De ÁNGEL GONZÁLEZ - I

ÁNGEL GONZÁLEZ MUÑIZ
Oviedo, 6 de septiembre de 1925
Madrid, 12 enero de 2008

INTRODUCCIÓN A LAS FÁBULAS PARA ANIMALES
Durante muchos siglos
la costumbre fue ésta:
aleccionar al hombre con historias
a cargo de animales de voz docta,
de solemne ademán o astutas tretas,
tercos en la maldad y en la codicia
o necios como el ser al que glosaban.
La humanidad les debe
parte de su virtud y su sapiencia
a asnos y leones, ratas, cuervos,
zorros, osos, cigarras y otros bichos
que sirvieron de ejemplo y moraleja,
de estímulo también y de escarmiento
en las ajenas testas animales,
al imaginativo y sutil griego,
al severo romano, al refinado
europeo,
al hombre occidental, sin ir más lejos.
Hoy quiero —y perdonad la petulancia—
compensar tantos bienes recibidos
del gremio irracional
describiendo algún hecho sintomático,
algún matiz de la conducta humana
que acaso pueda ser educativo
para las aves y para los peces,
para los celentéreos y mamíferos,
dirigido lo mismo a las amebas
más simples
como a cualquier especie vertebrada.
Ya nuestra sociedad está madura,
ya el hombre deja atrás la adolescencia
y en su vejez occidental bien puede
servir de ejemplo al perro
para que el perro sea
más perro,
y el zorro más traidor,
y el león más feroz y sanguinario,
y el asno como dicen que es el asno,
y el buey más inhibido y menos toro.
A toda bestia que pretenda
perfeccionarse como tal
—ya sea
con fines belicistas o pacíficos,
con miras financieras o teológicas,
o por amor al arte simplemente—
no cesaré de darle este consejo:
que observe al homo sapiens, y que aprenda.

ORDEN (POÉTICA a la que otros se aplican)
Los poetas prudentes,
como las vírgenes –cuando las había-,
no deben separar los ojos
del firmamento.
¡Oh, tú, extranjero osado
que miras a los hombres:
contempla las estrellas!
(El Tiempo, no la Historia.)
Evita
La claridad obscena.
(Cave canem.)
Y edifica el misterio.
Sé puro:
no nombres; no ilumines.
Que tu palabra oscura se derrame en la noche
sombría y sin sentido
lo mismo que el momento de tu vida.


AUTORRETRATO DE LOS SESENTA AÑOS
Si yo tuviese veinte años menos de los que tengo ahora.
sería aquel que en 1965 se decía:
si yo tuviese veinte años menos de los que tengo ahora.
sería aquel que en 1945 se decía:
si yo tuviese veinte años más de los que tengo ahora…


FINAL CONOCIDO
Después de haber comido entrambos doce nécoras,
alguien dijo a Pilatos:
-¿Y qué hacemos ahora?
El vaciló un instante y respondía
(educado, distante, indiferente):
-Chico, tú haz lo que quieras
Yo me lavo las manos.

EL CONFORMISTA
Cuando era joven quería vivir en una ciudad grande.
Cuando perdí la juventud quería vivir en una ciudad pequeña.
Ahora quiero vivir.

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


1 comentario:

Anónimo dijo...

Puagh!!!