El jefe infiltrado

Nunca he sentido la tentación de ver esta bazofia televisiva completa, si acaso, ojear por encima la temática, hasta que me entran las ganas de vomitar. La cosa es la siguiente: Unos directivos o empresarios que conociendo las pérdidas de su empresa no se les ocurre otra cosa que disfrazarse como payasos para infiltrarse en la misma y descubrir el origen del problema. ¡Claro! los primeros sospechosos siempre son los trabajadores, no se hacen auditorias para ver por donde se va el dinero, ni se investiga si la gestión es la correcta. Lo más sencillo es culpabilizar a los empleados, que para eso están al final de la cadena y son los que realizan el trabajo ¿De qué me suena a mí esto? ¡Ah sí! ¡Lo de siempre! el obrero luddita. Siempre dispuesto a escaquearse y ha hacer perder el tiempo y el dinero del sitio donde trabaja.
¡Qué simpáticos los guionistas! o los padres del invento. Me puedo imaginar que ninguno de ellos ha puesto los pies jamás en ninguna fábrica o taller, y que seguramente sean hijos, herederos, o asociados de esas empresas cochambrosas que se prestan a la mierda de experimento.
Me temo que el programita tendrá una audiencia considerable, a los desgraciados debe darles mucho morbo ver como juzgan y putean a tipos como ellos, ya que al final del programa se hace un juicio a algún trabajador, y el santo empresario lo salva o lo echa a la puta calle, que en otro tiempo hubiera sido a los leones.
A mí se me ocurre una versión más sugerente, divertida y realista: EL OBRERO CABREADO. En la misma, serían los empresarios los puestos en tela de juicio, enfrentados a las tropelías que cometen con sus empleados, contratos de mierda, robo de días de vacaciones, imposiciones de horarios, flexibilidad, impago de horas, despidos, etc, etc, etc.
Por supuesto la gracia estaría en la forma de castigo final. Se podría elegir entre arrojar al indeseable al océano acompañado de un buen pedrusco en los pies, o arrojarlo directamente desde el techo de la fábrica o edificio donde se dieran lugar los hechos. Seguro que subiría la audiencia, y de paso, alguno se pensaría lo de engañar de manera descarada y caciquíl a los trabajadores. Es insultante, tener que aguantar esa mierda de programa, soportar al ladrón de la patronal hablando de abaratamiento de despidos, a los chupa culos de los sindicatos arengando mentiras, o repitiendo como loros lo dicho por el gobierno de turno, y todo, siempre y desde siempre, en detrimento de los trabajadores.


Yorick.