LOS PODEROSOS LO QUIEREN TODO


LOS PODEROSOS LO QUIEREN TODO
JOSÉ  MARÍA GUELBENZU

14 abril de 1944. MADRID


         Su novia Paloma había estado trabajándole el hígado sin descanso con la intención de hacerle reflexionar sobre su precariedad laboral.
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         -Y ahora –finalizó el mendigo Martínez-, si usted tuviera a bien recompensarme con unas monedas para poder comer, yo le quedaría sumamente agradecido. Y si no le añado lo de que “Dios se lo pague” es porque, a pesar de que usted me vea como me ve, no creo en Dios.
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         Ambos literatos sacudieron enérgicamente sus respectivas fuentes, las pusieron a buen recaudo y acudieron al lavabo a enjabonarse las manos.
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         Después fueron llegando el jefe de la Fuerza Disuasoria; el preboste general de la Banca; el de la Patronal; la exdiputada Rosa Espinosa, recientemente nombrada presidenta de un holding de hidrocarburos de peso mundial; un ramillete de parlamentarios, y el cantamañanas y portavoz del Partido Conservador Luis Lajodiste…(…) hizo su aparición, muy favorablemente comentada, el capo de la Iglesia española, monseñor Lacón y Grelos, acompañado por su consigliere, un joven y sibilino sacerdote de finas maneras.
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         No había piedad, la gente se tiraba en plancha sobre los canapés y menudeaban los codazos bajo el aire de exquisita cortesía.
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         Entonces se le vinieron a la memoria, sin razón aparente pero con razón subyacente, unos versos del primer español al que de manera incomprensible se le concedió el premio Nobel, don José de Echegaray:
        
         Crezco y crezco colosal,
         y miro por ley fatal
         a mis pies el mundo entero,
         que es el moderno banquero
         el nuevo señor feudal.
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No se veía a ningún representante de la cultura debido a la tradicional enemistad española del Poder con la misma, excepción hecha de los prebostes de la rama conservadora y los artistas de la adulación.
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         …como a la sección de criogénesis donde se concentraban un centenar de cuerpos gloriosos, básicamente de políticos y empresarios corruptos, en espera de  que prescribieran los casos judiciales en los que estaban incursos.
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         -¡Eh, tú! ¿A que me bajo las bragas y me cago en tus muertos?
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         Recuerden: descaro para engañar, descaro para mentir, descaro con razón o sin ella. Ahí reside el Poder, su valor único y último, el culmen de la satisfacción absoluta. Nada puede minar tanto la moral del contrario como el uso abusivo y machacante del descaro. La verdad, la evidencia, el delito punible… ésos son conceptos sin contenido real y, en consecuencia, no nos afectan.
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EL PATRIOTISMO ES ...


El patriotismo es una manifestación de orgullo por pertenecer a una comunidad. Se confunde con un sentimiento cuando es, en realidad, un pensamiento racional, un convencimiento en gran medida científico de que uno habita un país respetable. Como se ha dicho aquí en alguna otra ocasión, esa respetabilidad no está en función de la soberanía que defiende sino de los derechos que ampara y del trato que dispensa a sus ciudadanos.

JUAN CARLOS ESCUDIER – (PÚBLICO 24-5-2018)
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El PSOE es uno de esos partidos que se incluyen en esa izquierda nominal, diríamos que, incluso, se ha adueñado del término en estos últimos tiempos, hasta el punto de que, embargados por la emoción, uno de sus últimos lemas de este partido rezaba: “somos la izquierda”, aunque tardó poco tiempo en cambiarlo en aras de ese refrán que dice: “dime de lo que presumes y te diré de lo que careces”. Si alguien quiere ejercer de izquierdas no necesita anunciarse, sólo actuar.
El Partido socialista, en suma, nunca se ha comportado como un partido de izquierdas, entendida ésta tal como pensamos algunos. El PSOE es un grupo que forma parte del juego político determinado por la oligarquía para mantener el actual statu quo.
De un artículo ANTONIO JOSÉ GIL PADILLA – (REBELIÓN 14-6-2018)
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La universidad, encargada, formalmente, de preparar a los profesionales de alto nivel de calificación, sufre de endogamia, de clientelismo, de corporativismo, de prepotencia y de soberbia. Todo esto convierte a las universidades en organismos en los que la corrupción es su sustento.
Porque corrupción no sólo es lo que venimos sufriendo en el terreno netamente político. Corrupción es también actuar de forma autónoma, sin tener que rendir cuentas de su labor a nadie, y jugar con el porvenir de quienes pasan por allí, víctimas del temor por superar o no superar determinas metas impuestas arbitrariamente por unos individuos poco profesionalizados, engreídos e investidos de un poder inmerecido.
De un artículo de ANTONIO JOSÉ GIL PADILLA – (REBELIÓN 18-4-2018)

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ALGÚN DÍA ESTE DOLOR TE SERÁ ÚTIL


ALGÚN DÍA ESTE DOLOR TE SERÁ ÚTIL
PETER CAMERON

29 noviembre de 1959. POMPTON PLAINS. New Jersey . Estados Unidos



         -Creo que será una pérdida de tiempo.
         -¡Una pérdida de tiempo!¿La universidad?
         -Para mí sí. Estoy convencido de que puedo aprender por mí mismo todo lo que desee saber leyendo libros y buscando el conocimiento que me interesa. No veo la utilidad de pasar cuatro años, cuatro años muy caros, aprendiendo un montón de cosas que no me interesan especialmente y que sin duda olvidaré, tan solo porque eso es lo que se debe hacer. Y, además, no soporto la idea de pasar cuatro años en compañía de estudiantes universitarios. Me aterra.
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         El principal problema era que no me gusta la gente en general ni la gente de mi edad en particular y la gente de mi edad es la que va a la universidad. Consideraría la posibilidad de ir si se tratara de una universidad de mayores. Si bien no soy un sociópata ni un bicho raro(…) lo cierto es que no me gusta estar con gente. Las personas, por lo menos según mi experiencia, pocas veces se dicen cosas interesantes. Siempre hablan de sus vidas, unas vidas que no son muy interesantes, y eso me impacienta.
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         Soy anarquista, detesto la política. Detesto la política y la religión: también soy ateo. Si no fuese tan trágico, me resultaría gracioso que la religión sea considerada una fuerza beneficiosa capaz de lograr que la gente sea moral, caritativa y amable. La mayor parte de los conflictos del mundo, pasados y presentes, se deben a la intolerancia religiosa.
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         Estar solo es una necesidad básica para mí, tan básica como la de alimentarme y beber agua, pero observo que a los demás no les sucede lo mismo. (…)
         Relacionarme con los demás no es algo natural para mí sino que me tensa y me exige un esfuerzo y, como no lo vivo de una manera natural, cuando hago ese esfuerzo no tengo la sensación de ser yo mismo.
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         …y en el exterior, el tranquilo sábado de verano, el mundo a nuestro alrededor aún no violado del todo por la estupidez, la intolerancia y el odio.
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         La idea de ser bibliotecario me atraía mucho: trabajar en un sitio donde la gente tenía que susurrar y sólo hablaba cuando era necesario.  ¡Ojalá el mundo fuese así!
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         Sue Kennedy, una muchacha briosa y robusta que podría haber usado más desodorante (si es que usaba por lo menos un poco)…
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         Todos los demás parecían poder emparejarse, encajar sus partes de un modo agradable y productivo, pero alguna diferencia casi indistinguible en mi anatomía y mi psiquis parecía apartarme  de ellos de una manera leve pero irrevocable.
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         Morir así, desaparecer sin rastro, hundirte sin turbar la superficie del agua, sin que ni siquiera saliera a la superficie una burbuja reveladora, como abandonar sigilosamente una fiesta de modo que nadie repare en que te has ido.
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         El viaje en tren era un pequeño paréntesis entre dos partes de sus vidas durante el que podían ser ellos mismos, sin jefe, sin esposa, sin hijos.
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         … pero empezaba a darme cuenta de que el mundo de los adultos era tan absurdamente brutal y peligroso en lo social como la era el reino de la infancia.
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RETROTOPÍA


RETROTOPÍA
ZIGMUNT BAUMAN

19 noviembre de 1925. Poznan. (Polonia)
9 enero de 2017. Leeds. (Inglaterra)

         La privatización/individualización de la idea de progreso y de la búsqueda de mejoras en la vida fue algo que los poderes establecidos supieron vender muy bien (y que la mayoría de sus súbditos compraron) como una forma de liberación: una ruptura con las duras exigencias de la subordinación y la disciplina, pero al precio de perder los servicios sociales y la protección del Estado.

         ¿Acaso no podría aprovecharse el camino de vuelta, hacia el pasado, para convertirlo en una ruta de limpieza de todos esos daños cometidos por los futuros que sí se hicieron presentes en algún momento?

         El objetivo ya no es conseguir una sociedad mejor, sino mejorar la propia posición individual dentro de esa sociedad tan esencial u definitivamente incorregible.

         Quizá nos imaginamos a nosotros mismos como rescatadores en una catástrofe futura. Pero si se destruyesen los Estados, si se corrompiesen las instituciones locales y si los incentivos económicos nos orientasen hacia el asesinato, pocos de nosotros nos comportaríamos como es debido. Apenas hay razón que induzca a pensar que somos éticamente superiores a los europeos de las décadas de 1930 y 1940, ni que somos menos vulnerables a ideas como las que Hitler tan eficazmente promulgó y llevó a la práctica.
TYMOTHY SNIDER

         …hay integrada en el sistema una violencia orgánica que está destruyendo el planeta, toda noción de bien público y de democracia, y que ya no se controla a sí misma mediante ideología…(…)
         El neoliberalismo inyecta violencia en nuestras vidas y temor en nuestra política.
HENRY GIROUX

         -Vivimos en un mundo en el que el pragmatismo es la racionalidad suprema: un mundo de “yo puedo hacerlo y por lo tanto”, quiero hacerlo y lo hago”.

         La plenitud del placer del consumidor es sinónimo de la plenitud de la vida. Compro, luego soy. Comprar o no comprar, esa es la cuestión..
LUC BOLTANSKI

La nueva ideología dominante o neoconservadurismo a la francesa, se caracteriza por el anticapitalismo (lo que la distingue del neoconservadurismo estadounidense), el moralismo y la xenofobia. Se centra de manera casi obesiva en la cuestión de la identidad nacional, en la contraposición entre los franceses auténticos (y buenos) y los inmigrantes de las banlieues, amorales, violentos, peligrosos y, sobre todo, empeñados en aprovecharse de la bondad del Estado del bienestar con un tono más conmovedor, l´État-providence.
LUC BOLTANSKI

         No hay nada como el sentimiento hereditario de creerse un ser superior, con derechos superiores, para proporcionar la calma suficiente y dejar la conciencia tranquila.
NIETZSCHE

         Por qué los fuegos del nacionalismo feroz se han reavivado cuando aún no han pasado ni cuarenta años desde que creímos que se habían consumido en el Götterdämmerung del Tercer Reich. Los fuegos del nacionalismo nunca se extinguieron: sólo los tapó temporalmente de nuestra vista nuestro propio sentimiento de culpa al advertir cuáles habían sido sus honrrorosas consecuencia.
ANTHONY D. SMITH

         En nuestros días, los jóvenes de familias acomodadas de los estratos más altos de la sociedad pueden sentirse movidos a rebelarse –a pesar de sus privilegios heredados-cuando, al entrar al mercado laboral, descubren que los fantásticos puestos de trabajo a los que aspiran por su formación, su ambición y sus expectativas no existen o no son lo que esperaban.

         …la filosofía sobre la que se sustenta la idea de la renta básica augura y promueve la inclusión en vez de la exclusión, y la solidaridad y la integración sociales en vez de la precarización delos vínculos solidarios y de la división social.

         Hubo un tiempo en que lso trabajadores entendieron que podían mejorar sus condiciones si se hacían valer colectivamente; ahora los trabajadores comprenden que su mejor opción es protegerse a sí mismos por sí solos.
ESTEVE FRASER

         Actualmente, nos están empujando con insistencia –y sin demasiada resistencia por nuestra parte, la verdad- hacía atrás, de regreso a comienzos del siglo XIX, cuando a los campesinos de muchos países de Europa, y a los oficiales y artesanos de todos ellos, les fueron expropiados aceleradamente sus medios de producción y, con ellos, su status y su capital sociales.

         Se trata de que las personas en general nos convenzamos de gastar un dinero que no tenemos en cosas que no necesitamos para crear en personas que no nos importan unas impresiones que no perduran.
TIM JACKSON

         Una de las cosas que queremos es pasar más tiempo con personas que piensan como nosotros, y menos con quienes son distintas. (…)
         Internet está diseñada para darnos más de lo mismo, sea lo que sea lo mismo, (y lo más importante, añadiría yo, también para cerrarnos a los distinto, sea lo que sea lo distinto).
JONATHAN HAIDT

         Los fenómenos de “vuelta a las tribus” y “vuelta al seno materno”, tributarios ambos de la poderosa corriente de “vuelta a Hobbes”, tienen su origen más o menos en la misma fuente: el miedo al futuro incrustado en un presente exasperadamente caprichoso e incierto.

         Los habitantes humanos de la Tierra nos encontramos (más que nunca antes en la historia) en una situación de verdadera disyuntiva: o unimos nuestras manos, o nos unimos a la comitiva fúnebre de nuestro propio entierro en una misma y colosal fosa común.

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EL ANIMAL MORIBUNDO


EL ANIMAL MORIBUNDO
PHILIP ROTH

19 marzo de 1933. NEWARK. Estados Unidos
22 mayo de 2018. MANHATTAN. Estados Unidos

         Ahora bien, tengo una regla fija que establecí hace unos quince años y que nunca rompo. Ya no tengo ningún tipo de contacto personal con ellas hasta que han pasado el examen final, se han graduado y ya no me encuentro oficialmente in loco parentis.
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         La gran broma que te gasta la biología es que llegas a la intimidad antes que saber nada de la otra persona. En el momento inicial lo comprendes todo.
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         ¿Considera alguien encantador a cualquier congénere de uno u otro sexo a menos que tenga relación sexual con él o con ella? ¿Qué otro te puede encantar así? Nadie.
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         Me casé una vez, cuando era veinteañero, ese primer y mal matrimonio por el que pasan tantos hombres, el primer mal matrimonio que es tan malo como el campamento de reclutas, pero luego decidí prescindir del segundo mal matrimonio y del tercero y el cuarto. Tras aquella experiencia, estaba decidido a no vivir nunca más en la jaula.
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         ¿Quién le ha pedido que sea mi mujer? ¿Quién ha planteado esa cuestión?  Tengo sesenta y dos años y ella veinticuatro. ¿Tan sólo le toco el culo y me dice que no puede ser mi mujer? No sabía que siguieran existiendo tales chicas. Incluso es más tradicional de lo que había imaginado, o tal vez más extraordinaria, más peculiar de lo que imaginaba.
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         No importa cuánto sepas, no importa cuánto pienses, no importa cuánto maquines, finjas y planees, no estás por encima del sexo. Es un juego muy arriesgado. Uno no tendría dos tercios de los problemas que tiene si no corriera el albur de la jodienda.
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         ¿Cómo sé que un hombre joven se la llevará? Porque en otro tiempo fui el hombre joven que lo habría hecho.
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         Y su cuerpo ocupaba más espacio que antes. Dos divorcios, sin hijos, un trabajo exigente y muy bien pagado que requería muchos viajes al extranjero…, todo eso suponía quince kilos de sobrepeso y por ello, cuando nos acostamos, me susurró: “No soy la misma”, a lo que repliqué: “¿Crees que yo lo soy?, y no volvimos a comentar nada sobre ese particular.
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         Los gays son militantes: quieren el matrimonio y quieren abiertamente enrolarse en el ejército y ser aceptados. Las dos instituciones a las que yo odiaba. Y por el mismo motivo: la reglamentación.
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         … porque sólo cuando jodes te vengas de una manera completa, aunque momentánea, de todo cuando te desagrada de la vida y todo cuanto te derrota en la vida. Sólo entonces estás más limpiamente vivo y eres tú mismo del modo más limpio.
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         Mi hijo sólo es capaz de tirarse a una chica con las credenciales morales apropiadas. Por favor, le digo, eso es una perversidad, ni mejor ni peor que cualquier  otra. Reconoce que es así y no te sientas tan especial.
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         La única obsesión que todo el mundo desea: ”amor”. ¿La gente cree que al enamorarse se completa? ¿La unión platónica de las almas? Yo no lo creo así. Creo que estás completo antes de empezar. Y el amor te fractura. Estás completo, y luego estás partido.
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         Siempre que no te invada la nostalgia, vivir en soledad puede ser un placer intenso y ése era el placer del que me proponía gozar aquella noche. Tenía puesto el contestador automático, aunque normalmente tampoco respondo al teléfono cuando suena, sino que me limito a comprobar quién es.
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Los Godos


Queridos Reyes Godos:

No hace falta que este año resucitéis de vuestras tumbas. Que abandonéis el pudridero decimonónico donde habitáis para venir ahora disfrazados de demócratas. Aunque comprendo que el contexto es el idóneo, ya que esto más que democracia parece dictadura Berengueniana.
No malgastéis el tiempo en recomponer las cotas oxidadas, los yelmos abollados, ni las espadas herrumbrosas. Aquí, aunque la caterva de imbéciles de turno os hagan creer lo contrario, no sois bienvenidos. Ya se que habitamos un país con tendencia a los pensamientos políticos infantiles y poco madurados, cuyas mayorías son dadas a la exaltación, sin entrever la legión de fantoches como vosotros a las que se mueren por seguir. Muchos gritarían con gusto aquello de: ¡Vivan las cadenas!
Pero por si acaso no os hagáis ilusiones. Esa patraña de la patria no os va a durar siempre. Vuestras apolilladas costumbres tampoco. No os molestéis en sacar lustre a los palios, ni a los crucifijos. El mundo ha cambiado mucho, pero como era de esperar vosotros ni os habéis enterado.
Supongo que añoráis aquella birria de país del retraso y la ignorancia, perfecto caldo de cultivo para instaurar vuestro cortijo, pero eso no va a ocurrir, por mucho que penséis que la situación os es propicia. Mejor que sigáis en las gusaneras que os cobijan, que como sanguijuelas permanezcáis en esas fundaciones oscuras y despachos olvidados donde os alimentáis. No hagáis el ridículo, porque mientras camináis se os caen los huevos de polilla de los bolsillos, enseñáis las telas de araña que os crecen en la boca, de las que rezuma hediondez de vuestra espelunca fría y muerta.
Pero si acaso seguís insistiendo en resucitar, vamos a estar esperando a las puertas de los cementerios, tenemos muchas cuentas que saldar y podéis estar seguros de que la historia no se volverá a repetir. Jugáis a un juego peligroso que no podéis controlar.
Mejor ahora que estáis a tiempo volved a embutiros en los sudarios roñosos que os han cubierto y sujetado las miserias. Tapad vuestros sepulcros con losas que no se puedan mover y volved a soñar con himnos y desfiles trasnochados que nunca más volveréis a ver.

Yorick

la memoria


Éramos nosotros los llamados a guardar nuestra propia memoria. Quiénes si no, se preocuparían de recordar a estos seres arrastrados por la historia, asaltados por su propia existencia y abatidos por el tiempo.

Teníamos con nosotros mismos una obligación implícita que no constaba en ningún papel, se trataba simplemente de recordar, de recordar mientras existiésemos a aquellos que desaparecieron hace tiempo. De recordar y de contar, pues contando construíamos nuestra propia historia, la historia de los olvidados de corazón muy grande, verdaderas tinajas para almacenar el dolor de unas vidas siempre demasiado largas. Contar épicas sencillas destinadas simplemente a sobrevivir otro día, pero para nosotros épicas grandiosas impregnadas de orgullo, dignidad y coraje.
 Vidas temerarias instaladas en el olvido de unas sociedades canallas destinadas a reventarnos sin posibilidad de escape. Por eso la razón de esta hermandad de la desgracia, por eso, estos gestos hoscos y gruñidos que podrían compararse a las más dulces caricias y los más refinados piropos de haber nacido en otras circunstancias.



El olvido nos busca, pero le cuesta encontrarnos, nos husmea, pero se pierde en estos callejones de la existencia que conocemos tan bien, en cuyos rincones firmamos tantos pactos de silencio y lealtad. El olvido tiene perros adiestrados que tratan de desenredar nuestro rastro entre los olores de la miseria a la que somos empujados, pero aprendimos las artes del camuflaje, aprendimos pronto a caminar solos y saber encontrar luces en la noche.

Tenemos tantos nombres en la memoria. Nombres de seres que fueron nuestros hermanos, nuestras madres, nuestros consejeros. Seres que sin saber que no tenían nada, ofrecían sus manos extendidas llenas con la urdimbre de la amistad. Entonces sabías que todo iría mejor, que habías sido elegido, y que tú dignamente elegirías a otro un día no muy lejano, entonces oirías los nombres asociados a las historias, que formaban nuestro pasado y nuestro presente, que nos otorgaban identidad en este páramo de olvido en el que estábamos abandonados.


Ese gesto de recordar, de dar valor a los pequeños gestos de otros, nos hizo fuertes, tan fuertes que cuando se lanzaron a destruirnos se encontraron conque nuestros anales estaban tan llenos que les sería imposible borrar nuestra memoria. La memoria que tanto nos había costado crear, la memoria que nos otorgaba nuestro humilde y mancillado lugar en la historia.

Yorick

EL PROFUNDO MISTERIO DEL SUFRAGIO UNIVERSAL



El profundo misterio del sufragio universal


Son muchos los misterios que nos envuelven, como por ejemplo el de la Santísima Trinidad, pero hay uno en particular que en estos momentos considero muy importante: el misterio de los comicios.
Hasta ahora ha sido imposible desentrañar qué misteriosa fuerza empuja a la gente en general a acudir cada cierto tiempo a depositar su voto en una urna para elegir a ciertos individuos que nos dicen que nos van a representar para que todos seamos inmensamente felices. Sin embargo, tras tantas convocatorias es difícil no darse cuenta que los supuestos representantes a los únicos que hacen felices es a ellos mismos. Entonces…
Para tratar de resolver este insondable misterio, algunos analistas han echado mano a todas las disciplinas conocidas e incluso a métodos un tanto dudosos, sin conseguir ningún resultado satisfactorio. Para unos se trataría de desesperación o miedo ante una situación crítica, otros, en cambio, hacen referencia a la venganza: ya que estos no me han hecho feliz, voy a votar a los otros y si estos tampoco lo consiguen, votaré a un tercero y así sucesivamente, hasta volver al primero, para ver si esta vez lo consigue.
Hace ya casi quinientos años, el humanista francés, Étienne de La Boétie, escribió en su juventud un magnífico ensayo titulado La servidumbre voluntaria, que quizá explique mejor el enigma, pero es como si hubiéramos dado una vuelta completa, porque ese concepto sigue igualmente siendo un misterio. ¿Por qué razón dejamos que otros dirijan nuestros destinos? ¿Por qué somos incapaces de autogobernarnos?

El principio electoral y el sufragio universal deben su éxito a causas circunstanciales. El haber conseguido que el trabajador o el individuo en general admita que el elector es dueño de su destino, posiblemente sea la mayor victoria conseguida por la burguesía sobre la clase obrera. Esta ilusión ha penetrado tan profundamente en el espíritu del «elector» que resulta un trabajo inmenso tratar de sacarlo de su error.
Ahora bien, hay que tener en cuenta que la introducción del concepto de participación de los trabajadores en la política parlamentaria a través del juego constitucional no se produjo de una vez por todas, sino que sufrió un lento proceso de desarrollo paralelo al de las propias instituciones burguesas. En este proceso se fueron dibujando paulatinamente las dos corrientes en que se dividiría el movimiento obrero: la que consideraba que la participación en este juego no hacía otra cosa que reforzar las instituciones burguesas (la postura anarquista que con algunas variantes, se ha mantenido constante a lo largo de su historia) y aquella otra que fue evolucionando hasta centrar todos sus esfuerzos en la participación de los trabajadores en la política institucional.

Recordemos que la participación electoral en las primeras democracias era restringida. El sufragio universal en España fue decretado por la ley del 26 de junio de 1890. Es cierto que durante el sexenio revolucionario (1868-1874) fue también promulgado algo semejante, pero la posterior Restauración iniciada con el pronunciamiento de Martínez Campos en Sagunto en diciembre de 1874 lo anuló, retornando a un sufragio restringido en base al censo de riqueza y a las condiciones de cultura. Según el decreto de junio de 1890 eran electores todos los mayores de 25 años que se hallaran en pleno goce de sus derechos civiles. Es decir, la pretendida universalidad quedaba reducida a los varones y de estos a los mayores de 25 años, lo cual dejaba fuera de este derecho a un considerable número de la población. Resulta evidente que todavía había en aquellos años un cierto temor a que las masas acudieran en tropel a las urnas. Además en aquellas elecciones los pucherazos eran constantes, especialmente en los pueblos en los que el cacique de turno señalaba a quien había que votar.

Las críticas anarquistas al sufragio universal menudearon en su prensa desde la aprobación de la ley, que como ya hemos visto se promulgó en 1890, así como las campañas en pro de la abstención electoral. No quiere esto decir que con anterioridad no se hubiera desarrollado una crítica a la democracia parlamentaria, pero desde la aprobación de la ley, la participación de los trabajadores en las urnas de las que estaban excluidos anteriormente obligaba a profundizar la crítica al sistema parlamentario.

En este aspecto sería Ricardo Mella —en mi opinión el mejor teórico anarquista español— quien con más rigor desarrollaría la crítica al parlamentarismo, partiendo de la opinión del filósofo Herbert Spencer, quien argumentaba que «a la gran superstición política de los reyes, ha sucedido la gran superstición política del derecho divino de los parlamentos».[1]
En efecto, Ricardo Mella lleva a cabo un análisis minucioso para demostrar que el gobierno de las mayorías se reduce —como en cualquier sistema basado en la autoridad— a la voluntad de unos pocos que a lo sumo se representan a sí mismos o a sus partidos.
Pero no se contenta Mella con hacer la crítica de un sistema centralista, sino que lo extiende a un supuesto sistema federalista. «Lo que hemos dicho respecto de los Parlamentos nacionales, no dejaría de ser cierto aplicado a Parlamentos comarcales, no deja de serlo respecto a los municipios. La federación fracciona el hecho, no lo destruye. Lo que hoy es cierto para una nación grande, lo sería mañana para la serie de naciones chicas federalmente constituidas. La autonomía no hace más que contraer la cuestión a una esfera más reducida».[2]

Hay infinidad de parlamentarios que honradamente se introdujeron en el sistema porque tenían el convencimiento de que desde él podrían llevar adelante sus opiniones de justicia social e igualdad de oportunidades para todos; pero esa misma honradez les mostró bien pronto la faz cruel del sistema parlamentario. Unos (los más) se amoldaron a las nuevas circunstancias con un gran cinismo argumentándolo de mil maneras diversas, otros (podríamos decir la excepción) optaron por abandonar el Parlamento ante la inutilidad del mismo. En este sentido, el anarquista alemán Rudolf Rocker manifestaba que en sus inicios en la militancia socialista en Alemania se daba cuenta que la actividad parlamentaria no armonizaba a la larga con una labor socialista educativa verdadera. Para él y muchos de sus compañeros quedaba claro que el camino de las reformas nunca llevaría a una transformación social en sentido revolucionario. Incluso el representante socialista de su ciudad admitió tal aserto. Siendo esto así, Rocker pensaba que había que plantearlo de forma clara a la opinión general, si no querían engañar a las gentes de forma intencionada, pero esto entraba claramente en contradicción con la frenética actividad que se ponía en juego para obtener grandes victorias electorales. «¿Cómo se les podía imponer la entrega de su voto al partido como un deber político y explicarles al mismo tiempo que ese deber no les acercaba una pulgada a su liberación?»[3]

Por otro lado los razonamientos del elector son, por regla general, bastante simplistas y sus argumentos infantiles. Se nos dice: «somos una población de cuarenta millones de habitantes; es por tanto imposible que todos se reúnan conjuntamente para discutir; se hace necesario pues nombrar delegados para llevar a cabo esta tarea. Siendo elector, tengo libertad para votar por quien me plazca y elegir un representante que comparta mis opiniones. Si el número de electores con la misma opinión que la mía es mayoría, nadie podrá negar que saldré victorioso en la lucha entablada contra mis adversarios. El parlamento me pertenecerá y por consiguiente también el gobierno, con lo cual seré el dueño. Haré las leyes, publicaré decretos, en una palabra transformaré de arriba abajo la sociedad actual». Algunos llegan a proclamar que quien no ejerce su derecho al voto no puede elevar su protesta, ya que voluntariamente se aparta de las reglas del juego establecidas por la sociedad, lo cual es un pensamiento muy próximo al totalitarismo y al fascismo.

Demos ahora un rápido vistazo a las críticas (innumerables) que se han lanzado contra los anarquistas sobre esta cuestión del abstencionismo electoral. En estas críticas ha jugado un papel destacado la confusión (seguramente intencionada) entre antipoliticismo y apoliticismo. Por ejemplo, Marx en un documento de 1873 titulado «Indiferencia política» describe con absoluta injusticia el antipoliticismo anarquista como «dejar al gobierno en paz, temer a la política, respetar las leyes y proporcionar carne de cañón sin quejarse».[4]
Porque antipoliticismo se refiere a la repulsa a participar en la lucha parlamentaria, en el juego político que la sociedad burguesa permite y de acuerdo con las normas que ella establece. Pero esto de ningún modo significa renunciar a toda lucha política ni al ejercicio de los que el proletariado considere sus derechos en la sociedad, sino precisamente plantear la lucha por estos derechos con sus armas y a su manera.
Por ello, y a manera de conclusión, recogemos las afirmaciones del profesor Álvarez Junco sobre el particular: «el antipoliticismo es consecuencia del análisis más impecable —desde el punto de vista marxista— del sistema democrático liberal; dicho sistema se nos presenta como un mecanismo al servicio de la explotación capitalista, sus declaraciones de libertad e igualdad formales como falsas, por reposar sobre una estructura social clasista, y la lucha electoral o parlamentaria como modo de desviar los verdaderos conflictos político-sociales hacia un plano inocuo y mistificador; el lema de la I Internacional, “la emancipación de los trabajadores ha de ser obra de los trabajadores mismos”»[5], las cuales resumen la esencia del problema que será recogido por los anarquistas.

Por último nos interesa destacar el argumento que se repite de modo sistemático, referido al plano de la gobernabilidad, o lo que viene a ser lo mismo, de qué forma pueden resolverse los problemas de mayorías o minorías sin recurrir a la representación. Pero antes de ello convendría decir unas palabras para salir de la confusión que se genera al poner en el mismo plano cualquier tipo de votación, porque existen casos, especialmente cuando se trata de democracia directa, en que la votación es absolutamente necesaria cuando se trata de resolver un problema concreto en el cual es importante alcanzar el consenso si no se quiere caer en la inoperancia. O como argumentaba Malatesta: «Por tanto, en todas aquellas cosas que no admiten varias soluciones simultáneas, o en las cuales las diferencias de opinión no son de tal importancia que valga la pena estar divididos y actuar cada fracción a su manera, o en que el deber de solidaridad impone la unión, es razonable, justo, necesario, que la minoría ceda a la mayoría. Pero este ceder de la minoría debe ser efecto de la libre voluntad, determinada por la conciencia de la necesidad; no debe ser un principio, una ley, que se aplica en todos los casos, incluso cuando no hay realmente necesidad. Y en esto consiste la diferencia entre la anarquía y una forma de gobierno cualquiera».[6]



[1] Citado por Mella, Ricardo, La ley del número, Barcelona, 2000, p. 11.
[2] Mella, Ricardo, La ley del número, Barcelona, 2000, p. 19.
[3] Rocker, Rudolf, La juventud de un rebelde, Puebla, 1967, pp. 368-369.
[4] Citado por Álvarez Junco, José, La ideología política del anarquismo español, Madrid, 1976, p. 416, nota 43.
[5] Álvarez Junco, José, La ideología política del anarquismo español, Madrid, 1976, pp. 422-423
[6] Malatesta, Errico, «Mayorías y minorías», en Malatesta-Merlino-Bonano, Anarquismo y elecciones, Barcelona, 1979, p. 40.


ADIÓS A BERLÍN


ADIÓS A BERLÍN
CHRISTOPHER ISHERWOOD

26 agosto de 1904. WYBERSIEGH. Inglaterra
4 enero de1986. SANTA MÓNICA. Estados Unidos


         Le he dicho que estudié medicina y ella me ha confiado que le preocupan mucho las dimensiones de su busto. Sufre palpitaciones y está convencida de que se deben al excesivo peso sobre el corazón: no sabe si debiera operarse. Algunas amigas se lo aconsejan, otras no.
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         -Puedes ir en tranvía- dijo Herr Bernstein-. No estoy dispuesto a que esa gente me apedree el coche nuevo.
         -¿Y si me apedrean a mí? –preguntó Frau Bernstein, en tono bienhumorado.
         -Bueno. ¿no vas a creer que es lo mismo?Te pones unos esparadrapos en la cabeza y ya está. No cuestan más de cinco groschen. Las pedradas del coche pueden costarme quinientos marcos.
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         Indeciso, impaciente, un poco despistado, con el ansia confusa de pasarlo bien y la incertidumbre acerca de cómo conseguirlo, nunca estaba por completo seguro de que se divertía, de que lo que estábamos haciendo en aquel momento fuese de verdad divertido, y había que tranquilizarle constantemente.
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         -Espero que el médico no será judío- me preguntó severamente Fräulein Mayr.- No permita usted que la toque ninguno de esos sucios judíos.
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         -¡Que aprendan! –exclamaba-. La ciudad está infestada de judíos. Levantas una piedra y salen un par de ellos arrastrándose. Acabarán envenenando hasta el agua que bebemos. Nos ahogan, nos roban, nos chupan la sangre. Fíjese en todos los grandes almacenes: Wertheim, K. D. W., Landauer. ¿De quiénes son? ¡Sucios judíos ladrones!
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         -Estos nazis- empezó-
         -Van a lo suyo- el gordo parecía divertirse poniendo la carne de gallina a su amigo-. Fíjate en lo que te digo: van a limpiar Alemania de judíos. Completamente.
         El austriaco sacudió la cabeza.
         -No me gusta.
         -Campos de concentración –dijo el gordo encendiendo un puro-. Los meten en ellos, les hacen firmar cosas y… luego les da un ataque al corazón.
         -No me gusta nada –dijo el austriaco-. Es malo para los negocios.
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         Hoy brilla el sol y el día es tibio y suave. Sin abrigo ni sombrero, salgo a dar por última vez mi paseo matinal. Brilla el sol y Hitler es el amo de esta ciudad. Brilla el sol y docenas de amigos míos –mis alumnos del Liceo de Trabajadores, los hombres y las mujeres con quienes me encontraba en la I. A. H. están presos, si es que no están muertos.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)