LA BUENA
TERRORISTA
DORIS
LESSING
22 octubre de 1919.KERMANSHAN. Irán
17 noviembre de 2013. LONDRES. Inglaterra
También sabía que en las comunas de
este tipo había personas que pagaban y otras que no y que nada podía hacerse
para cambiarlo.
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“Contra -la estupidez- hasta los mismos
-dioses –luchan- en vano”, recitó su madre, separando las palabras,
presentándoselas a Alice, no porque esperase nada de ella, sino para recordarse
a sí misma cuán inútil era todo.
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-Debería venir a ver este sitio. Es una
vergüenza que en algún momento haya podido llegar a considerarse conveniente su
demolición. Alguna cabeza debería caer por ello. Y estoy segura de que caerán
varias cabezas. Son dos casa perfectamente sólidas, en buen estado.
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Sólo de pensar en esa cama, en la vida
que implicaba, Alice ya se sentía amenazada. Condenados a pasar toda una vida
los dos juntos en esa cama, bebiendo tazas de café y mirando a las personas que
no eran como ellos con esa expresión de cauteloso rechazo.
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A Jasper o a Bert no se les había
pasado por la cabeza que pudieran rechazarlos, que no los considerasen lo
bastante buenos.¿El IRA no se había tomado en serio a Jasper y Bert?
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-Todos vosotros –chilló- nunca
levantáis ni un dedo, nunca hacéis nada, parásitos, mientras las personas como
yo se ocupan de que todo funcione…
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Alice se enteró entonces de que las
bombas serían accionadas por un mecanismo de relojería y no mediante algún
control electrónico. Se quedó de piedra. En todas las anteriores discusiones se
había planteado de Jocelin permanecería en algún lugar próximo y-después de
observar la situación en la calle- ella escogería el momento exacto. (…)
-“La moral tiene que subordinarse a las
exigencias de la revolución”. V. I. Lenin –dijo Bert, exhibiendo una gran cantidad
de dientes blancos. Todos se rieron y Alice comprendió, por sus repentinos
intercambios de miradas, que se sentían incómodos.
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En todo ese costado del hotel era una
escena de desastre; cuerpos sobre la acera, algunos inmóviles, otros que
intentaban sentarse o levantarse; fragmentos de metal, de cristal astillado,
bolsos, cascotes de obra, sangre. (…)
El IRA (en Irlanda) declaraba que no
tenían nada que ver con las bombas del día anterior y que les destrozarían las
articulaciones de la rodilla a quienes hubieran cometido esos actos en su
nombre. Ellos no eran partidarios de asesinar a personas inocentes, declaraba
el IRA (en Irlanda).
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EL
BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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