YO, YO Y YO 2/2

YO, YO Y YO (Edit. 1971)   2/2

JUAN FILLOY

1 agosto de 1894. CÓRDOBA. Argentina

15 julio de 2000. CÓRDOBA. Argentina

 

YO Y EL MUNDO SUBTERRÁNEO

 

         Esto no es superficial: esto es estupidez…Parece paradójico ¿no es cierto? Pero en verdad les digo que solo se alcanza a conocer el rostro y los niveles correctos de las cosas cuando uno regresa del fondo de ellas. Tengo derecho a decirlo. Yo soy experto en espeleología. (…)

         Porque si la fe sirve para ascender, para bajar solo es útil la cautela. Todos los espeleólogos lo afirman. (…)

         Execro la belleza natural organizada como negocio. Prefiero romperme la crisma, lacerarme los flancos o escoriarme las rodillas bajando por mis medios a una cueva rústica antes que inyectarme entre pandillas de turistas a una gruta comercializada. (…)

         ¡Oh las lágrimas de carbonato de calcio que llora y cuelga la gracia de la estalactita! ¡Oh las gotas de sudor que acumula y eleva el músculo de la estalagmita! ¡Oh las nupcias abismales de unas y otras cuando ambas ensamblan para formar columnas!

         -Me atraen los abismos, las espeluncas, las salamancas. Oigo sus confidencias. Y, lo que es más acuciante, sus llamados misteriosos.

 

YO Y LOS INTRUSOS

 

         Los gigantes somos tratados como parias. Los enanos merecen lástima y ternura. Lucran con esos sentimientos generosos. (…)

         Rabelais dijo que son rabiosos porque tienen el corazón muy cerca de la mierda. Impacto. Diez puntos. Imagínese. Cuando defecan tienen la nariz a ras de sus excrementos.

 

         La soledad espanta solo a los imbéciles. A quienes necesitan, etimológicamente hablando. Báculos o muletas –externas e internas- para apoyarse en algo o en alguien. (…)

         Cuando más me degrade en la desunión-me dije- más salvo me hallaré de prejuicios y vínculos convencionales…

         Este hipogeo -¡mi hipogeo!- rima conmigo desde la coronilla hasta la planta de los pies. (…)

         Antes el mundo ponía muros de distancia y discreción para proteger la intimidad. Ahora no. Siete infames intrusos se han lanzado al abordaje de la felicidad del hombre: el Miedo, la Moral, la Propaganda, la Política, el Cien, la Radio, la Televisión…

         Aquí, solo aquí, puedo decir: soy. ¡SOY! Sin complicaciones hamléticas. Y decir: ESTO, en el más delicioso lascia stare que haya inventado el hombre. (…)

         Prefiero la hiena más hambrienta a Napoleón o Himmler; la víbora más ponzoñosa a Voltaire o Chesterton…

         La propaganda es un intruso tenaz, que apenas una pequeña minoría resiste con éxito… La propaganda sistematiza la pereza colectiva de pensar y elegir. Propende a subordinar el discernimiento al impulso dirigido.(…)

         Religiones y satrapías, cómplices de la riqueza, han embaucado a la humanidad con esa hermandad postiza. Dioses y políticos han sido siempre usufructuarios tramposos de la desigualdad…

         ¡Qué bueno sería que los misioneros dieran sándwiches hechos con hostias enormes, munidas de gruesas lonjas de jamón o de queso! (…)

         -¡Caramba! ¡Entonces usted es un anarquista integral!

         -Quizás. Así como muchos persiguen solo su pelota de golf, indiferentes al dolor colectivo que abruma y apabulla, yo persigo la esencia de un ideal cada vez más difícil, extraviado en los arrabales de la patología social. (…)

         No busco ni pretendo evangelistas de mi credo político. Está resumido en una cuarteta:

 

         “Vaya al diablo el comunismo

         y también la democracia.

         Solo hay algo sin falacia:

         La soledad del yomismo”.

 

         Tres mil libros y un confort amable me acompañan. He abjurado de todo maquinismo no compatible a mi idiosincrasia…

         -¿Qué hace ahora que no se va?

         -Desconecto el micrófono.

         -¡¡Micrófono!! ¿Qué micrófono?

         -Este. Toda nuestra entrevista ha sido radiotelefoneada. Está grabada ya en Río Cuarto y será difundida por nuestra cadena de emisoras…

         -Se ha portado usted como un ladrón taimado…:

¡Hijodeputa!

¡Patibulario!

¡Zarrapastroso!

¡Crápulanato!

 

¡Imbecilóide!

¡Tarambanita!

¡Chupacojones!

¡Ultramarica!

 

¡Burrocamándula!

¡Buitrefamélico!

¡Gansomaniático!

……..

¡Espantapájaros!

¡Esquizofrénico!

¡Gransodomita!

¡Vómitonegro!

……….

--

YO Y LA ORATORIA

        

         El espíritu está en crisis. Su bancarrota proviene de tanta locuacidad sin motivo, de tanta palabrería sin provecho. Todo el mundo lanza impunemente palabras en circulación. Nadie ofrece responsabilidad de lo que dice y sostiene… Estoy harto de esta bacanal nauseabunda de la palabra. Por eso execro con todas mis fuerzas esos pomposos decidores de naderías: taimados infladores de vejiga, viles rellenadores de esqueletos… El grito bronco, el alarido inconexo, la admonición furibunda, representan lo más noble y gentilicio del idioma. (…)

         Yo profiero ante el mundo que la oratoria mantienen mercenariamente el sistema circulatorio de la mentira.

         La oratoria es y ha sido la cómplice de todos los despotismos. No hay sátrapa que no haya empleado la ganzúa de la palabra antes de la fuerza, la exacción y el crimen. ¡Ahí tiene la prueba!... Cada cancillería, cada seminario, cada facultad de letras son viveros de charlatanes que venden baratijas trascendentes. (…)

         Desde cualquier tribuna el resentimiento apabulla a golpes la razón y descalabra sus raciocinios… Cada cual tartajea su encono y su interés. Cuando más brutal es el decir más fácil será el saqueo…

         Bostece. El bostezo es una forma sincera de crítica.

         El orador es un deformador profesional. Tiene cerebro de ameba, pero una vanidad conectada a cien megáfonos. ¡Eso es lo trágico! (…)

         Chocante, rastreo, frívolo, el orador de hoy ignora otro fin que el de convertir al oyente en un cómplice de sus trapacerías. Su labia lábil, su estupidez avasallante, repelen la triple responsabilidad dela palabra sensata, del gesto mesurado y del móvil ético.

--

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)