FACHA
JASON STANLEY
12 octubre de
1969. SIRACUSA. Estados Unidos
El fascismo no es solo cosa del pasado, sino que se ha
infiltrado en el presente para, si no tomamos consciencia, marcar la agenda del
futuro. De un futuro muy negro. De la introducción
Hola, vengo del futuro. Sí, no os
riais, soy un viajero del tiempo…viajo desde la España de dentro de solo unos
años….
Os cuento: tenemos un presidente del
gobierno. Populista, según unos. Neofascista, lo llaman otros, o directamente
fascista, sin el neo. Un facha, para entendernos….que presume de llamar a las
cosas por su nombre.
Nuestro nuevo presidente ha llegado al
poder a lomos de un discurso abiertamente xenófobo y ultranacionalista. “España
para los españoles”. “Los españoles primero”. “Hagamos otra vez grande España”…
promete calles seguras, más policía, tolerancia cero, cadena perpetua… Anuncia
una cruzada moral. Sus seguidores no esconden su homofobia y su antifeminismo.
Su primera medida ha sido la derogación
de la Ley de violencia de género…
Políticas que poco a poco van calando
hasta convertirse en la nueva democracia.
El nuevo fascismo no está solo en
nuevos y notan nuevos partidos. Su ascenso electoral e institucional es posible
porque se levanta sobre un fascismo estructural, que ya estaba ahí…Esa
corriente subterránea que solo necesita el momento propicio, la crisis, el
desencanto cíclico delas siempre desencantables clases medias (reales o
aspiracionales, y que suelen formar lavase de todo fascismo).
Cuando el fascismo llega y extiende su
oferta, encuentra menos resistencia, más fácil adhesión en una sociedad
temerosa y necesitada de convicciones fuertes.
Al fascismo, sea nuevo o viejo, merezca
o no tal nombre, no lo van a frenar la democracia, ni la Constitución, ni la
Unión Europea, ni Jason Stanley ni mil libros como este. Lo vamos a frenar nosotras,
nosotros. Vamos.
Del
prólogo, ISAAC ROSA
---
Lo que me interesa analizar en este libro es la política
fascista. Concretamente, las tácticas fascistas como mecanismo para
obtener el poder…
Los peligros del fascismo en política radican en la manera
especial que tiene de deshumanizar a ciertos segmentos de la población. Al
excluirlos, limita la capacidad de empatía de los demás ciudadanos y justifica
el tratamiento inhumano; desde la represión dela libertad, el encarcelamiento
en masa o la expulsión hasta, en casos extremos, el exterminio en masa.
En el imaginario fascista, el pasado siempre va asociado a
unos roles de género tradicionales y patriarcales… Con la creación de un pasado
mítico, la política fascista crea un vínculo entre la nostalgia y la
materialización de los ideales fascistas… En una sociedad fascista, la figura
del líder de la nación es equivalente a la del padre en la familia patriarcal
tradicional… El fascismo rechaza cualquier momento oscuro del pasado de la
nación.
Darle a la corrupción apariencia de anticorrupción es una
estrategia distintiva de la propaganda fascista.
Toda acción de propaganda tiene que ser
necesariamente popular y adaptar su nivel intelectual a la capacidad receptiva
del más limitado de aquellos a los que va dirigida… MEIN KAMPF
El líder fascista sustituye la verdad por el poder para
mentir sin que tenga consecuencias.
Cuando un público concreto encuentra consuelo en las ideas
conspiratorias como explicación de sus rencores y miedos irracionales, el uso
de la razón en el debate político deja de ser un argumento de peso.
Los fascistas defienden la existencia de una jerarquía
natural que determina el valor delas personas, y precisamente por eso dicen que
les resulta muy difícil creer en la igualdad.
La propaganda fascista suele entonar lamentos quejumbrosos
por la sensación de angustia que acompaña a la pérdida de su posición de
dominio.
El nacionalismo es la esencia del fascismo. El líder
fascista se vale de un ambiente de victimismo colectivo para generar un
sentimiento de identidad grupal que nada tiene que ver con el espíritu
cosmopolita ni como el individualismo dela democracia liberal. La identidad
grupal puede basarse en distintos aspectos: el color de la piel, la religión,
la tradición o el origen ético, pero siempre choca con la figura del “otro”,
contraposición al que se definirá la nación. El nacionalismo fascista utiliza
el pronombre “ellos” para personalizar su ataque. Hay que protegerse de
“ellos”, y a veces combatirlos, para restaurar la dignidad del grupo.
Es el racista quien crea a su inferior.
FRANTZ FANON
El fascismo clasifica a los grupos en función de la
capacidad que tengan para conseguir algo y de triunfar por encima de los demás;
tanto en el trabajo como en la guerra.
La política fascista se aprovecha de la debilidad humana,
que nos empuja a pensar que nuestro sufrimiento es soportable si aquellos a los
que despreciamos sufren más que nosotros… Las injusticias económicas abonan el
terreno a la demagogia fascista.
Si nos fijamos en cuáles son los objetivos del fascismo –los
refugiados, el feminismo, las minorías étnicas, religiosas o sexuales- veremos
qué métodos quiere utilizar para dividirnos.
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EL BOBO DE KORIA
(RECOPILADOR)
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