MIQUIÑO MÍO
EMILIA PARDO BAZÁN.
16 de septiembre de 1851, La Coruña
12 de mayo de 1921, Madrid
BENITO PÉREZ GALDÓS
10 de mayo de 1843, Las Palmas de Gran Canaria
4 de enero de 1920, Madrid
PRÓLOGO
Mira, hija mía, los
hombres somos muy egoístas, y si te dicen alguna vez que hay cosas que pueden
hacer los hombres y las mujeres no, di que es mentira, porque no puede haber
dos morales para dos sexos.
JOSÉ PARDO BAZÁN
“En este desgraciado país, incapaces los hombres de
equipararse a las mujeres, se dedican a difamarlas”.
El ser humano para doña Emilia, no
tiene sexo. Los derechos que amparan al individuo en la sociedad no pueden
excluir a las mujeres. La consideración del sexo femenino, por tanto, debía
cambiar: “Lo
único que creo que se debe en justicia a la mujer es la desaparición de la
incapacidad congénita con que la sociedad la hiere. Iguálense las condiciones,
y la libre evolución hará lo demás”.
Galdós busca una relación tranquila,
discreta, alejada de las maledicentes “hablillas” que tanto le incomodan.
También parece proponer a Emilia algún tipo de sujeción moral, casi conyugal,
más en consonancia con lo establecido por la sociedad. Algo que ella no está
dispuesta a confirmar: “Qué ¿no has sido feliz esas últimas tardes? ¿No me dabas
el alma hasta las últimas raíces?¿Pues que te atormenta con eso?”.
El epistolario entre Emilia Pardo Bazán
y Benito Pérez Galdós conocido hasta hoy consta de noventa y tres cartas,
escritas entre el 5 de abril de 1883 y el 3 de marzo de 1915.
Madrid, principios de 1887
Amigo
Galdós ¡que me voy muy pronto! ¡¡Muy pronto!! ¡Y que además tengo que pedirte
un favor! ¡¡Un favor!! ¿Por qué no se viene V. a almorzar conmigoel domingo? ¿O
a comer? Contésteme, fíjeme dia y hora (si le es posible) y mande a su amiga Emilia.
La
Coruña, 16 de junio de 1887
…
Pero, amigo ¿cómo no puede leerse 3 tomos en un día? A mí aun me sobró tarde
que dedicar a mirar los hermosos castaños de Viesgo.
Balneario
de Mondariz, 1 de octubre de 1887
…
En ninguna de sus novelas (Fortunata y Jacinta)ha buceado V. más hondo en el
corazón humano, ni empleado más sinceros acentos para referirlo. Deme V. la
mano que se la estreche con toda la efusión del alma, maestro(aunque V. rabie).
Y
ahora, al amigo… ¡que me escriba!
Emilia
A principios de 1889, enterado Galdós de la
fugaz relación de doña Emilia con Lázaro Galdiano, se producirá una ruptura.
Ella lo reconoce abiertamente y le pide perdón pues no quiere perder a su
“amigo del alma”. Finalmente llega la reconciliación, que culminará con el
viaje a Alemania en septiembre de este mismo año.
Madrid,
26 de febrero de 1889
…Mi
infidelidad material no data de Oporto sino de Barcelona, en los últimos días
del mes de mayo –tres después de tu marcha.
Perdona
mi brutal franqueza. La hace más brutal el llegar tarde y no tener color de
lealtad. Nada diré para excusarme, y solo a título de explicación te diré que
no me resolví a perder tu cariño confesando un error momentáneo de los sentidos
fruto de circunstancias imprevistas.
Madrid,
20 de marzo de 1889
…
Y a propósito, ¿Mañana es San Benito Galdós? ¿Sí o no? Caso de serlo, sirva
esta de cariñosa felicitación. Así la reciba V. por espacio de treinta o
cuarenta años lo menos, para bien de las letras españolas, regocijo de los
lectores y berrinche general de los tontos.
La
Coruña, abril de 1889
…Si
el público supiese que tú y yo….(dibujo
de dos manos con los índices enfrentados) vamos, entonces aún se podría
compaginar eso de las humillaciones; pero el público, gracias a tu
maquiavelismo, está hecho un papanatas, así es que nada de malo que yo cometa
refluye en desdoro tuyo.
(…) En prueba te abrazo fuerte, a ver si de una
vez te deshago y te reduzco a polvo. En cuanto yo te coja, no queda rastro del
gran hombre.
(…)
Y ¿por qué me quieres tanto, di ratón? No lo merezco, bien lo sabes, aunque te
quiero también mucho y muy hondo.
(…)
Dime en qué te ocupas. No hagas conquistas, no te vengues en eso. Lo que te amo
te basta, mira que yo en un minuto te puedo dar más bienes y más alegrías que
nadie… (…) Te muerdo un carrillito y te doy muchos besos por ahí, en la frente
y en el pelo y en la boca. Gracias por tus bondades todas, y no me destierres
al fin de ese corazón mío.
La
Coruña, 20 de abril de 1889
…
¿Cómo me dices que no he de tener nostalgia de tus brazos? Pues a fe que suelo
yo estar fría y sin entusiasmo cuando me veo en ello. Merecerías que te
recibiese conyugalmente y no con
aquel frenesí nunca amortiguado que para ti tengo. Ahora te desharía a
apretones y tú te dejarías hacer.
La
Coruña, 27 de abril de 1889
Miquiño,
mi bien: me estás volviendo tarumba tus cartitas. Creo que jamás escribiste con
tanta sencillez, con una gracia más bonita y más tierna.
La
Coruña, 7 de mayo de 1889
…
Pánfilo de mi corazón: rabio también por echarte encima la vista y los brazos y
el cuerpote todo. Te aplastaré. Después hablaremos tan dulcemente de literatura
y de Academia y de tonterías. ¡Pero antes te morderé un carrillito!
París,
28 de septiembre de 1889
…
Hemos realizado un sueño, miquiño adorado: un sueño bonito, un sueño fantástico
que a los 30 años yo no creía posible.-
Le hemos hecho la mamola al mundo necio, que prohíbe estas cosas; a
Moisés que las prohíbe también, con igual éxito; a la realidad, que nos
encadena; a la vida que huye; a los angelitos del cielo, que se creen los
únicos felices, porque están en el Empíreo con cara de bobos tocando el violín…
Felices nosotros.
La
Coruña, 23 de abril de 1890
…Yo
iré a la hora que pueda, lo más cerca de las 6 que me sea posible. A ver si te
quito ese taedium vitae, y te pongo más fresco que una lechuga con mis ósculos.
EL BOBO DE
KORIA (RECOPILADOR)
1 comentario:
Genial! Gracias!
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