LA SOLEDAD
ERA ESTO
JUAN JOSÉ
MILLÁS
31 enero de 1946. VALENCIA. España
Entonces pensó que nada más levantarse
debería haber telefoneado a la funeraria para hablar con su hija y preguntarle
qué tal noche había pasado el cadáver.
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…jugó a la revolución en su momento y
después, como tanto otros, se fue adaptando poco a poco a sus necesidades
gastronómicas y sexuales. Sin ninguna ruptura, en una transición imperceptible y
lenta que lo condujo a los aledaños del poder donde hoy se encuentra confortablemente
instalado. (…)
Son lo que fueron siempre, unos
señoritos, pero conservan de aquel paréntesis de sus vidas el gusto por el
hachís o por la cocaína, o por unas músicas que no entiendo, porque piensa que
eso todavía les hace diferentes.
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De entre todas las frutas amargas dela
vida, la muerte no es, ni con mucho, la peor. Lo malo es vivir lejos de una
misma, que es como vivo yo desde hace años, desde que me trasladé a esta ciudad
que no existe y que, sin embargo, se llama Madrid.
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Bueno, pues la soledad era esto:
encontrarte de súbito en el mundo como si acabaras de llegar de otro planeta
del que no sabes por qué has sido expulsada.
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Sin embargo, cuando me asomé a la sale
de bingo y comprobé la cantidad de soledad acumulada en cada uno delos
jugadores y jugadoras, salí corriendo de allí porque me pareció un espejo en el
que resultaba insoportable mirarse.
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EL
BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)
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