sobre Paca la Culona


Estaba pensando en la última entrada de este blog, titulada: PACA LA CULONA. Y recopilada por el Bobo de Koria, en él, se entresacan algunos fragmentos de una nueva biografía de Franco. En dichos fragmentos se resaltan varios aspectos de la infancia del dictador, del desprecio de su padre, y de la sobre-protección de su madre.
También se hace remarcar de mano de su médico los problemas sexuales o físicos, concentrados en su entrepierna. Sacar estos hechos a la luz, podría parecer jocosos a algunos, vengativos a otros, o simplemente burdos. A mi me plantea algunas inquietudes. La primera es la importancia que se le sigue dando a la masculinidad, o virilidad en el estudio de un personaje de la historia, y el enfoque que eso significa, analizándolo cuarenta años después, parece un juego infantil de colegio, donde los niños se siguen midiendo el pene, para otorgar admiración a aquel mejor dotado.
La segunda, sería la falta de criterio a la hora de mirar al estudiado desde esa perspectiva, pues donde está el verdadero problema si un hombre mermado en su hombría es capaz de incendiar la testosterona de medio país para enfrentarlo al otro medio y someterlo durante medio siglo, y todo eso con un testículo y con una fimosis de caballo. Yo creo que la verdadera cuestión no es valorar sus inferioridades de género, sino más bien las nuestras como sociedad y país. ¿Acaso es de recibo que hayamos tragado con su mandato tiránico y aun consentido su monarquía impuesta después de esquilmar el país?
Si tuviéramos en cuenta tamaña estupidez, de una parte estaríamos dando pie a esa humanidad históricamente machista y carpetovetónica. Y de otra parte, sería poco serio no pasar todos por ese juicio. Estos asuntos de los cojones, no nos hace mejores a nosotros, que quizás deberíamos perder el tiempo haciendo balance crítico de si la sociedad donde vivimos es la que queremos tener y que podemos hacer, en caso contrario, por cambiarla, haciendo callar de paso a aquellos que siguen pensando con los huevos en vez de con la cabeza.

Yorick.

PACA LA CULONA



El general Queipo de Llano, que llamaba a Franco "Paca la Culona", le consideraba un hombre egoísta y mezquino.
CITADO POR PAUL PRESTON
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´Generalísimo' para sus adeptos, “paquita” y “marica” para su padre
EL PLURAL  diario digital
CECILIA GUZMÁN Sábado, 9 de noviembre de 2013
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"Perdió un testículo" y “el sexo no le interesaba, sublimaba sus deseos en el ansia de poder”, narra el médico del dictador en el libro ‘Franco confidencial’, de Pilar Eyre.
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El hombre que sometió a España durante casi 40 años era víctima de un “complejo de Edipo” y del “maltrato” durante su infancia por parte de su padre, que le llamaba “paquita” y “marica”. Francisco Franco era un hombre frío “con una vida sexual inactiva que después de engendrar a su hija no volvió a tener relaciones sexuales ni con su mujer ni con nadie”, según le describía Pilar Eyre al dictador en su nuevo libro Franco confidencial.
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Franco tenía un solo testículo
La autora cita al médico de Franco: “Lo sé con total certeza, porque Franco perdió un testículo en África, pero además hay un detalle de su anatomía que nadie conoce y que explica su idiosincrasia: tenía una fimosis muy acentuada, el prepucio muy cerrado, lo que me permite deducir, por mi larga experiencia en estos casos, que su vida sexual fue inactiva”.
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El sexo no le interesaba
El médico asegura que “se le aconsejó” a Franco “una operación muy sencilla”, pero éste “se negó” porque “el sexo no le interesaba, sublimaba sus deseos en el ansia de poder y pudo permanecer casto toda su vida. ¡La ambición, en su caso, sustituyó al orgasmo!”, precisa el doctor en la narración de Pilar Eyre, que adelanta hoy El Mundo.
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El día que nació Franco, su padre estaba en una casa de putas
Detrás de cada dictador, es seguro que hay una personalidad retorcida con una infancia poco feliz. Franco no fue la excepción: “Cuando nació, su padre, el iracundo y alcoholizado Nicolás Franco Salgado, estaba en una casa de putas”, narra la autora de Franco confidencial.
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Paquita y marica
Su padre lo tildaba de "marica" por su voz. “Su madre, que lo vio enclenque y llorón, lo acogió con un amor desmesurado y excluyente. Las paredes de la casa de la calle María escondieron el secreto de ese padre brutal que llamaba ‘Paquita’ y ‘marica’ a su hijo a causa de su voz atiplada, consecuencia de una sinusitis crónica, que maltrataba a su mujer embarazada y que incluso llegó a romperle el brazo a su hijo mayor al encontrarlo masturbándose”.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


EL BAILE


EL BAILE
IRÈNE NÉMIROVSKI

24 febrero de 1903. KIEV. Ucrania
17 agosto de 1942. AUSCHWITZ. (Campo de exterminio) Polonia

         Y después, un buen día se hicieron ricos de golpe, ella nunca había llegado a comprender muy bien cómo. Se habían ido a vivir a un gran piso blanco, y su madre había hecho que le tiñeran el cabello de un bonito dorado completamente nuevo.
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         …Oye Alfred, ¿se ha de usar el título cuando se habla con ellos? Creo que es mejor, ¿no? Nada de señor marqués como los criados, naturalmente, sino: querido marqués, mi querida condesa…Sin eso, los demás no se darían cuenta siquiera de que recibimos a gente con título.
         -Si pudiéramos pegarles una etiqueta en la espalda…Eso te gustaría, ¿eh? (…)
         Mira, Antoinette, hija mía, la tarea es bien sencilla, las direcciones están en las tarjetas.
         -Pero, mamá –repuso Antoinette-. Esta tarjeta es del tapicero.
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         “Quiero, morirme… Dios mío, haz que me muera… Dios mío, Virgen Santa, ¿por qué me habéis hecho nacer entre ellos? Castigadlos, os lo suplico…Castigadlos una vez para que yo pueda morir en paz”.
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         -Tenga querida, aquí están las invitaciones de su madre, que aún no he echado al correo… Vaya corriendo a ese pequeño estanco, allí, en aquella calle a la izquierda. ¿Ve la luz? Échelas en el buzón. Nosotros la esperamos aquí. (…) La embargó una especie de vértigo, una necesidad salvaje de desafío y de hacer daño. Con los dientes apretados, agarró los sobres y los estrujó, los rompió y los lanzó todos juntos al Sena.
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         -¿Quieres decir que de aquí a cuatro años recibiremos a embajadores, y entonces nos acordaremos de cómo temblábamos esta noche porque venían un centenar de rufianes y viejas grullas? ¿Eh?
         Ella le tapó la boca con la mano riéndose.
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         Llegó al comedor. Estaba desierto, con todo preparado, con la gran mesa dispuesta en el centro, rebosante de carnes de caza, de pescados en gelatina, de ostras en fuentes de plata, adornada con encajes de Venecia, con las flores que enlazaban los platos, y la fruta en dos pirámides iguales. Alrededor, los veladores con cuatro o seis cubiertos donde brillaba el cristal, la porcelana fina, la plata y la plata corlada. (…)
         -¡Tú tienes la culpa, imbécil, por tu sucia vanidad, tu orgullo de pavo real, es cosa tuya!...¡El señor quiere dar bailes!¡Recibir!¡Es para desternillarse de risa! ¡Por Dios! ¿Crees que la gente no sabe quién eres, de dónde sales? ¡Nuevo rico! ¡Te la han jugado bien, eh, tus amigos, tus queridos amigos, ladrones, estafadores!
         -¡Y los tuyos, tus condes, tus marqueses, tus gigolós!
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         Estrechó a Antoinette entre sus brazos.  Dijo:
         -Eres una buena hija, Antoinette.
         Fue un segundo, un destello inaprensible mientras se cruzaban” en el camino de la vida”; una iba a llegar, y la otra a hundirse en la sombra. Pero ellas no lo sabían. Sin embargo, Antoinette repitió bajito:
         -Pobre mamá…

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


EL EXTERMINIO



EL EXTERMINIO
JIM THOMPSON

27 septiembre de 1906. ANADARKO. Estados Unidos
7 abril de 1977. HOLLYWOOD. Estados Unidos

         Tan solo padecía autocompasión y egoísmo, mala intención y miedo: la necesidad de meterse con la gente desde el santuario de su cama de inválida.
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         Contarían las mismas historias. Bueno, no exactamente las mismas, supongo, porque allí la gente no estaría al corriente de lo de su padre, así que no podrían decir que Luane y su padre, pues bueno… Que yo en realidad era el hijo de Luane, en lugar de su marido. O, mejor dicho, que yo era su hijo y su marido a la vez. Pero en cualquier caso sería horrible.
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         Se revolvió un poco en el asiento, supongo que para rascarse el trasero. Se arrellanó contra el respaldo, se hurgó la nariz y pasó algo que se quedó contemplando un segundo. A continuación chasqueó los labios y fijó la mirada en el escritorio otra vez.
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         En realidad, era una buena chica. Ella misma se encargó de decírmelo. Simplemente estaba haciendo esto -¡de forma temporal, naturalmente!- porque su madre estaba enferma de gravedad- -¡la consabida madre enferma, nada menos!- y tenía dos hermanos menores a los que mantener, y su padre había muerto, y las últimas cosechas habían sido nefastas en la granja dela que procedía. Y así, ad infinitum, ad nauseam. Lo único que me ahorró fue el cuento de la vieja familia sureña, patricia pero venida a menos . Si llega a contarme ese cuento, creo que la mato de verdad.
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         Ralph no tenía previsto beneficiársela y olvidarse de ella. Y ella no estaba a su lado para sacarle dinero. Estaban enamorados -¡sencillamente enamorados!, ¡nada más ni nada menos!- Ay, qué dulzura la del amor, qué belleza y qué maravilla casi absolutas las del amor…
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         Le dije que más le valía hacer lo que le estaba diciendo. O la mataría.
         ¡Hablo en serio, por Dios! –Le di un bofetón-. ¡Te arrancaré la cabeza!¡Más te vale ser considerada conmigo, maldita zorra retrasada! ¡Más te vale ser cariñosa, putón de tres al cuarto! ¡Más te vale ser cariñosa y tierna conmigo, más te vale quererme…! ¡MALDITA SEA, QUE ME QUIERAS, HE DICHO! Si no, yo…yo…
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Como he dicho, los médicos blancos no trataban a los negros, lo que significaba que los negros no eran admitidos en los hospitales para blancos. Y los únicos hospitales que existían eran los hospitales para blancos.
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A él le importaban un rábano las ideas políticas, la religión o la raza de un hombre. El problema era que en el país seguían viviendo un sinfín de gente de mentalidad atrasada con unos prejuicios de los más estúpido –unos prejuicios vergonzosos, a su juicio-, aunque, por supuesto, tuvieran tanto derecho a albergar sus propias ideas como él las suyas.
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         -Escúcheme  -dije-. Escúcheme un momento señor Eaton. ¿Qué cosa no tiene cojones, no tiene cerebro y se traslada en camión? Selo voy a decir: un cerdo, señor Eaton. Un puerco vestido con ropa de granja.
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         Yo sólo tenía seis años, y me sentí despavorido, y creo que a la serpiente le pasó lo mismo, pues al momento intentó salir reptando de allí. Pero Lily no se lo permitió. Agarró la mortífera serpiente con las manos desnudas… ¡y la partió en dos! A continuación tiró los dos pedazos al suelo y se puso a saltar encima, mientras seguía llorando de aquella forma salvaje y demencial. Y no paró hasta que hubo destrozado a la serpiente.
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         Papá se pasaba la vida diciéndonos cosas horrorosas, algunas de las cuales no voy a olvidar nunca. Una vez dijo que tenía pensado alquilar a mamá para que la usaran como espantapájaros, aunque ello supusiera una crueldad para con los cuervos. Otra vez comentó que yo parecía un saco de salvado que perdiese por abajo y estuviese a punto de volcarse.
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EL LUGAR DE UN HOMBRE


EL LUGAR DE UN HOMBRE
RAMÓN J. SENDER

3 febrero de 1901, CHALAMERA. Huesca
16 enero de 1982, SAN DIEGO. Estados Unidos


         Yo no estaba verdaderamente arrepentido porque el mayordomo me era antipático con su servilismo por don Ricardo ante quien resultaba como un perro de circo, orgulloso de su sumisa destreza.
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         Por allí pasaba dos veces cada día “la pareja”- Con los fusiles, el tricornio negro, de charol, y el correaje amarillo, la guardia civil iba dejando en el camino las huellas de sus zapatos como si con cada tacón sellara el camino con un sello judicial.
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         El sargento de la guardia civil era un hombre de gran talla (había sido soldado de caballería en el ejército) y de una estupidez llena de natural reposo. Veía delincuentes por todas partes, sobre todo entre los pobres, de quienes se mantenía prudentemente separado.. En el pueblo le temían.
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         Uno de los suplicios que había usado más a menudo en los dos primeros días era clavarle entre las uñas de los pies esquirlas de caña que afilaba lentamente uno de los guardias con un cuchillo.
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SANTA CLOACINA

VENUS CLOACINA
SANTA CLOACINA

         En los últimos diez años, Estado nos ha mostrado sus entrañas y aquí lo tenemos generosamente expuesto: cual Cloaca Máxima pero descubierta. Fenómeno digno de ser estudiado, no por politólogos sino por coprólogos.

         Dado el alcance y transcendencia y actualidad del prodigio del que todos salimos pringaos, propongo la revitalización de la diosa Cloacina (en la antigua Roma, diosa que regía la Cloaca Máxima que sigue cumpliendo su misión actualmente) y sea proclamada patrona de España con los honores que se merece.

EL BOBO DE KORIA
SACELLUM DE VENUS CLOACINA

EL HIJO DE LA SIERVA


EL HIJO DE LA SIERVA
AUGUST  STRINDBERG

22 enero de 1849. ESTOCOLMO. Suecia
14 mayo de 1912. ESTOCOLMO. Suecia


         Temían al padre. Cuando escuchaban gritar “Papá viene”, todos los chicos corrían a esconderse o iban a sus habitaciones a peinarse y lavarse. En la mesa reinaba entre ellos un silencio mortal: solamente hablaba el padre y hablaba bien poco.
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         ¿Qué dirá la gente? Era la cantinela. Y por ahí fue minada su personalidad; el niño no podía jamás ser él mismo; a cada instante dependía de la mudable opinión de los demás y nunca tenía confianza en sí mismo para nada, salvo en los raros momentos en que sentía su enérgica alma actuar independientemente de su voluntad.
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         ¡Altiva institucional moral, familia santa, intangible establecimiento divino que debes elevar a nuestros conciudadanos hasta la verdad y la virtud! (…)
         Familia: tú eres el foco de todos los vicios de la sociedad; tú eres la casa de retiro de las mujeres que aman sus comodidades, el presidio del padre y ¡el infierno de los hijos!
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         Si el sueño de la humanidad es liberarse del trabajo, la mujerparece haberlo realizado mediante el matrimonio. Por esta circunstancia la familia se aproxima mucho a la manda; el macho, la hembra y los cachorros; no ha avanzado ni un paso desde la horda cuando los esclavos (=los domésticos) eran apenas unos agregados.
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         No parece que la concepción exacta de la divinidad sea innata y puesto que se trata de adquirir una mediante la educación, el manual oficial no debería encarnar a Dios bajo la mezquina imagen de un anciano que se ve obligado a descansar luego de seis días de trabajo.
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         La vida era un reformatorio para crímenes cometidos antes de nacer y, debido a esto, constantemente el niño tenía remordimientos.
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         Vino atemorizado al mundo y vivió con perpetuo temor de la vida y de los hombres.
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         Los moralistas modernos han creído descubrir que la clase inferior es más inmoral que la clase superior. (…) En todas las circunstancias en que la clase dependiente no esté bajo la presión de la necesidad, es más fiel al deber que la clase alta.
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         La libre enseñanza se había constituido en la antítesis del terrorismo de la enseñanza pública. Como su existencia dependía de la buena voluntad de los alumnos, les había otorgado amplias libertades y se había introducido allí un espíritu altamente humano.
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         Los niños son educados como si fueran a quedarse niños toda la vida, sin que en ningún momento se pensara que algún día se convertirían en padres.
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         Fritz comenzó por darle instrucciones sobre la manera como debía comportarse. Era preciso no humillarse, guardar las distancias, no decir todo lo que se pensaba ya que nadie deseaba saberlo;  si se podía ser amable sin adular, estaría bien; se podía conversar pero no razonar y, sobre todo, no discutir, puesto que nunca se tendría razón.
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         En efecto, creía poseer un carácter bastante decidido. La sociedad honra con el nombre caracteres a quienes han buscado y encontrado su sitio, a quienes han jugado un papel, a quienes han llegado a descubrir ciertas reglas de conducta que terminan por asimilarlas automáticamente a sus acciones.
         El carácter, así definido, se convierte en un mecanismo demasiado simple; el hombre de carácter no posee más que un único punto de vista para las situaciones extremadamente complejas de la vida. Está decidido a tener durante toda su vida una sola y única manera de ver los hechos y, para no sentirse culpable de estar falta de personalidad, nunca cambiará de opinión, por necia, por absurda que sea. Un personaje deberá ser, por tanto, un hombre demasiado común y un poco tonto. Hombre de carácter y autómata son casi sinónimos.
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         Un hombre sin religión es una bestia: era sentencia que estaba escrita en el antiguo abecedario. Con todo, cuando se descubrió que eran las bestias las que tenían más religión y que quien conoce la ciencia no tiene ya necesidad de la religión, la calidad bienhechora de ésta quedó seriamente reducida.(…)
         La religión lo había desequilibrado al formarlo no para la tierra sino para el cielo; la familia lo había trastornado al formarlo no para la sociedad sino para ella misma, y la escuela lo había preparado no para la vida sino para la Universidad.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


EL SÚBDITO


ELSÚBDITO
Editado en 1914

HEINRICH MANN

27 marzo de 1871. LÜBECK. Alemania
11 marzo de 1950. SANTA MÓNICA. Estados Unidos

         En efecto, Diederich estaba constituido de  tal modo que le hacía feliz la pertenencia a una totalidad impersonal, a ese despiadado, inhumano, maquinal organismo que era el instituto; se enorgullecía del poder, del frío del poder en el que participaba él mismo, aunque solo fuese sufriendo.
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         ¡Sí la cerveza lo elevaba a uno por encima de sí mismo, a tal altura que encontraba a Dios!
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         Brusca e inapelablemente, los reclutas quedaron reducidos a la condición de piojos, de piezas de un engranaje, de materia prima que una voluntad enorme amasaba a su antojo.
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         En una conversación privada, en la cantina, Diederich hizo saber a su superior que estaba entusiasmado con la vida de soldado.
         -¡Disolverse en una gran totalidad!-decía.
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         Correspondía a sus impulsos pasar la vida no como persona, sino corporativamente, como miembro de un estamento, de una clase profesional.
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         ¡Que uno que se vuelve descarado pueda simplemente ser derribado de un disparo, sin juicio, en plena calle! Piénselo usted, en medio de nuestro embotamiento civil, sucede algo tan… ¡heroico! ¡Ahí se ve lo que significa el poder!
         -Si cuenta con la gracia de Dios -añadió el pastor.
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         -¡Ten cuidado con lo que dices! Si por fin has conseguido un hombre, me lo debes únicamente a mí y al sacrificio que hago. Tu novio ha estado regateando con tu dote de una manera que ya no era elegante. ¡Tú no eres más que el suplemento!
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         ¡El poder que sobrevuela por encima de nosotros y cuyos cascos besamos! ¡Contra el que nada podemos, porque todos lo amamos! ¡El que llevamos en la sangre, porque en ella llevamos la sumisión! ¡Somos un átomo de ese poder, una ínfima molécula que él ha escupido…!
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         -¡Podría hacerlo arrestar en este mismo momento, gusano, por intentar sobornar a la máxima autoridad local!
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         -¡Siempre habrá señores y siervos! –afirmó Gottlieb Hornung-. Pues en la naturaleza también son así las cosas. Y la única verdad es que cada uno debe tener por encima de él a alguien de quien tenga miedo, y por debajo de él a alguien que le tenga miedo. ¡Adónde iríamos a parar, si no! ¡Adónde iríamos a parar si el primero de turno se creyese que es alguien por sí solo y que todos somos iguales! ¡Ay del pueblo cuyas honorables tradiciones se diluyen en el revoltijo democrático y en el que predominan las corrosivas ideas del individualismo!
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         Las intervenciones quirúrgicas debían impedir la reproducción de los débiles mentales y de los criminales que atentasen contra la moralidad.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)

ENSAYO BIOGRÁFICO DEL DOCTOR LUIS LALUCAT


Ensayo biográfico del Doctor Luis Lalucat
Paco Madrid

Resumen: Se trata en este breve ensayo biográfico de seguir la trayectoria política del doctor Luis Lalucat y en parte también los pocos datos que se poseen de su trayectoria como médico.

Palabras clave: Anarquismo, anarco-comunismo, Librepensamiento, periódico El Condenado, periódico La Luz

A lo largo de nuestras investigaciones nos hemos encontrado con paradojas y misterios que siempre nos han parecido fascinantes. Al estudiar la evolución de los movimientos sociales en el barrio del Raval de Barcelona ha saltado a la luz un personaje que ya había sido citado en otras investigaciones, pero siempre arrojando más sombras que luces y por ello nos hemos propuesto poner de manifiesto todo lo que hemos podido averiguar del mismo.
Se trata de Luis Lalucat, médico cirujano, partidario del anarco-comunismo y colaborador de La Justicia Humana de Barcelona (1886), primer periódico anarco-comunista, cuya redacción se encontraba en el barrio del Raval, en la calle Amalia.

Tras siete años de dictadura conservadora, en 1881 se abre un período de relativa permisividad que será aprovechada por un amplio espectro de organizaciones «progresistas». Efectivamente, en la década de los ochenta del siglo XIX se produjo una confluencia de distintos movimientos sociales que, independientemente de su ideología, participaban de un pensamiento común, la transformación de la sociedad en sentido positivo. No solamente los anarquistas, sino también masones, librepensadores y republicanos trabajaron, en ocasiones conjuntamente, para conseguir este objetivo. Esto explica que en el llamado proceso de Montjuïc fueran encartados más de 700 personas, no sólo anarquistas, sino también literatos, librepensadores, masones, republicanos, etc. El poder necesitaba hacer limpieza general.

Luis Lalucat nació en Tulón (Provenza) el 5 de abril de 1862[1]. Sus padres decidieron trasladarse a Barcelona a principios de la década de 1870, con toda probabilidad huyendo de la represión desencadenada contra los partidarios de la Comuna de París. En Tarragona obtuvo el título de bachiller en 1879 y las siguientes noticias que nos han llegado de Luis Lalucat hacen referencia a su actividad como estudiante de medicina. En 1883, Luis Lalucat estaba asistiendo a una operación en el hospital de Barcelona, llevada a cabo por el doctor Morales. El paciente estaba perdiendo demasiada sangre y necesitaba con toda urgencia una transfusión a la que se prestó voluntario el joven Lalucat.[2]

El movimiento librepensador había tenido ya una fuerte presencia durante el llamado sexenio democrático, cuyo máximo exponente fue entonces el internacionalista Gaspar Sentiñón. Pero fue en la década de los ochenta cuando su actividad se desplegó de forma extraordinaria. Uno de sus impulsores fue Rosendo Arús y Arderiu, quien, con otros correligionarios, fundó, en febrero de 1885, el Círculo La Luz[3] en la calle Conde del Asalto y meses después también un periódico librepensador con el mismo título: La Luz. En este periódico colaboraron muchos anarquistas, como Anselmo Lorenzo y Tarrida del Mármol, entre otros y también Luis Lalucat.
En la noche del  1 de enero de 1886, se inauguró la biblioteca pública La Luz. A esta convocatoria acudieron más de 400 personas y la presidencia corrió a cargo de Rosendo Arús y a su lado el poeta federal Federico Soler (Pitarra). Después del discurso de apertura de Rosendo Arús intervinieron varios oradores y entre ellos, «el joven doctor en Medicina L. Lalucat, leyó un notable trabajo acerca de la historia del libro e importancia de las bibliotecas públicas»[4]. La concurrencia a dicha biblioteca fue incesante y también se desarrollaron conferencias de controversia, participando en una de ellas, el joven Lalucat con una disertación sobre «el comercio, su historia y su relación con el progreso social y el trabajo».[5]

En abril de 1886 aparece el primer periódico anarco-comunista: La Justicia Humana, en la cual colaboró Luis Lalucat. Ante esta actividad desenfrenada, debió Lalucat sentirse espoleado y decidió editar su propio periódico: El Condenado, cuyo subtítulo era, «Periódico Revolucionario Independiente». El grabado de la cabecera era suficientemente ilustrativo; se veía a un diablo (¿Lucifer?), fustigando a toda clase de reaccionarios, explotadores y miserables. Apareció seguramente en julio de ese mismo año[6] y el 1 de noviembre comenzó a aparecer como diario, convirtiéndose de ese modo en el primer diario anarquista. Sin embargo, mientras su aparición como semanario fue saludado con efusión por toda la prensa anarquista, por ejemplo El Grito del Pueblo de San Martín de Provençals, dirigido por Indalecio Cuadrado, dio puntual cuenta de la recepción de su primer número. Analizando su programa afirmaba que estaba impregnado de aguda y sabrosa sátira diciendo que venía «de las horribles y tenebrosas regiones del averno» y que iba «a reintegrar al hombre en la plenitud de sus derechos, a combatir la injusticia y la tiranía bajo todas sus formas y aspectos políticos y económicos, a decir al pueblo ese Lázaro eterno de las fatalidades sociales y jurídicas: ¡Levántate y redímete!»[7], su aparición diaria puso en guardia a los anarco-colectivistas, ya que suponían que defendería las ideas anarco-comunistas y aquellos decidieron publicar su propio diario, lo cual hizo que Lalucat decidiera pasarlo de nuevo a semanal, pero desapareció antes de que acabara el año.

La Justicia Humana recogió el terrible alegato que escribió en su despedida; entre otras cosas afirmaba: «¡Y en qué momentos se ejerce esta incalificable conducta! En los días más azarosos para la prensa española; en los días en que se encuentran procesados la mitad de los periódicos y encarcelado muchos de sus directores o redactores; en el momento preciso en que sobre El Condenado pesan dos denuncias y el compañero de Redacción LUIS LALUCAT sufre entre los barrotes de una prisión las consecuencias de una interpretación más o menos exacta dada a uno de sus artículos por el Ministerio público; cuando la solidaridad debía lucir como la aurora de un nuevo día. ¡Horrible decepción! ¿Podemos nosotros cuando se nos demuestra que estorbamos ser un obstáculo a nada ni a nadie? ¿Debemos, cuando de una manera tan baja y tan ruin se nos señala, continuar firmes en nuestros puestos? De ninguna manera. ¡Nunca!».[8]
Luis Lalucat se convirtió así en una de las primeras víctimas de la lucha ideológica entre anarco-colectivistas y anarco-comunistas.

Efectivamente, Luis Lalucat fue encausado por delito de lesa majestad, pero dejemos que nos informe el periódico La Publicidad de Barcelona, del 9 de mayo de 1887: «El día 3 del actual [mayo 1887], ante la sección 3ª de lo criminal de esta Audiencia, se celebró el juicio oral de la causa instruida contra don Luis Lalucat, como autor del artículo «Un engaño oficial», inserto en el número del periódico socialista El Condenado, correspondiente al 6 de noviembre último. El abogado fiscal señor Marsal, sostuvo en su acusación que la publicación del artículo denunciado constituía los dos delitos de lesa majestad e injurias a los ministros y pidió se condenara a don Luis Lalucat a 5 años de prisión correccional, multa y costas. Encargado de la defensa el abogado don Agustín Trilla Alcover[9], procuró demostrar que no existían los indicados delitos y pidió la absolución de su defendido. Ayer se notificó la sentencia dictada, por la que se condena a don Luis Lalucat como autor de desacato a los ministros a dos meses y un día de arresto y accesorias y se le absuelve del supuesto delito de lesa majestad».

A partir de este momento se le pierde la pista y no lo volvemos a encontrar hasta principios del siglo XX. Según hemos podido averiguar, viajó al menos dos veces a Norteamérica. En octubre de 1901, llegó a Barcelona, en el vapor correo «Buenos Aires», procedente de Nueva York[10]. En 1903, llega a Nueva York, en el buque León XIII, contando 40 años de edad.[11]

Y la última noticia de Luis Lalucat la encontramos en 1909, en una relación de médicos de un anuario, con el domicilio en la calle Escudillers, 10bis.[12]

Según consta en los Archivos municipales de Barcelona, su fallecimiento se produjo el 26 de febrero de 1911.

Bibliografía

Palà Moncusí, Albert (2015), El lliure pensament a Catalunya (1868-1923): cultures, identitats i militàncies anticlericals en transformació, Barcelona, Universitat de Barcelona (tesis doctoral), 561 páginas


[1] Datos facilitados por Josep M. Calbet Camarasa y confirmado por su nieto Luis Lalucat i Jo.
[2] El Diluvio (Barcelona), 21 abril 1883, p. 3166.
[3] Palà Moncusí, Albert (2015), p. 239.
[4] La República (Madrid), 15 enero 1886, p. 2.
Aunque en todas las noticias periodísticas en las que se alude a Luis Lalucat, se dirigen a él como doctor y en ocasiones como médico cirujano, se ignora en qué momento acabo la carrera.
[5] La República (Madrid), 15 enero 1886, p. 2.
[6] Lamentablemente sólo nos ha llegado un número del semanario, el 11 del 2 de octubre.
[7] El Grito del Pueblo (San Martín de Provençals-Barcelona), I, 5 (5 agosto 1886), 7.
[8] La Justicia Humana (Barcelona), I, 8 (25 noviembre 1886), 2
[9] Este abogado era un masón de Cervera, muy amigo de Rosendo Arús.
[10] La Vanguardia (Barcelona), 18 octubre 1901, p. 2.
[11] Cfr., Fran Fernández, «Roca en el llano barcelonés» (en internet, https://serhistorico.net/2017/02/08/rafael-roca-un-perseguido-2/). Este autor buscó en la base de datos de https://www.libertyellisfoundation.org/passenger, donde están registrados todos los pasajeros que llegaban a Nueva York. Este enlace, que estaba roto, vuelve a estar operativo.
[12] Anuario del comercio, de la industria, de la magistratura y de la administración (Madrid), 1909, p. 1673.