EL LIBRO DE LOS NOMBRES



 EL LIBRO DE LOS NOMBRES

SIMON STRANGER

11 febrero de 1976. OSLO. Noruega

 

         En la tradición judía se dice que el ser humano muere dos veces. La primera, cuando el corazón deja de latir y se apagan las sinapsis del cerebro, como cuando se va la luz en la ciudad.

         La segunda es cuando el nombre del muerto se menciona, lee o piensa por última vez, cincuenta, cien o cuatrocientos años después.

         El artista alemán Gunter Demnig, tuvo la idea de fabricar pequeños bloques de latón, grabar en ellos los nombres de judíos asesinados por los nazis durante la Segunda Guerra Mundial, e incrustarlos en la acera, delante de los edificios donde las familias habitaban… Hasta ahora se han colocado sesenta y siete mil de estas piedras en distintas poblaciones de Europa.

--

         Entre esas cuatro paredes fue donde Henry Oliver Rinnan y su banda conspiraron durante la SGM, interrogaron a prisioneros, los torturaron, bebieron e hicieron fiestas.

--

         Henry Oliver será el blanco de toda la escuela, el alumno que elija el resto cuando tengan ganas de fastidiar a alguien… Bastante tiene con ser tan bajo. El más bajo de todos los chicos de su edad, y seguro que el que procede de la familia más pobre…

         Henry se hace mayor, pero nunca alcanza la estatura de los demás chicos. Sigue marginado del resto del grupo… Cumple dieciséis años y deja de crecer. Ahí acaba, en unos ridículos 161 centímetros.

--

         Un tipo que vende cosas ilegales y de quien se dice que es capaz de conseguir cualquier cosa si puedes pagar. Unas horas después Henry compra una pistola.

--

         Julius Paltiel sobrevivió a la estancia en Falstad (casa de la banda de Henry) y de allí fue enviado a Oslo, donde lo metieron en uno de los trenes que iban hacia el sur, camino de los campos de concentración… Sobrevivió a los tres años en Auschwitz y a la marcha de la muerte a través de Chequia hasta Buchenwald.

--

         Pasa por delante de la puerta del sótano, y es incapaz de no imaginarse a personas arrastradas por la escalera, con las manos atadas a la espalda. Ve en su interior cómo las cuelgan en una barra de hierro entre dos toneles, y oye los gritos, los gritos de dolor y el ruido de látigos y cadenas golpeándolos cuerpos…

         -¿Sabes lo que hacían allí abajo?

         -Sí que losé –contesta Gerson tranquilamente, pero Ellen nota que su irritación va en aumento.

         -¿Y no te molesta? –pregunta Ellen…

         -¿Sabes en cuántos lugares de esta ciudad se han cometido atrocidades en el transcurso de los tiempos?

--

         Quiere alistarse en el ejército para luchar contra los rusos pero por su estatura recibe una carta que dice “No apto para el servicio”.

--

         Entonces oye lo que gritan. Que Noruega está siendo atacada. Que ha empezado la guerra con Alemania.

         ¡Por fin! Esta vez no importará nada quesea alto o bajo. Ahora tendrán que aceptarlo (los alemanes)…

         Cuenta quién tiene una radio escondida en el desván y quién conoce a alguien que lleva a gente al otro lado de la frontera…

         La policía secreta alemana quiere contratarlo.

         Ahora se ha convertido en agente especial, con sueldo fijo, responsabilidad y libre acceso a cigarrillos y alcohol… presenta los planes para destruir el movimiento de resistencia y le dicen que adelante, que se ponga en marcha.

--

         Son las palabras las que pueden crear categorías, las que pueden llamar cucarachas a grupos étnicos, hablar de conspiraciones, de debilidad, de la destrucción de la raza blanca.

--

         Recuerdo que en una ocasión le pregunté a mi abuelo por qué le interesaba tan poco lo judío, a lo que contestó: “No soy judío, soy un ser humano”.

--

         Las tareas se multiplican en el transcurso del otoño. Más personas que hay que arrestar, torturar o fusilar.

         Los alemanes pierden en más frentes cada vez. Los rusos invaden el norte de Noruega.

--

         Un funcionario de Mishjoshotellet dice que todo ha acabado. Que Alemania ha capitulado. Que la guerra ha terminado.

         Dios mío.

         Ha acabado todo.

         Saca las carpetas de documentos confidenciales y arranca todas las hojas con planes, listados de agentes, contactos negativos y gente que ha torturado y fusilado.

--

         -¡NO DISPARÉIS! -grita Rinnan-. ¡YA SALGO!

         En ese instante nota que le tiran de las manos hacia atrás y que unas esposas le aprietan las muñecas. Se ha acabado.

         --

         En una fría mañana de febrero de 1947, Henry Oliver Rinnan es atado a un poste de ejecución en el castillo de Kristiansten y fusilado.

--

EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)




 

No hay comentarios: