¡VOTA P.A.R.R.Ú.S.!
Define el diccionario: Bufón.- persona que vivía en
un palacio dedicada a hacer reír a los reyes, señores, cortesanos, etc., con
sus chocarrerías y agudezas.
Una tibia definición para quién poseía en sus manos un
poder mucho más grande de lo que se piensa, el bufón tenía a su favor una bula
que le permitía faltarse con sus benefactores hasta lo indecible, eran quienes
recordaban a sus señores su nada dudoso origen terrenal, por mucho que ellos se
invistieran de herederos y descendientes de todo tipo de dioses.
En 1976 en la ciudad de Valencia se dio un fenómeno
nada fortuito que durante casi una década vino a recordar a los valencianos la
pantomima que estaban viviendo en aquellos tiempos electorales. Como algunos
recordarán a la muerte del dictador porcino los movimientos ajedrecistas de
fascistas, miembros del opus, curas, obispos, aprovechados, nobles,
falangistas, ricos, comunistas, etc., fueron inacabables, con el objeto de
hacer cuadrar un futuro, que sería venturoso para todos ellos. La confitería
estaba abierta y todo el mundo quería su trozo de pastel. Ideólogos de todo
pelaje probaban cremas y confites diseñando la que sería la tarta más grande de
la historia del país, sí claro: la Democracia.
Era necesario hacer creer a todos que ese camino era
el correcto, que nos colocaría a la cabeza de los países más guays del entorno
y que para ello era necesario hacer borrón y cuenta nueva con el pasado, y
mirar al futuro, por supuesto confiando plenamente en nuestros políticos, mártires
abnegados y sacrificados por nuestro bienestar. Huelga decir que de allí no se
movió nadie, todos los que eran durante el régimen siguieron siendo durante la
transición, algunos cambiados de sitio, con nomenclaturas nuevas que pronto
serían asimiladas por el vulgo. La gran mojiganga
estaba en marcha y caminaba triunfante hacía las mismas poltronas de las que se
habían levantado para airear sus gordos traseros.
En esa tesitura, un joven inconformista, luchador y
descreído de todo, viendo lo que se le venía encima decidió fundar un partido
político que sirviera para recordar a todos el circo en el que estaban
inmersos, por supuesto dicho partido jamás fue reconocido, y hay que decir que
ni tan siquiera fue inscrito, lo que da una idea del esfuerzo que aquel joven y
sus colaboradores hicieron durante años para que casi todo el mundo se enterara
de la existencia del P.A.R.R.Ú.S. el único partido que era un entero.
Hipólito Carmona Tajuelo, alter ego de Manolo “el Bigotes” creador, ideólogo y mano
ejecutora de tamaña idea. Fue él, y solo él quién inventó y llevo a cabo la
genialidad más grande que se había visto hasta entonces, fueron muchos los
colaboradores, encargados de distribuir, de realizar pintadas, de postular el
ideario del partido, cuyo fin no era otro que ridiculizar, y hacer ver al
pueblo el berenjenal en el que estaban metidos, y lo que pretendían hacer con
ellos. Pero el celebro de la operación fue Manolo,
su sentido del humor y su mala leche.
Hipólito comenzó una campaña de
publicidad donde la comicidad, la ironía, y el descrédito estaban asegurado,
cientos de eslóganes, cientos de pintadas todas ellas empapadas de lucidez,
miles de pegatinas. Y montones de cartas enviadas a empresarios, políticos,
ayuntamientos, juntas falleras y comercios (El corte Inglés, Mercadona, Danone,
Seguros Ocaso) se escenificaron sobornos a políticos locales mediante el envío
de billetes de cien pesetas en sobres con el membrete del partido, siempre con
la intención última de sacarles los colores a todos los componentes de aquella
sociedad valenciana rancia y pestilente, remedo de una España tradicionalista.
PARTIDO ANACORETA REVOLUCIONARIO RECONSTITUIDO
UNIVERSALMENTE SALIDO, perteneciente a la Internacional N.A.B.O:
NACIONES
ANACORETAS BENEMERITAMENTE OBTUSAS
En su codiciado carné figuraba un extracto de sus
acuerdos:
RELIGIÓN.- Nos cagamos en dios y su madre.
ECONOMÍA.- Bueno, bonito y barato.
SEXO.-
Hermafroditismo.
CULTURA.- Toros, fumbol y breake dance.
MILITARISMO.- Cerdos y bellotas.
ECOLOGÍA.- Quema tu pino….si quedan.
TRABAJO.- El paro es el estado ideal de la persona.
TERRORISMO.- Entre terror y terrorismo preferimos a
los mismos.
FEMINISMO.- Contra el machismo feminista trasnochado.
ENSEÑANZA.- Analfabetismo integral.
MUERTE.- Lo único que tenemos claro.
Hay testimonios que afirman que durante unas
elecciones municipales en Valencia, en varios municipios se contabilizaron gran
cantidad de votos al P.A.R.R.Ú.S. Cuenta
Hipólito Carmona que increpado por el alcalde de su pueblo sobre la autoría de
esos votos le contestó: yo no voto ni a mi propio partido.
¿Se imaginan que hubiera pasado si la creación de un
partido así hubiese sido a nivel nacional? Habría que preguntarse dónde estaba
la línea roja que aquellos fascistas y ladrones no estaban dispuestos a dejar
cruzar. Pasados los años aquella iniciativa se me antoja como una genialidad
necesaria, un primer paso para mediante una abstención colectiva desbaratar la
tramoya de una falsa democracia que nos ahoga y nos exprime durante toda la
vida. Me parece necesario recordar aquí ideas como estas para que no caigan en
el olvido, para que quizás, algún día, alguien recoja el testigo y mediante el
humor y la risa, de con la llave para desenmascarar a los mangantes que nos
gobiernan.
¡VIVA EL P.A.R.R.Ú.S.!
Dedicado a Gladys del Estal, ecologista asesinada por
el cerdo benemérito condecorado José Martínez Salas.