LIMPIACULOS REAL
LIMPIANDO AL REY
DESESPERADAMENTE
Del artículo de DAVID TORRES
en PÚBLICO. 21-08-2020
Hasta hace muy poco, concretamente hasta
1901, existía en Gran Bretaña una noble profesión que consistía en limpiar el
culo del rey. Según cuenta una entrada de Strambotic, que a su vez resume un
artículo de Historic-U.K., el cometido del Groom of the Stool era
mantener en perfecto estado de revista el trasero real, lo que requería cargar
una silla fabricada ex profeso con un agujero, apartar los pesados ropajes que
llevaban encima los monarcas, darle conversación durante el tránsito intestinal
y limpiarle luego a conciencia, lo cual no dejaba de ser engorroso en una época
en que escaseaba tanto el papel. Al contrario de lo que se pudiera suponer, se
trataba de un cargo de mucho prestigio, ambicionado por los jóvenes vástagos de
las grandes familias hasta el punto de que uno de los nueve "novios del
taburete" de los que disfrutó George III llegó a alcanzar el puesto de
Primer Ministro.
En España, que se sepa, el oficio nunca
prosperó, aunque visto el caudal de lameculos que han salido en defensa del rey
emérito, está claro que no sería por falta de candidatos. Ahora, además, no hay
ningún problema con el papel, especialmente papel de periódico. Dalí, siempre
obsesionado con la escatología, cuenta que en El Escorial los grandes pintores
iban al cagadero real para ampliar los colores de su paleta, mientras que en
Francia, tras el nacimiento del Delfín, se recogía la mierda del pequeño
heredero al trono y se pedía a los grandes pintores de la corte que se
inspirasen en el cromatismo de los moñigos principescos. Hoy día, entre las
toallitas húmedas y los retretes con chorro a presión incorporado, el sirviente
íntimo parece una figura innecesaria, sólo que los excrementos metafóricos son
mucho más difíciles de quitar y precisan de operaciones bastante más delicadas
que el papel higiénico.
La más espectacular, por el personal
implicado en ella, es el manifiesto que han firmado más de setenta ex
ministros, ex presidentes autonómicos y altos cargos defendiendo la figura del
rey, reprochando la investigación emprendida para aclarar sus numerosos delitos
fiscales y lamentando el escándalo de su huída a Emiratos Árabes Unidos. Se
trata de un auténtico catálogo de figurones de la Transición, tanto del PSOE y
del PP como de la extinta UCD… (…)
Entre el ser y el parecer, el propio
Juan Carlos sería el primero en preguntarse qué habrá hecho él distinto a sus
antepasados, una histórica ristra de rijosos, ladrones y holgazanes de marca
mayor. Por lo demás, difícilmente podría construirse una lista de abogados
defensores más apropiada que la encabezada por Martín Villa, un ministro de
raigambre franquista acusado de varios delitos de homicidio y crímenes contra
la humanidad; Esperanza Aguirre, una ex presidenta que amamantó una banda de
cuatreros a sus faldas e imputada en diversas tramas corruptas; y Alfonso
Guerra, el chistoso vicepresidente que tuvo que dimitir, implicado en una
acusación de tráfico de influencias en medio del proceso contra su hermano Juan
Guerra. Visto el percal, en la lista de novios del taburete borbónico únicamente
faltaban otros personajes esenciales de la Transición, como Mario Conde, Roldán
o el Dioni. Normal que el rey haya decidido exiliarse con los amigos del Golfo.
--
EL BOBO DE KORIA (ERECOPILADOR)
No hay comentarios:
Publicar un comentario