SUEÑOS



Como todos los meses, acudo puntualmente a la consulta de mi psiquiatra, aunque quizás debería decir, de mi familia.

El doctor Onofre, considera que los sueños son transcendentales para explicar el mundo de la vigilia y por ello me pide le cuente todos los sueños que he tenido durante el último mes. Saco mi libretita en la que he recogido puntualmente las experiencias inconscientes que he experimentado en el último mes.

-Este sueño se ha repetido varias veces, doctor. Estoy delante de una urna y después de depositar mi papeleta por el candidato Rajoy, me empeño en votar, esta vez a Aznar. Me dicen que no es posible, que solo se puede votar una vez, pero yo me abalanzo sobre la urna y trato de introducir la otra papeleta. Forcejeo con el presidente de la mesa y los vocales, hasta que la policía me detiene y me lleva esposado…

Cuando acabo, el doctor empieza a rellenar una receta. Pastilla para el cuerpo, me digo. Otra que añadir a las siete que me tomo diariamente…

-En este otro sueño, doctor, estoy en una procesión. Cientos de personas jalonamos el recorrido de la misma. Se acerca el palio que es portado por Gabi, Fofó, Miliki y Milikito. Bajo el palio, un cerdo, que me recuerda a aquel general al que llamaban Ísimo,  porta en sus pezuñas delanteras el Santísimo. De hinojos me postro y me santiguo. Y, cuando trato de meterme bajo el palio, unos cerdos con porras me apalean…

El doctor vuelve a coger el recetario y escribe algo. Después levanta la vista y me dice: “Estas dos, antes de acostarse”. ¡Coño!, pienso yo. Siga, me dice.

-Este sueño, digo, lo tengo todos los años en la misma fecha. Lo se porque lo he anotado como usted me dijo. El 16 de octubre. Estoy en medio de una muchedumbre vociferante. Muchos llevan un gorro parecido a la barretina catalana. En medio de la plaza se alza un patíbulo y en él una guillotina. Cuando los ayudantes del verdugo ayudan a subir las escaleras a una tal María Antonieta, el populacho irrumpe en gritos y levantan los amenazadores puños. Uno del gorro flojo que tengo al lado me dice que el verdugo es el mejor. Es de la familia de los Sanson, los mejores, apostilla. Cuando el tal Sanson acciona el mecanismo que libera la cuchilla y la cabeza de la tal María Antonieta cae al cesto… En ese momento me despierto y, doctor, a diferencia de otros sueños que yo diría pesadillas, después de este, una sensación de paz y sosiego invade mi cuerpo…

Cuando acabo, el doctor coge las recetas que acababa de rellenar y, después de romperlas, me dice: S. usted está mejorando.


No he entendido lo que me quería decir con esas palabras, pero salgo a la calle y me siento alacre.



Nota: Hoy hace 222 años que María Antonieta, la de las tortas,  reina de Francia, esposa de Luis XVI, fue ajusticiada en la plaza de la Revolución, hoy, Plaza de la Concordia.



EL BOBO DE KORIA

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