-¡Achís!
-Eso es de fumar, aseveraba mi abuela.
También atribuía, sin pestañear, a
mi tabaquismo, la aparición de un orzuelo, un panadizo o un gripazo
de guardar cama. Estoy seguro de que si un camión me hubiese
atropellado, su invariable diagnóstico habría sido: ¡De fumar!
Como mi pobre abuela, también la OMS,
cuando desconoce el origen de una enfermedad, no duda en atribuírselo
al tabaco. Así, se convierte el tabaco, que bueno, bueno, no es, en
un cajón de sastre donde cabe cualquier patología cuando no saben
de dónde proviene.
Los
“sabios” acaban de descubrir que el origen de los cánceres de
colon, páncreas, garganta, cervicales, laringe…en muchos casos,
está estrechamente relacionado con las almejas pertenecientes, como
es sabido, a la familia de los bivalvos, lamelibránquios o
pelecípodos.
Perpleja
se quedaría mi abuela (Q.P.D.), como me he quedado yo, aficionado a
las almejas desde mucho ha. Máxime ahora, cuando el especialista me
las recomienda encarecidamente dentro de la dieta que me ha impuesto
acorde con las múltiples patologías que padezco dada mi avanzada
edad y, por qué no decirlo, dado el poco esmero que he puesto nunca
en el cuidado de mi ruinoso cuerpo, basándome en la teoría de que a
la tumba hay que entregarle un cuerpo hecho cisco. Pero esta es otra
historia.
¡Qué dilema! Cómo sustraerme a las
almejas, tan presentes en nuestras vidas. Máxime cuando pertenecemos
a la cultura mediterránea. ¿Cómo evitar la tentación de saborear
almejas de Sanlucar de Barrameda; las de Carril; los deliciosos
mejillones de roca de nuestra Valencia, sin menoscabo de las
exquisitas variedades del interior o de secano, que tan poco tienen
que envidiar a las costeras.
Porque, vamos a ver, quién se sustrae
a la tentación de degustar la almeja de Catherine Zeta Jones.
Michael Douglas, su esposo, cayó en la tentación y la Zeta le
transfirió el virus VHP.
¡Qué cosas!
EL
BOBO DE KORIA
1 comentario:
Vamos, ni en los libros de anatomía, se explica "el bicho" tan claramente..
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