EL FUGITIVO




EL FUGITIVO
RAMÓN J. SENDER

3 enero de 1901.CHALAMERA. España
16 enero de 1982. SAN DIEGO. Estados Unidos

         Hace siglos sabemos que viven de sus creencias (que comen de lo que creen y opinan) no se puede ni se debe discutir.
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         Dejar de fumar es la cosa más fácil del mundo. Y no por la razón que decía Twain: “Yo he dejado de fumar más de mil veces”, sino en serio.
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         “A ver. En el amor sólo hay un tirano y una víctima. Cada uno lucha por ser el tirano y si no lo consigue odia al otro, que se defiende demasiado”. En cuanto a la víctima, ¿hay alguna que se enamore de su verdugo?
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         Me recordaba a otra amante mía de apariencia recatada y sumisa, que cuando estábamos en la cama se excitaba diciendo palabras obscenas. ¡Quién iba a esperar una cosa así de una mujer toda delicadeza y fragilidad” Y además sobrina (yo diría hija) de cura.
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         Si hay un infierno como decían las religiosas orientales y repite se secuela católica, es más que lógico que vayan a él los curas por haber tratado de gozar en este mundo el privilegio de ser amigos de Dios y haber probado a explotar esa amistad en el terreno de las cosas fungibles y prácticas.
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La verdad es que no me habían juzgado ni condenado todavía, porque la mayor parte de los fusilamientos se hacían eligiendo a las víctimas con el dedo: éste, ése y aquél. El de las gafas. Preferían a los de las gafas, que se supone que tenían algo de intelectuales.
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Lo que quería era que me condenaran a muerte de una vez y me ejecutaran, a ser posible fusilado. Aunque no siendo militar yo, ni tampoco el tribunal, se supone que la ejecución sería por la horca ordinaria. A falta de otra cosa no me parecía mal.
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         Al parecer el amor es la forma más refinada y mejor disfrazada del egoísmo. Un egoísmo natural, como la gravedad que nos mantiene unidos a la corteza de la tierra y que presta su energía al reloj del campanario.
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Libertad auténtica, más allá de la vida y la muerte, y, lo que es peor, sin esperar nada de Dios ni delos hombres y también sin temer a los hombres ni a Dios.
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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)



1 comentario:

Anónimo dijo...

Sender como siempre certero...y corrosivo