EL DINERO DE HITLER


EL DINERO DE HITLER
RADKA DENEMARKOVA

14 marzo de 1968. República Checa


         -Me llevaron a un campo de concentración. Los nazis. Mataron a papá, a mamá, a Rozálie. Los nazis. Además, por qué me justifico… Ésta es mi casa y aquí me quedo.     

         Manosean los pechos de las mujeres bajo las blusas y se carcajean ,cachean por todas partes los cuerpos de sus víctimas, les arrancan los relojes, los collares. También los pendientes, que no se molestan en soltar antes. Basta un poderoso tirón, un quejido, y los brillos dorados de los lóbulos se transforman en adornos granates con forma de lágrimas.

         Durante unos segundos veían la auténtica realidad de allí y lo único que podían hacer ere emitir un débil aullido. No podían creerlo, no creían ni a sus propios ojos, sus mentes no estaban preparadas. Marchaban hacia las cámaras de gas con bendita ignorancia.

         Cuando uno conoce lo que la vida significa y la poca justicia que existe, debería irse a tiempo. Pero siempre queda la esperanza de que haya algo oculto. Algo que uno va a conocer, que va a entender en el próximo minuto, a la vuelta de la esquina. Y que hará que todo cambie definitivamente.

         Las voces del televisor pertenecen a personas artificiales Maniquíes repeinados que caminan por una habitación de cartón piedra cuidadosamente decorada. Salen de su agujero como cucarachas, pasean su cuerpo por la pantalla, pisan el televisor, se sientan sobre él, balancean las piernas, se suben a las cortinas y luego se deslizan hacia abajo, hasta que vuelven a la caja.

         Enjulio de 1945 le quitaron a mi padre todas sus propiedades: el palacete, la hacienda, 270 hectáreas de terreno, los talleres, la destilería. Los funcionarios aplicaron el decreto número 12 de Benes, que expropiaba las propiedades “de los traidores y enemigos del estado checo.(…)
         Y el resto se lo repartieron entre los setenta y cinco habitantes de Puklice.

         ¿Por qué, se preguntaba, nunca llegamos a conocer lo que es fundamental de la vida humana? No es porque la historia llegue a su fin, sino porque se termina la provisión de palabras disponibles. Sí, eso es: con las palabras pueden cometerse muchos crímenes.
         Pero con ellas, no se puede defender nada.

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)



No hay comentarios: