grupos de Telegram


 Los lectores de este blog conocerán más o menos las ideas que profesamos los hacedores del mismo. Para los demás, basta con echar un vistazo en el archivo para hacerse una idea de donde se han metido. Les cuento esto porque hace días un amigo me dijo que a través de una red de mensajería digital era miembro de un grupo pequeño, de su pueblo, de gente que no se había puesto la vacuna, como me encuentro en el mismo caso, le dije a mi amigo que si me podía incluir en él. Al conocerlo desde hace años, pensé que en dicho grupo encontraría gente afín, y quiero decir con esto, personas que durante la mayor parte de su vida han desobedecido mostrando conductas desafectas contra el estado y cualquier medio de poder. Bien, al principio de estar en el grupo empezaron a llegar mensajes de médicos que daban su opinión sobre las vacunas, estadísticas, vídeos, etc, todos ellos sazonados con los apuntes de algunos miembros del grupo. He de confesar que no les prestaba mucha atención, leía por encima, sospechando que a la cantidad de información que colgaban no se le aplicaban muchos filtros, lo que por otra parte me empezaba a rechinar, sumando esto al tufillo facha de algunos integrantes. Pero hoy parece que llevados por alguna energía telúrica por fin se han quitado la careta y he podido ver con horror donde me había metido. Primero colgaron unas noticias extraídas de un periodicucho digital que voy a llamar aquí “el capote” para no dar publicidad ni la tentación a nadie de entrar en él, algunos dirán que me paso con el nombre y el cachondeo, pero les juro que el original no se queda atrás. Luego para seguir con la verdad informativa añadieron otro notición sacado de ese medio llamado “chachi diario” nuevamente trastoco el nombre por los motivos antes expuestos. Y en ese momento lo vi claro, así que sin mas cogí las de Villadiego y me largué del grupo sin decir ni “mu”

Es curioso como estos “revoltosos patriotas” se están colando en la opinión publica, lo que demuestra que de opinión tiene poca. Ya en tiempos de formación de la Falange, su espabilado creador agarró sin cortarse un pelo la ideología de partidos obreros, sindicatos anarquistas, etc, para montar un marioneto de partido hecho con retales, que sin embargo, supo atraerse a una masa de gente con el criterio distraído, que corrieron en tropel a votarlos y de paso afianzarlos.

La moraleja de este escrito es que hay que tener cuidado donde se pisa, que la caída puede ser gorda. A ver si va a ocurrir que los insumisos de siempre vamos a acabar acudiendo a las manifestaciones al lado de grupúsculos como “maderos por la verdad”



el reverendo Yorick.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tiene mucha razón. Asistimos a un proceso de estupidización desbocado.
Solo nos queda rezar. Yo lo hago de hinojos postrado a la Virgen de las Nalgas Hermosas. Oiga, Yorick, mano de santo.
Reciba un cordial saludo

Anónimo dijo...

En algo nos parecemos, usted no se ha vacunado y yo no me he duchado desde que empezó la epidemia de los cojones. Lo que me interesa comentar es la afoto que ilustra su artículo: TELÉFONO, eso es un teléfono y lo demás son chuminás. Yo tengo uno portátil de los de ahora y no lo llevo nunca encima, me niego.
Eso, eso es un teléfono. El de toda la vida. Con su rinnn,rinnn,rinnnnn. Y de baquelita, como Dios manda, ¡¡¡qué c___!!! Ése si lo llevaría, incluso cuando fuera a deponer o dar de cuerpo. Sí, eso es un teléfono, como el que usaba el inefable Humpry Bogar. Con sus patas sobre la mesa mientras atendía, como detective privado, una llamada de una cliente que resultaba estar más buena que el C__p__.
Sí admirado señor Yorick, eso es un teléfono.
Gracias