La lotería

Asistimos estos días a una de las mayores estafas pertrechadas por muchos estados: La venta de sueños. Mediante la treta de poner ante tus ojos lo que podría cambiarte la vida si tu número fuera el premiado, se monta uno de los negocios más lucrativos para quienes lo idearon, pues el capital invertido, los premios a repartir, y el brutal beneficio, salen todos del mismo sitio, los paupérrimos bolsillos de los viandantes. ¿Y cómo se consigue esto? Bueno, es una ecuación fácil, primero y como decíamos antes, la venta de sueños, uno concretamente, el que de la noche a la mañana, cualquiera pueda salir del pozo mediocre de su vida a través del dinero. Basicamente esta es la cuestión principal, el resto son adornos que sirven para lavar conciencias usureras, como el hecho de realizar el sorteo a las puertas de la navidad, y así disfrazar toda la pantomima de buenos deseos y generosas donaciones por parte de los premiados.
Un sorteo en el que participan todas las fuerzas vivas del país, no es extraño escuchar en los medios, como tal número se regala a la casa real, o al la diócesis de tal o cual ciudad, en un fétido intento de humanizar a esos esclavistas modernos, cuya complicidad en el desplume de la población no podría ser más evidente.
Decía una señora ante las cámaras, que para ella el sorteo de la lotería de navidad, era el comienzo mismo de la navidad. Lógico, que una fiesta basada en el consumo desatado abra sus puertas con un gasto superfluo.
¿Cuántas personas al límite con economías al límite no habrán apurado para comprar un décimo o una participación?
Se vende prácticamente todo, el dinero que se recauda es impresionante, una pequeña cantidad ira destinada a premios, y estos a su vez serán esquilmados por impuestos, con lo que otro gran pellizco vuelve a sus manos.
Da nauseas pensar en todo esto, y lo más terrible, como decía una canción: "el futuro tiene forma de billete de lotería"

Feliz Falsedad.

el reverendo Yorick.

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