Mortadelo y Filemón


¿Quién no ha jugado cuando era niño a imitar a los héroes de las películas, o los tebeos con otros niños?

Cuando yo era rapaz, todos los niños, cuando salíamos del cine, durante el camino a casa, o en el recreo, inventábamos juegos, basados en lo que habíamos visto o leído  Si la película había sido de Bruce Lee, ¡pues hala! todos a lanzar patadas y gritos de karate. Si había sido del oeste, corríamos haciendo grupos, persiguiéndonos imitando el relincho de los caballos y el sonido de los disparos, mientras apuntábamos con el dedo índice, y el pulgar levantado.
Los juegos podían ser de cualquier cosa que hubiéramos absorbidos y azuzara nuestra imaginación.
Luego, nos haríamos mayores, y todos esos juegos quedarían atrás...Bueno, para casi todo el mundo.

El otro día leí una noticia en un periódico local, que me hizo pensar seriamente, que algunos no superan esa etapa del juego, y viven atrapados con gusto en la imitación perfecta de sus admirados héroes.

La noticia decía, que dos policías estaban heridos, después de ser atropellados por su propio coche.
Sí, sí, no se rían, que el asunto es muy serio, sobre todo viniendo de unos tipos que como herramienta de trabajo, utilizan una porra y una pistola dotada con quince balas.
Los muchachotes, patrullaban por un pueblo, cuando observaron una puerta de garaje abierta. Con la sagacidad y certeza que los caracteriza, metieron el coche en la rampa, para evitar que nadie saliera, a continuación, pusieron el freno de mano y se bajaron del vehículo con la intención de echar un vistazo. Lo que no se esperaban los agentes, es, que el coche se soltara del freno, y los empotrara contra la pared del fondo del garaje.
Inmediatamente de leer esto pensé: -Esto, seguro que ya lo ha dibujado el genial Ibañez- Y claro, deduje a que jugaban los dos muchachos cuando eran pequeños, hasta tal punto enfrascados, que cuando crecieron decidieron hacer lo mismo, y seguir imitando a sus geniales héroes. Ya los han adivinado: Mortadelo y Filemón. Lo que hubiera dado por pasar por la puerta minutos después del auto-atropellamiento. Si se leen la noticia completa, observaran los esfuerzos del periodista para convencernos de lo abnegado y profesional que son estos chicos, que dicen estar de baja, recuperándose de las roturas y contusiones. Aunque yo creo, que más bien estarán pidiendo destino en Euskadi, o mejor aún en Bosnia. Allí donde no los reconozca nadie.
No he podido evitar acordarme de aquel genial primer episodio de la serie: "Los hombres de Paco" Solo el primero, el resto parece estar hecho para lavar la cara de aquella sátira magnífica. Cuando lo vi en televisión, pensé que aquello no podría durar mucho en pantalla. De vez en cuando hay que recordar, que todos somos humanos, y de la misma forma que se reparten carnés de conducir a troche y moche, sin pensar ni  preocuparse mucho por a quién se lo dan. Se admiten en estos cuerpos a verdaderos cenutrios, que tarde o temprano acaban dando la nota. Me guardo el recorte del periódico por aquello de que la realidad, siempre supera a la ficción.


dedicado a IVÀ y Francisco Ibáñez.


Yorick.

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