el verano

Odio el verano. Odio el calor, esas horas insufribles donde uno no puede ni moverse, donde respirar se hace difícil, y el aire que entra en tus pulmones está caliente. Odio no poder dormir por las noches, y levantarme con el cuerpo dolorido de intentar descansar en el suelo. Odio este estúpido mes de agosto, donde oleadas de imbéciles dicen amar la playa y el "buen tiempo" Un mes donde la vida se paraliza, dando paso a un estado social, donde todo es maravilloso. Si ya durante el año la población ignora los problemas del mundo y de su propio país y sociedad, llegado agosto y bajo la excusa de: -Tengo que descansar. Todo el mundo practica una desconexión de la realidad, una indolencia que da pie, a que los amos del mundo retoquen éste a su antojo.

Hace unos días un amigo me pidió ayuda para cambiarse de casa. Fuí con la furgoneta, hicimos el traslado y cuando descargábamos, me dió un puñado de comics que asomaban por una caja, pensé que era un entretenimiento ligero, para esas sobremesas donde busco el rincón más fresco de mi casa para tirarme al suelo y pasar las horas de más calor. 
Al día siguiente, después de comer, e instalado lo más cómodo que pude en la habitación más fresca de la casa, comencé a leer los comics que debían ser de finales de los ochenta o primeros noventa, pronto, yo que me las prometía tan felices, pensando en despejar un rato la cabeza, comencé a cabrearme, a rebotarme, y acabé tirando los comics a la basura. No podía dar crédito a lo que leía, y lo peor de todo es que el argumento me sonaba tan real, que daba miedo.

El comic situaba su acción en el siglo XXIII y contaba que debido a la superpoblación de la Tierra y la falta de recursos, el ser humano que había resuelto la incognita de viajar en el tiempo, decidió que para resolver el problema de la falta de alimento, viajaría en el tiempo hasta la época de los dinosaurios, para dar caza a los reptiles y así abastecer el futuro de inmensas cantidades de carne.
Ahora mismo, escribiendo esto, me resulta imposible describir las sensaciones que me produjo la lectura de este engendro. ¿Pero de verdad, no somos capaces de inventar nada a lo que no se le busque un sentido mercantilista?
 Yo que me prometía una tarde feliz, leyendo tebeos, como cuando era chaval, y acabo cagándome en toda la puta humanidad, una vez más. Y yo que creía que aquellas películas americanas de los dinosaurios revividos eran una aberración. Lo que más me jode, es que estoy seguro de que si alguna vez se llegara a tener la capacidad de viajar en el tiempo, la historieta del comic seguro que se pondría en práctica, y no solo joderíamos el planeta una vez, sino que lo haríamos varias veces.

A veces pienso que por qué no se forma una tormenta gigantesca y arrasa con nuestra especie de una vez por todas, para dejar de ver ignomínias, de escuchar mentiras, y de sentir y vivir una vida en la que ni leyendo un tebeo puede uno estar tranquilo, y además dejar de una vez por toda de sufrir cada año el maldito verano y todo lo que conlleva, sangría incluida.


Yorick.
















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