LOS HÉROES NO VOTAN


Otra vez. Una vez más toca aguantar el tipo. Cada cuatro años hay que explicar a alguien por que no voy a votar. Cada cuatro años hay que aguantar la presión de los que te rodean, adoctrinados por la televisión y la prensa. Discípulos y militantes del poder, y por supuesto, aunque ellos no lo sepan: Víctimas. Sí, víctimas de un sistema que nos esclaviza, que nos exprime, que no nos da aire. Un sistema basado en mentiras bien afianzadas de cuyas redes nunca lograremos salir. Un sistema que a través de sus líderes nos habla como a niños, siempre para justificar que hacen lo que pueden, que se desviven por nuestro bienestar. Y una mierda.
Tengo la edad suficiente para saber que todo es una mentira. Que el único objetivo de los gobiernos es que nunca saquemos los pies del plato. Que sigamos aguantando, mientras somos explotados durante toda la vida, con la esperanza de que dentro de cuatro años, gracias al voto, cambiaremos las cosas. ¿De verdad os lo creéis? Podríais tomaros la molestia de mirar a vuestro alrededor. De mirar a vuestros mayores, a vuestros hijos, a vuestro barrio. Es eso por lo que peleáis. ¿Y qué ha cambiado? Cambian los regímenes, cambian los partidos, pero los resultados son siempre los mismos.
¡Luego no te quejes! Me dice el listillo de turno. ¿Porque no voto no puedo quejarme?¿Las elecciones son el único modo de protestar por mis condiciones de vida, por lo que se hace con el dinero que nos es saqueado y escatimado cada mes? Me da igual lo que penséis. Estáis apesebrados, esperáis vuestra ración de alpiste mientras adoctrináis a vuestros hijos con las premisas que os han sido dadas a aprender. Y os llamáis orgullosos padres. Yo prefiero enseñar a mis hijos a morder la mano que les da de comer. A no creerse nada, y como animal salvaje a enseñar los dientes frente a los halagos y zalamerías.
Habláis de vuestro país como si os perteneciera, como si verdaderamente vuestra opinión sobre su destino fuera tomada en cuenta. Os rompéis la camisa por una bandera y unas instituciones que os han machacado durante generaciones. Pertenecéis a la clase esclava de la que nunca hablan y no lo queréis reconocer.
Mirad a vuestros líderes en televisión. Montan su teatrito electoral y ponen cara de compungidos de esforzados luchadores y defensores de su pueblo.
Cada uno de ellos se calza las mentiras a medida, cada uno de ellos te mira a la cara directamente y te echa el brazo por el hombro diciéndote que aguantes, que van a luchar por ti y por los tuyos. Y tu les crees.

Yo no te diré a ti que no vayas a votar el domingo. Es una decisión que cada cual debe tomar. Pero si muchos os tomáis la molestia de increparme, de insultarme incluso, tomaros también la molestia de hacer examen de conciencia, y preguntaros como es el mundo en el que queréis vivir. Quién se preocupa verdaderamente por vosotros. Os daréis cuenta de lo solos que estáis.

el reverendo Yorick.




4 comentarios:

Anónimo dijo...

Reverendo, yo me considero español, ¡¡mucho español!! y siempre he ido a votar porque ese es mi deber como súbdito que aspira a ser ciudadano un día. LO malo es que nunca lo he conseguido porque voy el día después y, ¡jolines! siempre están cerrados los colegios. Itero: ¡¡JOLINES!!

Anónimo dijo...

EL ESPAÑOL QUE ASÍ SE CONSIDERE, VOTA DE VERDAD Y A NINGUNO LE INTERESA VOTAR POR FRIVOLIDAD.

Anónimo dijo...

Tomar el hecho de votar a guasa me produce una gran consternación. Ahora, prefiero callar por mor de no proferir palabrotas que no están en mi vocabulario. Tristeza, una profunda tristeza señor Yorik.
Onofre Gutiérrez

Anónimo dijo...

que bueno debe ser acostarse con la satisfacción del trabajo bien hecho...o por lo menos creerlo así. Corran al colegio, cojan sus papeletas, no olviden el DNI, saquen a la abuela del asilo, despierte a su hijo díscolo. Qué estamos de fiesta.