PERRO CORTIJERO... SABE


No pertenece a la especie de los cánidos. Por su forma, se asemeja a un humano (las desgracias no vienen solas). Pero, abyecto, miserable y ruin, como es, se diría que pertenece a una subespecie. Su hábitat es muy variado, pero siempre se dan las constantes del amo que defender y el trigo que guardar.
Su olfato no le engaña nunca. Perro Cortijero, sabe. Tiene olfato de perro viejo (no cánido). Huele a los negratas... a los sudacas... a los morancos... a los gitanacos...a los rotos de cualquier procedencia. A todo el que tiene el ánimo de coger (él lo sabe) algo sin pagarlo en caja. Perro Cortijero, sabe. No ha recibido ningún curso de psicología, no ha leído a Lombroso, ningún estudio sobre fisonomía ni psicología... pero, Perro Cortijero, sabe que no debe dejar entrar en la sala al que él sabe. Perro Cortijero, sabe.
No dobla la pata como el sabueso al husmear la pieza. No, Perro cortijero acariciará la empuñadura de su porra o la culata de su pistola, o adoptará la estúpida postura del protagonista de alguna película de su culto. Sólo él sabe lo que siente en ese momento. Perro Cortijero, sabe. Ha olido la presa y se siente dotado de un inmenso poder con su lomo arrimado al muslo de su amo. Perro fiel es Perro Cortijero.
No nació perro (cánido), al principio fue persona. Su metamorfosis se operó cuando se puso un uniforme o un distintivo. Todo su metabolismo cambió radicalmente. Hay subespecies de Cortijero. Algunos de ellos son especiales para las jaurías. En determinados momentos son achuchados por sus jefes-amos contra grandes grupos de personas. Y en esos momentos, también saben. Saben a quien morder antes, a quien aporrear... a quienes disparar, si se tercia. Porque Perro cortijero, sabe.

EL BOBO DE KORIA


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