el hallazgo


 Hoy ocurrió un hecho extraño, fortuito, azaroso, sin importancia podría decirse, pero envuelto en una gran trascendencia, de esas que hacen que se tambaleen muchos de tus principios. Un buen maestro como Julio Cortázar lo hubiera cogido por el rabo y hubiera procedido a su despedazamiento para analizarlo desde su primer y eléctrico impulso neuronal hasta la cadena de pensamientos y de casualidades que desembocó en el suceso completo.

Estaba desayunando en casa con una buena amiga, y se me vino a la cabeza una conversación mantenida días antes con varias personas, en ella, uno de los participantes hablaba del arte, de los artistas, la conversación en si misma me parecía aburrida, repetitiva, pretenciosa y expuesta por alguien de una juventud insultante, que apenas ha comenzado a descascarillar ese huevo que es la vida. En un momento determinado me vi obligado a intervenir, más bien llevado por la voluntad de que el pedante no se hiciera dueño del momento que por un interés personal de iluminar su pensamiento. Lo hice cuando nombró a Cervantes, encumbrándolo en un pedestal de sapiencia y seguridad. Tuve que intervenir, par manifestarle, según mi opinión, que dudo mucho que el escritor tuviese consciencia ninguna de ser “el príncipe de los ingenios españoles” y que más bien, y dado los datos conocidos sobre su atribulada biografía, fue un hombre que hacía lo que podía para mantenerse y sobrevivir en aquella época de miserias. Del mismo modo le expuse que Shakespeare era un empresario cuyo interés era que su teatro se llenara en cada estreno, por encima de la competencia. Ni mucho menos trato de restar importancia a ninguno de los dos escritores, solo le ponía el acento a la opinión actual de endiosamiento de los mismos. El joven me escuchó y la conversación fue derivando en divagaciones y frivolidades. Pero a mi se me quedó un sabor de boca algo agrío, por eso lo recordaba hoy con mi amiga. Luego siguió la mañana de sábado con sus quehaceres domésticos y pasado el mediodía, antes de preparar la comida cogí un libro de Kerouac dispuesto a tomar una cerveza. Cuando entre sus versos leí esto:


                                   Mejor hubiera hecho Gauguin

                                  decorando sus cazuelas

                                  & barcas. Esta humildad

                                  es la del auténtico artista


                                  & explica la inmensa

                          grandeza de Bach al componer

                                 para la misa dominical,

                                de Rafael al pintar

                                la pared de la iglesia;

                                la inutilidad esencial

                               de Goethe. Shakespeare

                              que escribía para llenar

                              las localidades del teatro (un

                              objetivo rastrero)

No me digan que no hay algo mágico en todo esto, que no dan ganas de pensar que hay una musa juguetona que dirige tu mano en el momento de coger un libro al azar de la biblioteca sabiendo que allí encontrarás esos versos que te volverán majareta todo el día, que te dejarán estupefacto, pensando a quién llamar para contárselo, sabiendo que nadie te hará ni puñetero caso y que te escuchará asintiendo, cambiando de conversación al instante para contarte cualquier nimiedad, sin comprender que tú estás ante un momento crucial en la vida, que acabas de ser protagonista de un suceso inusual y extraño que deja entrever unos hilos misteriosos que atan nuestros miembros y nos convierten en juguetes que se enredan con esos hilos y tropiezan persiguiendo quimeras.

Soy consciente de que tener la capacidad de cazar esos instantes te aboca irremediablemente a una soledad existencial, como el paleontólogo que persigue la veinticincoava vértebra del eslabón perdido durante toda su vida sin que nadie le haga caso, que le vamos a hacer, en mi caso y ya que es sábado lo celebro abriendo una botella de vino, que tenía guardada para una ocasión especial y quedándome dormido con el libro de Kerouac, de Shakespeare, y de Cortázar por encima mientras el gato se sienta en mi barriga colmándome de felicidad.


el reverendo Yorick

ABEJAS DE CRISTAL

ABEJAS DE CRISTAL

ERNST JÜNGER

 

29 marzo de 1895. HEIDELBERG. Alemania

17 febrero de 1998. RIEDLINGER. Alemania

 

 

         El mundo de autómatas de Zapparoni bastante curioso ya de por sí, estaba poblado de espíritus que se entregaban a las manías más singulares. Se decía que en su oficina se desarrollaban escenas dignas del despacho del director de un manicomio. Y todo porque aún no existían robots que fabricasen robots. Eso habría sido la piedra filosofal. La cuadratura del círculo.

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         Es curioso que uno no pueda hacer directamente mal a nadie. Primero tiene que convencerse de que ese alguien se lo tiene merecido. Incluso un ladrón que quiere robar a un desconocido provocará primero una pelea para montar en cólera.

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         Según ciertos pronósticos, nuestra técnica desembocará algún día en la hechicería pura. Llegado ese momento, todo lo que hacemos ahora no habrá sido sino un impulso inicial y la mecánica se habrá refinado de tal forma que ya no exija nuestra torpe manipulación. Bastarán una luces, una palabras, más aún, un nuevo pensamiento. Un sistema de impulsos inundará y recorrerá el mundo.

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         La suya consistía en que las máquinas eran el origen de todos los males. Quería volar las fábricas, redistribuir la tierra y convertir el país en un imperio rural. Así todos vivirían sanos, felices y en paz. Para sustentar esta opinión había adquirido una pequeña biblioteca, dos o tres hileras de libros, gastados a fuerza de leerlos, sobre todo de Tolstoi (que era su ídolo) y también de anarquistas primitivos como Saint-Simon.

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         En tiempos de crisis se veía que todos esos robots en miniatura y todos esos autómatas de lujo podían contribuir, sin necesidad de modificar mucho su construcción, no sólo a embellecer la vida, sino también a acortarla. Era entonces cuando presentaban su lado sombrío.

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         Todos los sistemas que explican con exactitud por qué el mundo es de una determinada manera y no puede ser de otra habían suscitado, en mí, desde siempre, el desagrado con que estudia el preso el reglamento en una celda vivamente iluminada.

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         Era evidente que con uno de esos enjambres, o hasta quizá con una sola abeja de cristal, podía obtener mayor cantidad de miel que con todo un enjambre natural en un año.

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         El temor, y también el entusiasmo que nos comunicaba la contemplación de mecanismos perfectos, es la contrapartida exacta de la sensación placentera que produce la contemplación de la obra de arte perfecta. Sentimos el ataque a nuestra integridad, a nuestro equilibrio. Pero que nuestros brazos y piernas se hallen en peligro  no es lo peor.

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         Los espíritus que habían fracasado en la acción impartían ahora enseñanzas morales a los otros. Pero por mucho tiempo de que dispusieran jamás compensarían en la eternidad lo que habían omitido hacer “aquí y ahora”.

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BORBONES

BORBONES, BOLSILLO Y BRAGUETAS

 

JOSE MARI ESPARZA ZABALETA (EDITOR)

REBELIÓN. 17-3-2020

 

Los reyes puteros salen caros a sus súbditos. Más aún si son de la saga reinante, que tiene dos focos insaciables debajo de la cintura: los genitales y los bolsillos. En España se accede a la Jefatura del Estado por vía vaginal y de ahí su obsesión por ser sementales y ricos. Así que, como los caballos de raza, hay que estudiar su pedigrí histórico para entender, por ejemplo, el reciente lío del cobro de comisiones por Juan Carlos y el desvío de 65 millones a una fulana alemana. Es un Borbón y basta. Lo lleva en los genes.

Su ancestro, Fernando VII, hijo a saber de quién, dada la casquivanía de su madre, se casó cuatro veces, con una prima primero, con una sobrina después y con otra sobrina finalmente, de la que nació Isabel II. Ésta, pellejo de mancebía que tan bien ridiculizaran los hermanos Becquer en Los Borbones en Pelota, se casó al final con un doble primo. Uno de sus 10 hijos, nacidos de diferentes amoríos, fue Alfonso XII, llamado el Puignontejo por ser hijo de Puigmoltó, un teniente catalán que aunque cortó la trasmisión de la sangre real, aportó algo de prestancia física a una familia tarada de endogamia.

Alfonso XII se casó con una prima primero, y con una monja después. Se afamó entre las bambalinas de los teatros, persiguiendo actrices, cantantes y cabareteras. Los agentes del Estado no daban abasto para encubrir, con la manta del talonario, los escándalos de su desaforada pilila. Las citas con la cantante italiana Adelina Borghi, llegaron a suponer tal problema de Estado que el presidente Cánovas la puso en la frontera francesa con una generosa jubilación. Aquellas meretrices reales costaron caras al vasallaje.

Alfonso XIII, abuelo de Juan Carlos, tuvo seis hijos y al menos otros tres bastardos. Más que mujeriego, era adicto a la pornografía, sobre todo al cine porno, hasta el extremo que se creó una productora para abastecer a la casa real, la Royal Films. En el libro Hasta la coronilla. Autopsia de los borbones de Iñaki Errazkin, se cuenta que Anita Loos, la guionista de Hollywood famosa por su película Los caballeros las prefieren rubias, fue invitada por Alfonso XIII y en la conversación salió el sonado caso de Fatty Arbuckle, el conocido cómico del cine mudo, caído en desgracia cuando en una orgía sexual dicen que violó a una chica, Victoria Rappe, con una botella de champán y murió dos días después. “¡Qué mala suerte, eso le puede pasar a cualquiera!” dijo el Borbón, comentario que Anita incluyó en sus memorias (Adiós a Hollywood con un beso) y que dice todo de la vida privada del Borbón y de su ideal del sexo.

En 1931 el rey y su familia salían al exilio, echados a patadas por un pueblo harto de sus borbonadas. Con el rey iba su hijo Juan, padre de Juan Carlos. “Un rey solo puede estar en el trono, en el cadalso o en el destierro”, dijo en 1978 a la revista Interviú. A él le tocó el destierro pero muchos se arrepintieron de no haber puesto a trabajar la guillotina en aquella primavera republicana.

En el destierro, Juan de Borbón, hijo de Alfonso XIII, se casó con una prima (¡prima otra vez!) y de esta unión nació Juan Carlos. Don Juan se ofreció a Franco en 1936 para “salvar España”, consumió mares de güisqui y siguió la tradición lujuriosa de la saga, aunque al estar fuera de España no tuvo que andar el Estado tan pendiente de lavarle las sábanas.

Franco prefirió a su hijo como sucesor y le hizo jurar, varias veces sobre la Biblia, que seguiría fiel a su régimen. Y ahí lo hemos tenido, perjuro, Rey de la democracia a la española. Todos hemos sido testigos de su trayectoria: en cuanto al bolsillo, en pocas décadas hízose con una de las mayores fortunas de Europa, con oscuras gestiones y tráfico de influencias. En cuanto a la bragueta, es inmensurable lo que costó al erario público. Cuentan que desde joven osciló entre el glamour y la sordidez. Ergo, entre la nobleza y los prostíbulos. Ser un ciclán no le ha impedido cubrir, con su único testículo, docenas de barraganas, señoritas de compañía y aves de paso. Buena parte de ellas cobraron sus tarifas, acrecentadas por la necesidad del Estado de socapar los escándalos. Una de ellas, la vedette Bárbara Rey, negoció al alza su silencio y en lugar de la asignación mensual que ya disfrutaba, entregó el material sensible que tenía a cambio de una cantidad al alza, que unos cifraron en cuatro millones de dólares y otros en cuarenta. Marta Gayá se llevó dos millones. A Corinna le investigan 65 millones, que según dice “los recibió del rey Juan Carlos por el cariño que le profesaba”. Me alegro por ellas. Se lo han ganado. Ha tenido que ser muy desagradable tener encima a ese mataelefantes. 

Seríamos igualmente republicanos si los borbones tuvieran la talla de filósofos griegos o sabios renacentistas. Aunque fueran austeros y honrados, no dejaríamos de proclamar que la monarquía es rémora medieval, antítesis de democracia. Pero soportar a estos borbones ha sido la peor de las humillaciones.

Por eso, ser republicano e independentista no es una mera opción política: es una actitud vital, pura higiene moral. Cuando en una nueva versión del “¡Vivan las cadenas!”, hasta el PSOE proclama que en esta monarquía están representados los valores republicanos, está claro que con España no hay futuro. Nuestro mundo no es de ese reino. Quédense ellos con sus amados borbones, sus insaciables bolsillos y sus voraces braguetas.

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LOS MILLONES


LOS MILLONES

SANTIAGO LORENZO

 

1964. PORTUGALETE. España

 

         En el Coyfer, al conversación apenas abandonaba el género de la tarugada, a base de exponer tenues sandeces para confirmar que no se está solo (“trabajas menos que el muñequito rojo del semáforo”, “ponme la penúltima”. ”el agua para las ranas”, etc.)

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         Contaba con una partida mensual para aseo de 200 pesetas: llegaba para una pastilla de jabón Nelly, seis rollos de papel de váter y un tubo de FluorDent.

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         Fregaba los cacharros con lavavajillas Flou, pero el jabón para la ropa se lo fabricaba él mismo, cociendo la manteca de los torreznos, mezclada con sosa, en una sartén. El gasto en estropajos, bayetas y fregonas estaba incluido en los cuarenta duros, si bien prorrateado a lo largo de los doce meses del año.

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         Se llama Antonio María Eizer Espinosa delos Monteros-Austria. Tiene la sangre más azul que el pendón de los Orleans. Está juntando dinero para montar una performance sobre la incomunicación. Un pestiñazo.

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         Aquel piso inclinado operaba sobre los ánimos. La gaseosa no mantenía la perpendicular trigonométrica dentro de la botella. Las hormigas hacían menos esfuerzo o más según hacia donde corrieran. Las linfas de los mamíferos que allí habitaban andaban siempre en oleaje

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         Luego, el multimillonario de pega pasaba el resto del día recomponiendo el estropicio a base de almorzar chicles usados y de beber mucha agua del grifo para rellenar el aparato digestivo.

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         Francisco, del susto, cayó a tierra. Las ganas de mear que empezó a sentir en Olmedo se significaron ahora con fuerza demencial, y se supo tan perdido que no padeció remordimientos cuando distrajo su contención y dio curso al flujo. El calor le reconfortó.

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AQUÍ YACEN DRAGONES II


AQUÍ YACEN DRAGONES     (Cuentos) II

FERNANDO LEÓN DE ARANOA

 

20 mayo de 1968. MADRID

 

BRÚJULAS

 

         Me dicen que algunas brújulas,

         no muchas,

         empiezan a tomar conciencia,

         y, avergonzadas,

         arrepentidas de su tradicional actitud,

         obcecada, tendenciosa, conservadora,

         comienzan,

         algunas,

         no muchas,

         a señalar hacia el Sur.

 

LOS GUARDIANES DEL VERTEDERO

 

         Vigilan la basura acumulada engrandes torres, a las afueras de las ciudades. Patrullan sus colinas de desperdicios, envases, neumáticos, viejos aparatos oxidados. Su reino es el de la miseria: lo delimita el perímetro de verja metálica que tienen a su cargo, y cuidan que nadie la cruce.

         Chatarreros, drogadictos, miserables, aprovechan sus descuidos para asaltar el vertedero. Como un comando desarrapado, trepan de noche sus altas vallas. Ellos, los que lo vigilan, les persiguen hasta darles caza y les despojan de cuanto se llevan (despojos).

         Guardianes de la nada.

         Vale tan poco su vida que la darán, llegado el caso, por la mierda que custodian.

 

LOS TERRATENIENTES

 

         Bienaventurados los terratenientes,

         porque ellos heredarán también

         la tierra prometida.

 

ORO

 

         Gold Treasure Endeavors and Co.,empresa norteamericana con base en Miami especializada en el rescate de antiguos galeones hundidos, reclamó la propiedad del oro hallado entre los restos del naufragio de la La Hispaniola, a 170 metros de profundidad frente a la costa de Cádiz, 36n 7w. Uno de sus barcos lo había encontrado, así que a ellos pertenecía.

         El Gobierno español hizo pública una queja formal. El galeón en el que el oro había sido hallado tenía pabellón español. Había sido fletado por su majestad el rey Felipe IV en 1631, así que cuanto había en él pertenecía en justicia a la corona española.

         El Estado peruano alzó también su voz. El barco será español, pero el oro que transportaba es peruano, producto del saqueo sistemático al que los españoles sometieron a sus colonias tras la Conquista.

         Los indígenas peruanos, descendientes de los legítimos propietarios del oro sustraído, no alcanzaron a leer la noticia.

 

DÍA LIBRE

 

         Se lo toma la muerte el jueves, cansada de trabajar. Los suicidas aterrizan dulcemente en las aceras, decepcionados, ilesos. Nadie muere en los frentes: los bombardeos no causan bajas, los pelotones de ejecución yerran el tiro y los generales, avergonzados, presentan su dimisión.

         Las catástrofes naturales se suceden, inofensivas. Los niños descalzos juegan a las aguadillas en las terribles inundaciones, los terremotos son caballito de feria. Cientos de miles no mueren, no se hace llamados a la solidaridad internacional: no se abren cuentas corrientes, no hay luto ni gala benéfica. Los tenistas no subastan sus raquetas.

 

LOS METEORÓLOGOS EN EL ASCENSOR

 

         ¿De qué habla el hombre del tiempo cuando no sabe de qué hablar?

 

DERECHOS

 

         Las piedras y los palos,

         los gritos, los cristales y las huelgas,

         derechos inalienables

         del hambre.

 

DIAGNÓSTICO

 

         Entiendo cómo se siente, la angustia que quizá ahora, en los primeros minutos, sepa controlar pero que a buen seguro se hará con usted, con su cabeza, y acaso rompa la tranquilidad de su hogar, de los suyos. No es fácil, con esa información en la mano, ser el que fue hasta ahora: salir a la calle, enfrentar la rutina, los bares de siempre, los mismos bancos, los saludos. No es fácil compartirla con sus seres queridos. Imagino sin dificultad cómo se sentirá su esposa cuando se lo diga; busque el momento, la manera. He consultado con colegas, prestigiosos doctores que no han podido sino confirmar mi dictamen. No hay medicación o prescripción que pueda cambiar el desenlace. Del mismo modo sé que no hay palabras que yo pueda pronunciar ahora que vayan a hacerle sentirse mejor. Sólo puedo recomendarle que busque la proximidad de los suyos como el soldado herido en combate busca a sus compañeros en la niebla. Que se rodee de aquellos que le quieren, que les quiera, que se lo diga tantas veces como sienta la necesidad de hacerlo. No tema a las palabras: son pequeños milagros y como tales obran, si acertamos a articularlas en el momento exacto, no siempre es fácil. Elimine lo superfluo, dedique el tempo a aquello que realmente merece la pena: sea egoísta. Piense en usted. Y no tome decisiones. No las tome ahora, concédase un tiempo. No es fácil escuchar un diagnóstico así, no hay estudios, ni viajes realizados, ni consejos que te preparen para escucharlo. No nos preparan. Nos para estudiar, para tener hijos, nos preparan para trabajar aquí o allá, para amar y para olvidar después. Pero a la luz de los síntomas que nos ha referido en sus visitas del doce del dos y del quince del tres, realizadas cuantas pruebas se han considerado necesarias, y a tenor de los resultados de las citadas pruebas, análisis, punciones, radiografías y biopsias, me veo en la difícil obligación de comunicarle que le queda a usted toda la vida por delante.

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POR QUÉ NO SOY FEMINISTA


 

POR QUÉ NO SOY FEMINISTA

JESSA CRISPIN

 

1978. LINCOLN. Estados Unidos

 

         El feminismo que yo defiendo es una revolución total, una revolución donde las mujeres no solo tendrían derecho a intervenir en el mundo tal y como es –un mundo intrínsecamente corrupto concebido por el patriarcado para subyugar, controlar y destruir a quien lo desafíe. (…) El mío no es un feminismo de cambios graduales que se acaba revelando como más-de-lo-mismo. Es un fuego purificador.

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         Lo invendible es ahora una estrategia de márquetin. Las celebrities, las cantantes, las actrices… todas enarbolan orgullosas la palabra. La encontramos en las revistas de moda, en los programas de televisión, en las canciones. El feminismo es tendencia.

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         Si queremos que el feminismo resulte aceptable para todo el mundo hay que asegurarse de que sus objetivos no incomoden a nadie, de modo que las mujeres que defendían un cambio radical han quedado fuera. Lograr que la gente se sienta incómoda era la clave del feminismo.

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         Lo peor de todo, sin embargo, es la tendencia del feminismo contemporáneo a ver a las mujeres en el poder como un bien en sí mismo; mujeres como Hillary Rodham Clinton, que siendo senadora anuló programas de bienestar social con graves perjuicios para las mujeres y niños pobres y apoyó intervenciones internacionales que provocaron la muerte y el sufrimiento de miles de civiles… (…)

         Las mujeres que se comportan con la misma crueldad que sus homólogos masculinos no son heroínas, no son modelos a seguir.

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         El feminismo se ha desvirtuado en nombre de la avaricia y el poder. Ha caído seducido por todos los placeres que ofrece el mundo patriarcal, abrumado por la ingente cantidad de trabajo que sería necesaria para destruirlo. (…)

         Para triunfar en el mundo patriarcal, nosotras mismas adoptamos el papel de patriarcas.  

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         Todas las instituciones de mi país de origen, Estados Unidos, desde el sistema judicial a la industria bancaria, desde el sector inmobiliario al sistema educativo, son al mismo tiempo un producto del patriarcado.

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         El patriarcado es algo que va más allá de la libertad personal de la mujer. No se trata de nosotras contra ellos. Es el sistema que permite a los poderosos conservar su posición por medio del control y la opresión de la mayoría. La misoginia, al igual que el racismo, la homofobia y cualquier término que se nos ocurra para catalogar el miedo y el odio patentes hacia los pobres, es una extensión natural del patriarcado.

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         Ahora que las mujeres crecen con ese acceso al poder, no veremos un mundo más igualitario, sino el mismo, solo que con más mujeres.

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         El movimiento feminista y la lucha por los derechos civiles tenían un objetivo común: desmantelar la jerarquía por la que se ha regido durante siglos la sociedad occidental.

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         Siempre es más fácil sentir que valemos si menospreciamos el valor de otro. Es más fácil decirlo que no somos que hacer un recuento veraz de nuestras cualidades. (…) …si los malos son ellos, entonces nosotras somos las buenas, y cualquier cosa que hagamos en su contra es por un bien mayor.

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         Solo dentro de la estructura patriarcal tienen las mujeres sus libertades restringidas. Dejarla atrás supone renunciar a las recompensas que dicha estructura concede a cambio de colaborar con ella, pero también nos devuelve la capacidad de acción.

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         No nos gusta admitir que la demonización de los hombres heterosexuales sigue el mismo patrón de odio y prejuicio que alimenta la misoginia, el racismo y la homofobia.

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         Es preocupante que esperemos que ese instrumento patriarcal que es la justicia penal –una fuente de sufrimiento que se alimenta de las injusticias hacia los pobres- sea el que resuelva los problemas de seguridad de las mujeres.

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         Si continuamos definiendo la identidad de nuestro grupo en base a lo que nos han hecho, seguiremos siendo objetos en lugar de sujetos.

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         Tenemos que empezar a alzarnos por encima de las estructuras que nos han dejado. La manera en que organizamos nuestras vidas, nuestros hogares, nuestro trabajo, nuestra alma: tenemos que concebir una visión del mundo radicalmente nueva. Es más importante que nunca.

         Y si esto no te interesa, si solo quieres una vida cómoda, si solo quieres ganar dinero, ver los programas que te gustan y que te vaya lo mejor posible en la vida, entonces reconócelo: tú no eres feminista. Asume la verdad y no le des más vueltas.

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UNA MUJER EN BERLÍN




UNA MUJER EN BERLÍN,
Anotaciones de diario escritas entre el
20 de abril y el 22 de junio de 1945

MARTA HILLERS
26 mayo de 1911.KREFELD. Alemania
16 junio de 2001. BASILEA. Suiza

--Existe una película del mismo título de 2008 del director Max Färberbôck
--Se publicó anónimo, después se supo el nombre de la autora.

Según los cálculos más fiables, más de cien mil mujeres fueron violadas en Berlín en las postrimerías de la guerra. (De la introducción).
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         VIERNES, 20 DE ABRIL DE 1945, CUATRO DE LA TARDE
         Sí, la guerra viene arrollando sobre Berlín. Lo que ayer era tan solo un retumbar lejano es hoy un redoble constante. Se respira fragor de mortero.
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         Como ya no poseo nada, me siento dueña de todo.
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         Por lo demás se trata de la habitual gente de un refugio sentados en las sillas habituales de refugio…la mayoría perteneciente a la alta y pequeña burgesía, salpimentada de elementos proletarios.
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         La señora W. dice: “Más vale un ruso en la barriga que un americano en la cabeza”. (Por los bombardeos constantes de los americanos).
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         Me viene a la mente un chiste de refugio que escuché ayer:”¡Hombre, lo bien que estaríamos ahora si ése (Hitler) hubiera sido un aborto!”
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         Se oye decir ya por todas partes que buscan (los rusos) a las más gordas. Gordura es sinónimo de belleza, ya que eso significa ser mujer, mayor contraste en relación con el cuerpo del hombre.
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         Arriba, junto a la puerta entreabierta por la que se cuela algo de luz, uno delos hombres hace guardia mientras el otro desgarra mi ropa interior, haciéndose camino violentamente…
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         Luego dije en voz alta: ¡Maldita sea!, y tomé una determinación.
         Está más claro que el agua: aquí hace falta un lobo que me defienda de los demás lobos. Un oficial, del más alto rango, comandante, general, lo que pueda pillar ¿Para qué tengo yo, si no, mis sesos y mis pocos conocimientos de la lengua del enemigo? (…)
         Oí cómo Grischa les ponía al corriente del tabú, le oí nombrar a Anatol. Y estoy de lo más orgullosa de haber logrado domesticar a uno de los lobos, acaso el más fuerte, para que me mantenga lejos del alcance de la manada.
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         Luego, poco después, le digo a oscuras lo dolorida y escocida que estoy y le pido que sea suave. Fue suave y cariñoso sin decir palabra. Pronto hubo calma y me dejó dormir.
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         Pero nuestro país, nuestro pueblo…¡Qué dolor el nuestro! Nos han dirigido delincuentes y tahúres, y nosotros nos hemos dejado conducir, como las ovejas al matadero.
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         MI cuna religiosa se perdió para siempre. Dios y el Más Allá se convirtieron en símbolos, en ideas abstractas. ¿Progreso? Sí, para hacer bombas cada vez más grandes…
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         En la enciclopedia, esos bultitos son el síntoma característico de una incipiente sífilis. Hacen acto de presencia entre tres y cuatro semanas después del contagio. La viuda hace sus cálculos… Por cierto, entretanto han encontrado una expresión oficial para las violaciones: “relaciones coactivas”…
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         Dicen que engrandes campos de concentración se han quemado a millones de personas, la mayoría judíos… Y los más fabuloso: todo parece estar anotado con esmero en gruesos libros, una contabilidad de la muerte.
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         Vomita por la mañana el escaso pan seco que come. El mongol que la forzó lo hizo cuatro veces seguidas.
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         Me temo que para nosotros no significará una gran diferencia bajo qué fuerzas de ocupación nos encontremos, ahora que nuestros vencedores se han abrazado tan calurosamente a orillas del Elba.
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QUÉ ES LA ESTUPIDEZ




¿QUÉ ES LA ESTUPIDEZ?

Extracto del artículo de
Profesor de teoría de la comunicación, Universidad de Castilla-La Mancha

PÚBLICO.ES  03/08/2020
Digámoslo así: todos cometemos estupideces. Todos somos estúpidos en un grado mayor o menor. Una vida sin tonterías sería demasiado aburrida, al fin y al cabo. Quizás, discurrir sobre la estupidez sea también una soberana necedad. Pero…
Si la Humanidad se halla en un estado deplorable, repleto de penurias, miseria y desdichas es por causa de la estupidez generalizada, que conspira contra el bienestar y la felicidad.
La estupidez es la forma de ser más dañina. Es peor aún que la maldad, porque al menos el malvado obtiene algún beneficio para sí mismo, aunque sea a costa del perjuicio ajeno. Nos lo decía el historiador Carlo Cipolla en la Tercera ley fundamental (ley de oro) de la estupidez:
"Una persona estúpida es una persona que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio". (…)

La estrechez mental
En 1866, el filósofo Johann Erdmann definió la "forma nuclear de la estupidez". La estupidez se refiere a la estrechez de miras. De ahí la palabra mentecato, privado de mente. Estúpido es el que sólo tiene en cuenta un punto de vista: el suyo. Cuanto más se multipliquen los puntos de vista, menor será la estupidez y mayor la inteligencia.
Es por ello que los griegos inventaron la palabra idiota: el que considera todo desde su óptica personal. Juzga cualquier cosa como si su minúscula visión del mundo fuera universal, la única defendible, válida e indiscutible.
El estúpido padece egoísmo intelectual. El estúpido es tosco y aun así fanfarrón. Niega la complejidad y difunde su simplicidad de forma dogmática. Opina sobre todo como si estuviese en posesión de la verdad absoluta. Es un ciego que se cree clarividente.
A través de la filosofía tratamos de valorar otros puntos de vista. Luchamos contra el embrutecimiento. Ampliamos horizontes y ponemos en cuestión nuestro comportamiento y manera de pensar.
De esta forma se intenta atenuar la estupidez: al ejercitar la duda y la autocrítica. Al dejar de enfrascarnos en nuestra propia imagen, como ocurría en el mito de Narciso. El estúpido está enamorado de sí mismo e ignora todo lo demás. Incluso lo desprecia con autosuficiencia. (…)

La estulticia es altamente contagiosa y se alimenta de grandes ideales difusos, de lugares comunes, de proclamas simplistas: todo es negro o todo es blanco.
El único punto de vista legítimo es el de un grupo social determinado, el de una facción concreta: la nuestra. La estupidez se emparenta con la intolerancia y la ausencia de diálogo. Es un hermetismo mental y gregario. Se expande mediante consignas engreídas y sin fundamento, coreadas en un clamor colectivo esperpéntico. (…)

En su presunción, el estúpido se obstina con tozudez en lo baladí y accesorio. Es inepto a la hora de jerarquizar prioridades. Como sugería Nietzsche, la estupidez más común consiste en olvidar nuestro propósito. (…)

Se trataría de discernir con rigor y exactitud las complejidades de la vida. Pero las majaderías se extienden con la rapidez del pánico. Podría decirse que hoy en día se viralizan como la pólvora. Adivine usted a qué me refiero…
Uno de los remedios contra la estupidez es la modestia. Así, es inteligente cuestionar lo que uno hace y piensa. Quien vive en el "quizás" en lugar de en las afirmaciones rotundas y contundentes, se aleja de las memeces. Quizás lo que creemos inteligente no sea más que una sandez. Era la duda que planteaba Erasmo de Rotterdam.
Y una buena cura de humildad es la risa inteligente. De Aristófanes y Luciano de Samósata a Jonathan Swift, Mark Twain o Groucho Marx, satirizar la estupidez de nuestra vida siempre es un ejercicio de buen entendimiento. Nos hace ver que las convenciones sociales son en muchos casos absurdas y lerdas. (…)

Hay estúpidos en la misma proporción en todos los estratos económicos y culturales, corrientes políticas y geografías. O incluso podría usted pensar que yo mismo adolezco de una estupidez envanecida. Y no le faltaría razón.
La cruzada contra la estupidez está perdida de antemano. Decía Albert Camus en La peste que "la estupidez siempre insiste".
Puede ser que tuviésemos que formular cada cierto tiempo, como hacía el escritor Giovanni Papini, la pregunta fundamental para acabar de una vez con la estupidez (al menos funcional): ¿soy un imbécil?
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EL BOBO DE KORIA

Emprendedores

Si hace treinta años nos hubieran juntado a los cuatro y nos hubieran dicho: ¡Vosotros sois emprendedores! Supongo que nos hubiéramos mirado extrañados y hubiéramos soltado alguna risita por lo bajini. Nosotros no éramos emprendedores, la categoría solo nos llegaba para ser cuatro desgraciados que nos metimos en un lío para sacar nuestras vidas adelante.
El asunto era que a tres de nosotros, nos echaron a la calle, según fueron caducando nuestros contratos y justo cuando la empresa debía hacernos fijos. Teníamos uno de los peores trabajos que puede haber: montadores de antenas profesionales y las estructuras metálicas que las soportan. Para que se hagan una idea, trabajar de veinte metros para arriba, así hasta llegar a los ciento veinte. En unos años en que las medidas de seguridad eran de risa, por llamarlas de alguna manera. Nos exprimieron durante tres años con la promesa de que acabaríamos fijos, y fuimos todos a la calle.
Javier fue el más listo, y viendo el mercado que se abría con el boom de la telefonía móvil, pidió la cuenta y luego el paro por adelantado para montar su propia empresa. El fue el que nos llamó.
La historia no pintaba mal, aunque a mi lo de hacerme autónomo no me volviera loco. De haber sabido lo que vendría después desde luego no me habrían visto el pelo.
El dinero del paro acumulado y pagado por adelantado fue de 1.200.000 pesetas de la época, un buen pellizco, que a cuatro neófitos como nosotros parecía un gran capital para empezar un negocio, pero que en realidad no nos llegó ni para alcanzar el semestre. Las empresas que nos contrataban para montar las torres de telefonía pagaban por ellas alrededor de 800.000 pesetas, pero en pago fraccionado a 30, 60, y 90 días. Todos los gastos de material, dietas y alojamiento corrían de nuestra cuenta.
En aquellos años, buscar un camión grúa con altura suficiente para levantar una torre, era un problema, en muchas ciudades no existían, y había que traerlas desde Madrid. Solamente la fianza para esta operación costaba 100.000 pesetas, problemas similares surgieron con las excavadoras y el suministro de hormigón. Gastos, gastos, gastos y peleas. Cuando llevábamos aproximadamente dos meses, nos quedamos sin dinero, a pesar de haber montado unas cuantas torres, teníamos casi todos los cobros pendientes.
Supongo que muchas personas saben lo que es la desesperación, yo puedo hablar de la que sufría en esa época. Recién divorciado, perdido, compartiendo piso con dos tipos ajenos y extraños y bien podría decir, sin trabajo, porque claro, la falta de fondos no priorizaba nuestros sueldos. Contaba los días que faltaban para el siguiente cobro, seguíamos viajando por toda España, y complicándonos más la vida si hubiera lugar. Recuerdo terminar un montaje en Blanes, bajar de la torre de noche, montando el balizaje, y después de pasar todo el día colgado a 60 metros, decidimos volver a Madrid conduciendo toda la noche porque no teníamos dinero para el alojamiento o preferíamos ahorrarnos el poco que teníamos.
Pero lo peor llegaría más tarde, cuando empezamos a firmar talones en blanco. O incluso nos fuimos de un hostal sin pagar las habitaciones que habíamos ocupado durante una semana. Es cierto que meses más tarde Javier se encargó de pagarlas y de disculparse, pero claramente habíamos traspasado una línea. En ese punto yo les haría otra pregunta: ¿Emprendedores o delincuentes? Delincuentes de pacotilla por supuesto, porque ya me contarán donde estaba el beneficio o la diversión.
Resumiré el final de aquella amarga historia contándoles que yo abandoné el barco el primero, después de que me peleara con un compañero al que en aquel momento podría haber matado, ciego como estaba por la tensión, arrastrado por la locura de la que estaba preso. A los dos meses más o menos la empresa Telsocer C.B. acabo enterrada en su pésima ambición. Luego llegaron los pagos. Pude recuperar algo de sueldo regalando mi profesionalidad, y olvidándome de categorías, horas, etc.

En la actualidad se siguen abriendo empresas como aquella, basadas en la ilusión de los desgraciados que las abren y se revientan intentando mantenerlas a flote. Pocas cosas han cambiado, bueno, salvo una quizás. Cuando te hablan de su proyecto se nombran a si mismos como emprendedores, quizás se creen llamados a ser algo especial, que forman parte activa de Hacienda, o del país, los tristes no se dan cuenta que sólo son otros desgraciados más que acabarán como nosotros: Triturados por ésta máquina de hacer dinero del que nosotros no veremos ni un real.


el reverendo Yorick.