EL CABALLO NEGRO
BORIS SÁVINKOV
1897, JÁRKOV. Ucrania.
1925, MOSCÚ
Sigo el camino de la vida
Como un caballo desbocado.
B. SÁBINKOV
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…fue el autor intelectual de dos
magnicidios que constituyeron el “principio del fin”, el ocaso del régimen
zarista: el del ministro de Interior Viacheslav von Plehve, en 1904, y, un años
después, el del gran duque Serguéi Románov, suceso que inspiró Los justos de
Albert Camus.
“Estamos todos condenados. Lo
importante es salir dando un gran portazo, lo suficientemente fuerte como para
que el estruendo quede grabado en la memoria de la Humanidad”.
“¿A qué me dedicaría si no fuera
terrorista? No lo sé, no puedo responder a esta pregunta. Pero algo he
aprendido de las experiencias difíciles: no tengo interés alguno en una
existencia pacífica”.
(De la Introducción
de Marta Rebón y Ferran Mateo)
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No me importa quién ostente el poder en
el país: si la Cheká bolchevique o la Ojrana zarista. Después de todo, se
recoge lo que se siembra. ¿Qué ha cambiado? Nada, salvo los nombres. ¿Hay que
blandir la espada por tanta vanidad?
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Los animales salvajes matan cuando los
atormenta el hambre, pero el hombre mata por cansancio, por pereza, por
aburrimiento. Así es la vida.
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Y para los obreros de Rusia
habrá de llegar el día en que
disparen a Trotsky y Lenin
y a toda la escoria.
(De una canción)
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Estamos hechos de la misma pasta.
Peleamos entre nosotros, pero la población maldice por igual tanto a los
Blancos como a los Rojos.
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Sales a la calle, por ejemplo a las
cuatro de la tarde, y vaya hervidero de gente, la vida humea: paseos en
carruajes, prostitutas, especuladores, comisarios… Exactamente igual que antes
de la guerra, en tiempos del zar. Este, justamente este, es el poder de los
obreros. No huele a comunismo ni por asomo.
EL
BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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