Pois é este mundo de "tolos" ou millor dito o mundo da globalización, onde
todo é posible. Como se en Colombia estivesen as cousas ben van morrer nun
atentado de Al.qaeda no Líbano. É que hai que entender que a culpa de todo
téna Bin Laden e os seus acólitos. Mortos sete nenos en Afganistán por erro
(noticia que non trancendeu en absoluto) Al.qaeda. A guerra de iraq por
culpa de Al.qaeda e os atentados diarios que alí se producen. De quen vai
ser a culpa de que o exército israelita mande bombas selectivas e aleatorias
sobre @s palestin@s, de Al.qaeda. Os tsunamis, Al.qaeda. O cambio climático,
Al.qaeda e así sucesivamente.
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Os sociolistos proclamaron a catro ventos o mala que era a guerra en iraq e
"nos dixeron" que "nos sacarían de aí" e así o fixeron? Para ao cabo duns
meses presupostar o maior incentivo económico en defensa e armamento, Enviar a
Afganistan tropas e ataladrarnos con fantasiosos, manipuladores e trousantes
anuncios para que a peña máis nova entre no glorioso exército que é polo ben
da humanidade.
Na miña cidade cada pouco tempo están levando o bus de ingreso a unha rúa
céntrica. A xente nova, susceptible con poucos anos, ao non ter traballo,
problemas de estudo etc é doadamente manipulable por pais, educadores e
televisión de entrar na bazofia máis grande deste puto país. A soldado de
Lugo morta hai uns meses entrara no exército con dezasete ou dezaoito anos.
Quen ten a culpa?
Hai ás veces tamén nesa rúa da cidade un bus de doazón de sangue. Moita
xente chámanlle vulgarmente "os vampiros"
Como deberíamos chamar e esta xentuza? Pois eu coido que asasinos con todas
as letras. Sempre cos seus funerais de honras de merda, cos pésames reais,
coas glorias de merda do estado, saúdos presidenciais de sentimentos de
culpa de ser culpables completamente da morte de cada ún/unha desas persoas
colombianas, ecuatorianas, andaluzas, galegas que van combatir ou a agardar
voar polos aires, xa que non teñen emprego, non teñen traballo, veñen de
países en conflicto e múltiples razóns de tristuras que ao pensar no
contedor que se meten, e nas condicións, e na hipocresía, e na falacia da
paz, e na merda de defensa dunha merda de país... a ún inflámaselle o
fígado.
Isto é xa como a NBA de baloncesto norteamericana. Compran mercenarios para
ir facer o que non quere facer, por exemplo, o fillo do rei nin moita xente
máis. Aínda haberá quen diga que os inmigrantes son xente mala. Ou que tiña
que volver o servizo militar. Para que? Son as vantaxes da globalización e a
profesionalización do oficio de matar e morrer: por petróleo, por lamerlle o
cú aos países ricos, por lavar unha imaxe, por facerse os fortes, por
pringados...
Blogletín crítico-sociológico anexionado a la internacional anti-estulticia
Los perdedores
Durante este mes, se celebra el 30 aniversario de las primeras elecciones libres tras la muerte de Franco. La efeméride, es blandida por políticos de todos los partidos como un pilar de la democracia. De esa, de la que “ellos” se sienten dueños y hacedores. Periódicos y televisiones, ensalzan continuamente el papel, diríase , heroico de los partidos, por haber sabido dejar de lado rencillas históricas y haber podido trabajar juntos y llevar a buen puerto la democracia y la constitución. Todos son importantes: El rey, Suarez, Fraga, Carrillo, Roca, González, etc. Son sus héroes. Pero no son los míos.
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Los anales de la historia están llenos de perdedores, que nunca son del bando de los poderosos. Franco murió si, pero dejo una máquina represora en funcionamiento, y su inercia nos alcanza aun en nuestros días. De aquellas personas que vivían sumergidas en la miseria, en el paro, y en unas condiciones económicas herederas del medievo, no hay palabras en ningún sitio. De aquellos que creyeron las mentiras de los partidos políticos y votaron, para sentir después el desengaño en sus carnes, no hay palabras en ningún sitio. Y aquellos que se atrevieron a levantar su voz, fueron represaliados, como ya antes lo habían sido.
Todos los que vivimos “aquello” desde nuestra propia experiencia, no necesitamos que nos recuerden cada cierto tiempo la que fue la experiencia de ellos. A nadie le chocará hoy día que alguien recuerde la fecha y diga: “recuerdo lo ilusionados que estábamos todos, mientas esperábamos los resultados e íbamos a casa de una amiga en Mirasierra, a escuchar discos de Jazz, leer a Whitman y experimentar con nuestros profesores” (Elena Ochoa, en el País, 15-6-07 ) En las barriadas de obreros nadie tenía amigos con casa en Mirasierra, y muy pocos habrían oído hablar del Jazz, pero si que tenían miedo. Miedo de saber que de ir mal las cosas sería el pueblo quién pagaría las consecuencias. Tenían pocos recursos, casas endeudadas, falta de trabajo, y en muchos casos hambre.
Hace unos días, un amigo de la cuenca minera asturiana, me contó una historia. Ocurrió cuando él era niño e iba a la escuela. Las entradas a los pozos mineros estaban cerca del pueblo. Cuenta mi amigo, que cuando había una explosión de gas grisú en algún pozo. Las sirenas de alarma se oían perfectamente. Inmediatamente muchos niños, se echaban a llorar y gritar, presas del pánico, otros vomitaban o se quedaban blancos. ¿Saben porqué? Todos sus familiares trabajaban en la mina. Cada vez que sonaba la sirena, algún niño quedaba huérfano, o sin hermano, o sin tíos.
Trasladen esta historia a algún puerto pesquero, después de una tormenta, cuando se descubre que falta un barco en el puerto. Me pregunto si la Doctora Ochoa y sus amigos habrán imaginado siquiera una situación así.
Estos niños, y mujeres, y hombres, no iban a escuchar discos de Jazz, ni leían a Whitman en un chalet de Mirasierra. Los testimonios de esas personas no están en ningún periódico, ni en ninguna televisión. Tampoco se habla de las víctimas de la represión franquista y posterior, crímenes que hoy día siguen impunes, personas que fueron asesinadas por protestar, y cuyas familias tendrán otra forma de contar la transición:
21 de Julio de 1970
Huelga de la construcción en Sevilla y Granada. La policía española asesina a tres obreros.
13 de Septiembre de 1970
La policía asesina a Pedro Patiño en Madrid, durante la huelga general de la construcción.
18 de Octubre de 1971
Huelga en la SEAT de Barcelona. La policía mata en los talleres a Antonio Ruiz
10 de Marzo de 1972
La policía española dispara contra los obreros en huelga que ocupaban los talleres de la Bazán, en Ferrol, asesinando a tres de ellos, Amador Rey, Daniel Niebla y Víctor Castro.
1 de diciembre de 1972
En Santiago de Compostela la policía española asesina a tiros a Juan Fuertes, cuando realizaba una simple pintada en la calle.
17 de septiembre de 1973
La Guardia Civil asesina, obligándole a beber ácido sulfúrico, a Cipriano Martos, obrero de la construcción.
20 de Mayo de 1975
La policía española mata a tiros en Ondárroa (Guipúzcoa ) al estudiante Luís Arriola.
12 de Agosto de 1975
Cae asesinado por la policía española en Ferrol, Ramón Reboira.
31 de Agosto de 1975
Manis contra la pena de muerte. La policía española asesina al joven Jesús García Ripalda.
3 de Marzo de 1976
En Vitoria, la policía española ametralla cobardemente una mani de obreros, asesinando en plena calle a 5 jóvenes e hiriendo a más de 100.
8 de septiembre de 1976
La Guardia civil asesina en Fuenterrabía durante las manis por la amnistía al joven Jesús María Zabala.
23 de Enero de 1977
Durante una mani en Madrid las bandas fascistas asesinan al joven Arturo Ortíz.
24 de Enero de 1977
Orgía de sangre. Por la mañana, la policía asesina en plena calle a Mari Luz Nájera, que protestaba por la muerte del día anterior. Por la noche, los fachas asesinan a 5 abogados laboralistas en el despacho de la calle Atocha.
8 de Julio de 1978
En la celebración de los Sanfermines, la policía española asesina a tiro límpio a Germán García en Pamplona y produce más de 100 heridos.
4 de diciembre de 1978
Asesinado en Málaga J. M. Caparrós por un grupo de señoritos fascistas.
3 de Junio de 1979
En una marcha contra las centrales nucleares es asesinada a bocajarro por la Guardia Civil en Tudela la joven Gladys del Estal.
13 de Diciembre de 1979
En la glorieta de Embajadores de Madrid, la policía dispara contra una mani de estudiantes, matando a dos de ellos, José Luís y Emilio.
10 de Mayo de 1981
Tres jóvenes santanderinos son asesinados por la Guardia Civil en Málaga, tras sufrir salvajes torturas y mutilaciones, “al confundirles con un comando de ETA”
12 de Marzo de 1987
La Guardia Civil, reprimió violentamente las movilizaciones de los obreros de Forjas, en Reinosa, Asturias, contra el desmantelamiento de sus puestos de trabajo, matando a uno de ellos.(*)
Todos los asesinatos de esos años han quedado vergonzosamente impunes, con la complicidad de jueces, que no abrieron por ello ningún tipo de procesamiento o condena. Incluso varios años después de la constitución. Falta gente en esta lista. Basta esta pequeña muestra como demostración de la libertad y del estado de derecho en el que vivimos y que nos recuerdan “a su manera” nuestros “sacrificados “políticos, verdaderos héroes de la transición…
(*) Gracias al “Paté de Marrana” por el préstamo de información.
Yorick
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Los anales de la historia están llenos de perdedores, que nunca son del bando de los poderosos. Franco murió si, pero dejo una máquina represora en funcionamiento, y su inercia nos alcanza aun en nuestros días. De aquellas personas que vivían sumergidas en la miseria, en el paro, y en unas condiciones económicas herederas del medievo, no hay palabras en ningún sitio. De aquellos que creyeron las mentiras de los partidos políticos y votaron, para sentir después el desengaño en sus carnes, no hay palabras en ningún sitio. Y aquellos que se atrevieron a levantar su voz, fueron represaliados, como ya antes lo habían sido.
Todos los que vivimos “aquello” desde nuestra propia experiencia, no necesitamos que nos recuerden cada cierto tiempo la que fue la experiencia de ellos. A nadie le chocará hoy día que alguien recuerde la fecha y diga: “recuerdo lo ilusionados que estábamos todos, mientas esperábamos los resultados e íbamos a casa de una amiga en Mirasierra, a escuchar discos de Jazz, leer a Whitman y experimentar con nuestros profesores” (Elena Ochoa, en el País, 15-6-07 ) En las barriadas de obreros nadie tenía amigos con casa en Mirasierra, y muy pocos habrían oído hablar del Jazz, pero si que tenían miedo. Miedo de saber que de ir mal las cosas sería el pueblo quién pagaría las consecuencias. Tenían pocos recursos, casas endeudadas, falta de trabajo, y en muchos casos hambre.
Hace unos días, un amigo de la cuenca minera asturiana, me contó una historia. Ocurrió cuando él era niño e iba a la escuela. Las entradas a los pozos mineros estaban cerca del pueblo. Cuenta mi amigo, que cuando había una explosión de gas grisú en algún pozo. Las sirenas de alarma se oían perfectamente. Inmediatamente muchos niños, se echaban a llorar y gritar, presas del pánico, otros vomitaban o se quedaban blancos. ¿Saben porqué? Todos sus familiares trabajaban en la mina. Cada vez que sonaba la sirena, algún niño quedaba huérfano, o sin hermano, o sin tíos.
Trasladen esta historia a algún puerto pesquero, después de una tormenta, cuando se descubre que falta un barco en el puerto. Me pregunto si la Doctora Ochoa y sus amigos habrán imaginado siquiera una situación así.
Estos niños, y mujeres, y hombres, no iban a escuchar discos de Jazz, ni leían a Whitman en un chalet de Mirasierra. Los testimonios de esas personas no están en ningún periódico, ni en ninguna televisión. Tampoco se habla de las víctimas de la represión franquista y posterior, crímenes que hoy día siguen impunes, personas que fueron asesinadas por protestar, y cuyas familias tendrán otra forma de contar la transición:
21 de Julio de 1970
Huelga de la construcción en Sevilla y Granada. La policía española asesina a tres obreros.
13 de Septiembre de 1970
La policía asesina a Pedro Patiño en Madrid, durante la huelga general de la construcción.
18 de Octubre de 1971
Huelga en la SEAT de Barcelona. La policía mata en los talleres a Antonio Ruiz
10 de Marzo de 1972
La policía española dispara contra los obreros en huelga que ocupaban los talleres de la Bazán, en Ferrol, asesinando a tres de ellos, Amador Rey, Daniel Niebla y Víctor Castro.
1 de diciembre de 1972
En Santiago de Compostela la policía española asesina a tiros a Juan Fuertes, cuando realizaba una simple pintada en la calle.
17 de septiembre de 1973
La Guardia Civil asesina, obligándole a beber ácido sulfúrico, a Cipriano Martos, obrero de la construcción.
20 de Mayo de 1975
La policía española mata a tiros en Ondárroa (Guipúzcoa ) al estudiante Luís Arriola.
12 de Agosto de 1975
Cae asesinado por la policía española en Ferrol, Ramón Reboira.
31 de Agosto de 1975
Manis contra la pena de muerte. La policía española asesina al joven Jesús García Ripalda.
3 de Marzo de 1976
En Vitoria, la policía española ametralla cobardemente una mani de obreros, asesinando en plena calle a 5 jóvenes e hiriendo a más de 100.
8 de septiembre de 1976
La Guardia civil asesina en Fuenterrabía durante las manis por la amnistía al joven Jesús María Zabala.
23 de Enero de 1977
Durante una mani en Madrid las bandas fascistas asesinan al joven Arturo Ortíz.
24 de Enero de 1977
Orgía de sangre. Por la mañana, la policía asesina en plena calle a Mari Luz Nájera, que protestaba por la muerte del día anterior. Por la noche, los fachas asesinan a 5 abogados laboralistas en el despacho de la calle Atocha.
8 de Julio de 1978
En la celebración de los Sanfermines, la policía española asesina a tiro límpio a Germán García en Pamplona y produce más de 100 heridos.
4 de diciembre de 1978
Asesinado en Málaga J. M. Caparrós por un grupo de señoritos fascistas.
3 de Junio de 1979
En una marcha contra las centrales nucleares es asesinada a bocajarro por la Guardia Civil en Tudela la joven Gladys del Estal.
13 de Diciembre de 1979
En la glorieta de Embajadores de Madrid, la policía dispara contra una mani de estudiantes, matando a dos de ellos, José Luís y Emilio.
10 de Mayo de 1981
Tres jóvenes santanderinos son asesinados por la Guardia Civil en Málaga, tras sufrir salvajes torturas y mutilaciones, “al confundirles con un comando de ETA”
12 de Marzo de 1987
La Guardia Civil, reprimió violentamente las movilizaciones de los obreros de Forjas, en Reinosa, Asturias, contra el desmantelamiento de sus puestos de trabajo, matando a uno de ellos.(*)
Todos los asesinatos de esos años han quedado vergonzosamente impunes, con la complicidad de jueces, que no abrieron por ello ningún tipo de procesamiento o condena. Incluso varios años después de la constitución. Falta gente en esta lista. Basta esta pequeña muestra como demostración de la libertad y del estado de derecho en el que vivimos y que nos recuerdan “a su manera” nuestros “sacrificados “políticos, verdaderos héroes de la transición…
(*) Gracias al “Paté de Marrana” por el préstamo de información.
Yorick
Pataky
Era a rencarnación viva de don quixote mais do século XXI. En troques de
libros de cabalería el non paraba de ver programas tipo salsa rosa, crónicas
marcianas, tomate tomate, corazón corazón e similares. Acompañábao unha
escudeira pragada de aceite de patacas fritidas que ría sen parar dos
delirios da nosa persoaxe.
Seguir leyendo...
Un día unha treboada fundíu os fusibles e da frustración comezou a berrar
que unha tal pataky (a súa dulcinea do toboso) estaba secostrada dende había
tempo ao carón dunha granxa, soterrada nun zulo, polos malísimos da ETA.
Convencéu á súa escudeira e colleron o golf destino ao rural para rescatar
dos encarrapuchados bascos á súa amada.
Chegaron perto de Leiro onde ao fondo se divisaban os muiños e localizaron a
granxa. O cheiro a purín era moi intenso mais o noso amigo quixote
parecíalle o perfume da súa dulcinea que o inundaba todo e o invitaba á
liberación.
Ao carón da granxa estaba unha adega, por ser estas terras de bó viño. O
cabaleiro e a escudeira abriron con facilidade a porta e quixote comezou a
ostias cos pipotes ata sangrar as mans logo bebeu e bebeu o sangue da terra
e sairon para fora. A nosa escudeira xa non estaba moi leda precisamente e
non paraba de decirlle ao quixote do século XXI que había que ir para casa
que seguro xa estaba arranxada a electricidade e poderían ver a televisión,
mais o noso amigo entrou nas terras dos maléficos etarras e comezou a sachar
sen parar. A nosa amiga escudeira non daba creto e preguntóulle ao quixote:
pero que carallo fas?? O noso amigo contestou: pero non o entendes? estou
buscando á Pataky.
Klimt edwood
libros de cabalería el non paraba de ver programas tipo salsa rosa, crónicas
marcianas, tomate tomate, corazón corazón e similares. Acompañábao unha
escudeira pragada de aceite de patacas fritidas que ría sen parar dos
delirios da nosa persoaxe.
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Un día unha treboada fundíu os fusibles e da frustración comezou a berrar
que unha tal pataky (a súa dulcinea do toboso) estaba secostrada dende había
tempo ao carón dunha granxa, soterrada nun zulo, polos malísimos da ETA.
Convencéu á súa escudeira e colleron o golf destino ao rural para rescatar
dos encarrapuchados bascos á súa amada.
Chegaron perto de Leiro onde ao fondo se divisaban os muiños e localizaron a
granxa. O cheiro a purín era moi intenso mais o noso amigo quixote
parecíalle o perfume da súa dulcinea que o inundaba todo e o invitaba á
liberación.
Ao carón da granxa estaba unha adega, por ser estas terras de bó viño. O
cabaleiro e a escudeira abriron con facilidade a porta e quixote comezou a
ostias cos pipotes ata sangrar as mans logo bebeu e bebeu o sangue da terra
e sairon para fora. A nosa escudeira xa non estaba moi leda precisamente e
non paraba de decirlle ao quixote do século XXI que había que ir para casa
que seguro xa estaba arranxada a electricidade e poderían ver a televisión,
mais o noso amigo entrou nas terras dos maléficos etarras e comezou a sachar
sen parar. A nosa amiga escudeira non daba creto e preguntóulle ao quixote:
pero que carallo fas?? O noso amigo contestou: pero non o entendes? estou
buscando á Pataky.
Klimt edwood
La expiración
Es la última acción física de un ser humano antes de morir. El instinto nos obliga a atesorar aire en los pulmones, a agarrarnos a la vida, en el acto más primario: Respirar. Desencajamos el rostro, abriendo la boca al máximo. Acto este, que es el último derecho de la vida ¿O no?
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Un niño nace en alguna familia del país. Crece, va al colegio, hace travesuras con sus amigos, sale con chicas, juega, aprende. Se va forjando un adulto. Un día, empieza a trabajar, digamos, por el salario mínimo interprofesional. Trabaja muchas horas, más de las que dice su contrato.
La necesidad de un cambio se va fraguando en su cabeza. Ha oído hablar de los sueldos de la policía y de la Guardia Civil, y él también quiere un sueldo como el de ellos.
De esta forma empieza la transformación. Aquella persona que vio la vida de cerca, empieza a ser aleccionada, domesticada, y preparada para un fin.
Su forma de hablar a cambiado y su pensamiento se centra en controlar y aplicar las leyes y la justicia que tan bien le han enseñado. Lejos, rozando el olvido, quedan aquellas travesuras de la infancia y la adolescencia, el golfillo de barrio, quizás pesa en su conciencia, y le hace cumplir con su trabajo como el mejor.
Su última misión, es cuanto poco emocionante y diferente. Debe volar a un país africano, a repatriar a un grupo de inmigrantes ilegales. Le gusta el trabajo, aunque no entiende porqué hay que gastar tanto dinero en un puñado de negros, y encima chulos. Sobre todo aquél, que no se está quieto, que no para de vociferar en la lengua del diablo. -¡Ese es un cabrón!- dice un compañero, robos, acosos, denuncias de todo tipo. –Hay que reducirlo, el negro no deja de gritar-
Hay que reducirlo.
Tú, lo estabas deseando, y también tus aleccionados compañeros. Os sabéis amparados por el estado, y le queréis quitar las ganas a ese negro de volver a vuestro país.
Sientes la adrenalina, notas el calor de tu sangre, corriendo por tus venas, mientras golpeáis al negro esposado, ante las miradas de terror de sus compañeros. Cuando os cansáis, a alguien se le ocurre taparle la boca con cinta, por si le da por chillar de nuevo, -¡buena idea!- piensas. Pero algo escapa a vuestra comprensión. El hombre que yace en el suelo, respira agitadamente. Su corazón está acelerado, y quizás no funcione perfectamente. Necesita más aire, pero su boca está tapada y puede que su nariz obstruida. No hay aire suficiente. Se muere, y su cuerpo reclama su último derecho:
La expiración.
Esta, nunca llegará. El gusto de llenar los pulmones por última vez hasta reventar, es arrebatado, por unos agentes de seguridad del estado que un día, olvidaron que lo que tienen delante son hombres y mujeres…como ellos.
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Un niño nace en alguna familia del país. Crece, va al colegio, hace travesuras con sus amigos, sale con chicas, juega, aprende. Se va forjando un adulto. Un día, empieza a trabajar, digamos, por el salario mínimo interprofesional. Trabaja muchas horas, más de las que dice su contrato.
La necesidad de un cambio se va fraguando en su cabeza. Ha oído hablar de los sueldos de la policía y de la Guardia Civil, y él también quiere un sueldo como el de ellos.
De esta forma empieza la transformación. Aquella persona que vio la vida de cerca, empieza a ser aleccionada, domesticada, y preparada para un fin.
Su forma de hablar a cambiado y su pensamiento se centra en controlar y aplicar las leyes y la justicia que tan bien le han enseñado. Lejos, rozando el olvido, quedan aquellas travesuras de la infancia y la adolescencia, el golfillo de barrio, quizás pesa en su conciencia, y le hace cumplir con su trabajo como el mejor.
Su última misión, es cuanto poco emocionante y diferente. Debe volar a un país africano, a repatriar a un grupo de inmigrantes ilegales. Le gusta el trabajo, aunque no entiende porqué hay que gastar tanto dinero en un puñado de negros, y encima chulos. Sobre todo aquél, que no se está quieto, que no para de vociferar en la lengua del diablo. -¡Ese es un cabrón!- dice un compañero, robos, acosos, denuncias de todo tipo. –Hay que reducirlo, el negro no deja de gritar-
Hay que reducirlo.
Tú, lo estabas deseando, y también tus aleccionados compañeros. Os sabéis amparados por el estado, y le queréis quitar las ganas a ese negro de volver a vuestro país.
Sientes la adrenalina, notas el calor de tu sangre, corriendo por tus venas, mientras golpeáis al negro esposado, ante las miradas de terror de sus compañeros. Cuando os cansáis, a alguien se le ocurre taparle la boca con cinta, por si le da por chillar de nuevo, -¡buena idea!- piensas. Pero algo escapa a vuestra comprensión. El hombre que yace en el suelo, respira agitadamente. Su corazón está acelerado, y quizás no funcione perfectamente. Necesita más aire, pero su boca está tapada y puede que su nariz obstruida. No hay aire suficiente. Se muere, y su cuerpo reclama su último derecho:
La expiración.
Esta, nunca llegará. El gusto de llenar los pulmones por última vez hasta reventar, es arrebatado, por unos agentes de seguridad del estado que un día, olvidaron que lo que tienen delante son hombres y mujeres…como ellos.
Tendencias
No hay nada que hacer. Por mucho que publicistas, articulistas, reporteros, etc, se hayan empeñado durante unos años en vendernos al hombre metrosexual, a la importancia del cuidado masculino, al cuidado de la imagen, del vestuario, de los modales y todo eso, pues..., que va a ser que no, exceptuando claro está a unos cuantos que de puro aburrimiento, o de no saber que hacer con el dinero, lo gastan a espuertas en todas las tendencias y chorradas que leen en alguna revista super-fashion, o les ha sido comunicado por su peluquero. Y no hay más que echar una miradita para la calle, la de nuestro barrio, para darse cuenta, que aquí lo que sigue arrasando en moda, es: "El chandal de yonqui" En sus diferentes variantes complementarias, o sea, la camiseta de la selección española con el número 7, donde nuestra flamante barriga remarcará el tramado del tejido en cuestión, o por otro lado la camiseta imitación del equipo patrocinador de nuestro flamante y campeón del mundo de Formula 1, eso sí, sin cortapisas, donde pone originariamente Renault, pues, por eso de las patentes, y el pirateo, ni corto ni perezoso le endiñan un Renaull, y allá va ese orgulloso español, con su camiseta, que creo que se debe ver desde la Luna, luciendo tipo, coronado con una gorra de visera redondeada y cantoneada hacia abajo, cual canalón recogeaguas.
Lo que les decía, que no hay nada que hacer, van a tener que inventar algo, por el palo de la horterada, que seguro que ahí aciertan.
Yorick
Lo que les decía, que no hay nada que hacer, van a tener que inventar algo, por el palo de la horterada, que seguro que ahí aciertan.
Yorick
El sueño libertario de una noche de verano
- ¡Deténgase!, gritó malhumorado el fornido vigilante de seguridad del night club, -este local es sólo para gente guapa, tengo órdenes expresas de prohibir la entrada a gualtrapas.
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Tan solo un metro de distancia separaba a nuestro protagonista del mastodóntico portero de discoteca, distancia suficiente para que el recién bautizado como gualtrapa percibiese, a través de un breve cruce de miradas, todo el alma de su infranqueable obstáculo. La quietud y la calma de uno contrastaban con la agresividad y el nerviosismo del otro.
- ¡Vete ya de aquí!, ¡no tienes nivel para poner tus pies en este local!, el portero levantó su puño de forma amenazante y esta inesperada reacción violenta hizo retroceder a nuestro amigo.
Contrariado dio media vuelta y caminando despacio, intentó borrar de su memoria el recuerdo físico de aquella bestia con uniforme: Elevada estatura, anchas espaldas, piel morena de solario, perfecto peinado a lo cenicero y un pantalón ceñido que le permitía marcar un buen paquete. Fachada perfecta para alguien ampliamente docto y versado en la cultura del falo, pensó para sí.
Por el camino de regreso a casa, el "gualtrapa" se fijó en alguna de las personas que se dirigían a tan distinguido local nocturno: una rubia de bote y larga melena arrugaba su glamuroso y caro vestido rojo pasión sobre el asiento de un Chevrolet, una raya de coca y un vómito líquido con restos de pastillas sobre la guantera del coche; al fondo de la calle, un hombre de unos cincuenta años vestido de elegante sport manoseaba con fruición a una chica borracha que podía ser su hija, un hilo de baba caía espeso de sus labios; en la otra acera y valga la redundancia, una pandilla de veinteañeros de aspecto impecable, molestaba a una pareja de homosexuales que disfrutaba en silencio con el calor que desprendía su apasionado secreto de amor, una ligera excitación como todo premio a la intolerancia.
Contento de poner tierra de por medio con aquél putrefacto lugar, se sintió más orgulloso que nunca de sus sucias zapatillas deportivas, de sus vaqueros raídos y de su camiseta por fuera. "El Gualtrapa" decidió dirigirse a su casa, no quería ver nada más aquella noche, había encontrado la inspiración suficiente para finalizar su tercera novela y continuar de paso con el trabajo de su abandonada tesis doctoral. Atrás quedaban la educación y la cultura de la alta sociedad, estaba claro, tal y como le había dicho aquel portero tan docto en cultura testicular, que él no pertenecía a ese tan distinguido y considerado mundo de la clase alta, sabía que sus riquezas eran otras y eso le llenaba de orgullo.
Se metió en cama, y antes de quedar profundamente dormido, tuvo tiempo de enviar un inspirado y cariñoso mensaje de amor a su novia. Por ella y por una absurda discusión estuvo vagando perdido y sin rumbo buena parte de la noche.
Y "el gualtrapa" soñó y soñó, soñó con guerras sin derramamiento de sangre en las que orangutanes con pelo pincho trabajaban al servicio de enanos deformes, en "progres" capitalistas ganándose el pan subidos a un andamio, en cenicientas desheredando a la nobleza de sus lujos y palacios, en ricachones babosos dando de comer a los monos de un circo...pero desgraciadamente para él, esa noche tampoco salió el sol.
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Tan solo un metro de distancia separaba a nuestro protagonista del mastodóntico portero de discoteca, distancia suficiente para que el recién bautizado como gualtrapa percibiese, a través de un breve cruce de miradas, todo el alma de su infranqueable obstáculo. La quietud y la calma de uno contrastaban con la agresividad y el nerviosismo del otro.
- ¡Vete ya de aquí!, ¡no tienes nivel para poner tus pies en este local!, el portero levantó su puño de forma amenazante y esta inesperada reacción violenta hizo retroceder a nuestro amigo.
Contrariado dio media vuelta y caminando despacio, intentó borrar de su memoria el recuerdo físico de aquella bestia con uniforme: Elevada estatura, anchas espaldas, piel morena de solario, perfecto peinado a lo cenicero y un pantalón ceñido que le permitía marcar un buen paquete. Fachada perfecta para alguien ampliamente docto y versado en la cultura del falo, pensó para sí.
Por el camino de regreso a casa, el "gualtrapa" se fijó en alguna de las personas que se dirigían a tan distinguido local nocturno: una rubia de bote y larga melena arrugaba su glamuroso y caro vestido rojo pasión sobre el asiento de un Chevrolet, una raya de coca y un vómito líquido con restos de pastillas sobre la guantera del coche; al fondo de la calle, un hombre de unos cincuenta años vestido de elegante sport manoseaba con fruición a una chica borracha que podía ser su hija, un hilo de baba caía espeso de sus labios; en la otra acera y valga la redundancia, una pandilla de veinteañeros de aspecto impecable, molestaba a una pareja de homosexuales que disfrutaba en silencio con el calor que desprendía su apasionado secreto de amor, una ligera excitación como todo premio a la intolerancia.
Contento de poner tierra de por medio con aquél putrefacto lugar, se sintió más orgulloso que nunca de sus sucias zapatillas deportivas, de sus vaqueros raídos y de su camiseta por fuera. "El Gualtrapa" decidió dirigirse a su casa, no quería ver nada más aquella noche, había encontrado la inspiración suficiente para finalizar su tercera novela y continuar de paso con el trabajo de su abandonada tesis doctoral. Atrás quedaban la educación y la cultura de la alta sociedad, estaba claro, tal y como le había dicho aquel portero tan docto en cultura testicular, que él no pertenecía a ese tan distinguido y considerado mundo de la clase alta, sabía que sus riquezas eran otras y eso le llenaba de orgullo.
Se metió en cama, y antes de quedar profundamente dormido, tuvo tiempo de enviar un inspirado y cariñoso mensaje de amor a su novia. Por ella y por una absurda discusión estuvo vagando perdido y sin rumbo buena parte de la noche.
Y "el gualtrapa" soñó y soñó, soñó con guerras sin derramamiento de sangre en las que orangutanes con pelo pincho trabajaban al servicio de enanos deformes, en "progres" capitalistas ganándose el pan subidos a un andamio, en cenicientas desheredando a la nobleza de sus lujos y palacios, en ricachones babosos dando de comer a los monos de un circo...pero desgraciadamente para él, esa noche tampoco salió el sol.
¿Quién es el español de la historia?
Solamente plantear esta pregunta me parece que es superar todas las expectativas de que tengamos cura de nuestra estúpida enfermedad. Imaginen entonces lo que me pueda parecer la respuesta a semejante prueba de mongolismo humano. ¿Y quién se atrevió a plantear semejante duda existencial? Efectivamente. La televisión, y esos guionistas y programadores que ya no disimulan en modo alguno a la hora de tratarnos como auténticos idiotas. Y fue a través de una de las más reaccionarias cadenas donde se produjo el evento (Antena 3) y ojo, que esto no disculpa a las demás. Juntaron a su presentador estrella, el histriónico, acartonado y repelente Matías (hijo de otro pieza, considerado como uno de los más grandes comunicadores en la historia del ente. Aunque a mi entender no era más que el cronista del sistema propagandístico del régimen, ya saben, el real Madrid, los toros, etc.) Junto con su sonriente consorte del noticiero, y ¡ala! A comernos el coco un poco, eso sí acompañados por unos contertulios de los que mejor ni hablar.
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Y así se lanzaron a rellenar, imagino, que tres o cuatro horas de televisión, comparando sin compasión a tonadilleras con científicos, a literatos con deportistas y docenas de barbaridades más, y todo, para que al final, y según votación telefónica (¿?) saliera elegido el rey, si, si…, el rey, nuestro rey, y todos contentos, supongo, porque quién no ha querido alguna vez tener un rey como el nuestro, y por supuesto, con toda su inmensa familia, todos sonrientes, dispuestos a dejarse admirar por el pueblo plebeyo.
Hagamos un poquito de memoria:
Los Borbones, llegaron a España, allá por el siglo XVIII, fruto de alguno de aquellos matrimonios, consumados en el amor fraternal entre países, en este caso España y Francia. Desde el primer borbón, Felipe V, todos han destacado por ser malos gobernantes, demostrando que el pueblo era lo que menos les interesaba, dentro de la lista, los hubo pésimos, (véase Fernando VII, Isabel II, etc) pero sobre todo, el abuelo de nuestro actual monarca, que no tubo reparos en entregar el gobierno del país, a Primo de Rivera, sangrar España, en la guerra de Marruecos, donde los hijos del pueblo murieron a miles, por cierto, haber nacido en familia bien, te exentaba de ir a la guerra, previo pago de papá, (recomendable es la novela periodística IMÁN, de Ramón J. Sender, donde se narran los sucesos de Annual y la clase de vida y el trato recibido por los soldados españoles) Fruto de esta guerra fue la Semana Trágica de Barcelona, donde la huelga general en protesta por la guerra, fue extinguida con una brutal represión.
Y mientras Alfonso dedicándose a vivir de puta madre, que seguramente era para lo único que valía. Y para colmo, cuando se proclamó la segunda república, salió a escondidas del país, con destino a Roma, ¿que pensaría? que lo iban a linchar. Las crónicas de la época, cuentan, que no se recordaba una jornada más pacífica y festiva que el 14 de Abril de 1931,
¿a qué ese miedo?
Y hoy día, con Juan Carlos, no se dice otra cosa, que lo bien que lo hizo durante el golpe de estado del 23f, por favor, se han preguntado que hubiera pasado de tener éxito el golpe, igual creen que el rey se inmolaría por su pueblo, resistiendo hasta el final como si fuera Salvador Allende.
Por cierto, el rey, fue impuesto por Franco, el último gobierno legítimo votado por los españoles, fue la República, no olvidemos.
Hoy día mantenemos a una monarquía, cuyo coste desconocemos, la familia ramificada, ya en “ nosecuantos” copa la cúpula financiera del país, en bancos, seguros, y empresas de todo tipo, ¿será necesario entonces, mantener los sueldos de la nobleza?
Pero para qué seguir haciéndonos mala sangre, ¡hombre!, disfrutemos y sintámonos orgullosos, de haber conocido y haber compartido nuestra vida con -EL ESPAÑOL DE LA HISTORIA- nada menos que el ¡rey! Quién me lo iba a decir, hoy mismo me compro un polo, de esos azul falangista, con el ribete del cuello adornado con la bandera española, y me pego un paseo por mi barrio, con el pecho henchido de orgullo tarareando el himno español, y a los de antena 3, ¡seguid, así, por favor! Por cierto ¿Quién será madre de la historia? ¿Y el hijo? ¿Y el sobrino? ¿Y la nuera? ¿Y…….
El reverendo Yorick.
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Y así se lanzaron a rellenar, imagino, que tres o cuatro horas de televisión, comparando sin compasión a tonadilleras con científicos, a literatos con deportistas y docenas de barbaridades más, y todo, para que al final, y según votación telefónica (¿?) saliera elegido el rey, si, si…, el rey, nuestro rey, y todos contentos, supongo, porque quién no ha querido alguna vez tener un rey como el nuestro, y por supuesto, con toda su inmensa familia, todos sonrientes, dispuestos a dejarse admirar por el pueblo plebeyo.
Hagamos un poquito de memoria:
Los Borbones, llegaron a España, allá por el siglo XVIII, fruto de alguno de aquellos matrimonios, consumados en el amor fraternal entre países, en este caso España y Francia. Desde el primer borbón, Felipe V, todos han destacado por ser malos gobernantes, demostrando que el pueblo era lo que menos les interesaba, dentro de la lista, los hubo pésimos, (véase Fernando VII, Isabel II, etc) pero sobre todo, el abuelo de nuestro actual monarca, que no tubo reparos en entregar el gobierno del país, a Primo de Rivera, sangrar España, en la guerra de Marruecos, donde los hijos del pueblo murieron a miles, por cierto, haber nacido en familia bien, te exentaba de ir a la guerra, previo pago de papá, (recomendable es la novela periodística IMÁN, de Ramón J. Sender, donde se narran los sucesos de Annual y la clase de vida y el trato recibido por los soldados españoles) Fruto de esta guerra fue la Semana Trágica de Barcelona, donde la huelga general en protesta por la guerra, fue extinguida con una brutal represión.
Y mientras Alfonso dedicándose a vivir de puta madre, que seguramente era para lo único que valía. Y para colmo, cuando se proclamó la segunda república, salió a escondidas del país, con destino a Roma, ¿que pensaría? que lo iban a linchar. Las crónicas de la época, cuentan, que no se recordaba una jornada más pacífica y festiva que el 14 de Abril de 1931,
¿a qué ese miedo?
Y hoy día, con Juan Carlos, no se dice otra cosa, que lo bien que lo hizo durante el golpe de estado del 23f, por favor, se han preguntado que hubiera pasado de tener éxito el golpe, igual creen que el rey se inmolaría por su pueblo, resistiendo hasta el final como si fuera Salvador Allende.
Por cierto, el rey, fue impuesto por Franco, el último gobierno legítimo votado por los españoles, fue la República, no olvidemos.
Hoy día mantenemos a una monarquía, cuyo coste desconocemos, la familia ramificada, ya en “ nosecuantos” copa la cúpula financiera del país, en bancos, seguros, y empresas de todo tipo, ¿será necesario entonces, mantener los sueldos de la nobleza?
Pero para qué seguir haciéndonos mala sangre, ¡hombre!, disfrutemos y sintámonos orgullosos, de haber conocido y haber compartido nuestra vida con -EL ESPAÑOL DE LA HISTORIA- nada menos que el ¡rey! Quién me lo iba a decir, hoy mismo me compro un polo, de esos azul falangista, con el ribete del cuello adornado con la bandera española, y me pego un paseo por mi barrio, con el pecho henchido de orgullo tarareando el himno español, y a los de antena 3, ¡seguid, así, por favor! Por cierto ¿Quién será madre de la historia? ¿Y el hijo? ¿Y el sobrino? ¿Y la nuera? ¿Y…….
El reverendo Yorick.
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