el futuro ha comenzado


 A día de hoy, la cuestión es la siguiente: Se ha convertido en recuerdo decir, por ejemplo, yo he dormido en un banco del parque. Sin irme tan al extremo puedo decir también, yo asistí a cientos de conciertos donde compartía porros, vasos de cerveza, sudor, bocas húmedas y cuerpos desconocidos. Si van pasando días, meses, quizás años donde lo más radical que se pueda hacer sea lanzar una bolita de papel a una chica sentada a tres metros de ti para decirle que te gustaría hablar con ella, carabina de por medio, y una vez presentado el informe de que estás libre de enfermedad y eres de fiar, tal vez alcances el sueño de que ella te ofrezca su pálida y marmórea mano. La cosa está jodida. Si ese nuevo mensaje es lanzado continuamente, insistente y machaconamente, los pobres cerebros de los componentes de esta sociedad, adocenados, adoctrinados, totalmente integrados, no tardarán en repetirlo, en inculcárselo a su prole numerosa y en pocos años, gracias a los imbéciles de siempre habremos caído derrotados en un nuevo presidio, esta vez más evidente que las anteriores: tu propia casa, donde la única ventana de escape sea la televisión o ese mundo destruye-cerebros que es internet. Donde todas las fantasías o sueños se hacen realidad, es tu mongólica cabeza claro.

Se ha estudiado muchas veces el fenómeno de un telediario hablando de penas y desgracias en el mundo, ofreciendo imágenes estremecedoras y las personas en su casa comiendo tranquilamente, algunos cambiando de canal, como si pudieran huir de esa realidad que se les muestra. Con la enfermedad pasa lo mismo, del interés inicial se pasa a una indiferencia, a un mirar las cifras diarias como se mira el resultado de la quiniela, pensando en porqué no ha ganado tu equipo favorito. Se ha colectivizado la enfermedad de un modo estremecedor, ahora está al alcance de todos, no hablamos de exclusivos cánceres, de enfermedades raras que difícilmente nos tocará, hablamos del mal que nos alcanzará a todos, que hará de tabla rasa acabando con las particularidades y las rarezas, enfilamos la mediocridad de la muerte conocida y repetida, a la que miraremos con indiferencia, porque morirse no tendrá nada de particular y será normal hacerlo sin que nadie te atienda ¡porque es lógico que la sanidad se colapse! Una vez alcanzado ese momento, habrán ganado los de siempre, su estrategia de banalización del exterminio habrá funcionado, en las pobres mentes flota su mensaje subliminal, que una vez aceptado, no provocará escándalo en nadie, no habrá protestas, ni revoluciones ni nada por el estilo.

Con la mentira puesta en una futura vacuna cribarán a la población que les molesta, acabaran con todas esas personas dependientes e inútiles que lastra su sistema capitalista. Y el pueblo nuevamente engañado se someterá a los dictámenes de seguridad acuciados por el miedo a ser contagiado, negarán y extenderán las consignas y las nuevas formas de comportarse, sin preguntarse siquiera cómo hemos llegado a esto y dónde está la temida enfermedad.


Yorick.


6 comentarios:

Anónimo dijo...

Me gusta como escribe usted. Sus comentarios son infalibles, y eso es lo que me agrada. Me hacen pensar y cuestionarme muchas cosas.
Muchas gracias.Reciba un cordial saludo.

Anónimo dijo...

Me gustan las controversias pero considero que este artículo es exacto. Lo suscribo.
A.F.L.

Anónimo dijo...

Es discutible e interesante

Unknown dijo...

Dejar a 5 niños huérfanos es discutible e interesante un asesinato impune es discutible e interesante , quizás es demencial por no decir enfermizo

Unknown dijo...

Imparcial no parec que sea el articulo ni edificante no parece que importe el dolor de unos me intelectual y progre justificado por un supuesto comentario que o se puede atestiguar si hubiera dicho pegar latigazos a una mujer hasta hacerla sangrar el pseudointelectual progre lo proclamaría vicepresidente del gobierno y ese comentario se puede demostrar

M.R.M dijo...

El último comentario debe pertenecer a una persona con problemas de estreñimiento. También puede ser que acabe de leer las últimas actas de las Cortes. No es para menos, pero no es disculpable. LOs comentarios le vienen al texto de artículo como a un cerdo unos tirantes.
ES GRACIA QUE ESPERA MERECER DE SU RECTO PROCEDER.
Amalio José Baixauli Pérez-