¡UNESCO rima con CUESCO!
¿Quiénes son esta gente?
Burócratas de la cultura
popular, del folclore, funcionarios dedicados a decirnos al resto lo
que es bonito y lo que no, cuales son las fiestas más espectaculares
del mundo, las más pintorescas, las más atractivas, las que tenemos
que marcar en el calendario y no podemos dejar de ver antes de morir.
¡UNESCO rima con CUESCO!
Ahora han hablado, han
manifestado su veredicto, y han concluido que las Fallas de Valencia
son patrimonio de la humanidad nada menos. La humanidad, entre la que
se cuentan culturas milenarias a punto de desaparecer, culturas
dispares que nada saben de petardos, ni de paellas, ni de tradiciones
aburguesadas, sectarias y discriminadoras. Pueblos cuyas prioridades
son su alimentación, precaria la más de las veces, o la
supervivencia de ellos mismos, como personas y como culturas.
¡UNESCO, les recuerdo,
rima con CUESCO!
Mandaron su
representación, tipos y tipas entregados de antemano a la fiesta,
que serían paseados por la exhibiciones millonarias de pólvora,
ninots, y fuegos de artificio, mientras fueron atiborrados de paellas
y vinos generosos, para buscar el preciado galardón.
¿Pero? ¿Se acercarían
por casualidad esos jueces a cualquier casal de barrio?
¿Verían a esos falleros
entregados al frenesí etílico, de griterío, discos móviles, y
bacanales? ¿Se percatarían de la resignación y el aguante de los
que no forman parte de esa fiesta? Esos que tienen que sufrir que los
despierten a petardazos, que los echen de sus calles, que los acosen
y atropellen unos ganapanes con la boca llena y satisfechos de su
mediocridad.
¡UNESCO, no olviden, rima
con CUESCO!
Y para remozar la fiesta
de hispanidad y tradición, no podían faltar unas corridas de toros
y el frenesí fanático de una ofrenda florar a la virgen en la que
solo participan mujeres, con ese atavío tan indescriptible, además
de consagrar la fiesta a San José, sí, ese, el carpintero cornudo y
sumiso de Galilea.
¡UNESCO, como les decía,
rima con CUESCO!
Si lo que pretenden es que
miles de turistas se desplacen durante unos días a dejarse los
ahorros y consumir como locos, a las Fallas, los San Fermines, la
Feria de Abril, o lo que sea. Qué no nos vendan la moto. Qué se
metan sus juicios y jueces de donde los hayan sacado y que no nos
ridiculicen ante el mundo dando como ejemplo de cultura a una tropa
de descerebrados borrachos, bullangueros, tradicionalistas,
cristiano-fanáticos y encima satisfechos.
el reverendo Yorick.
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