ESTADO DEL MALESTAR



ESTADO DEL MALESTAR

NINA LYKKE

17 junio de 1965. TRONDHEIM. Noruega

 

         Tore es el esqueleto a tamaño natural que está en la esquina, entre el lavabo y la puerta. Está hecho de plástico y es mi único testigo de lo que ocurre aquí dentro…

         Los médicos de cabecera tenemos que trabajar día y noche.

         -Lo que haces va en contra del convenio –me dijo alguien un día-. Te pasas la vida aquí. ¿Te has mudado a la consulta?...

         Y también odio internet y los SMS y los correos electrónicos y todos esos inventos del demonio. Y, ay, cómo odio todo aquello que la gente cree que sabe, toda esa autoestima exagerada…

         Por entonces me disgustaba el teléfono y ahora lo odio. Tiene la culpa de todo lo que ha ocurrido. Finge ser modernidad y progreso, pero es obra del diablo. Satán se ha instalado en estos cacharros y nos tienta con puntos verdes y rojos que nos anuncian que alguien nos desea, que nuestra existencia importa,…

 

         …tiene cientos de molestias para las que toma miles de medicamentos que, a su vez, le provocan un millón de efectos secundarios para los que se toma mil millones de medicamentos más…

         La gente, lo que me río yo de la gente. Sobre todo, de mí misma. Me río de mí misma y pienso: mira, me estoy riendo de mí misma. Me río porque tengo un comportamiento ridículo…

         La prosperidad ha aumentado y con ella las expectativas generales, también las que tienen que ver con la salud, y la tarea de los médicos de cabecera es limitar esa peste, bajar la fiebre por la salud, ser los salvadores del estado del bienestar, acabar con todo eso de una vez por todas y mandarlos a casa.

 

         Hay personas que se sienten atraídas por la tristeza y las quejas, como si hubiera una luz en ellas, como si fueran una zona erógena, un órgano sexual inexplorado.

 

         ¿Qué es una familia normal? No creo que existan. Por todas partes veo decepción, insatisfacción, malentendidos. Con los pacientes, en la familia de Aksel…, mira lo que os ha pasado a ti y a Lynda. Me recuerda a un secuestro o a la selva, donde reina la ley del más fuerte.

 

         -¿Quieres interrumpir el embarazo?

         -Sí, y quedarme embarazada el año que viene. Es lo que habíamos planeado. Tenemos que hacer el viaje antes. Y no podemos hacerlo si estoy embarazada.

 

         Mi madre suspira.

         -Todas las mañanas me despierto decepcionada por no estar muerta.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)

 


 

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