Esta semana tampoco acerté la lotería

no comprendo ese baile de bolas

que recuerdan las palomitas

saltando en la sartén


no te voy a contar las gilipolleces que haría

si fuera el afortunado

me estremezco con el sueño macabro

de poder sacar los pies del barro


creo que el mejor final sería

quemar todo el dinero

y pegarme un tiro en la cabeza

en el mejor hotel de la ciudad


qué todos vieran el humo

para inquietar esos culos gordos en sus poltronas

y regalar una sonrisa a mis amigos

los que duermen en los cajeros

y en las frías estaciones de tren


¡cómo brillan los ojos de los pobres!

Cuando sueñan con ríos de millones

cuyas orillas les están vetadas

se despiertan felices sin recordar

ni una sola imagen de esas horas

en las que no estuvieron aquí


me hago cargo de que tú nunca lo entenderías

siempre trucaste la balanza

así que es inútil medir tu virtud

abrázame si quieres

aspira el olor de axilas escondidas

y no pienses en cosas que nunca entenderás


cuando vuelvas la vista atrás

verás el humo de mi fiesta privada

y recordarás siempre la amargura

de no haber sido invitado

al sueño que más miedo te da


Paloborde

1 comentario:

Anónimo dijo...

Paloborde debía de ser más prolífico, echo de menos sus poemas