la navidad


Todo el mundo te felicita y por unos instantes parece real, te puedes llegar a creer que lo mejor de cada uno aflora por fin. Pero no es verdad. Estamos en navidad, y todo el puto mundo hace como que se cree lo del amor fraternal, te felicitan, te sonríen, te llaman por teléfono, pero nada de esto es cierto. Dentro de unos pocos de días, toda esta fiebre de amor a la humanidad habrá pasado y la realidad se presentará de nuevo, dispuesta a hundirte en la miseria cotidiana, donde la gran mayoría de los que hoy se desviven por mostrarte sus mejores deseos, como poco te ignorarán, algunos irán más allá, intentando como siempre aplastarte bajo sus zapatos.
Si el dolor te agarra por dentro como un cáncer, si una espesa soledad enturbia tu existir, y si una desgarradora decepción te carcome, no puedes creerte lo que ocurre estos días. Es más, una congoja nueva se presenta, provocada por el espejismo falso de amor, de lo que podría ser y no es. Esa fatalidad gélida te alcanza como una puñalada, sientes el frío de una mentira atravesándote como la hoja de un cuchillo, y la hipocresía ignorante que te rodea te empuja a refugiarte en la oscuridad, lejos del ruido, de la ruindad de un tiempo y unos seres que no saben lo que son ni adonde van.

Todo el mundo se junta para celebrar con sus familias ¿Para celebrar qué? En una liturgia estudiada de la mentira, el mundo busca refugio, con unos familiares que casi siempre están de más. Todas las personas que se importan de verdad, se vuelven la espalda estos días, para trasegar por un páramo de hipocresía colectiva.


El despropósito humano es de una brutalidad inenarrable, la crueldad de la ignorancia adopta unas medidas más que desproporcionadas. El egoísmo es el rey de la fiesta, y si eres capaz de ver todo esto, sabrás que las lágrimas saben más amargas cuando suenan los villancicos por las calles y la nieve fría y silenciosa cae a tu alrededor sepultándote un poco más.


Yorick.

La lotería

Asistimos estos días a una de las mayores estafas pertrechadas por muchos estados: La venta de sueños. Mediante la treta de poner ante tus ojos lo que podría cambiarte la vida si tu número fuera el premiado, se monta uno de los negocios más lucrativos para quienes lo idearon, pues el capital invertido, los premios a repartir, y el brutal beneficio, salen todos del mismo sitio, los paupérrimos bolsillos de los viandantes. ¿Y cómo se consigue esto? Bueno, es una ecuación fácil, primero y como decíamos antes, la venta de sueños, uno concretamente, el que de la noche a la mañana, cualquiera pueda salir del pozo mediocre de su vida a través del dinero. Basicamente esta es la cuestión principal, el resto son adornos que sirven para lavar conciencias usureras, como el hecho de realizar el sorteo a las puertas de la navidad, y así disfrazar toda la pantomima de buenos deseos y generosas donaciones por parte de los premiados.
Un sorteo en el que participan todas las fuerzas vivas del país, no es extraño escuchar en los medios, como tal número se regala a la casa real, o al la diócesis de tal o cual ciudad, en un fétido intento de humanizar a esos esclavistas modernos, cuya complicidad en el desplume de la población no podría ser más evidente.
Decía una señora ante las cámaras, que para ella el sorteo de la lotería de navidad, era el comienzo mismo de la navidad. Lógico, que una fiesta basada en el consumo desatado abra sus puertas con un gasto superfluo.
¿Cuántas personas al límite con economías al límite no habrán apurado para comprar un décimo o una participación?
Se vende prácticamente todo, el dinero que se recauda es impresionante, una pequeña cantidad ira destinada a premios, y estos a su vez serán esquilmados por impuestos, con lo que otro gran pellizco vuelve a sus manos.
Da nauseas pensar en todo esto, y lo más terrible, como decía una canción: "el futuro tiene forma de billete de lotería"

Feliz Falsedad.

el reverendo Yorick.

PERRO CORTIJERO... SABE


No pertenece a la especie de los cánidos. Por su forma, se asemeja a un humano (las desgracias no vienen solas). Pero, abyecto, miserable y ruin, como es, se diría que pertenece a una subespecie. Su hábitat es muy variado, pero siempre se dan las constantes del amo que defender y el trigo que guardar.
Su olfato no le engaña nunca. Perro Cortijero, sabe. Tiene olfato de perro viejo (no cánido). Huele a los negratas... a los sudacas... a los morancos... a los gitanacos...a los rotos de cualquier procedencia. A todo el que tiene el ánimo de coger (él lo sabe) algo sin pagarlo en caja. Perro Cortijero, sabe. No ha recibido ningún curso de psicología, no ha leído a Lombroso, ningún estudio sobre fisonomía ni psicología... pero, Perro Cortijero, sabe que no debe dejar entrar en la sala al que él sabe. Perro Cortijero, sabe.
No dobla la pata como el sabueso al husmear la pieza. No, Perro cortijero acariciará la empuñadura de su porra o la culata de su pistola, o adoptará la estúpida postura del protagonista de alguna película de su culto. Sólo él sabe lo que siente en ese momento. Perro Cortijero, sabe. Ha olido la presa y se siente dotado de un inmenso poder con su lomo arrimado al muslo de su amo. Perro fiel es Perro Cortijero.
No nació perro (cánido), al principio fue persona. Su metamorfosis se operó cuando se puso un uniforme o un distintivo. Todo su metabolismo cambió radicalmente. Hay subespecies de Cortijero. Algunos de ellos son especiales para las jaurías. En determinados momentos son achuchados por sus jefes-amos contra grandes grupos de personas. Y en esos momentos, también saben. Saben a quien morder antes, a quien aporrear... a quienes disparar, si se tercia. Porque Perro cortijero, sabe.

EL BOBO DE KORIA


La persecución



Abuelo ¿Qué es lo más terrible que recuerdas? Los niños rodeaban al anciano ciego que sentado al borde de la fuente se refrescaba de un caluroso día de verano; los miraba sin ver con una medio sonrisa en el rostro ¿Lo más terrible? Dijo a los niños. Sí, lo peor. Contestó uno de ellos, tú estuviste en la guerra, dicen algunos que mandaste el ejército del Este. El muchacho, más atrevido que los demás, ahora callaba y permanecía sentado enmedio de los otros niños, como escondido.
El viejo miraba hacía ellos con sus ojos muertos y permanecía en silencio, de repente dijo: Os voy a contar una historia que pasó hace mucho tiempo, cuando yo era un niño, creo que es lo más terrible que he visto nunca, porque en ella está el germén de lo que luego vi durante toda mi vida. Permaneció un momento en silencio, expectante, sabiendo que ya tenía la atención de todos, comenzó a narrar.

Si, es cierto todo eso que decís, yo comandé un ejercito, he visto la muerte muy cerca en muchas ocasiones, la he visto llevarse a niños y a viejos en el campo de batalla, he sentido dolor, injusticias y también las he infringido y lo he provocado. Pero antes de todo eso yo también fui un niño. Un niño que como a vosotros, le gustaba jugar y reír, y hacer alguna travesura que me fuera enseñando a crecer. Pero también era un niño al que no le gustaban las peleas, no competía con otros por ser el más fuerte, y adoraba a los animales y contemplar y permanecer en el campo. Estas singularidades me alejaban a menudo de mis amigos, pues ellos eran asiduos de entretenimientos que yo no comprendía, como ir a cazar pájaros o ranas, o cualquier otra diablura a costa de pacíficas bestias. Uno de esos días es el que os quiero contar.
Decidí no acompañar a mis amigos en sus actividades, así que como siempre se burlaron de mí, no era la primera vez que les negaba mi compañía, y ya estaba acostumbrado a sus chanzas. Opte por irme a dar una vuelta por el pueblo, había al final de éste unas calles de casitas con pequeños jardines ante sus puertas, los vecinos se esmeraban en embellecerlas, y era una delicia pasear ante sus puertas. Era un lugar hermoso, a diferencia de la callejuela donde yo vivía, merecía la pena acercarse por allí, aunque ello supusiera una buena caminata. Allí pase tranquilamente media tarde, sumido en mis pensamientos y dedicado a la contemplación de tanta belleza. Llegó la hora de volver a casa, y me dispuse a atravesar el pueblo, tenía que andar por barrios que apenas conocía, en una de esas calles, sentados ante una puerta había un grupo de chicos algo mayores que yo. Antes de llegar a su altura, prudentemente me cambié de acera, y traté de pasar desapercibido, pero no iba a ser tan fácil para mí. Era habitual que los chicos se agruparan en pandillas, que comprendían a los muchachos de una o dos calles, yo mismo formaba una con mis amigos, aunque nosotros solo éramos cuatro. Lo habitual entre estas pandillas era la beligerancia constante hacía sus vecinos.
Reconozco que era una temeridad atravesar todo el pueblo solo, además yo no era muy fuerte, y mucho menos tenía aptitudes combativas. Estaba claro que ellos no iban a permitir que una presa fácil se les escapara. Al pasar frente a ellos, sus risas contenidas y sus cuchicheos me avisaron de sus intenciones, serían unos seis y cuando escuché las voces que uno de ellos me daba para que parara un momento, otros tres ya habían desaparecido, con la intención de cortarme el paso por delante.
Ni que decir tiene que comencé a correr como un loco, sabía lo que me esperaba si caía en sus garras.
El miedo se pegaba a mí, y lo sentía ralentizándome como si cargara con un saco. Conseguí anticiparme a los tres que trataban de cortarme el paso, pero ahora los tenía más cerca. Los oía maldecirme e insultarme, y yo sin mirar atrás los imaginaba cogiéndome en cualquier momento. Me empezaba a faltar el aire, yo era un buen corredor, pero ya llevaba un buen rato huyendo y el pánico hacía que mi respiración se descompensara continuamente, estaba llegando al límite.
Al girar una esquina pude ver fugazmente a mis perseguidores, solo quedaban tres, el resto o se habían parado, o continuaban más despacio. Mi cabeza bullía buscando una idea que me sacara sano y salvo de aquella situación, las calles estaban bastante desiertas y mi casa aun quedaba lejos. Los adultos con los que nos cruzábamos no parecían prestarnos mucha atención y no quería pararme arriesgándome a pedir ayuda y que no me hicieran caso. De repente, casi sin pensarlo me metí en una pequeña tienda de ropa para señoras, o una mercería, no recuerdo bien. Aparte de la dependienta había dos mujeres más sentadas en una silla abanicándose, mi entrada atropellada les dio un buen susto. No podía casi ni hablar, empapado en sudor, con los ojos llorosos, solo alcancé a decir: Por favor...me persiguen!
La dependienta de la tienda no lo dudó, salió de detrás del mostrador y mientras las otras mujeres me sentaban en una silla se asomó a la puerta.
Mis perseguidores se habían agrupado, pero andaban escondidos entre los carros y los árboles de la calle, la mujer volvió dentro me ofreció agua y me dijo que me tranquilizara, que allí estaría a salvo.
Después me invitó a acompañarla a la puerta, pues decía no haber visto a nadie, sin muchas ganas me levanté y la acompañé afuera, divisé a mis perseguidores medio escondidos, empecé a señalarlos a mi salvadora diciendo: Allí..., allí..., allí...
Sin miedo ninguno, los chicos fueron saliendo de sus escondites, sonreían maliciosamente, con sadismo y satisfacción, sus miradas de lobo daban miedo, pude ver su odio, su ira provocada por la frustración de no pillarme. En esas miradas entreví una irracionalidad salvaje, ante la que ningún ruego ni petición me hubiera salvado de haber caído en sus manos. En ese momento yo no podría estar seguro de lo que significaban aquellas miradas, pero hoy si que lo estoy, por eso aquel episodio lejano fue uno de los momentos más terribles de mi vida.

El anciano se callo un momento, de haber podido verlos, hubiera observado a los niños expectantes y en silencio, pendiente del desenlace, que seguro los defraudaría.

¿Porqué abuelo? Preguntó uno de los más pequeños, el rostro del anciano se había vuelto grave. Su mirada muerta y de aire ausente parecía más viva que nunca. Lentamente se levantó, se apoyó en su cayado y dijo: Aquél día descubrí que el ser humano esta lleno de maldad, de rabia y de odio. También de amor, pero en mucha menor medida. Entendí que para sobrevivir en un mundo así, debía afilar mi astucia, y afianzar mi confianza, de modo que fuera mi principal aliada y el mayor temor de los que dudaran. Me enteré de golpe que la vida iba a ser dura y de que el mundo que se presentaba ante mí, era un lugar agreste y salvaje.

Sin decir más, se dio la vuelta y comenzó a caminar calle arriba, los niños permanecieron unos segundos en silencio, y luego uno de ellos se fue corriendo tras él, llamándolo a gritos. Cuando el viejo se paró, el niño ya lo había alcanzado, y jadeando le preguntó: ¿Cómo acabó la historia?

El anciano pasó su mano por la cabeza engreñada del chiquillo y le dijo: Escapé sano y salvo...gracias a unas buenas personas.
Luego se giró y continuó su camino por la calle polvorienta.

el reverendo Yorick.



AMOR



La mano oculta del mercado nunca funcionará sin
un puño oculto. McDonald´s no puede florecer
sin McDonnell Douglas, el fabricante del F-15...
THOMAS FRIEDMAN


Como ocurre con muchas parejas de enamorados, que no concebimos al uno sin el otro, también se da en la relación amorosa que mantienen ESTADO-CAPITAL. Hacen buena pareja, y aunque de vez en cuando tengan sus disputas, cuando hacen las paces, su idilio sale reforzado. Es que son tal para cual. Uno sin el otro no pueden vivir.
Algunos malquistos quieren ver el fin de su amor porque uno de ellos se ha ido de picos pardos por esos mundo globales, que dicen. Y si es cierto que echa canas al aire, no lo es menos que do va, le acompaña el espíritu de su otra mitad, que alienta, justifica e incluso perdona las andanzas del donjuán.
¿Podrá perdurar sin el hálito de la Universidad, industria de sabios-necios especialistas en una y sólo en una cosa para gloria de Ciencia Y Progreso y Moneda, desprovistos de humanidad-es?
¿Aguantará sin políticos que ,adulterando el valor de las palabras dignidad y libertad han convertido la democracia en un estercolero?
¿Seguirá sin jueces y picapleitos y justicias tuertas y funcionarios de los vertederos humanos que son las cárceles?
¿Permanecerá sin el apoyo logístico de las Iglesias tradicionales y de nuevo cuño con sus neodioses: horoscoperos, furboleros, cineros, chamanes de la medicina, críticos apesebrados, sicólogos, siquiatras, cultureros y otros acondicionadores de la mente?
¿Continuará sin la imprescindible colaboración de los Medios de Formación de Masas, propaladores del pensamiento cero y el embrutecimiento del espíritu de las gentes?
¿Resistirá el donjuán sin el hombro amigo y generoso y valeroso y justiciero y viril y marcial y aguerrido de sus Mercenarios Ecuménicos Castrenses?
Pues, ¿qué puede pervivir el sólo amor carnal, descarnado, desalmado, sin el estro que lo aliente y lo vivifique y lo engrandezca y lo haga desbordante e inconmensurable?. Pues si uno es la alocada ilusión, el desaforado y ciego y voraz amor, el otro es abnegación y entrega y soporte y armazón que posibilita que sea imposible concebirlos divorciados.

EL BOBO DE KORIA



El poder


El poder es incompatible con la belleza. Su legión de acólitos son inmunes a sentimientos tan humanos como el amor o la fidelidad hacía sus semejantes. Son personas feas, oscuras, frías, solo preocupadas en la búsqueda de nuevas formulas que den multiplicidad a sus beneficios.
Crean un paraíso propio basado en la acumulación de deseos materiales hacía donde otros seres menores, deslumbrados por esas riquezas, encaminan sus pasos. Así se juntan y cohabitan, en un remedo de sociedad feliz, esconden las miserias de sus corazones vacíos.
Utilizan a las personas que los rodean exprimiendo las cualidades que puedan extraer de ellos, para después abandonarlos a su suerte. Se reproducen y crían a sus cachorros en las virtudes del dinero y la explotación de sus semejantes, les enseñan ha hacer carrera apoyados en calumnias y mentiras, asegurándose así la continuidad de una estirpe infame.
Por otro lado, muchos que no nacieron en su seno, se desviven por entrar en su mundo elitista, y se convierten sin vergüenza en sicarios a sueldo, que sin escrúpulos pasarán por encima de cualquiera que se interponga a su fin, y a los intereses de sus amos.
Hábiles, los poderosos han aprendido a canalizar los deseos de los débiles hacía sus personas. Envueltos en palabras brillantes como: Triunfo, Ganador, o Líder.
Todos estos seres corruptos se guardan bien de las virtudes humanas y de aquellos que las profesan o las ponen en práctica. Por eso son incompatibles con la belleza, con la sencillez. Con la humildad, con el amor, o con la risa.
Odian a aquellos que no tienen deseos como los suyos, que no los idolatran o no se convierten en discípulos de sus corrompidas doctrinas.
Dedican mucho esfuerzo para convertir a los que consideran sus enemigos en invisibles. En criaturas desvalidas que vuelvan sus rostros suplicantes hacía ellos. Se desviven por extirparles esos sentimientos que tanto temen y que minan su pedestal.

Son los señores de la guerra.
Los hacedores de dioses.
Los que asustan a los niños.
Los que crean enfermedades en laboratorios y luego las esparcen.
Los que gestionan la salud y la enfermedad.
Los que plantan la semilla del descontento en tu cuerpo y te sumergen en una guerra contra él.
Los que te educan.
Los que te dicen a quién y como debes amar.
Son los que te dicen: “Todo va bien”
Los que te roban a tus hijos antes de que estos nazcan.
Los que colocan una papeleta en tu mano y empujándote suavemente te instan a que vayas a votar.
Son los verdugos.
Los que condenan y acusan.
Los que denuncian y señalan con el dedo.
Los inmorales creadores de la moralidad.

Los que una vez que nos han engañado, nos devorarán para escupir los cadáveres en las veredas de la humanidad.



El reverendo Yorick.

Vacío


Plantar árboles en las praderas del insomnio
ahíto de muerte y soledad
noches tan largas como carreteras desiertas
que conducen al principio de nada
terrores inciertos que no se manifiestan
incitan a la inmovilidad más absoluta

el aire pasa desapercibido en unos pulmones
que silban como ventanas batidas por el viento
una oscura decrepitud lo cubre todo
y un cuervo sobrevuela el infinito
de una noche eterna

en la inmediatez de la nada
todo cobra sentido
y las piezas desperdigadas
comienzan a encajar

la luz no está al final del túnel
ni siquiera al principio
es solo el destello último
de una luciérnaga agonizante

este es el vacío
donde desintegrarse o permanecer
ni siquiera es una opción
donde no prima la voluntad del miedo
y el caballo de la noche gélida
galopa ciego

pisando cadáveres sonrientes


Rafa Becerra

AL PASAR LA BARCA, LE DIJO EL BARQUERO: “LAS NIÑAS BONITAS NO PAGAN DINERO”



Ante lo cual, la presunta "niña bonita" le espetó que ya estaba hasta el moño de tanto machismo cerril y que una pretendida deferencia en ese tono y modo le parecía insultante, tanto para ella como para el género que, muy a pesar suyo, y dadas las circunstancias, representaba. Que los hombres os habéis creído los elegidos de los dioses y que habían pasado muchos milenios desde la Creación y los ovarios le dolían de soportar a todos los estúpidos que habían pasado cerca de ella y que... desde mi padre hasta el Presidente del Senado eran todos unos machistas y salidos y prepotentes y asquerosos.
Que históricamente las mujeres habían tenido que soportar ser consideradas como objetos susceptibles de ser utilizados por los hombres, en el sentido que estos desearan. Que ya era hora de que ellas -las mujeres- tomaran el relevo, y que cuando esto aconteciera, iban a demostrar a los hombres de lo que eran capaces. Que si hasta ahora habían estado ahogadas por el machismo, eso se había acabado  y que ella estaba dispuesta a demostrarlo desde ese mismo momento.
Que estaba ahíta de piropos de albañiles, fontaneros y electricistas, y que ahora,  aunque reconocía que era la primera vez que un barquero la requebraba, también era cierto que esta circunstancia no animaba su odio hacia el gremio de los mismos aunque si en la tirria que de ha mucho sentía por sus oponentes de especie : LOS HOMBRES. Y aunque reconocía que el piropo emitido por el barquero no contenía connotaciones sexuales explícitas y que tampoco veía atisbos -en primera lectura- de segundas intenciones, lo que parecía una deferencia intersexos, no era óbice para que intuyese las terceras intenciones que podían desprenderse del hecho de aceptarle el ofrecimiento de realizar el trayecto sin abonar el precio del billete. Pudiera, el citado barquero, creerse en el derecho de demandar de ella futuras "prestaciones", a las cuales -ella- no estaba dispuesta  a acceder, dado -todo hay que decirlo-, que el remero no era de su tipo ni condición social. Y que era un viejo setentón y arrugado y verde y baboso !!!
Que lo que ella pretendía era hacer la travesía lo más pronto posible porque estaba estudiando para unas oposiciones a la Consellería de Tráfico y que había quedado con su novio Bartolo, el cual le iba a pasar los apuntes de las mismas.Y que su ira le estaba haciendo sopesar la posibilidad de aplazar el viaje porque estaba segura de que la gratuidad del mismo, amén de lo antes expuesto conllevaría la pérdida del S.O.V. (Seguro Obligatorio de Viajeros) y que no estaba dispuesta a naufragar sin seguro, máxime si, como había constatado, la superficie de la laguna estaba picada y dada la fragilidad del bote, los augurios no eran muy halagüeños.
Que su acritud e iracundia no podía ser controlada porque durante toda su vida había/an tenido que soportar los ataques, más o menos explícitos  del Enemigo común: El Hombre.
A lo que el barquero, cuando amainó la borrasca -sólo en sentido figurado-, respondiole a la impulsiva joven: Que el hecho de invitarle a realizar la travesía sin demandarle moneda alguna, no tenía que ver con las, por ella supuestas, libidinosas expectativas que él abrigase sobre su persona. Si bien reconocía que la tonadilla que el Ministerio de Transportes Postreros le obligaba a repetir a toda persona al embarcarse, fuera ésta de sexo cóncavo o convexo, podía contener connotaciones machistas, éste - el Ministerio- lo consideraba una especial deferencia, así como la gratuidad del trayecto, puesto que era un servicio público con cargo al erario estatal y por tanto exento de abono alguno por parte de los ciudadanos, o ciudadanas, que se viesen obligados a realizar el susodicho trayecto. Y que sentía no poder darle la opción de posponer el viaje. Y que la conminaba a que se sentase de una jodida vez entre los/as otros pasajeros porque le quedaba mucho que remar, dado que la Estigia estaba muy agitada. Y que, como Caronte que se llamaba, estaba harto de realizar esa faena y que ansiaba jubilarse de una puñetera vez. Eso sí, que le perdonase el léxico utilizado pero es que ....Y que siendo el último viaje del día... Y que en todos los embarques le tocaba alguno o alguna cretina que le hacia envejecer. Y que estaba hasta los cojones (sic). Y que por lo que le pagaba el Ministerio de Transportes Postreros...!!!
Y, eso sí, que le perdonasen el lenguaje utilizado, pero es que determinadas cuestiones le sacaban  de sus barquillas y...


EL BOBO DE KORIA

ENTIERRO



“S´han dío p´allá".
TÍA ANICA LA PERIÑACA

- "Esto es la vida. Ayer tan bien, y hoy, aquí"
- "Si que es verdad. Con la ilusión que tenía el martes, cuando hablaba de la paella de conejo que se iba ha comer el domingo, y no ha llegado ni al viernes. ¡Ay!"
- "Y para esto tantas preocupaciones"
- "Y tantos odios y tantas envidias entre unos y otros".
- "Y tanto trabajar. Porque horas hacia más que un reloj. Este hombre ha trabajado mucho. ¿Y, para qué?"
- "Eso digo yo, que en estos momentos, dan ganas de cambiar de vida. De dejar tanta tontería a un lado...y cambiar de vida".
- "¿Dónde te lo has comprado?
- "En Carrefour. Y muy barato, ¿te gusta?".
- "Tienes caspa en los hombros."
- "Hasta en el coño, hija. Pero estoy usando un champú que es buenísimo...."
- "El hermano, no ha venido. Se llevaban mal desde que ...
- "Has visto el vestido que lleva aquella. Es la sobrina. Pues calor no hace para llevar ese escote".
- "Es verdad, y no es tan guapa como dicen. Mucho rimel y muchas manos de pintura:"
- "Dicen que trabaja de secretaria. Y las secretarias....ya se sabe".
- "A mí porque no me gusta hablar, pero dicen que....."
- "No, si cuando el río suena...." (...)
- "¡Lo que es la vida Mari!, desde los dieciocho trabajando de ebanista. Que era el mejor de la fábrica. Siete dedos se le llevó la "tupi". Y fíjate el ataúd que lleva, que parece que se va a desencuadernar. La viuda y los hijos se han pasao. ¡Lo que es la vida, Mari!"
- "Ella aún está buena. Ésa, dentro de dos días está ajuntá con el primero que se le ofrezca".
- "Era luchador A él le debemos el sueldo y las mejoras que tenemos, porque los demás no hicimos nada".
- "Sí, pero no sabía vivir, porque con su sueldo, y tener esa mierda de coche. Y,  siempre hablando de dignidad y de que teníamos que salir de la mierda que nos envolvía. Cómo si la dignidad diese de comer. Era un paliza, las cosa como son, Mari".
- "¡Es verdá!"
Y, yo, el que suscribe, pensando en culos: “¡Qué difícil es encontrar un buen culo en los entierros! Sin embargo, la nieta, con sus dieciocho años ¡Jolín! también tiene ´pistoleras´. Y la viuda, con ese jarsé que le marca tanto las tetas, si parece que los pezones vayan a abujerearle la lana de un momento a otro. ¡Anda, anda, aquella cuarentona esta jamona. ¡Cagon___s, me ha salido un pareado! ¡Huy, perdón que estoy en el cementerio!”


EL BOBO DE KORIA

Escritor novel: profesión de alto riesgo

Con lo bien que iban las cosas, el futuro tan prometedor que se abría ante mí, y de que manera se fue todo al garete. Yo, que me había preparado a conciencia, que había leído las obras completas de Benito Pérez Galdós, y de Camilo José Cela, además de otros miles de libros, que había asistido a conferencias sobre escritura impartidas por auténticos mequetrefes. Había estudiado filología hispánica, quemándome las pestañas por las noches, a causa de mi trabajo. Lo tenía todo, absolutamente todo preparado y calculado para entrar por la puerta grande de la producción literaria ¿Y que pasó? ...Que todo se desmoronó como un castillo de naipes.

Si amigos, esta es la auténtica historia de un escritor, no fracasado, sino repudiado por todos aquellos a los que yo quería. Ahora maldigo el día en que se me ocurrió por primera vez agarrar un cuaderno y lanzarme entre sus páginas blancas a mancillarlas con mis cuentos agudos y geniales. Porque, vaya por delante que yo, poseo auténtico talento para la escritura, no se vayan a pensar otra cosa. El motivo de mi estrepitoso fracaso es otro que ahora les contaré.

Podríamos decir que yo era una persona normal, vivía con mis padres, tenía mi novia de toda la vida, con la que planeaba casarme en unos años, y trabajaba en una fábrica de automóviles. Todo estaba bien, una vida normalita, sin estridencias, salvo por la particularidad de que yo soñaba con hacerme escritor. Mi entorno familiar y conyugal, como era de esperar, no me tomaban nada en serio, más bien, se contrariaron cuando me puse a estudiar, o cuando acudía a conferencias y cursos de escritura. Aunque en el fondo debían de pensar que se me pasaría la fiebre. Mis padres decían que tenía la cabeza llena de pájaros, opinión que mi novia no tardaba en apoyar, sobre todo cuando venía a comer a casa.
Cuando se cabrearon de verdad, fue cuando un día me planté ante ellos y les comuniqué que me había despedido del trabajo, para dedicarme a escribir libros. Para que se hagan una idea les diré, que mi vecina llamó a la policía, creyendo que alguien había entrado en casa y nos estaba asesinando.
Al cabo de unos días, la cosa estaba más tranquila, y entonces empezaron a apremiarme para que escribiera el “puñetero libro” para ver “si era verdad que ganaría tanto dinero” Les dije a todos durante una comida familiar ante el televisor, que tenía planeado empezar con unos relatos cortos que mandaría a diferentes concursos literarios y revistas. Intenté convencerlos de mis capacidades y de que mi talento, seguro no pasaría desapercibido. Para darme ánimos, yo pensaba en mis autores favoritos, y en sus duros comienzos ¿Y quién era yo para quejarme, si en realidad tenía todo a mi favor?
Así que lleno de optimismo, un buen día, encerrado en mi habitación, empecé a escribir. Estaba tan enfebrecido que solo salía para picar cualquier cosa, ir al baño, y hablar por teléfono con mi novia, quién por cierto, tenía un cabreo de aúpa, porque no la sacaba a pasear. Así pasaron dos semanas, al cabo de las cuales tenía preparados dos excelentes relatos de corte detectivesco, depurados, corregidos y a mi entender perfectos.

Al día siguiente de terminar, me duché, me afeité, me puse mi mejor ropa y salí de casa con la intención de fotocopiar el manuscrito y repartirlo entre mis allegados, convencido de que caerían a mis pies rendidos. Hice copias para mis padres, mis suegros, mi novia, mis hermanos, que no vivían en casa, y mis amigos. Pensaba que una vez pasada la primera prueba, llegaría el momento de registrarlos y enviarlos a diferentes editoriales, convencido de que no tardarían en ponerse en contacto conmigo.
Resulta que esos días, mi novia, estaba ocupada con un trabajo temporal que había conseguido, así que decidí irme a pasar unos día con mi tía, que vivía en el pueblo, así les dejaría tranquilos para leer y asimilar el impacto y la estupefacción que de seguro les iba a provocar la lectura.
Plenamente satisfecho conmigo mismo, agarré el tren con dirección al campo, decidido a preparar una vuelta triunfal.

Cuando la semana llegó a su fin, volví a la ciudad, estaba nervioso, pero al mismo tiempo exultante. Como era domingo y me pillaba de paso, me propuse pasar por casa de mi novia. Al llamar al timbre y decir mi nombre, me pareció escuchar un grito, algo así como: !No...Antonio, no! Antonio era mi suegro, al que por cierto veía a través del cristal de la puerta cruzar el zaguán con un palo en la mano, que nada más abrir la puerta estampó en mi cabeza. Me caí al suelo de espaldas y me protegí como pude de la lluvia de palos que se me venía encima. Entre los gritos y el jaleo, pude llegar a entender algo de lo que decía mi suegro. Lo resumiré un poco para no cansarles: !DE MODO QUE MI HIJA ES UNA GOLFA Y TE PEDÍA QUE LE HICIERAS ESAS GUARRADAS! !ASÍ QUE SOY UN FACHA Y UN PUTERO! !Y MI MUJER UNA BEATA! Como pude, tropezando, arrastrándome por el suelo, conseguí escapar de allí, apaleado como un perro. La última frase que logre entender fue algo así: !COMO TE VUELVA A VER POR AQUÍ TE MATO...GOLFO CABRÓN! ¿Qué había pasado? ¿Cómo pudo ocurrir aquello? Si en palabras de mi suegra, yo “era el hijo que toda madre quería tener”
Llegué a casa con la ropa destrozada y magullado, las sospechas que fui rumiando por el camino se confirmaron: Mis padres no me apalearon, pero tenían mis cosas preparadas junto a la puerta. Sin darme turno de réplica, me echaron de casa. Llamándome ingrato, descastado y nuevamente cabrón. !ah! También añadieron que diera gracias de que no me denunciaran por injurias, después de haber escrito lo que escribí sobre ellos. Ahora lo entendía todo, los relatos...
El protagonista de mis relatos se parecía bastante a mí, su chati, se parecía demasiado a mi novia, mis padres también eran muy similares, y todo el entorno de los cuentos era bastante similar al mío, con la salvedad de que el prota, además de sagaz, era inteligente, ligón, y un triunfador salido de un entorno mediocre como el mío.

Mis hermanos y mis amigos tampoco quisieron saber nada de mí.
Ahora vivo en otra ciudad, repudiado por los míos. Tengo un trabajo de mierda en una fabrica infecta y malvivo en una pensión de mala muerte, en un barrio decadente.
Dejé de escribir, juré que no volvería a coger una pluma nunca.
Me emborracho siempre que puedo y mis novias son de pago. Vivo al día, sin complicaciones, empeñado en olvidar. Aunque no hay un solo día en el que no me pregunte: ¿Cómo lo hacen ellos? Los escritores de éxito, ¿Cómo hacen para que nadie se moleste por lo que cuentan? Por sus fantasías, invenciones...¿Cómo lo hacen? A lo mejor la respuesta es esa: porque son escritores de éxito.

Les dejo, que tengo que ir a echar la quiniela...



el reverendo Yorick

SUCESOS:



UN HOMBRE MUERE DE UN EMPACHO DE HONRADEZ


Un hombre de cuarenta años y natural de Madrid se quita la vida, a consecuencia de su inadaptación en un mundo, según sus propias palabras, “terriblemente corrupto”
El hombre, cuyos restos no se han encontrado, mando una carta a diferentes medios, explicando las razones de su suicidio, y demostrando una gran frialdad, dice haberse suicidado de forma que difícilmente se pueda hallar su cuerpo para “ni siquiera en el último momento molestar” De esta forma, la policía después de meses de búsqueda, a petición de su familia, decide dar el caso por cerrado, dando crédito a la carta dejada por el suicida.
En dicha carta, el hombre hace un recorrido por su vida, analizando diferentes aspectos de la misma, y afirmando no haber cometido nunca ningún acto de maldad para sus semejantes, ni siquiera la pequeña falta de haberse saltado turno en la cola del supermercado. Harto de ser el único que se comportaba de esa forma, y después de comprobarlo viajando por el país, y parte del extranjero, buscando personas honradas, el hombre decide por primera vez en su vida, saltarse una norma básica de convivencia y legalidad, como es apurar la vida hasta su irremediable fin, y decide poner fin a la misma. Dice sufrir en los momentos previos fuertes ataques de arrepentimiento por lo que está a punto de hacer, y cree que estos remordimientos le acompañarán durante toda la eternidad.
Las autoridades han mostrado su rechazo hacía este acto, calificándolo como un enajenamiento mental del presunto finado. La iglesia por su parte, recuerda a la población que el suicidio es un acto que está fuera de la ley de Dios, y que los que lo practican, son condenados por éste, por arrebatar una vida que no nos pertenece.
El alcalde de la ciudad, hizo unas declaraciones en la televisión, asegurando estar muy dolido, porque haya personas, que amén de mentirosas, hagan sufrir a la comunidad por su comportamiento irresponsable, y lejos de achacar el acto a una enajenación mental, insta a la población a denunciar y despreciar a cualquiera que manifieste su intención de quitarse la vida en un acto de egoísmo y maldad.
Del mismo modo afirma que la aseveración de que no existen personas honradas, es totalmente falsa, y que cualquier ciudadano que se levanta temprano para acudir a su trabajo, que paga sus impuestos y ejerce su derecho al voto, tiene ganado el cielo, y demuestra un comportamiento cívico y honrado. También dijo que “el olvido es lo mejor que merecen estas personas” y a continuación paso a invitar a toda la ciudad, a participar en las fiestas patronales que empezarán el próximo fin de semana.


Ha informado Lucrecia Borgia...la otra.

CONFUSIÓN


No soy de antemano
quién digo ser
pero aun creyendo lo que digo
me pierdo sin querer saber

me disfrazo de otro
me camuflo de mí
huyo en redondo
orbitando mi piel

me percato de golpe
todos hacen igual
nadie es ni quiere ser
quién debería ser

si no somos ni seremos
¿Quién será?
¿Quién propone los disfraces para tanto ser?
el ser y la nada se prestan a converger
a cogerse de la mano en el carnaval

que el pensador actúe rápido
si sabe quién es
antes de que la confusión se ocupe de él
y se pierda creyendo
que él también sabe ser quién dice que siempre fue


Rafa Becerra 

Teología política




La creencia en Dios es producto de la miseria humana. De ahí que uno la comprenda, aunque no la comparta. Toda creencia religiosa está orientada a mantener esa miseria humana que la engendró y a sus administradores. Muchos estafadores viven de eso, de la miseria, muchas instituciones, muchos negocios, muchas ONGs, muchos programas de televisión, y todas las iglesias...

Manuel Blanco Chivite



Contaba mi padre la anécdota, de que cuando hizo el servicio militar, allá por finales de la década de los cincuenta, el comandante “Pater” (El cura en el argot militar, normalmente oficial o jefe) le preguntó que cuantos dioses había. Mi padre, en la candidez de sus años, y probablemente llevado por sus numerosas lecturas, se vio en la tesitura de demostrar al cura sus conocimientos religiosos, y comenzó a enumerar todos los cabecillas de las religiones monoteístas. El “Pater” por lo visto lo mandó callar de un grito, probablemente lo insultó, e inmediatamente le dijo que Dios solo había uno, y que la única religión verdadera era la cristiana. El hereje de mi padre, claro, no iba a salir de aquella de rositas. Fue arrestado, y además enviado a las clases para aprender a leer y escribir.
Mi padre solo había acabado unos estudios básicos, pero era un empedernido lector, y además dotado con una preciosa caligrafía.
Estando en aquellas clases, se acercó por allí un día el jefe de la región militar, a ver como progresaban los “analfabetos” El profesor, que no era tonto, le dijo a mi padre que saliera a la pizarra para escribir unas frases. Seguro que el pobre chusquero, soñaba con un ascenso, o con una medalla. El caso es que cuando el supuesto iletrado comenzó a dibujar sus hermosas letras en el encerado, al Teniente Coronel, se le pusieron los ojos como platos, y dirigiéndose al sargento le espetó: -A este no le habéis enseñado vosotros aquí ¿no?
El sargentillo debió de tragar saliva, y confesar porque aquel soldado acudía a sus clases. Después de aquello mi padre ya no volvió a aquel aula.

Cuento esta anécdota para hacer hincapié en el empecinamiento fervoroso del cura, y en la respuesta del soldado sobre las diferentes religiones.
Hoy día pueden nombrarse con tranquilidad, y no es extraño que diferentes religiones convivan más o menos en algunos lugares. Incluso diría yo, que hay una religión que está por encima de todas las demás desde el principio de los tiempos, pues es fruto de la codicia humana. ¿A alguien le queda alguna duda de que la economía y el dinero no formen parte del panteón de los alabados?

Con una liturgia y organización similar a cualquier culto, se estructura en un deseo febril del manejo del dinero y del poder que este conlleva, tanto el físico como el virtual. Son legiones de obispos, sumos sacerdotes, acólitos, monaguillos y visionarios con la misión insaciable de acumular riquezas y de convencer a los incautos de las virtudes de la especulación y el ahorro.
Sus templos: bolsas y sedes bancarias que compiten en tamaño y grandeza con catedrales y mezquitas. Sus discursos plagados de miedo al futuro sino te conviertes en inversor o ahorrador. Todo para que el dinero se mueva y alimente el hambre insaciable de sus creadores. Las organizaciones políticas de todos los países han derivado hacía este Dios y toda su lógica está dirigida a conseguir más dinero, más poder, en la pirámide imaginaria que corona un ídolo cubierto de oro. La doctrina capitalista se enseña como catecismo en las escuelas y en la calle. Los niños penitentes acuden a sus huchas, y la satisfacción del peso de las mismas los llena de placer.
Por debajo, y atrapados en sus manos permanecen los otros dioses como marionetas, con sus paraísos para idiotas y sus valhallas. Los centros comerciales iluminados, los restaurantes caros, los vehículos de lujo. ¿Quién quiere andar por un bosque desnudo comiendo maná? Pudiendo esnifar cocaína de primera calidad en el vientre terso de una muchacha. Éste es el verdadero paraíso para las legiones de seguidores que adoran el dinero y cuyos templos de cartón piedra se alzan majestuosos.

¿Pero? ¿Y los herejes? Están. Como siempre estuvieron, perseguidos y con la amenaza de la denuncia y la exclusión. Supervivientes aciagos condenados a portar calderilla en el submundo en el que viven, sin propiedades ni riquezas, intercambian menudencias y reciben gratitud a cambio. La hacienda pública, como el tribunal de la Inquisición los persigue, en busca del cobre renegrido de los céntimos no declarados. Molestan, apestan, aunque son necesarios. Son los únicos que siguen ahí agarrados a la tierra y a los pocos frutos que esta pueda dar para alimentarlos sin estridencias, para no ser oídos y así quizás olvidados crezcan lejos de los dioses, los de carne y los de barro, a salvo de sus mentiras y promesas, y con la placidez que da saber que un día morirán y alimentarán una tierra en la que descansarán hasta el fin de los tiempos.

En esta realidad pasamos nuestros días. Muchos creyendo que son ateos o agnósticos sin pensar que como el que más portan los doblones delatores en los bolsillos.
Dan risa esos pequeños actos de rebelión de muchos que siempre dicen: - Yo no voy nunca a la iglesia. Pero si que van a diario, cada vez que pisan una sucursal bancaria, o hacen uso de las inocentes tarjetitas. Así que...La religión global ya está aquí, desde hace mucho, y tiene visos de quedarse mucho más.


El reverendo Yorick.

acontecimientos

La niña se frota la mejilla dolorida mientras mira a su madre que la recrimina por lo que acaba de hacer. Ella intenta entender lo que le dice, pero más que arrepentimiento por algo que no ve de la misma forma, lo único que puede sentir es odio. La mira fijamente, sujetando las lágrimas a duras penas, con el rostro endurecido. Esa mujer que tiene delante ¿Quién es? piensa la pequeña, se pregunta si es la misma que por las noches la tapa en la cama y le da un beso de buenas noches, con una sonrisa. ¿Por qué le ha pegado? ¿Por qué no es capaz de entender lo que ella hizo? Y los gritos...
Todo es incomprensible, pero le ha servido para descubrir la cara verdadera del monstruo que tiene delante. Ese que a partir de ahora utiliza un nuevo lenguaje. La pequeña puede llegar a entender que si su madre le ha pegado una vez, por algo que ella no logra entender porqué está tan mal, volverá ha hacerlo. A partir de ahora tendrá que tener cuidado, mantener al monstruo contento, evitar sus enfados, sus gritos, y sus golpes. Y a partir de ahora, ella, tendrá que desarrollar una estrategia para vencer al monstruo. Frotándose la mejilla, por dentro, comienza a sonreír, porque sabe que tarde o temprano acabará con él.

Historias de la guerra

Mi nombre es José Torralba Machado. A lo largo de mi vida me han llamado de diferentes formas: Don José, Pepe, Pepín, pepito. En la historia que les voy a contar todos me llamaban Pepín, salvo mis superiores que se dirigían a mí por mi apellido: Torralba.
En 1937 yo era chófer en el V regimiento en Madrid. Antes de la guerra trabajaba también de chófer en una agencia de transportes con sede en la calle Atocha, pero aquellos días de bombardeos cualquier vida anterior parecía muy lejana. Una tarde al volver de un permiso me llamó el oficial de guardia y me dijo: Torralba, prepárate, que esta noche te vas de viaje, vas a Valencia. Preséntate a las 21.00h. y te daré los detalles. -Si mi teniente. Y prepara el camión. A sus órdenes, le respondí. No me sorprendía el viaje, era habitual, y a Valencia más, pues su carretera era casi la única salida de la ciudad sitiada.
A la hora fijada me presenté, recibí las órdenes, que me citaban a las 23.00h en la "Alizanza de intelectuales antifascistas" Allí me presentaría al teniente Martínez, responsable del convoy. El escrito no decía nada más, y tampoco me importó, aunque el lugar de reunión era bastante inusual.
Aquella noche, llegamos todos tarde, por causa de un bombardeo. Cuando llegué ya estaban allí los motoristas y el coche que serían mi escolta. Metí el camión en el patio marcha atrás y cuando me bajé, estaban todos con cara de preocupación. Al que conocí inmediatamente cuando vino a saludarme fue a Rafael Alberti, (En Madrid le conocíamos todos de oirlo por la radio, y de verle en mítines alentando a los milicianos a resistir) que se alegró mucho de verme y de que hubiera llegado bien, luego me invitó a tomar un café con los compañeros antes de cargar. Los paquetes estaban en el patio, y aunque no pesaban mucho eran bastante voluminosos, altos y estrechos. Alguien dijo que eran cuadros del Museo del Prado, que debido a la cercanía con el mando militar que estaba enfrente, en el Hotel Savoy, era frecuentemente bombardeado. Para mi era una misión más, que después olvidaría hasta hoy.
Una hora más tarde el teniente Martínez daba la orden de salida: dos motos delante, el coche, luego yo con el camión y después tres motos más, éramos el convoy que enfilábamos ya en dirección a Arganda, mientras en la alianza nos despedían con preocupación, Alberti, su mujer (amabilísima) María Teresa León y otros.

El viaje transcurrió tranquilo, pasamos los puestos de control en Arganda, y en varios pueblos más y paramos tres veces a descansar un rato y a repostar, más necesariamente las motos que el camión.
En Requena recuerdo que amaneciendo aun encontramos la cantina de un acuartelamiento abierta, celebraban una fiesta, pues pronto partirían hacia el frente, los milicianos cantaban y el ambiente contagioso hacía presentir un inminente triunfo de la República. Cuesta imaginarse hoy lo equivocado que estábamos todos.
Aproximadamente sobre las 10.00h nos presentamos en Capitanía de Valencia, desde donde un oficial y algunos soldados nos guiaron hasta las Torres de Serrano, donde quedarían depositados los paquetes. Que diferente eran esos días en Valencia o Madrid, aquí la guerra parecía algo anecdótico, en el sentido de que los bombardeos eran escasos en comparación con la castigada capital, que permanecía llena de escombros, edificios derruidos, barrios abandonados y calles intransitables. Hoy día en la distancia, observo lo frívolas y surrealistas que pueden parecer algunas acciones en la guerra. El esfuerzo que se hizo de trasladar aquellos cuadros, cuando podríamos haber estado en otro sitio, tal vez en el frente o la retaguardia, ayudando a las poblaciones que quedaban desvalidas tras los bombardeos.

El hecho de que recordara los acontecimientos de aquella noche, se debe a un documental que vi sobre Alberti, donde el mismo narraba el episodio que abrió mis recuerdos como se abre un grifo.
Al día siguiente volvimos a Madrid con otro cargamento, víveres y material bélico. La guerra continuó y la perdimos, luego vino el exilio y tantas y tantas historias, miedos e incertidumbres.
Hoy, con los recuerdos palpitantes echo la vista atrás esforzándome por recordar los rostros de aquellas personas con las que compartí el horror ¿Cuántos de ellos seguirán vivos aun?
Ahora puede que les cuente a mis nietos que un día llevé a "Las meninas" y al "Emperador Carlos V" en mi camión, y que por unos días convertimos los calabozos de las Torres de Serrano en exquisita pinacoteca, valiera o no valiera la pena.

J.T.

TRUE STORY (I)

                       

En la vida de hoy, el mundo sólo pertenece a los estúpidos,
a los insensibles, y a los agitados. El derecho a vivir y a triunfar
se conquista hoy casi por los mismos caminos por los que se
conquista el internamiento en un manicomio: la incapacidad
de pensar, la amoralidad y la hiperexcitación.
FERNANDO PESSOA

1º TERCIO
Mi abuelo creía en la reencarnación. Según él, me quería, y por eso me exhortaba a desear que en la próxima vida, mi estadía se adscribiese a la especie de los ortópteros, más concretamente al orden Blattaria. He tardado lustros en entender que quizás no estaba equivocado del todo, pues, si creía en la repetición de la vida como una maldición. mi predecesor debía pensar que mi vida otra fuese lo menos onerosa posible. Por eso he dejado de pensar que las atribulaciones de Gregorio Samsa eran injustificadas puesto que La Metamorfosis fue  para mejor.

2º TERCIO

Gritos en el piso de arriba.
Dos mujeres: ¡Ya empieza! ¡Todos los días, lo mismo!
Gritos en el piso de arriba increpando ¿a quién?
Dos mujeres: ¡A la misma hora todos los días! ¡Es odioso, el tío!
Un hombre: Dan ganas de llamar a la Policía.
Dos mujeres: ¡Es todos los días a la misma hora! ¡Pobre mujer!
Los gritos e imprecaciones eran a los gatos con los que vivía el emérito viudo

-Un padre le ha puesto a su hijo Ganímedes.

-“Has tenido otro niño. Un nuevo bastardo -por vástago- en la familia”.

-“Ahora me pagan 960 leuros”.

-“De las antiguas pesetas”. Las pesetas no son modernas ni antiguas, son pesetas.

-“Me gustaría tener una niña, luce más”.

-¡He encontrado un taxista que no habla de fútbol!

A través del móvil:
-¿Qué haces, Vane?
-Estoy cagando…
-¡Que suerte, hace seis días que no voy al váter!

"Lo primero que quiero hacer es ducharme y dormir, sobre todo dormir" Salvador Bixquert se ha pasado cinco días apostado en la cola del estadio de Mestalla para ser el primero de la cola que le permitiera comprar una entrada para la gran final de París. Bixquert, camarero de 28 años, consiguió tan preciado objeto. Se llevó dos localidades... "Una para mí y otra para mi jefe, que se ha portado muy bien".
Esta odisea también la han vivido varios miles de seguidores del Valencia que han pasado varios días apostados en las inmediaciones del estadio, de no recuerdo que año.

TERCIO DE ALIVIO ( En el cante jondo, es el último tercio de algunos palos jondos en el que el cantaor sale por otro cante más liviano para relajar la tensión del anterior)

Hay un tonto en Valencia, que cada vez que me ve, me exhorta a rezar como al resto de los peatones. Tengo que confesar, que al principio me sonreía con piedad y hasta con desprecio. Ahora, he seguido sus consejos y... da resultado. Sí, da resultado. Creedme. He vuelto a rezar y hasta a "jincarme" de rodillas para orar con devoción. He reaprendido El Credo, El Ave María y hasta la loa a la  Virgen de las Nalgas Hermosas...  Si para los rezos te apoyas en un rosario de cuentas de cagarrutas de cabra: mano de santo, oyes


EL BOBO DE KORIA

VÍSPERAS DE ELECCIONES



!Evohé! !Evohé! !Albricias! !Aleluya! ACTUEMOS, el partido político que gusta a todo el mundo. !coño! Si hasta hay antiguos miembros de la CNT.
!Vamos a echar a estos hijoputas del PEPÉ! Me dice el punki del barrio, el de toda la vida, el de: !No hay futuro! Y: !Todos a la mierda!
Le escucho en silencio ¿A que me suena todo esto? Vocifera ante mi cara: Vamos a sacar una ley para que no se perpetúen en el poder, y otra para que no vivan toda la vida del cuento, y otra que cree comisiones de investigación, y tomaremos el control.
Si, eso, y otra para que todos vivamos felices y comamos perdices. Le suelto.
!Oye! Conmigo no te pases, que siempre estás igual.
Sí, sí, siempre estoy igual, siempre con lo mismo, con que no me creo nada, y no caigo en trampas populistas, que muchos todavía no me han perdonado que al final, en otras ocasiones tuviera razón. Siempre jugando con las ilusiones de los pobres, y estos, deseandito una vez tras otra, de que vengan otros nuevos y les tanguen nuevamente.
-Oye Cirrosis, ¿Tú has oído eso de los mismos perros con diferente collar? Anda no te cabrees pide otra birra que ayer curre de stranji y tengo guita. A lo mejor está mal que te lo diga, a ver si me vais a denunciar...!Que te follen! Ya te lo creerás ya...Y donde está esa birra ¿Quieres un tirito de speed? !No coño! Que la política es muy seria... Oye, tú te la estás buscando ¿Eh?
Si joder, lo de siempre, me la ando buscando.

Me piro del bar. Las calles desiertas. Bueno casi, allí hay uno meando en un rincón, se tambalea, a lo mejor también sueña con que otros vengan a arreglar las cosas por él. Mira los federalistas de la primera república ¿Dónde están enterrados? Bueno de eso hace mucho tiempo. !Vamos a echar a estos hijoputas del PEPÉ! ¿Y esto, donde lo he oído yo antes? !Ah sí! Los colegas gallegos y su lema: !Hay que Botarlos! !coño! Que vinieron a mi casa enmedio del monte a convencerme de que debía ir a votar, como en la peli aquella del sr. Cayo. Efectivamente los botaron, salió un tripartito, que lo jodieron todo de tal forma, que a las siguientes elecciones el PEPÉ volvió arrasando. Y ahora los listillos estos de ACTUEMOS. Que tragaderas tenemos !joder! Cuando coño nos vamos a enterar que con las reglas de su juego, nosotros no podemos ganar nunca, que no se trata de eso, que noooo...
Mira tú, allí otro bar abierto. ¿Qué hago? ¿A que me aparece allí el Cirrosis otra vez? Dándome la brasa con su rollo de proletario iluminao.
Uff! Me piro, a ver si este puto calor me deja dormir algo, y mañana cuando me levante, ya han ganado los de ACTUEMOS. Y han cambiado todo de una vez. Luego, verás, seguro que el cabrón este del Cirrosis se queda frito y tampoco va a votar, si a lo mejor no tiene ni DNI.
Ale, ale, hasta mañana. Estoy seguro que pondré la tele y saldrá un cartel que diga:
!Bienvenidos a un mundo nuevo!

Vaya tela, mejor me voy al bar, todavía estoy demasiado sobrio. A ver si hay alguna chati y me invita a una copita, Abur....¿Dónde votaba yo? !hip, hip, Hurra!

a Marro.
Nacionalismo y Religión, para borregos son.

Ley y justicia no es lo mismo.

Felipe VI. “El Preparado”, por la gracia de Dios.

NACIONALISTA: gilipollas con denominación de origen.

Ama con cautela. Nada es más aleatorio y contingente que el amor.

ONG: Explotadores Sin Fronteras.

Mujeres, acordaos de la DULCE NEUS

¿Por qué se reproduce la gente? Mejor que no lo digan.

El tabaco advierte que Estado es perjudicial para la salud.

La mirada envidiosa de una mujer hacia otra, puede provocar seísmos de gran intensidad.

La vida es una enfermedad que se cura con la muerte.

Boina SÍ. Corona NO

¿Qué Seguridad social había antes, que le permitió a DIOS trabajar 6 días y jubilarse?

Odia al Estado y compadece al súbdito.

VALENCIA: ¡qué difícil es quererte, puñetera!

Lo mejor del cine valenciano ha sido EL FABA RAMONET. Retrata perfectamente la idiosincrasia capitalina valenciana.

Se le rompió “su” coche... y el corazón.

¿Cuándo se jubila Dios?

Detesto las bodas; me gustan los entierros... duran mucho más.

No insultéis a los borregos, ellos no votan.

Fracasar en la vida es una tautología.

Gobernante rima con maleante y mangante.

Ser más estúpido que un paso militar.

Llegar a un pueblo por primera vez y después de muchas horas con sus habitantes, descubrir que el único inteligente de la villa es "el tonto del pueblo".

Mientras hay vida hay... desesperanza.

No era un mal caudillo. Era un gran hideputa.

Al ser humano lo define su inconmensurable estupidez y la capacidad de reírse. Sólo la risa lo absuelve, en parte, de la estulticia.

Estupidez es reírse de los Reyes Magos de los niños y aplaudir a los de la Zarzuela.

La vida es muy rencorosa, nos la guarda hasta el final.

¿Juez honrado? O es mentira o está parado o está ahorcado.

¡¡DECEPCIÓN!!

EL BOBO DE KORIA