EL INFIERNO DE TREBLINKA
VASILI GROSSMAN
12 diciembre de 1905. BERDICHEV.
Ucrania
14 agosto de 1964. MOSCÚ. Rusia
Sí,
es indudable que el universo no ha conocido un patíbulo semejante. Aquí fue
construido el matadero principal delas SS, que superó en dimensiones a los de
Sobibor, Maidánek, Belzec y Auschwitz.
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En
total pasaron por dicho campo unas cincuenta mil personas. Solamente se recluía
en ese campo a los judíos cuando se trataba de conocidos y excelentes maestros
panaderos, zapateros, ebanistas, albañiles o sastres.
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…
conocemos las normas de la alimentación que consistía en 170 o 200 gramos de
pan y un litro de un mejunje al que se daba el nombre de sopa.
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Los
vicios y los terribles crímenes cometidos por estas gentes tuvieron su origen
en las taras del carácter nacional alemán.
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Vestidos
de uniforme, con armas, con condecoraciones imperiales, estos seres fueron
durante años enteros los dueños absolutos de la vida de los pueblos de Europa.
Hay que horrorizarse de la existencia no de éstos, sino del Estado que los sacó
de los escondrijos, de las tinieblas, del subsuelo, y que los hizo necesarios,
útiles e insustituibles…
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Habría
sido deseable que en esos minutos terribles aparecieran en el edificio de
“gasificación” el Papa de Roma, … y todos los demás defensores humanitarios del
hitlerismo, naturalmente en calidad de espectadores. (…)
El
Santo Padre, que guardaba un silencio tan benévolo mientras Himmler asesinaba a
la humanidad habría podido calcular en cuántas partidas podían los alemanes
hacer pasar por Treblinka a toda la administración del Vaticano.
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Treblinka
disponía de una superficie productora de muerte de 635 metros cuadrados. En la
cámara se metía al mismo tiempo a cuatrocientas o quinientas personas.
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La
recepción del nuevo contingente se llevaba a cabo siguiendo un horario
riguroso, de tal manera que las víctimas entraran por el “camino sin regreso” precisamente en el
momento en que los últimos cadáveres de “gaseados” eran arrojados a la fosa.
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Himmler
voló en avión a Treblinka y ordenó que se borraran inmediatamente las huellas
de los crímenes cometidos a sesenta kilómetros de Varsovia. Éste fue el eco que
tuvo el poderoso golpe asestado por los rusos a los alemanes.
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“Recibir
un tiro era un lujo”, me contaba un muchacho panadero de Kossuvo que huyó del
campo. La gente decía que en Treblinka ser condenado a vivir era mucho más
terrible que ser condenado a muerte.
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La
sublevación se fijó para el 2 de agosto. Como señal debía servir el disparo de
un revólver. (…)
Se
desconcertaron, corrían de un lado para otro como ratas, se olvidaron del
sistema diabólicamente pensado de defensa deTreblinka.
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…qué
es necesario para que el nazismo, el hitlerismo no resucite en ningún sitio ni
a este ni al otro lado del océano, nunca por los siglos de los siglos.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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