedos e moito máis as unllas.
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Chegou a auga pero o caldeiro era pequeno e a auga, pouquiña, ademáis case non embradecía a terra e pouco efecto xurdia para seguir profundizando.
Vai por máis auga!…el correu, mais de súpeto saiu pai chamando para xantar e o raparigo entrou de contado na casa con el. Pasaron uns minutos e voltou sair o pai insistíndolle á rapariga que entrara en casa, mais ela non facía caso e seguía escarvando cada vez máis forte e máis rapido ata facer sangue nos dedos. Dáballe igual.

Achegóuse o pai cara ela berrándolle e díxolle que estaba enoxado e que se enoxaría moito máis se non entraba nese intre na casa. De súpeto observou o paxaro e o que facía a súa filla e alporizóuse moito máis: andaches con esa porquería?, vai lavar as mans agora mesmo! Miróulle as mans e viu o sangue nos dedos e nas unllas da nena. Colléuna do brazo e erguéndoa case en ar metéulle unha sacudida no cú e berroulle: para dentro, lava as mans! A nena retorcíase para conseguir liberarse do brazo do pai, mais o pai tiña forza de abondo. Comezou a berrar moitísimo e a chorar coa súa cara de terra: déixame, déixame en paz… teño que soterralo merdán, dÈixame ostia!
Sairon da casa a nai e o raparigo e a nai berrou: que ocorre Roberto, que pasa?
A túa filla que está tola, pégame patadas…vóulle pegar eu un par de ostias, mira que merdada estaba a facer. Achegóuse a nai e déulle unha torta na meixela á nena e a nena púxose a berrar máis e máis. O pai colleu ao paxaro e enfilóuse ata o final da finca coa intención de arroxalo ao contedor de lixo. A rapariga foi correndo tras del berrando: dámo, dámo e agarróuse ao pantalón do pai e foi as arrastras uns cantos metros. A nai detrás: pero que fas, que fas? Quero soterralo, entre bágoas e berros,quero soterralo! (dicía a nena)

O pai díxolle: pero non vés que é só un paxaro morto… a nena suplicóulle que o quería soterrar e a nai saiu dicindo: déixallo Roberto! El replicou: ben pero primeiro vaites lavar as mans e curar a ferida e despois comemos, pola tardiña axúdoche eu dacordo?
O rapaciño apampanado e a nena accedeu.
O pai deixou o paxaro no chan e foron todos cara dentro entre os sollozos da nena e o mal sangue que lle quedara ao pai.
¡ tardiña o paxaro desaparecera e non puideron soterralo.

el viaje

Quiero cambiar de casa. Ir a vivir allí donde viven los decepcionados. Aquellos que hartos de mentiras aceptan su realidad, sea esta buena o mala.
Quiero ir allí donde viven los ateos, los que no necesitan el amparo de dioses de mentira, ni el consuelo de curas de operetas religiosas.
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En ese lugar también viven los feos, pués no tienen nada que ocultar, allí no se sienten presionados ni avergonzados. Los que tienen barriga, o las mujeres gruesas tampoco tienen nada que temer. Es un lugar donde no existen clínicas de carniceros sin escrupulos que se llaman médicos.

De este lugar, los charlatanes emigran, porque corren el riesgo de secar sus lenguas en balde.
Los ciudadanos son sencillos y comprometídos. No existe entre ellos competitividad de ningún tipo, pués piensan que en el mundo hay sitio para todos. Ya aprendieron antes de llegar a no vender su alma por miedo, ni por codicia. Y están a salvo de mercaderes y recaudadores.

Recojo mis maletas llenas de hartura y decepción. Sin odio, y sin tregua para con mis esclavistas.
Quemando sus retratos y símbolos les niego mi atención y me reivindico libre. Ellos por su parte intentarán que de ninguna manera los abandone, les pierda el miedo y el respeto, amparandose en sus leyes, sus jueces, y sus policias y ejercitos. Esos que dicen creados para la paz. Con toda impunidad cláman seguros de no caer nunca. Mientras el hedor de los cadaveres inocentes se vuelve insoportable. Aunque nadie parece percibirlo. Solo los que se fueron de aquí.
Como yo ahora. Alejándome en dirección a mi mismo y a los demás, los que quieran, y los que sean capaces de oler...sin aguantar la respiración.

De mineros y llantos

Mi memoria se llama Diego Gaifeiros. Y también se llama Francisco Tellez. Y también se llama Francisco el morisco. Y también se llama Juan Bautista. Dice un viejo corrido que mi memoria eran “los gitanillos del puerto” condenados a galeras por Felipe II, perseguidos por ser gitanos, y llevados al Puerto de Santa María, en Cádiz.
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Dice mi memoria que los Fúcares, infames banqueros de la corte y propietarios de las minas de azogue de Almadén solicitaron del rey el traslado de los condenados a galeras hacía las minas de azogue. Y dice mi memoria también que ese rey infame y con él toda su corte infame aceptó. Y “los gitanillos del puerto” fueron llevados a las terribles minas de Almadén. Matadero genocida de hombres.
Dice mi memoria que las vilezas y atropellos cometidos allí son innombrables, y arrancan quejidos de dolor siglos después. Dice también mi memoria que el sadismo y la maldad de los capataces de las minas no tenía límites y ese hecho también arranca quejidos de dolor siglos después.
Mi memoria puede llegar mucho más lejos, desde que el hombre comenzó a internarse en las entrañas de la tierra en busca de sus tesoros. Hay ejemplos muy antiguos, como las minas neolíticas de Gava. O las incursiones de los tartesios, los fenicios o los romanos. A todos les gustaron los secretos de las entrañas de la tierra. Pero a pocos les gustaban ir a buscarlas. Y ahí se creo una de las profesiones más duras y terribles de las que inventó el ser humano: el minero. Condenado por obligación o necesidad. Condenado por nacimiento. Condenado por ser. Condenado él y condenada su familia. Condenado a salir de casa para no volver. Y condenado a volver con la muerte puesta agarrada a los pulmones.
Mi memoria duele y rememora túneles en penumbra alumbrados débilmente por lámparas de aceite o candiles. Se puede oler el miedo, de un lado el miedo a la muerte, y de otro el miedo a los capataces y a sus varas de mimbre que desollan la piel de los esclavos. Tanta desesperación no da ni para llorar. Están secos los ojos de los egipcianos condenados. Están secos y lloran con cantes, con quejidos puros sacados de sus entrañas y de su maldición. Que poco puede llegar a valer una vida humana. Que dolor de siglos no habitará en la memoria de todo un pueblo arrancado de la vida en las minas de azogue.
Mi memoria también recuerda al cronista de la desgracia, al hombre que fue enviado para comprobar que había de cierto en ese grito silencioso que volaba por el aire: Mateo Alemán. Uno de los creadores de la novela de picaresca fue el encargado de desvelar la barbarie. En su libro “Información Secreta” relata y apunta los testimonios de esclavos temblorosos, antaño hombres, hoy sombras que vagan por los túneles del dolor.
Es mi memoria quien me quita el sueño. Y más que ella es la desmemoria de muchos la que también me quita el sueño.
Una desmemoria provocada y aceptada para seguir cometiendo tropelías amparadas por el olvido voluntario. Los pueblos callan pero no olvidan, aunque es real la impotencia de su memoria. Aun así quien mira a los ojos de las gentes no olvida. Y pierde el sueño. Y su memoria le habla.
Los quejios estremecen el alma. Se agarran a los rincones y viven ahí esperando a que alguien pase para hacerse oir. Para encenderle la memoria con un candil de llama temblorosa, que alumbra el miedo y la sangre, y los gritos, y el llanto, y el cante.

Toós van como un estampió
a la boca de la mina,
toós van como un estampió;
que un niño quiere bajar
que su padre no ha salío
¡y abajo tiene que estar!



A Félix Grande y a su memoria.

A ministra de algo

A ministra de algo, compareceu recentemente instando aos gandeiros eagricultores a que sexan emprendedores e aproveiten as ocasións que llebrinda o "azar"
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.Así que podería ser un beneficio moi lucroso o da suba do cereal e porconseguinte do pan, leite, ovos, polo e todo o demáis que vén acontinuación. Dixo de maneira falaz digo sagaz, que aproveitaran os réditossonsacados do leite que venden, e polo que levan décadas loitando para quello pagaran a tres cadelas máis, para empregalo en facerse con terreos decultivo e aumentar a producción de cereal e outras historias. E destamaneira o prezo dos mesmos baixaría e voilá! Beneficios para todos!.Ou sexa, dito doutra forma, a culpa de que os prezos suban é dos gandeiros eagricultores que non se enteran pa ná do que vai o emprendemento e aagudisia sosiá.A culpa, por exemplo dos mariñeiros e pescadores, dos raquíticos prezos dassúas capturas non é dos intermediarios, das piscifactorías ou dosempresarios de turno senón dos mesmos pescadores que despois de estar todo odía faenando (ou meses seguidos) non lles queda tempo para organizarse epoñer en alza os seus valores do mar, constituindo empresas de facturación,reparto ou millor, incluso, venda dos seus productosŠ a culpa é deles quenon se enteran da economía economicosa e liberal: que se jodan!Que dicir ten, de todas esas familias endebedadas e hipotecadas ás que agorase lles sube, todavía máis a hipoteca. Non teñen idea de nada. A economíapatria anda de marabilla e eles sen enterarse, os moi coitados. Por que noninvertiron eses millonciños, en troques do bar suizo, pois para fundar unhaconstructora ou inmobiliaria nos tempos que correspondía?. Agora xa non sepode. É que son gilipollas totais. Xente así é o verdadeiro lastre destaespaña socialista e liberal.Outros apalominaos de cuidao son toda esa ristra de inmigrantes quetraballan unha morea de horas por uns poucos euros ou nin iso; sen contratode ningún tipo. Como se lles ocorre facer tales estropicios para os seuslombos? É que son parvos de narices, ademáis de ser negros, algúns deles. Seneste país existen contratos de oito horas ao día e o soldo mínimo será poralgo. Despois que veñan protestando nalgunha cadea de televisión que nosdará a risa. Por último comentar que xa non hai perigo para a manutención do sistema pormor do agotamento do petróleo, agora xa o temos clarísimo e imos tirar poraí: o biodiesel é salvación da humanidá, ao igual que a biomasa, osbiocombustibles, os biocarburantes e os bio de danone. Solucións prácticas eademáis respectuosas co medio ambiente, totalmente ecolóxicas para os díasde hoxe, e os que non se enteraron que o vaian facendo e non sexan tanaparvaos como os dos exemplos anteriores. Aniceto Calatrava. Columnista conrazón!

Geografías y fronteras

Dicen los geógrafos que vivo en una península. La he recorrido varias veces, aunque hay muchos rincones donde aún no he estado. Hace unos días, en uno de esos viajes, estuve en un lugar de esa península en la que vivo que no conocía. Una barrera imaginaria llamada frontera me separaba de ella. Por lo demás, sigue siendo la misma tierra, la misma gente, los mismos trabajos, las mismas decepciones e incluso las mismas ilusiones.
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Pero hay un hecho real, a ambos lados de esa frontera imaginaria.

Nosotros ignoramos a los del otro lado, y ellos hacen lo mismo con nosotros. Por el contrario, no se percibe resentimiento, aparentemente, en ambos lados de una raya imaginaria. Uno es tratado con amabilidad, y las relaciones humanas se producen con naturalidad, sin que nada denote, la sutil anomalía que define dicha raya imaginaria. Si buscamos en la prensa diaria, en la televisión o en cualquier medio de información de los que disponemos observamos que raramente surge una noticia relacionada con el otro lado de la raya. Solo, cuando es algo extraordinario.
Ellos traducen sus textos a idiomas cuyos países de origen se encuentran como poco al resto de la península que compartimos de distancia.

Estos hechos dan para muchas preguntas.
La primera y obligada es, si nadie más se ha percatado de lo extraño de esta situación.
Y como es que las personas que viven a ambos lados de esa raya parecen haber perdido la curiosidad por lo foráneo, lo desconocido, lo de al lado…

Debe de haber una fuerza telúrica muy poderosa en esa raya imaginaria que se ve solo en los mapas. Como se explica sino, que imaginariamente pensemos que el océano atlántico baña las tierras extremeñas o salmantinas y al otro lado de la raya, imaginariamente también, piensen que viven en una isla.

¿Qué ocurriría si nuestra memoria fuera borrada, y con ella toda esa herencia de imperios y rivalidades? ¿Perdería su fuerza esa raya imaginaria que impide el movimiento y la comunicación entre los seres humanos?
Las respuestas no están en boca de ningún dios, ni tampoco escritas en el viento, están ahí, donde siempre, y donde todos sabemos…


Yorick

AUTODESTRUCIÓN

Estaba apoiado sobre a parede de pedra mareado e canso. Percorrera xa todas
as rúas e todos os bares e sempre chegaba ao mesmo punto, non sabía se de
partida ou de chegada ou outra palabra que quizais aínda non estaba
inventada.
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Dáballe voltas todo mais non tiña gañas de trousar. Había anos que non
trousaba, había anos que non bebía. Se bebera e trousara pode que non
estivera así (pensaba) se trousara e botara todo por fóra ata os fígados e
non se quedara coa alma abrochada segundo a segundo semana a semana lustro a
lustro sentiríase, moi posiblemente, baleiro, oco, livián e podería seguir
indagando no labirinto ata dar con ese lugar. E se non fora así pois polo
menos non estaría apoiado nunha parede de pedra quente cun cheirume a lixo
insoportable, non estaría mareado e cheo de labirintos.
Se bebera, moi posiblemente, disiparíanse as nubes e elevacións que o tiñan
subido a unha lúa chea constante, permanente e agobiante e se non fora así
pois polo menos en troques de estar derrotado e cos ósos apoiados nunha
superficie tan rugosa podería ser que estaría dando tumbos de parede en
parede esquecido de sobriedades e quizais se lle debuxaría un sorriso ou
aínda que fora un medio sorriso. Non como agora que o unico debuxo que
existía no seu rostro era o dun estrabismo adquirido de tantas raíces e de
tantas antenas.
Quixo deixarse caer co seu propio peso pesado mais viu como estaba a cidade
no verán infernal. Viu que estaba tan chea de lixo como a súa cabeza e para
non mancharse máis seguiu camiñando cunha dificultade cada vez maior na
busca da súa cidade invisible, da súa utopía: unha papela de cabalo. Xa que
se non daba chegado ao lugar andando deberíao facer cabalgando.

El misterioso encanto de la boina

¿Qué tendrá la boina? Para que tanta gente se sienta atraído por ella. El pasado y el presente unido por una prenda que parece inmune al paso del tiempo.
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En las viejas fotografías de la España campesina y emigrante, cubre las cabezas de los hombres. ¿De qué? ¿Del Sol? O quizás su cometido más popular fuera el evitar ser invadido por una colonia de piojos, o tal vez hoy, por una colonia de ideas diferentes de las que puedan vivir bajo ella.
Las tendencias intentaron convertirla en prenda de moda unisex. Los ejércitos de todo el mundo la incorporaron a su vestuario, aunque maticen la forma de llevarla.

Mis pesadillas se poblan de unos seres que portan boinas. Terribles y patéticos a la vez. El uniforme de la estupidez puede ser tan dispar como un traje de indio al lado de uno de astronauta. No es Drácula, el ser que me atormenta, ni Jason, ni “caradecuero” con su motosierra amputadora. Es un tipo que se aparece por triplicado, o por duplicado, según el caso, o el grado de miedo de mi pesadilla. Dicen tantas idioteces que me aterroriza. Portan unas camisas o camisones negros, capuchas blancas y encima sobre las cabezas, las boinas enormes.
Estos seres de mis pesadillas y las cosas que dicen, dan cobijo a otros monstruos, que se empeñan en contestar, estos van ataviados con corbatas, con micrófonos, y con plumas y cuadernos. Más atrás están otros muchos, que miran y gritan. Y yo estoy con ellos, con los que miran y gritan, pero no grito, ni miro a los de la boina, ni a los otros. Les miro a ellos, a los que gritan y miran e intento hablarles. Pero no oigo mi propia voz, de tan alto que son sus gritos. Quiero decirles que se den la vuelta, que no los miren, ni a unos ni a los otros, que no los necesitamos, y que con nuestra ignorancia hacía ellos les haríamos desaparecer. Pero no oigo mi propia voz, ahogada en tanto tumulto. Parecen encantados. No temerosos como yo, atraídos por algo, vuelvo la cara, y sigo la dirección de sus miradas y allí está, hacía donde miran, el objeto, la prenda, que corona tres cabezas fantasmagóricas y que hipnotiza a toda una multitud, que arrastra a grandes y pequeños, con ideas estúpidas que generan otras ideas estúpidas, y entonces, cuando comprendo que no puedo luchar contra el encanto de la boina, caigo al suelo y soy pisoteado. Así una noche tras otra en mis pesadillas catódicas.



El reverendo Yorick

confesiones de la sangre caliente

Ni tan siquiera compartiendo dolores, nos acercamos a quien amamos. Pues siempre es distinto lo que uno ve en el otro, que lo que el otro ve en uno.
Sin comprender un estado permanente de tregua, una vivencia común en tierra de nadie, no se concibe aceptar un amor. Y solo en el interior de las personas habita ese espíritu que cambia la rabia por una sonrisa.
Debería callar, quien contempla a su prójimo, pues hay mucho de él en si mismo, y sin embargo pasamos los tiempos mirando de arriba hacia abajo, como dotados de una gracia divina para analizar y juzgar. Olvidando que en las desgracias se muestra nuestro verdadero rostro, y que solo el miedo nos enseña quienes somos.
Engañados por la vorágine, sucumbimos a sus mentiras, y buscamos víctimas a las que demostrar nuestro poder. Y entonces, nos encontramos unos a otros, y arrastrados todos, olvidamos qué nos acercó y a quién tenemos delante.
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Escribo estas palabras para mí mismo, y para quién las necesite. Pues no es el tiempo quien me devora las entrañas, sino mi imperfección, mi hartura, mi ignorancia.
Las vías que no llevan a ningún lugar, y que son alivio y desesperación al mismo tiempo. Los callejones sin salida, que solo se muestran al doblar las esquinas. El mar, Al que siempre miro sabiendo que no lo cruzaré a nado, y aun así lo intento una y otra vez.
Y alrededor de todo, estás tú. Y tú. Y tú. Quien se convierte en un segundo en redentor o verdugo, en amante despechado o en hermano de sangre, en admirado mecénas o en delator implacable. En cualquier cosa buena o mala en la que me pueda convertir yo y que me hace llorar a ratos, lagrimas dulces o amargas.

YO SOY UN HOMBRE

I’m a man.
Yo soy un hombre. Dice un viejo blues.
Yo soy un hombre marcado por la contradicción. Soy un hombre marcado por la educación. Soy un hombre marcado por mis temores. Y por mis odios. Y por mis amores. Y por mis miserias. Y por mi pensamiento.
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Todas estas marcas me llevan a posicionarme en el mundo. Posicionan mi pensamiento y me posicionan a mí. Y desde mi posición yo digo y decido, lo que es bueno y lo que no lo es. Pues mis defectos terribles también marcan. Y desde mi posición, como decía, tomo partido. Y digo: - me considero hombre del pueblo. Quiero el bien para él, para mí, para todos-

Y en todos los momentos de la historia muchos hombres piensan diferente. Y los considero mis enemigos. Digo: - Oprimisteis a mi pueblo y os odio-
Digo: -matasteis a los hombres buenos y os odio- Y digo, muchas cosas más. Y siento el calor del odio. De la rabia, de mi mismo, empujado por mis pensamientos, que me cargan de razón. Y sacralizo a los muertos de mi lucha. Hago bandera de ellos y juro sobre la tierra que los cubre que no descansaré para evitar que caigan en el olvido. Que lucharé para que se reconozca su papel en la historia llena de mentiras y demonizaciones.

Y en el fondo de mi mente creo un enemigo. Al que juro combatir. Y oigo otras voces que claman como la mía. Y sonrió para mis adentros. –No estoy solo- me digo. Y lo creo. Creo pertenecer al bando de los oprimidos. Encuentro a otros como yo y creemos ser diferentes. Jugamos a serlo, y juramos nuestro odio para siempre.
Pero ocurre algo. Y alguien, a quién me creía hermanado mata. Mata a otra persona sencilla, como antes las mataron nuestros enemigos. Matan en nombre de cualquier cosa, y se bañan en sangre. Y se creen una causa y un motivo para matar. Y yo pienso en mis muertos. Y pienso en mi posición. Y en que soy un hombre oprimido. Y todo esto pienso, mientras veo a personas sencillas como yo, que lloran a sus muertos. Y veo que quien se baña en sangre habla de paz mientras limpia sus manos. Y yo recuerdo mis juramentos y pienso en los juramentos de odio que pueda lanzar quién ve arrancar de sus manos a un ser querido. Y pienso. Y me pregunto: ¿Cuál es la diferencia entre su dolor y el mío? Lo observo bien, al muerto, lleva una camisa de cuadros, como las que uso yo, y en las bolsas de la compra caídas por el suelo se ve, el mismo café, el papel higiénico y las latas de conserva que compro yo. Y mi mente se vuelve, con una pregunta muda hacía quién porta el arma ¿………?
Y me pregunto mientras me tiro de los cabellos:
¿Quién soy yo?
I’m a man.
Dice la canción.
Yo soy un hombre, marcado por la contradicción.





Yorick

Las promesas electorales

Parece increible, pero la imaginación de los políticos a la hora de prometer barbaridades cada vez es más rocambolesca, pero a la par que crecen sus tonterias, crece la estupidez de quien les vota. Debe ser, que la aceptación pública de seguir como estamos se extiende cada vez más, como mancha de aceite en traje de lino.
Obras faraónicas salpican todas las ciudades de la piel de toro (donde irían a parar los cuernos?) y lo peor, es que es contagioso, pues pequeños municipios vacían sus arcas arrastrados por la megalomanía de sus caciques locales, empeñados en imitar a sus Ramses modernos.
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De las últimas elecciones y sus tonterias, me quedo con una, esa, que al oirla no sabes muy bien si mearte de la risa, o cortarte las venas llorando: ¡El circuito de velocidad de Valencia!
No pueden imaginar los que no han vivido bajo su yugo, lo que significa esa gran "Vagina Fricadora" que domina la ciudad del Turia desde hace años, haciendo gala, por un lado de un nacionalismo fallero exacerbado, y disponiendo por otro lado de un aparato represor que es, para verlo actuar. Su innoble policía municipal. Las legiones de Roma adiestradas para controlar y velar por la buena marcha de los actos presentados por su burda y torpe imitación de Cleopatra.

Pues como les decía ahora se marca un circuito de Formula 1, para disfrute de un montón de personas de todas las edades llevadas al paroxismo mitificador, que votan a su alcaldesa cueste lo que cueste, que arropada por sus votos, arrasa barrios, excluye y reprime, trae al papa, a la copa américa y a lo que haga falta, con su eterno vestido rojo y esa mirada terrorífica de monstruo marino.
Por otro lado, dentro de ese gran circo municipal, le siguen creciendo los enanos,movimientos sociales resisten en todos los barrios, El Carme, Ruzafa, el Cabañal, Campanar, Nazaret...etc. Cientos de personas, que resisten, que se mueven, que no vuelven la cara ante el debastador gobierno y , que sobre todo, no quieren su puñetero circuito, ni ninguna otra ocurrencia para descerebrados.




Yorick.

El Soldador

Lo conocí hace dos años, en verano, coincidimos en una obra que parecía inacabable. Un concesionario de coches. Aquel verano, hizo mucho calor en Galicia, tanto, que las personas se lamentaban constantemente, por la falta de costumbre, supongo, o por echar de menos un cielo cubierto y una ligera llovizna.
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Había muchas personas trabajando en aquella obra, que parecía inacabable, entre ellos, estaba el soldador, y también yo. Mi castigo diario era colocar aluminio, el suyo, soldar las estructuras que luego forraba yo.
En todos los tajos se crea una cierta camaradería entre los trabajadores. En aquella, también ocurrió, a ninguno nos gustaba aquella obra ni su emplazamiento, en una explanada polvorienta donde no había una sombra fresca por ninguna parte. Siempre había un rato, en que charlabas con alguien, aunque se acabara hablando del trabajo, y de las pobres condiciones laborales de todos. Solía juntarme con los electricistas, los cristaleros, los de la construcción y los del hierro, con otros no merecía la pena, como con el fontanero por ejemplo, siempre hay una excepción.
El soldador era un hombre joven, un chaval casi, arrastraba los pies, cuando andaba, cargando con el grupo y la caja de los electrodos. Pero era muy bueno en su trabajo, soldaba fino, como se suele decir. Años atrás, trabajé montando estructura metálica, y reconozco bien un buen cordón de soldadura. Me caía simpático, y me alegraba verlo llegar por las mañanas. No sé cual era su nombre, nunca se lo pregunté. Los trabajos tienen extrañas reglas invisibles. Solíamos llamar a la gente por el oficio que desempeñaban. Al principio me extrañaba, me gusta conocer los nombres de las personas, y usarlos, pero en un trabajo así, es estúpido, no vas a ir presentándote a todo el mundo, aunque quizá fuera lo correcto, habría más cercanía. Como antes.
Estuvimos en aquella obra seis meses. Puede parecer poco tiempo, pero no lo es. Unos ciento veinte días de tu vida acudiendo sin ganas al mismo lugar.
Cuando terminamos fue un alivio, aunque lo más seguro es que a los pocos días fuéramos a otra igual, o peor.
Al soldador no volví a verlo, te olvidas un poco, sabiendo que en cualquier momento coincides con el pintor, el electricista o el albañil. Pero en este caso ya no iba a ser así. A los tres o cuatro meses, leímos una noticia en el periódico. Un obrero cae desde un cuarto piso. Al ver el nombre de la empresa, empezamos a pensar, quién podía ser, pues conocíamos a casi toda la plantilla. Pero tuvieron que pasar algunos días hasta que coincidimos con otro soldador, que nos dijo quién fue, a quién le toco esa vez. El soldador salió aquel día de su casa y no volvió.
La lotería diabólica en que se convierten los trabajos daba premio de nuevo.
A veces me acuerdo de él, arrastrando los pies, cargado con el grupo y el paquete de electrodos. También me acuerdo de otros, que conocí, y que también dejaron la vida en un trabajo de mierda. Vidas acabadas por una miseria de dinero. Esclavos que a nadie parece importar, salvo a sus familias y amigos. Cada vez que veo a un hijo de puta de político decir mentiras mientras sonríe os juro que le sacaría los ojos.
- Hay que insistir en la seguridad- dicen, sin saber lo que dicen. Como si bastara con un casco, guantes, y botas y cursillos. Hay finales que son evidentes, si trabajas en las alturas, un día te caes, si trabajas en la mina, un día se hunde, y si trabajas en el mar, un día te ahogas. Así de evidente. Porque es más rápido y más barato que trabaje una cuadrilla de hombres, que traer una grúa desde otra ciudad de nosecuantas toneladas, cuando ocurre el accidente, el empresario a lavarse las manos: -Tenían arneses, casco, botas y todo el equipo necesario para trabajar en condiciones de seguridad- Sí, todo el equipo necesario, menos el que te protege de un cable de cien metros de largo y 16mm de ancho que se te viene encima desde veinte metros.
Las barbaridades se siguen haciendo todos los días, y poco sabe de esto quien no lo a vivido en su propia piel. Y muchos obreros, muchos parecen pensar – mientras no me toque a mí- Solo hay que ver lo que ocurre la mayoría de las veces en las obras donde hay accidentes, nada. Silencio. Y a agachar la cabeza, pero no olvidemos que la lotería sigue funcionando y quedan muchas bolas por repartir y mucha gente jugando como si no fuera con ellos.


Yorick.

Festivales de verano

Los que somos asiduos a los conciertos y gustamos de disfrutar de la música en directo sabemos que julio se presenta habitualmente como el mes en el que nos metemos de lleno en esos maratones de supervivencia que es en lo que se están convirtiendo la mayoría de los mega(guays) festivales de verano y que en cierta forma han conseguido eclipsar al resto de la oferta musical en directo. Festivales que se han erigido en esas grandes citas del periodo estival que permiten a los buenos aficionados a la música poder disfrazarse de poperos alternativos y por un “módico precio” tener derecho a ejercer de grandes eruditos musicales, pasar unos días en el monte o en cualquier otro recinto habilitado al efecto, rodearse cual safari de todo tipo de fauna y flora y disfrutar de los conciertos de al menos 20 grupos por día, que sin duda supone ese nivel mínimo razonable de música que cualquier persona puede llegar a asimilar.¿o no? para luego retirarse a los cuarteles de invierno y olvidarse de acudir a conciertos durante los restantes meses del año, tan saciada debe quedar la hambruna musical de estos tan buenos gourmets del pop.
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Ironías y generalizaciones –con todo lo malas que son– aparte, ya os habréis dado cuenta de que este tipo de acontecimientos socioculturales de masas no me despiertan precisamente un especial fervor; no hace falta ser muy observador para apreciar que las tendencias o pautas de comportamiento en lo que a aficionados a la música se refiere están cambiando y yo añadiría que de una forma negativa, pero claro, no es más que una modesta opinión que seguramente está destinada a producir los mismos efectos que un discurso de Benedito XVI en la barra de un after hours.

Es palbable que el ritmo al que crecen las convocatorias de estos macrobotellones con música en directo es directamente proporcional al ritmo al que decrece la asistencia a los conciertos en salas durante el invierno y que, a mi juicio, constituyen la base fundamental para mantener la escena. Afortunadamente la música no es propiedad ni patrimonio de nadie, cada uno es muy libre de disfrutarla como quiera y de gestionar su dinero y su tiempo de ocio como buenamente pueda, no es esta cuestión lo que trato de dilucidar con este texto, simplemente pretendo desde mi espacio en la trinchera de PPA! hacer un poco de crítica con respecto a cierto tipo de festivales en los que la música , tanto a un nivel de organización como de aficionados y desde hace unos años se ha convertido en algo puramente secundario y que ofrece como contrapartida más destacada el hacer inviable por falta de público la organización de conciertos el resto del año y de forma especial los de aquellos grupos excluidos del circuito festivalero -circuito que no es más que un círculo cerrado en el que los grupos participantes practicamente se repiten año tras año- algo que por desgracia siempre lleva parejo el consiguiente batacazo económico del sufrido promotor (es que chico, sino te lo montas de festival olvídate de organizarles conciertos a cierto tipo de grupos, además de no salir rentable cada vez se hace más difícil el llevar público a las salas, ¡ponte a la moda y únete a nuestro circo!).

Creo que muchos de vosotros sabéis a lo que me refiero, otros sin embargo pondréis el grito en el cielo y me llamaréis radical, rancio o integrista, pero es que afortunadamente chicos/as, no soy nada cool en esto del rock y además de presumir de no estar a la última, me siento orgulloso de cuestionarme siempre el si me va a merecer o no la pena acudir a este tipo de macroacontecimientos y pagar una entrada para ver como pueden coincidir dos grupos interesantes a la misma hora y en distintos escenarios, o preguntarme el porqué los grupos tienen que acortar su actuación por exigencias de la organización o simplemente tener que aguantarle las gracias al bolinga advenedizo de turno que presume de coleccionar festivales y al que nunca verás en concierto alguno el resto del año, por no entrar ya en la crítica de lo ecléctico de la mayoría de los carteles o la absurda masificación en cuanto a la programación de grupos (¿falta de criterio organizativo o todo sea por la pasta?, creo que la respuesta es bastante obvia). Estaré equivocado o no, no me considero en posesión de la verdad absoluta, de lo que sí estoy seguro es de que mi forma de entender la música es totalmente diferente...¡me hago viejo!.

Escrito por Rafa beatman

Claro

Hai que ter moi claro dende un principio o que se quere contar, expor ou
facer ver.
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A min xa me soa bastante mal iso de "facer ver" coma se os demáis foran
cegos ou algo así. Así que non, non me dá a gaña de ter claro o que quero
poñer nas liñas que escribo. Entre outras cousas porque non teño nada claro.
Pero nada e o digo coas palabras de moda ou sexa que non teño nada claro
"globalmente". Tampouco localmente, glocalmente, loglacmente ou
individualmente mais digamos "globalmente" que queda superguai.
Non teño claro que fago coa miña vida, non teño claro que fan os demáis coa
súa. Aínda que segundo contan deberíame dar igual totalmente o que fagan os
demáis. Mais pola miña experiencia propia e individual, a min os demáis
inflúenme terriblemente. Non sei aos demáis, mais a min os demáis impórtanme
para ben e para mal.
Impórtanme porque cando me ergo da cama escoito aos carros da rúa que
normalmente (agás en soños) conducen os demáis. Despois vou á cociña e
almorzo productos case sempre manufacturados, e case sempre manufacturados
polos demáis. Modificados xenéticamente ou non, mais sempre manufacturados
polos demáis que non son eu. Logo prendo a radio onde falan os demáis, onde
tocan e cantan os demáis e ademáis prendína nun aparello que foi
manufacturado polos demáis.
Alguén (dos demáis) poderíame decir que quedara na cama mais a cama é un
producto manufacturado polos demáis con sabas e cobertor que tampouco fixen
eu, a cama ás veces si que a fago.
Ao sair á rúa encóntrome cos demáis en persoa(s) e teño que apartarme ou
moverme para non ser atropelado por peóns ou carros. O ruido dos carros que
entra nos meu oídos é producido polos demáis e cando me atosigan no
supermercado á hora de elexir un queixo sempre son os demáis, non son eu, de
verdade.
Se quero ir por un paquete a correos sempre é alguén que non son eu quen me
dí que volva mañá que non me corresponde recollelo hoxe. De feito quen me
enviou o paquete que non puiden recoller foi outro ou outra.
Nas épocas que traballo o fago para outros e nas épocas que non, teño que
selar a tarxeta de demanda e sempre o fan outras persoas que non se chaman
(normalmente) coma min. Con nome e apelidos, claro.
Sen embargo moita, moita xente sempre me dí que me ocupe do meu, que non me
importen as cousas dos demáis, que pense en min e na miña felicidade e que
aos demáis que lle den!
Que lle den que? Troco, tickets, bolsas, cigarros, berros, parabéns, saúdos,
insultos, café?
Non consigo, e ao millor é porque son moi inxenuo, despistado ou cínico,
comprender á xente que dí que os demáis non importan. Cando chaman por
teléfono ofrecéndome cincocentos mil "metabaits de adsl" impórtame aínda que
non colla o aparello. Cando alguén se dirixe a min nunha cafetería pedíndome
lume non podería deixar de importarme aínda que non lle dera á persoa en
cuestión o desexado lume porque tomaríame por xordo e insistiría etc etc
Definitivamente que eu saiba vivimos en sociedade, somos humanos e
sociables, e por esta razón importan moitísimo os demáis. Sobre todo se se
ten o ideal que a sociedade que formamos os humanos sexa unha sociedade
millor, xusta e onde non exista o abuso e todo tipo de lacras como fame,
guerra, control, destrucción do meio onde habitamos etc.
Como me van dar igual os demáis para ben e para mal. Vamos home/muller!!

KLIMT EDWOOD

¿Qué es ser progre?

¿Cómo ve el mundo un progre?

Progre” es el apócope de “progresista”, utilizado con voluntad denigratoria y resaltando las limitaciones de una ideología que no llega a tal, sino que más bien es una concepción del mundo. “Progresía”, por su parte, se utiliza como sinónimo de feligresía “progre”.

El “progresismo” es tan limitado en lo ideológico que “progre” se adapta mejor a sus contenidos, de la misma forma que un dinosauro político indocumentado no es un “reaccionario” sino más bien un “regre”. Lo “progre” y lo “regre” son las dos caras de la misma moneda: la de la estupidez aplicada a la política y al día a día.
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La naturaleza “progre” viviseccionada

El “progre” se ve aureolado de tres rasgos que definen su médula:
1) De cara al sistema político es “renovador, reformista e innovador”
2) De cara a sí mismo es “tolerante, humanista y laico”
3) De cara a su ubicación es “de izquierda”, “de centro izquierda” o “centrista” (y si es centrista, por supuesto, se reafirma diciendo que es “de centro “progresista” porque más acá de la izquierda hay que añadir una muletilla).

Es difícil no considerarse “progre”, porque, en principio los dos primeros rasgos no los puede negar nadie. Nadie con dos dedos de frente se encierra en un bunker político negando la necesidad de reformas y renovaciones. En tanto la sociedad avanza y evoluciona (o involuciona), siempre es preciso introducir correcciones al sistema. Así mismo, es difícil negar que “tolerante” y “humanista” son posiciones más ciertas que “intolerante” e “inhumano”. Y lo laico siempre será más árido, pero más racionalista, que cualquier forma de pensamiento mágico.

El “progre” y su ubicación política

Pero lo más sorprendente es que todo “progre” se ubique del centro a la izquierda del panorama político. No hay “progres” de derecha o al menos no son creíbles ni tolerables por los “progres” con marca de autenticidad. Esto crea algún problema, a la vista de que ese espacio político es tan amplio como heterogéneo.

El “progre” para serlo, debe ser de izquierda.

El “progre” centrista es un falso “progre” o un “progre” emboscado, y a éste se lo define como “oportunista” (y seguramente lo es). El verdadero “progre”, como mínimo, está ubicado en el “centro-izquierda” y, a partir de ahí, llega su presencia hasta la extrema-izquierda. Esto explica muy a las claras por qué el “progre” es “antifascista”, pero no “anticomunista”.

A decir verdad, si el “progre” fuera “tolerante, humanista y laico”, difícilmente podría encajar con una doctrina que, desde Marx hasta que fue arrojada a las letrinas de la historia, sus tres rasgos esenciales eran su intolerancia, sus contenidos inhumanos y su formulación con forma de religión laica.

Si ellos dicen que son “progres”, es que lo son, y poco importó el estalinismo, el castrismo, simplemente, propusieron esa bonanza de la dictadura del proletariado, quintaesencia del pensamiento mágico y mesiánico aplicado a la política.

Es curioso, porque hubo un tiempo en el que el marxismo (y su precedente, el socialismo utópico) era de una austeridad propia de los profetas del desierto. No es por casualidad que el sufragio femenino naciera en esos lugares. Era el tiempo en el que una parte de la “izquierda progresista” condenaba a la sexualidad como una manía pequeño-burguesa que alejaba de los verdaderos problemas del proletariado y creaba vicio y perversión en los militantes obreros. Esta doctrina duró en algunos sectores hasta finales del siglo XX.

Los maoístas siempre sostuvieron que un maricón era alguien para el que el ano del amante era más importante que la “lucha del proletariado”, la “guerra popular prolongada” o la “insurrección armada de masas” y, lo por tanto, prescribían la abstención en materia sexual. En esa misma época y desde principios de los años 70, otra secta izquierdista, el “trotskysmo”, ya se dio cuenta del inmenso potencial que albergaban los movimientos de liberación sexual y constituyeron los primeros núcleos de los futuros “partidos de colores”.

El “progre” y el comunismo histórico

El “progre”, para serlo, debe ser asimétrico en su forma de ver las cosas: antifascista por un lado, mirará con simpatía al comunismo y a la historia del movimiento comunista.

El “progre”, la religión y el laicismo

Las relaciones del “progre” con la religión son particularmente sorprendentes. El “progre”, en sí mismo, suele definirse como laico, lo cual no está reñido con que algunos afinen un poco más y reconozcan que tienen fe religiosa, pero que ésta se aplica solamente a la esfera personal. Eso está bien. Les pierde la simpatía por los “movimientos apostólicos de base”, es decir, si les va algún tipo de religión es la religión de la no-religión, esto es, el cristianismo postconciliar.

Un “progre” no albergará el menor problema en comulgar con una hostia que le tenderá el islamista que se siente junto a él el día en que las cámaras de TV lo registren. Será de buen tono que considere esta “comunión” como “aproximación a los que sufren”, pero nunca –y esto es definitivo, nunca– como una liturgia y un ritual religioso (porque si para él la religión católica debe ser algo, debe ser desprovista de liturgia, rito y dogma, convirtiéndose en la ideología “progre” rotulada como religión).

El “progre” defenderá a capa y espada el laicismo del Estado y también en esto incurrirá en una curiosa contradicción. Poco importa que la religión católica sea la tradicional de Argentina, y que difícilmente podría entenderse nuestra historia desconociendo el hecho católico, lo que realmente le interesa es que la enseñanza de la religión no se enseñe en las aulas y, si hay que hacerlo, sin duda el catolicismo debe estar en pie de igualdad con cualquier otra religión “para que el alumno conozca y elija”…

El “progre” y el sentido de la historia

El “progre”, en este como en cualquier otro aspecto de su vida, suele confundir sus deseos con la realidad. Nadie niega la necesidad de reformar constantemente la sociedad, si no funcionan las reformas en una dirección habrá que hacerlas en otra. En esto de las reformas los dogmatismos sobran. Eso es lo razonable, por tanto no es lo que cabe en la mentalidad de un “progre”.

Para el “progre”, la historia es unidimensional, lineal y siempre ascendente. Existe un sentido de la historia para el “progre” y ese sentido es hacia delante y hacia arriba. Así pues, todo lo que vaya en esa dirección, esto es, que no se haya ensayado anteriormente, es positivo, saludable y lo que pide la situación.

El “progre” nunca mira hacia atrás en busca de inspiración: si no es completamente ciego –que también puede ocurrir– mira sólo hacia delante en dirección siempre a las novedades nunca antes ensayadas y de eficacia indemostrable. Suele ocurrir que, con una frecuencia inusual, sea peor el remedio que la enfermedad.

En la educación es, sin duda, donde los “progres” han metido más sus garras, y es la escuela una de las instituciones que sufren una crisis profunda en nuestro país. La enseñanza es, a decir verdad, la pira de las esperanzas “progresistas”.

Ni una sola de sus intuiciones se ha demostrado eficaz y, a medida que se han ido aplicando unas y otras, el sistema educativo ha ido decayendo sin grandes esperanzas de recuperación inmediata. La fuga hacia la enseñanza privada de la población que se lo puede permitir, es una evocación del momento en el que los náufragos del Titanic se abalanzaron hacia los botes salvavidas.

El “progre” y la ecología

No es raro que, a la vista de lo visto, el “progre” se refugie en campos que, a primera vista, solamente él domina. En la ecología, por ejemplo, hay acumulación de “progres” como en ningún otro lugar. Nuevamente aquí, el “progre” se ha revestido de los rasgos apocalípticos, mesiánicos y escatológicos del profeta iracundo del Antiguo Testamento.

También aquí se produce la paradoja de que los actos desmienten las palabras del “progre” que, una vez más, parece decir: “fíjense en lo que digo pero no en lo que hago”. Salvo honrosas excepciones, el “progre” de montón no acompaña sus jefes en la lucha sobre el calentamiento global, el agotamiento de recursos o lo insostenible del desarrollo, aplicándose el cuento y moderando su consumo energético, acudiendo a los transportes públicos y reciclando, sino que suele hacer una vida como el regre más regre del universo regre.

Salvo en sus palabras, el “progre” no hace nada por el medio ambiente. Además, conoce las necesidades de conservación (la palabra conservación produce estremecimientos en el “progre” salvo en materia ecológica) del medio de manera completamente aproximada. Los campesinos son, además de la clase más conservadora, los que mejor conocen las necesidades ecológicas del medio. Raro es que un campesino haga algo contra el medio ambiente del que, necesariamente, vive.

Pero el ecologismo tiene tanto que ver con los agricultores como el “progre” con el sentido común. Superficial entre los superficiales, el “progre” repetirá la necesidad de aplicar el protocolo de Kyoto sin tener una idea muy exacta de lo que es. Le alcanzará ver una mediocre y alarmista cinta de Al Gore para preocuparse por la tarde y volver a sus hábitos normales antiecologistas por la noche. Con todo esto su solidaridad con la naturaleza queda satisfecha. Acto seguido, abre la puerta de su automóvil y contamina como cualquier otro hijo de vecino, “progre”, regre o mediopensionista.

El finalismo “progre” y la negación de lo instrumental

El “progre” es fundamentalmente alguien que ejerce el noble arte de la solidaridad con una facilidad y una reiteración pasmosas: se solidariza con quien haga falta y donde haga falta. En su escala “finalista”, aquellos valores que contribuirán a hacer una sociedad ideal al final del camino son mucho más importantes que los valores “instrumentales” que nos ayudan en el día a día a llevar una vida mejor y a hacer más soportable la sociedad.

Los valores finalistas a los que se apresta a transmitir la asignatura “Educación para la Ciudadania” son encomiables: pacifismo, solidaridad, humanismo, ecologismo, tolerancia… pero no dice nada de los valores instrumentales: jerarquía, lealtad, respeto, disciplina, autocontrol, espíritu de sacrificio, etc.

Y así se da nuevamente la paradoja de que un jóven educado en los nobles valores finalistas, modelo de virtudes cívicas del universo “progre”, sea un perfecto parásito en su casa y está dispuesto a solidarizarse con las mariposas del Amazonas en trance de desaparecer, por las talas sistemáticas de árboles, pero sea incapaz de facilitar la vida a sus padres o, simplemente, de tenerles un poco de respeto.

El “progre” y las “fuerzas de la cultura”

El “progre” sufriría mucho si fuera capaz de reflexionar sobre los problemas que genera su actividad. La política nacional e internacional, la educación, la ecología son terrenos en los que los fracasos “progres” se cuentan tanto como sus iniciativas. Pero siempre les queda la “cultura”. Porque el “progre” está convencido de que es una persona “culta”. Saber las cuatro operaciones matemáticas, habitualmente, las sabe, pero eso no le da necesariamente chapa de culturizado, aspira a algo más. La cultura “progre” es mediática, esto es más fácil.

De hecho, si hay un colectivo saturado de “progres”, es el de los actores. Casi todos quieren ser “progres” sin excepción. ¿Cómo se puede explicar a un actor que realiza su cometido cuando repite textos que otros han escrito, que cuando habla por sí mismo, expresando su opinión, frecuentemente hace el ridículo?.

Cuando un actor expresa sus opiniones políticas lo hace con una simplicidad propia de su vocabulario, pero eso no impide que se considere un “trabajador de la cultura” y, por lo tanto, perteneciente a una élite privilegiada. A veces un actor expresa sus criterios políticos mediante una pegatina en la ciudad capital.

Hubo un tiempo en que eran “panfletos parlantes”, hoy apenas son “percheros de pegatinas”. Su fiesta anual puede ser el Festival de Mar del Plata en nuestro país o los Premios Goya de España, que viene a ser como un reparto de la miseria. Sector subvencionado , el cine actual argentino muere de sobredosis “progre”.

El “progre” y las drogas

Hablando de sobredosis. El “progre” y las drogas constituyen otro capítulo sorprendente. La postura políticamente correcta del “progre” consiste en enfatizar sobre la despenalización de las drogas, de todas las drogas, menos del alcohol y del tabaco . En este terreno de las drogas, pensar en que un “progre” podría hacer realidad algún día su “proyecto” es, literalmente, aterrador. Miles de jóvenes comprando heroína y cocaína en los supers y robando al resto de clientes en la cola de la caja. Millones de chicos y chicas muy jovencitos tirados por las calles consumiendo droga a destajo y todos ellos con los vicios pagados por el erario público.

¿En eso consiste la legalización de las drogas? Seguramente es la visión que más se aproxima. Por si no hubiera suficiente con un “efecto llamada” para delincuentes, otro para los transexuales en busca de operaciones gratis, ahora lo que la totalidad del universo “progre” plantea es un efecto llamada para los descolgados de todo el mundo: “cuantos más seamos más nos posicionamos”.

Gracias a los “progres” hemos conseguido que, según la ONU, Argentina sea uno de los países del mundo que más drogas consume… según nuestra densidad poblacional. Finalmente, hemos logrado acercarnos a los países desarrollados en algo. El mérito es para la “progresía” que, en 1983, subió de la mano de Alfonsín enarbolando que con la democracia se come, se educa y se cura. Aquellas aguas trajeron estos barrosos caminos que estamos transitando.

Hasta aquí no hemos caricaturizado. Como máximo frivolizado, y lo justo. Los “progres” son así. El “progre” es lo que es, una contracción risible y grotesca surgida del universo más simplón de la izquierda. Un hombre de izquierdas es un “progre” ilustrado; un “progre” a secas es un pobre individuo con déficit de conocimientos reales e inflación de utopías.

Excelente análisis escrito por Hugo Siri y tomado de la página corrientes noticias y,
aunque está contextualizado en Argentina, es perfectamente extrapolable a la realidad del reino borbónico