AMO Y CRIADO


AMO Y CRIADO
LEÓN TOLSTOI

9 septiembre de 1828. YÁSNALA POLIANA. Rusia
20 noviembre de 1910. LEV TOLSTOI. Rusia


         Nikita, el único criado de Vasili Andreich que ese día no se había emborrachado, corrió a enganchar el caballo. La única razón por la que Nikita, bebedor empedernido, no estaba ebrio era que la víspera de la cuaresma, cuando se había bebido hasta el abrigo y las botas de cuero, había hecho la promesa de no beber más, y hacía más de un mes que cumplía su palabra…
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         Vasili Andreich no pagaba a NIkita los ochenta rublos que le correspondían por su trabajo, sino unos cuarenta, que no le entregaba de una vez y en fechas fijas, sino poco a poco y, la mayoría de las veces, no en efectivo, sino en productos de su tienda, a los que ponía un precio excesivo.
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         -Sería mucho mejor que os marcharais por la mañana –corroboraba el viejo.
         -¡No puedo, amigo, tengo que ocuparme de un asunto! –dijo Vasili Andreich-. Si pierdes una hora, no la recuperas en un año –añadió, acordándose del bosquecillo y de los comerciantes que podían frustrarle esa compra.
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         La gente cree que uno se abre camino porque tiene suerte. Pues ahí están los MIrónov, que ahora son millonarios. ¿Y por qué? Porque, cuando uno se esfuerza, Dios le ayuda. Mientras Dios me conserve la salud.
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         “¡Que se vaya al diablo ese bosque! Gracias a Dios tengo bastantes negocios y no lo necesito. ¡Ah, si me hubiera quedado a pasar la noche en Gríshkino! –pensaba-. Dicen que los borrachos suelen congelarse. Y yo he bebido.
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         Se daba cuenta de que iba a morir en medio de ese terrible desierto de nieve y no veía ningún modo de salvarse.
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         … apenas se veía ya el trineo, en cuyo fondo, bajo su amo muerto, yacía NIkita, que había entrado en calor.
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         Sólo a mediodía unos mujiks desenterraron con palas a Vasili Amdreich y a Nikita, a treinta sazhens de la carretera y a media versta de la aldea. (…)
         Antes de morir pidió perdón a su vieja y le perdonó su relación con el tonelero. También tuvo tiempo de despedirse de su hijo y de sus nietos. (…)
         ¿Estará mejor o peor allí donde ha despertado, después de haber muerto de verdad? ¿Se habrá sentido desilusionado o habrá encontrado lo que esperaba? No tardaremos en saberlo todos.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
        

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