De NAWAL EL SAADAWI

LA CARA DESNUDA DE LA MUJER ÁRABE
NAWAL EL SAADAWI
27 octubre de 1931. KAFR THALA. Egipto

Escrito en 1977, publicado en España en 1991

         Se les impone la obediencia sin posibilidad de discusión. “Las discusiones las fomenta Satán”, escribió una periodista saudí, y continuó diciendo: “Colgad de Nawal al-Sa´adwi porque pide la liberación de la mujer”.

         En el fondo, los actuales movimientos religiosos son políticos y se refugian en las diferentes religiones existentes en Oriente y Occidente –desde el hinduismo y el judaísmo, hasta el cristianismo y el Islam- para perpetuar el sistema patriarcal y de clases, y el sistema esclavista.

         La religión, en concreto, es un arma utilizada muy a menudo en las sociedades tradicionales para anular los esfuerzos que tanto investigadores como otras personas interesadas realizan en busca de la verdad. Cada vez veo con más claridad que los poderes políticos y económicos utilizan, con demasiada frecuencia, la religión como instrumento a su disposición, y que los gobernantes se sirve de esta institución para someter a los gobernados.

         En nombre de la religión, miles de personas en los países del mundo árabe han sufrido y sufren una muerte terrible. Y en Egipto, so pretexto de la religión, las fuerzas del oscurantismo, la ortodoxia y la explotación, con el fin de servir a los intereses de unos pocos, se están agrupando e intentan despojar a la gente de su pan de cada día, de sus necesidades vitales.

         La primera agresión que sufre una niña en la sociedad es el sentimiento de que no es bien recibida cuando llega al mundo. En algunas familias, especialmente en las zonas rurales, la “frialdad” puede incluso convertirse en depresión y tristeza; o puede ocurrir que se castigue a la madre con insultos, con golpes o hasta con el divorcio.

         Para la sociedad árabe en general el himen sigue siendo la parte más importante y que más hay que cuidar del cuerpo de la chica, es más valiosa incluso que un ojo, un brazo o una pierna. Si una chica pierde un ojo, su familia no se afligirá tanto como si pierde la virginidad. De hecho, que pierda la vida es una catástrofe menor que si pierde el himen.

         A lo largo de toda la historia, las clases dirigentes han impuesto siempre a los asalariados los valores morales de la abstinencia, el estoicismo y la renuncia a los placeres mundanos, para que se contentaran con sus pagas exiguas y se alistaran voluntariamente en el ejército para luchar y defender los privilegios de otros. Sin embargo, a las clases altas se les permitía todo, la avaricia, la lujuria, la extravagancia y el placer a costa de la miseria de las sufridas masas populares.

         Si la religión viene de Dios, ¿cómo puede haber ordenado Dios al hombre que extirpe un órgano que Él mismo ha creado si no está enfermo ni deformado? Dios no ha creado los órganos del cuerpo al azar, sin sentido ninguno. No ha creado el clítoris simplemente para que sea extirpado al principio de la vida. Sería una contradicción en la que una verdadera religión o el Creador nunca podrían caer.

         La principal arma que se ha utilizado para contener cualquier revuelta de mujeres o jóvenes contra el sistema y los valores patriarcales ha sido el Islam y sus doctrinas. No hay duda de que la ola de fanatismo religioso que ha invadido muchos países árabes en los últimos años constituye una de las formas utilizadas por las clases dirigentes feudales y capitalistas para reprimir los movimientos contra el progreso. (…)
Afirman que la pobreza y las crecientes necesidades de millones de personas son una manifestación de la ira de Alá contra los se han apartado del Islam y sus enseñanzas. (…)
Hace poco tiempo, algunos líderes religiosos proclamaban que el poder y autoridad de los gobernantes eran el reflejo del poder y la autoridad de Alá. “El que insultara o desdeñara la autoridad de Alá, será humillado por Él. La autoridad de Alá puede estar representada por un emir (príncipe) en el Golfo, un rey en su reino o un presidente en una república. Todos ellos son, sin duda, personificaciones de la autoridad de Alá”.

En la historia Eva es más inteligente que Adán, pues comprende que el árbol prohibido es el que da el fruto más delicioso y estimulante de cuantos puedan existir: el conocimiento, y con él, la capacidad de diferenciar entre el bien y el mal. Ella era la sufientemente lúcida y sensible como para percibir que las advertencias de Dios para que no se acercara a la fruta prohibida ocultaban algo más, el propósito de reconciliar la verdad con el miedo; pues, en cuanto cogiera uno de los frutos y mordiera su jugosa carne, podría discernir entre el bien y el mal. Y desde ese momento estaría al mismo nivel que el Creador. (…) Eva triunfó sobre el Creador cuando consiguió que Adán la obedeciera a ella, en lugar de a Dios.

Isfahani escribe: “Cuando una mujer beduina se quería divorciar de su marido, orientaba la puerta de su tienda hacia el lado opuesto, de tal forma que si estaba hacia Oriente, la ponía hacia Occidente, y si estaba hacia el Sur, la orientaba hacia el Norte. Este cambio era suficiente para que el divorcio se consumara de inmediato”.

Mahoma, el Profeta, a pesar de su amor y comprensión por las mujeres advierte que: “Después de que me haya ido, no habrá mayor peligro que amenace la nación y que pueda crear un estado de anarquía que las mujeres”.

Ante el creciente número de mujeres que buscan y encuentran empleos fuera de la casa y que participan activamente en la vida social, los hombres árabes cada vez se muestran más inseguros y confusos. (…) A una mujer con personalidad y ambiciones, con los ojos bien abiertos, audaz y fuerte se la considera todavía fea, repulsiva y vulgar. En otras palabras, una perdida, una prostituta.

En los países árabes, en Occidente y en el lejano Oriente, la verdadera liberación de la mujer pasa por la total abolición de la sociedad de clases, de la explotación y del sistema patriarcal.

En la época del Profeta, las mujeres tenían derechos de los que hoy carecen muchos países árabes.

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)

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