LAS MUCHAS MUERTES DE AMBROSE BIERCE

Es habitual en la mayoría de los reseñadores y biógrafos de las obras de Ambrose Bierce verse arrastrado por los hechos misteriosos que rodearon su desaparición y su muerte. El asunto en sí, aviva la mente truculenta de los lectores y de los mismos editores que no paran de recordar una y otra vez el final del escritor. Final que ha alimentado la imaginación de unos cuantos que se inventaron rocambolescos colofones para poder sentar bajo una certeza y un epitafio uno de los grandes misterios de la literatura. 

Aquí, por conocida que es la misteriosa desaparición, no hablaré de ella, pero sí, de las numerosas muertes que una persona puede sufrir en vida, esas que irán forjando tu carácter y que en aciagas circunstancias, puede condicionar toda tu vida. Ese fue el caso de Bierce, a quién los ingleses apodaron: Bitter Bierce. Debido a la amargura y la decepción que empapaban sus escritos. Basta echar un vistazo a su vida para tragar saliva con dificultad.

Su nacimiento como el benjamín de nueve hermanos en una familia humilde en un villorrio de Ohio en 1842 no puede definirse como afortunado, y recordarlo solo hacía manifestar en el autor un odio integral hacía su clan. Su hermano Albert es el único que escapa a la ira de su pluma, no se sabe porqué, pero no es difícil imaginar que sería quién no se dedicara a amargar la vida del benjamín. Por otra parte, su madre, verdadera cabecilla del núcleo familiar, calvinista y puritana, gobernaba con mano de hierro las vidas de sus cachorros y su indolente marido, el látigo en una mano y la biblia en la otra. En este ambiente represivo y lleno de prejuicios se crían los nueve pequeños, no es de extrañar que todos estuvieran deseando de salir de allí, uno de sus hermanos se fugó con una feria, y otra hermana, misionera en África, tuvo un dramático final relacionado con la dieta de algunos indígenas.

Con 17 años Bierce entra en la academia militar pero pronto estalla la guerra de Secesión arrastrando al joven a sus filas en 1861. La tragedia de la guerra con toda su crueldad y crudeza se manifiesta ante un muchacho que quedaría marcado de por vida ante experiencia tan amarga. Fue gravemente herido en combate. De esa guerra alimentaría parte de su obra, en Cuentos de civiles y soldados donde no maquilla ninguna de las inmundicias experimentadas en la guerra, ya fueran morales o físicas. Unos cuentos plagados de seres arrastrados por un destino nada benévolos con ellos. Obra pacifista que muestra las sombras de un espectáculo bélico carente de grandeza. Muchos estudiosos proclaman sus cuentos de guerra como lo mejor de su producción.

Bierce se instala en San Francisco y comienza a escribir en diferentes periódicos, se interesa por la política local, pero nuevamente sufre un desengaño. Por aquella época conoce a Mark Twain con quién forja una sólida amistad. Más tarde se casaría y marcharía a vivir tres años a Londres, quizás la mejor época de su vida. Pero no vivió un matrimonio feliz, dos de sus hijos mueren de forma trágica, uno en una pelea, y el otro a causa del alcohol. En 1889 se separa después de 18 años de matrimonio. En 1876 una vez vuelto a San Francisco comienza de nuevo a escribir en periódicos donde alcanza un gran prestigio. Pero hastiado de su amargo presente se embarca en la última aventura. Realiza un recorrido por los campos de batalla donde antaño guerreó y en 1913 parte para la guerra civil de México, donde su rastro se pierde en aras de la especulación.

De Ambrose Bierce quedan sus obras, sus magníficos cuentos, sus historias fantásticas y su incatalogable e inimitable Diccionario del diablo una obra corrosiva plagada de humor negro donde ajusta las cuentas con una sociedad corrompida de forma magistral. Un libro de cabecera que hay que consultar de seguido, debido, a su siempre rabiosa actualidad. Ha sido comparado con Nathaniel Hawthorne, Herman Melville, Edgar Allan Poe y Stephen Crane. Con semejante currículum merece la pena sumergirse en su obra, pronto te verás atrapado por su estilo ágil, que te arrastrara de lleno a cualquiera de sus cuentos, a los terroríficos, a los bélicos, o fantásticos con títulos tan sugerentes como El club de los parricidas.

Un autor que sigue despertando admiración y al que es necesario volver a menudo para recordar que ninguna vanidad ni ningún materialismo nos salva de la estupidez.


PUBLICADO EN: eldoctorSax.blogspot.com

 

ENTRE EL MUNDO Y YO


ENTRE EL MUNDO Y YO

TA-NEHISI COATES

30 septiembre de 1975. BALTIMORE. Estados Unidos

 

         Hijo,

         El domingo pasado la presentadora de un popular noticiario me preguntó qué significaba perder mi cuerpo…

         América se desmarca de lo banal. América se cree excepcional, la más grande y noble de las naciones que han existido, un campeón solitario que se interpone entre la ciudad blanca de la democracia y los terroristas, los déspotas, los bárbaros y otros enemigos de la civilización…

         Y ahora sabes, si no lo sabías antes, que a los departamentos de policía  de tu país les han otorgado autoridad para destruir tu cuerpo…

         Y la destrucción no es más que la forma superlativa de un dominio cuyas prerrogativas incluyen los registros, las detenciones, las palizas y las humillaciones…

         Y ahora, en tu época, la ley se ha convertido en excusa para pararte por la calle y registrarte, para intensificar el asalto a tu cuerpo…

         El miedo lo gobernaba todo a mi alrededor, y yo sabía, como lo sabe toda la gente negra, que aquel miedo estaba conectado con el Sueño de allí afuera, con los niños carentes de preocupaciones, con las tartas y barbacoas, con las vallas blancas y los jardines verdes que se emitían cada noche por nuestros televisores…

         ¿Cómo podían las escuelas dar valor a unos hombres y mujeres de cuyos valores la sociedad se burlaba abiertamente?...

         A mí me encantaba Malcolm porque Malcolm no mentía nunca, a diferencia de las escuelas con su fachada de moralismo, a diferencia de las calles con su bravuconería, a diferencia del mundo de los soñadores… Él no iba a poner la otra mejilla. Él no quería ser un hombre mejor para ti. No quería ser tu moralidad. Malcolm hablaba como un hombre libre, como un hombre negro que estaba por encima de las leyes que proscribían.

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         La “América blanca” es un sindicato organizado de cara a proteger su poder exclusivo para dominar y controlas nuestros cuerpos…

         Nunca olvides que hemos estado esclavizados en este país mucho más tiempo del que hemos sido libres. Nunca olvides que durante doscientos cincuenta años la gente negra nacía encadenada: generaciones enteras seguidas de más generaciones que no conocieron nada más que las cadenas…

         Los abusos resultado de estas políticas –el gigantesco estado policial, la detención arbitraria de gente negra y la tortura a los sospechosos- son producto de la voluntad democrática… El problema dela policía no es que sean cerdos fascistas, sino que nuestro país está gobernado por cerdos antiminorías.

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         En los días posteriores (11-S), contemplé el ridículo concurso de banderitas, fanfarronería de los bomberos, los eslóganes pasados de rosca. Al infierno con todo. Al infierno quienes nos decía que fuéramos el doble de buenos que los blancos para al final nos dispararan de todas formas…

         En América es una tradición destruir el cuerpo negro: es un patrimonio…

         Los cuerpos se pulverizaban hasta convertirlos en mercancía y se marcaban para distinguirlos. Y poseer aquellos cuerpos era una aspiración, igual de lucrativa que hacerse con la tierra de los indios, que tener una terraza, una mujer hermosa o una casa para veranear en las montañas…

         En calidad de esclavos fuimos el primer chollo de este país, el primer pago por su libertad.

 

         Y han llevado a la humanidad al borde de la aniquilación porque se creen blancos. JAMES BALDWIN

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         Me alejé en el coche pensando en ti, como siempre. No creo que podamos detenerlos, Samori (hijo) porque en última instancia son ellos quienes tienen que detenerse a sí mismos. Y aun así, te animo a que luches…

         Los Soñadores tendrán que aprender a luchar por ellos, a entender que el terreno de su Sueño, el escenario en que se han pintado a sí mismos de blanco, es el lecho de muerte de todos. El Sueño es el mismo hábito que pone en peligro el planeta, el mismo hábito que se encarga de almacenar nuestros cuerpos en prisiones y guetos.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


SIEMPRE HAN HABLADO POR NOSOTRAS



SIEMPRE HAN HABLADO POR NOSOTRAS

NAJAT EL HACHMI

2 junio de 1979. NADOR. Marruecos

 

         Si digo feminismo digo libertad. No la libertad de elegir, no la libertad de consumir, no la que consiste en ponerse delante de una estantería llena de opciones y decantarse por una cualquiera, la que sea, implique lo que implique. No, cuando digo feminismo, cuando digo libertad, me refiero a vivir sin que me releguen a un segundo plano, sin que mi existencia, mi opinión, mi placer y mi dolor valgan menos que la existencia, la opinión, el placer y el dolor de mis hermanos hombres…

         … a las mujeres como nosotras (hijas de la inmigración musulmana) todavía nos cuesta Dios y ayuda levantar la voz en la esfera pública para denunciar el machismo en el que hemos crecido…

         Cuando observo a esas chicas, temerosas de manifestar una opinión contraria a la de la mayoría, me quedo de piedra, porque no cabe duda de que hemos retrocedido y de que las viejas leyes del padre vuelven a dirigir nuestro comportamiento.

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         Todas las mujeres casadas son mujeres ajenas, y eso significa que deben resguardarse, taparse, ocultarse ante la presencia masculina…

         El velo es el matrimonio y la maternidad como destino final, la concepción del trabajo remunerado fuera de casa un privilegio, un lujo o una necesidad delas que no tienen nada, es decir, de las que no tienen un hombre que las mantenga como es debido…

         También es velo la membrana tierna que tenemos éntrelas piernas y que en la noche de bodas tenemos que demostrar que está intacta, la sangre como prueba irrefutable de nuestra honra, la castidad como bien más preciado que la vida, más importante que cualquier otra cosa.

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         No obstante, todo el islam posee una característica inmutable: su animadversión a las mujeres, su misoginia estructural.

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         Se supone que Mahoma era analfabeto, y a pesar de eso fue capaz de leer la palabra de Dios, qué gran milagro…

         Lee las fuentes historiográficas que ponen en duda el milagro de la revelación, lee los libros de otras religiones del entorno en que vivió Mahoma y dime si no son sospechosamente parecidas,…

         Por todo lo dicho, son ustedes, señores musulmanes machistas, quienes nos han puesto en bandeja que cuestionemos su propia religión. Es su pulsión castradora y controladora la que ha permitido a las mujeres ver que las cartas estaban marcadas…

         No querían que accediéramos a la educación porque temían que eso nos abriera los ojos a la absurda realidad en que vivíamos, y no nos dejaban trabajar para que no alcanzáramos la autonomía necesaria para vivir como nos diera la gana…

         La educación es peligrosa, la educación de calidad nos hace críticos, conscientes, irreverentes y poco dóciles.

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         Es peligroso (el islamismo) porque sostiene que el orden del islam es el superior, y que está por encima de todo, incluido el orden democrático; es peligroso porque nos insta a definirnos y a manifestarnos públicamente no como ciudadanos, sino como creyentes de una religión concreta.

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         Si el pañuelo es identidad, es la identidad del machismo, no de las mujeres… El islam no es bueno para las mujeres porque, como cualquier otra religión monoteísta, ha sido concebido, difundido e impuesto por los hombres y por el sistema que perpetúa el poder…

         ¿Por qué todas las mujeres del mundo pueden reivindicar sus derechos, su dignidad, su soberanía personal por el simple hecho de ser personas y nosotras tenemos que conformarnos con el límite de la religión?...         

         No, las feministas islámicas y los numerosos hombres que se han sumado a ellas, entusiasmados con la idea de captar nuevas adeptas, nunca han defendido que valgo lo mismo con himen que sin él, con pañuelo que sin él, enseñando el cuerpo o tapándolo…

         El feminismo islámico no es feminismo, es islamismo blanqueado con una capa seductora de feminismo.

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         Despierten de una vez, señoras y señores de izquierdas, racistas de ultraderecha, feministas inclusivas y jóvenes activistas: el islam es, en su conjunto, un sistema de dominación machista, una delas raíces más profundas del malestar que hemos vivido las mujeres que provenimos de tierras musulmanas…

         Ahora que hemos tenido acceso al conocimiento, no tenemos intención de conformarnos con una libertad acotada, heredada del polvo antiguo de los  viejos textos, limitada por las fronteras del nosotros o atrincherada en contra del rechazo. Es demasiado tarde: ahora que sabemos que existe, solo queremos la libertad absoluta.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)



 


 

MENDEL EL DE LOS LIBROS


 

MENDEL EL DE LOS LIBROS

STEFAN ZWEIG

26 noviembre de 1881.VIENA. Suiza

22 febrero de 1942. PETRÓPOLIS. Brasil

 

            Pero, sí, sin duda. Yo había estado allí en alguna ocasión, hacía veinte años o más. Allí perduraba, oculto en lo invisible como el clavo en la madera, una parte de mi propio yo hace tiempo soterrada. (…)

            Dos mesas de billar holgazaneaban allí como verdes ciénagas en silencio. (…)

            Dios mío, si aquel era el sitio de Mendel, de Jakob Mendel, Mendel el de los libros. Veinte años después había ido a parar de nuevo a su cuartel general, el café Gluck… (…En Jakob Mendel, aquel pequeño librero de viejo de Galitzia, contemplé por primera vez, siendo joven, el vasto misterio de la concentración absoluta… (…)

            De cualquier obra que hubiera aparecido lo mismo hacía dos días que doscientos años antes conocía de un golpe el lugar de publicación, el editor, el precio, nuevo o de anticuario. (…)

            Pero entonces, un día, ocurrió la desgracia. Hacia las once de la mañana, a plena luz del día, vino un gendarme con un miembro de la policía secreta que mostró la insignia en el ojal y preguntó si por allí solía ir un tal Jakob Mendel…

            Pero enseguida le conminaron a acompañarlos y se lo llevaron. Fue una vergüenza para el café. (…)

            Los sufrimientos espirituales que tuvo que padecer Mendel durante esos dos años en el campo de concentración, sin libros, sin sus amados libros, sin dinero, en aquella inmensa jauría humana en medio de sus compañeros, indiferentes ordinarios,… (…)

            La buena señora Sporschil pudo describirme el regreso de Mendel desde aquel submundo infernal al café Gluck… Mendel ya no era Mendel, como el mundo no era ya el mundo. (…)

            Expulsar a alguien que se había sentado allí día tras día durante más de treinta años… Realmente es una vergüenza, y no me gustaría tener que responder por ello ante Dios…No”

            Pues, ella, aquella mujer sin estudios, al menos había conservado el libro para acordarse mejor de él. Yo, en cambio, me había olvidado de Mendel el de los libros durante años. Precisamente yo, que debía saber que los libros solo se escriben para, por encima del propio aliento, unir a los seres humanos, y así defendernos frente al inexorable reverso de toda existencia: la fugacidad y el olvido.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)

El diario de Adán y Eva


 El Génesis no nos cuenta nada de ellos. Se centra en su creador, ese dios torpe y cruel a cuyo capricho quedaba toda criatura. Y las más desgraciadas, por lo que se esperaba de ellos: Adán y Eva.

¿Quién se ha planteado alguna vez darles voz? Comprender su difícil situación, dos jóvenes ignorantes e inocentes, dos niños de mente maleable que carecen de valores y se ven abocados a descubrir las cosas por sí mismos.

Mark Twain nos ofrece un bello relato en forma de diarios personales de Adán y Eva, imaginando como fue ese aprendizaje, ese conocimiento del uno para el otro, esa contradicción de caracteres que condujo al entendimiento, a la cercanía, a la mutua admiración. Al amor. Inventado por esas dos criaturas que superan en ese acto a su creador que carecía de el ¿Se puede culpabilizar a dos niños ignorantes de sus acciones de forma tan desproporcionada? Solo un ser, o un ente enfermo de resentimiento puede hacerlo, solo un reprimido actuaría de tal modo. Y aquellas criaturas llevadas por la curiosidad que haría tan grande a su raza, desobedecen. Lo hacen con la inconsciencia que les da la falta de maldad, la carencia de experiencia, el rechazo a la sinrazón ¿De qué otro modo hubieran desatado la ira de dios si no fuera por su desconocimiento del miedo y del alcance de sus actos?

El Génesis nos presenta a unos personajes ninguneados y reducidos por la historia, creados para justificar las pautas de una religión que fracasa delante de un analista (Twain) que hace su trabajo desde la compasión a unas criaturas desvalidas; desde el amor, y desde la concordia. Nos muestra un punto de vista ignorado al principio de todo. Una justicia histórica necesaria y poética. Un dardo inteligente que frena de golpe a nuestra equívoca capacidad de dar las cosas por sentado según nos son contadas. La belleza de estos diarios nos concilia con la inocencia, nos invita a mirar con otros ojos a la persona con la que compartimos la vida. Nos imaginamos sin remedio en esa soledad de un paraíso rebosante de todo menos de una cosa: El amor. Esa extraña cualidad humana que nos empatiza con la existencia. Ese soplo de felicidad efímera contra el que luchan algunas religiones monoteístas que zancadillean un sentimiento que no pueden comprender y menos aceptar sin cortapisas, a sabiendas de que su poder se desmoronaría.

Este es un libro para celebrar, para compartir, un libro hermoso que nos saca una sonrisa pues está hilado con un finísimo sentido del humor.

Mark Twain explora las posibilidades que ofrece el relato bíblico para imaginar las reacciones de dos seres condenados a entenderse, y lo plantea no como un castigo, sino como una oportunidad de analizar la necesidad que tenemos de nuestro contrario en un mundo virgen y solitario ¿qué sería de todas las experiencias, de todas las dudas, de todos los descubrimientos, si no tuviéramos a alguien con quién compartirlo?La magnitud de la soledad en un mundo salvaje acabaría por devorarnos. En el relato no hay reproches, los jóvenes abandonan el paraíso y asumen su nueva realidad sin juzgar al que juzgó y los expulsó. Ellos continúan alimentando su inocencia, aprendiendo, descubriendo la amplitud de su carácter y aceptando su destino con todas sus cualidades de su parte, que en un momento dado hacen pronunciar a Adán estas inmortales palabras:


<Allí donde estuviera ella, estaba el paraíso>



publicado en: eldoctorsax.blogspot.com

EL JARDÍN DE LOS SUPLICIOS

EL JARDÍN DE LOS SUPLICIOS (Editado en 1899)

OCTAVE  MIRBEAU

 

16 febrero de1848. TRÉVIÉRES. Francia

16 febrero de 1917.PARÍS

        

Si cesaran los asesinatos, habría más gobiernos de ninguna clase, por el hecho admirable de que el crimen en general y el asesinato en particular son, no sólo su excusa, sino su única razón de ser.

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Es que todos somos, más o menos, unos asesinos. Todos hemos experimentado cerebralmente, a un grado menor, quiero creer, unas sensaciones análogas. La necesidad innata de asesinar, la refrenamos, atenuando su violencia física, dándole exutorios legales: la industria, el comercio colonial, la guerra, la caza, el antisemitismo, porque es peligroso entregarse a ella sin moderación, al margen de las leyes…

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-No miren ustedes, por más vueltas que le den los moralistas, la necesidad de matar nace en el hombre con la necesidad de comer, y se confunde con ella. Esta necesidad instintiva, que es el motor de todos los organismos vivos, la educación la desarrolla en vez de refrenarla, las religiones la santifican en vez de maldecirla, todo se alía para convertirla en el eje sobre el que gira nuestra admirable sociedad. (…)

Encontrará en la guerra la suprema síntesis de la eterna y universal locura del asesinato, del asesinato regularizado, administrado, obligatorio y convertido en función nacional.

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Digamos de paso que una vileza bien establecida, en la época en que estamos, ocupa el lugar de todas las cualidades, y que cuanto más infame es un hombre, más fuerza intelectual y valor moral se tiende a concederle.

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         Nací en provincias, en una familia de la pequeña burguesía, esa buena pequeña burguesía ahorradora y virtuosa que los discursos oficiales nos enseñan a considerar la Francia auténtica.

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         Cogerle algo a alguien y pasarlo a otro a cambio de tanto dinero como se pueda, eso es comercio. El robo es una tontería porque se conforma con un solo beneficio, muchas veces peligroso, mientras que el comercio comporta dos beneficios y sin embargo ningún riesgo…

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         También tenía esa facultad maravillosa de poder hablar durante cinco horas y sobre cualquier tema, sin expresar jamás una sola idea.

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         Convertir el ministro que eres -¡ha, tan irónicamente!- en el presidiario que deberías ser si hubiera justicia, y si yo no fuera el peor de los cobardes… Pues bien… Ese gesto, no lo hago, esa palabra, no la pronuncio. Te dejo recibir la admiración de los hombres y la estima de las cortes extranjeras, porque… Mira tú… Todo esto me parece prodigiosamente cómico… Lo que pasa es que quiero mi parte, ¿me entiendes?

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         Para un estadista, sólo hay una cosa irreparable: ¡la honradez! La honradez es inerte y estéril, ignora la explotación de apetitos y ambiciones, las únicas energías con las que puede fundarse algo duradero.

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         -¿De modo que también mataba usted negros?

         -Desde luego que sí, adorable miss.

         -Pues para civilizarlos, es decir, para llevarnos sus reservas de marfil y caucho…¿qué quiere usted? ¿Qué dirían los gobiernos y las empresas comerciales que nos confían misiones civilizadoras, si se enteraran de que no habíamos matado a nadie?

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         -Escucha… He visto colgar ladrones en Inglaterra, he visto corridas de toros y dar garrote a los anarquistas en España.

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         Pero tú, tú no eres más que un enamorado de Europa, una pobre alma tímida y friolera, en la que la religión católica inculcó tontamente el miedo a la naturaleza y el odio al amor. La religión ha falseado, ha pervertido en ti el sentido de la vida.

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         En las selvas vírgenes, donde el europeo es, con justicia, más temido que el tigre, en el umbral de la humilde choza devastada, entre las cabañas incendiadas, aparece después de la matanza, como en la noche de la batalla, el pirata del ejército que viene a desvalijar a los muertos. Digno compañero, por otra parte, de su competencia, el misionero católico, que también trae la civilización en la llama de las antorchas, en la punta de los sables y bayonetas…

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         ¡Y son los jueces, los soldados, los sacerdotes, los que, por todas partes, en las iglesias, los cuarteles, los templos de la justicia, se afanan en la obra de la muerte!

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


 

EL ASALTO DE LA RISA Y II

ANTE EL ASALTO DE LA RISA  Y  II

MARK TWAIN (SAMUEL LANGHORNE CLEMENS)

30 noviembre de 1835. FLORIDA. EE. UU.

21 abril de 1910. REDDING. EE. UU.

 

            Un clásico es un libro que todos ponen por las nubes pero que nadie lee.

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            Cuando estés enojado, cuenta hasta cuatro; cuando estés muy enojado, blasfema.

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            La tinta con la que se escribe toda la historia no es otra cosa que prejuicio crítico.

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            Siempre me he podido ganar la vida sin trabajar; porque escribir libros y artículos para revistas siempre ha sido para mí un juego, no un trabajo. Disfrutaba haciéndolo, era como jugar al billar.

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            ¡Vaya mujer más vanidosa y detestable! No creo que pudiera conseguir jamás que me gustase, excepto en una balsa en medio del océano, sin otras provisiones.

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            La divisa “En Dios confiamos” expone una mentira. Si este país (Estados Unidos) confió alguna vez en Dios, ese tiempo ya pasó; desde hace aproximadamente medio siglo casi toda su confianza ha estado depositada en el Partido Republicano y en el dólar…, especialmente en el dólar.

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            Ese terrible poder, la opinión pública de un país, ha sido creado en América por una horda de ignorantes, de simplones autocomplacientes que fracasaron como cavadores e zanjas y zapateros, y fueron a parar al periodismo de camino hacia el asilo de la beneficencia.

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            Existen leyes para proteger la libertad de expresión dela prensa, pero no hay ninguna verdaderamente útil para proteger a la gente de la prensa.

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            Tu raza, en su pobreza, tiene sin duda un arma verdaderamente eficaz: la risa. El poder, el dinero, la persuasión, la súplica, la persecución…, pueden contribuir a hacer tambalear un engaño colosal, pueden empujarlo un poco, debilitarlo un poco, siglo tras siglo; pero solo la risa tiene la capacidad de reventarlo, de reducirlo a trizas y átomos. Ante el asalto de la risa, nada se sostiene en pie. Siempre montáis jaleo y lucháis con vuestras otras armas. ¿Habéis probado a utilizar ésta alguna vez? No, dejáis que se oxide por falta de uso. Como raza, ¿la usáis para algo? No, os falta inteligencia y valor para hacerlo.

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            La Biblia cristiana es una farmacia. Su contenido es siempre el mismo, pero cambia la práctica de la medicina. El mundo ha corregido la Biblia. La Iglesia jamás la corrige, pero nunca pierde la ocasión de sumarse a la cola de la procesión y atribuirse el mérito de la corrección. Durante muchos años existieron las brujas. Así lo decía la Biblia. Y ordenaba que no se les permitiese vivir. Por lo tanto, la Iglesia, después de ochocientos años, cogió sus dogales, empulgaderas y teas, y con absoluta disciplina se puso manos a la obra y realizó su sagrado cometido. Trabajó duro día y noche durante nueve siglos y encarceló, torturó, ahorcó y quemó a enormes hordas y ejércitos de brujas, y limpió la cristiandad de su vil sangre.

            Hasta que un buen día se descubrió que las brujas no existían ni habían existido nunca. Uno no sabe si reír o llorar.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)