TOMATES VERDES FRITOS


TOMATES VERDES FRITOS
FANNIE FLAGG

21 septiembre de 1944. BIRMINGHAM. Estados Unidos



         Yo creo que los pobres son buena gente, excepto los mezquinos, que serían igualmente mezquinos aunque fuesen ricos.
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         El grupo en cuestión aseguraba que las mujeres podían ser completamente felices si  consagraban totalmente sus vidas a hacer felices a sus maridos.
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         Y esos tipos: les aterra comer sentados al lado de un negro, pero se comen los huevos que las gallinas echan por el culo.
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         Por cierto, ¿hay alguien por ahí que quiera comprar un marido ligeramente usado, y barato?
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         -Sí señor. No daría un paso por ayudar a un ladrón. En cambio, un asesino lo es sólo una vez, casi siempre por alguna mujer, y no reincide. Pero un ladrón sigue siendo un ladrón hasta el fin de sus días.
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         -¡Eh, amigo! –le dijo-. ¿Cómo ha adivinado de un vistazo que el ojo de vidrio era el izquierdo?
         -Muy sencillo –dijo el vagabundo-. Porque era el único que tenía un mínimo destello de amor al prójimo.
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         ¡Límpiate los zapatos antes de entrar! ¡No te sientes en esa silla!
         Pero…¡Cómo te atreves a fumar en mi casa! ¡Sal al porche!
         ¡Cómo te atreves a traer esos asquerosos pescados aquí! ¡Sácalos al patio y límpialos!
         ¡O te deshaces de esos perros o cojo el niño y me voy de casa!
         Pero, por Dios, ¿es que no piensas más que en eso? ¡Los hombres no sois más que un hatajo de animales!
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         ¿Por qué siempre insultos con connotaciones sexuales? Se preguntaba Evelyn. ¿Y por qué cuando un hombre quería vejar a otro, lo afeminaba? Era como si para ellos, ser mujer fuese lo más bajo. ¿Qué hemos hecho nosotras?, se decía ella; ¿qué hemos hecho para que se nos tenga en este concepto? ¿Por qué habían elegido precisamente el coño para que sonase tan mal?(…)
         Nada era imposible para Towanda. Se retrotraía en el tiempo para soltarle un guantazo al apóstol Pablo, por haber escrito que las mujeres debían guardar silencio.
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         ¿Sabe alguien de alguna niñera a horas para maridos…?
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         También solían dar por sentado que sus negros “eran felices tal como estaban”.
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         Así es, majadero, soplagaitas, caraculo, más que hijoputa. (Al juez que la está juzgando.
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         Su idea de cómo le iban as cosas al país se medía por el tamaña de las colillas que recogía en la calle.
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         Me casé sin mí consentimiento.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)


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