Hace años le decíamos esta frase a un compañero de trabajo que se daba aires de moderno contándonos que resolvió algunos problemas administrativos mediante el envío de burofax. El tipo no se esperó que nos lo tomáramos a broma y cabreado dejo de hablar del asunto. No recuerdo los años que hace de esta historia, pero no hace ni dos meses la empresa donde trabajaba me despidió utilizando el mismo medio. Como era de esperar, el caso mío y el de otros cuantos compañeros pasó desapercibido, es lo que tiene ser un pringado, que tus asuntos no le interesan a nadie. Sin embargo, si el caso es el de un futbolista famoso, no se preocupen que se enterará todo el mundo, aunque no le guste el fútbol.
Y es para que a uno le entre un estremecimiento por la espina dorsal, que una empresa con toda la frialdad del mundo te trate como mercancía, te quedas con la sensación de que te han manoseado todo el cuerpo con unos guantes de látex puestos con la indiferencia de alguien dedicado a procesar pollos. Se cuenta por ahí, que ahora te investigan tus redes sociales, para escudriñar que clase de persona eres y cual es tu comportamiento social. Lo bueno, es que en este caso, si eres un pringado, no creo que nadie se moleste en seguir tu rastro digital. Sencillamente te contratan y cuando no les convenga te mandan un burofax para comunicarte que te puedes largar por donde viniste. Frialdad extrema ahora que estamos en verano.
Yorick.
1 comentario:
Como siempre, Yorick, en el clavo.
Saludos
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