el árbol del ahorcado


Sus grandes ramas asoman al patio
saltando la robusta tapia
Es difícil conocer su linaje
matorral de vertedero
que se hizo fuerte en el viejo enlosado
Ricky lo respetó
y lo rodeó de césped artificial
que le daba al patio un aire moderno

Ricky se hacía llamar
nacido Ricardo con tinte americano
el más moderno
el más molón
corredor de seguros triunfador
pijo de catalogo hasta el fin

Ignoraba con malicia
a los obreros del taller de al lado
altivo desde la engominada cabeza
hasta la exclusiva suela de sus zapatos
siempre a la moda
su vespa restaurada
su coche de lujo
todo perfecto según lo establecido

¿Pero? ¿Y por las noches Ricky?
¿Qué pasaba por las noches?
Cuando la angustia te comía el cuerpo
como engrudo frío
y se metía dentro de ti
haciéndote añicos

un día no pudiste más
caminabas levantando los pies pegajosos
sufriendo cada paso
maquillabas las ojeras con polvo de arroz
y te quedaste embobado
ante el árbol del patio
el árbol sin nombre
que tu indultaste de la tala
el árbol del ahorcado
del que cuelga tu cuerpo muerto
rubricando tu vida de triunfador

Tendrías que haber visto
el revuelo que formaste
los cuchicheos y mentiras que soltaban
aquellos que si disfrutaban tu saludo
y tu sonrisa condescendiente
aquellos que querían ser como tu
infectados de miseria
revoloteaban sobre tu cadáver tibio
conjeturando sobre tu fin

Y aquel a quién tu despreciabas
el obrero de al lado
respetó tu final
te concedió la valentía
que no todos tienen ni tendrán
y honra tu memoria
regando el árbol solitario
en tu patio abandonado



Rafael Becerra

1 comentario:

Anónimo dijo...

Magnífico.