NO, MAMÁ, NO
VERITY BARGATE
1940. EXETER.
Reino Unido
18 mayo de
1981. LONDRES. Reino Unido
Lo que más me impresionó cuando me
dieron a mi segundo hijo y lo cogí en brazos fue la total ausencia de
sentimientos. Ni amor. Ni cólera. Nada. (…)
Cerré los ojos e intenté imaginar un cuadrado
negro sobre un cielo negro, cualquier cosa con tal de apartar el recuerdo de
esa berenjena más bien pesada que me habían arrojado a los brazos en nombre de
la maternidad. (…)
“Despierte, madre, el niño tiene sed”,
y lo conectaron a mi pecho dócil con una precipitación que parecía innecesaria.
Tardó una eternidad, agitando el hocico como un cerdo hozando en busca de
trufas. (…)
Empecé a balbucear que iban a mandarme
a casa con un crío a quien no quería y que no podía hacerme responsable de mis
actos y que vivía en un piso alto y que qué ocurriría si tiraba el crío por la
ventana porque no lo quería, no lo quería, no lo quería
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Me gustaría poder decir que hicimos el
amor, pero no quedaba ningún amor por hacer.
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Estuve mucho rato despierta en la
oscuridad mirando el techo con los ojos bien abiertos, contemplando las formas
que trazaban las luces de neón de los casinos y clubes de striptease. La
habitación adquiría un aspecto exótico y excitante que se contradecía
totalmente con la realidad de su olor a bebé.
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Era un gran lujo poder estar sola de
ese modo, en el limbo; sin ser la esposa ni la madre de nadie. Solo Jodie.
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…y me pregunté qué haría la mujer si me
plantara frente a ella y le dijera: “Sí, fumo delante de mis hijos, les paso
las hojas del periódico por la cara y para colmo ni siquiera los quiero”.
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¿Cómo podría decirle a Joy que mis
hijas en realidad eran hijos?
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EL
BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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