"Por cada cien hombres que se casan 'por
debajo'
de su condición, hay una sola mujer
que comete
la misma locura." H.L. MENCKEN
Tod@s
elegimos cientos de veces al día entre varias opciones: comer o no comer, qué
ropa ponernos, trabajar o no trabajar, este o aquel autobús, madrugar o no,
pensar o no pensar, tener o no tener hijos, ponernos morenos o no hacerlo,
comprar este modelo de coche o el otro....En fin que somos libres para escoger
entre lo que más nos conviene.
También
elegimos al o a la que va a ser nuestr@
compañer@ para toda la vida. El hombre o la mujer únic@, irrepetible e
irremplazable.
El ve en Ella
-a través del flechazo de Cupido- a La única: inteligente, sensible, graciosa,
guapa, trabajadora,...Ella en El, al guapo mozo, atlético, simpático,
inteligente, estudioso, deportista.
Aficionado a las amotos, la escalada, los "4 x4", y a las juergas con
los amigos. El y Ella -Ella y El- dejarán, desde ahora, de ser dos para
convertirse en Un@ . Compartirán las mismas aficiones, las mismas ilusiones,
los mismos deseos, las mismas inquietudes. En fin, serán "dos en uno"
para siempre jamás.
Sin embargo,
al tiempo - antes o después del matrimonio-, algo deja de ser como antes y el proyecto
de sociedad se quiebra ¿qué ha ocurrido? No se entiende. Ella sigue siendo la
misma extraordinaria moza entre todas las mujeres. Y El, ¿ha cambiado? No, todo
lo contrario, es más gracioso, más estudioso, más deportista, más... Entonces
¿por qué se siente defraudada Vanesa? ¿Qué cambio se ha operado en Anacleto
para que Ella deje de amarlo como el día en que sus miocardios fueron
traspasados por la saeta del rechoncho diosecillo del amor?. Pues si nada ha
cambiado en Anacleto – si no a mejor-, ¿qué expectativas abrigaba Vanesa para
que se sienta defraudada después de tres años de amor sin igual?...
!!Precisamente eso: que Anacleto NO HAYA CAMBIADO !!.
¿Pues qué,
cuando acaeció la unión de sus corazones y se juraron amor eterno, ese contrato
no devenía de la apreciación que ambos tenían el uno del otro en ese momento.
En ese momento preciso , como eran en ese tiempo. Y así, y no de otra forma,
para siempre jamás se desearon y hacia el Futuro proyectaron sus respectivos
AHORAS y no cualquier otro posible
DESPUÉS ?
¿Se deberá la
decepción de Vanesa a que veía en Anacleto al TARUGO susceptible de mudanza,
conversión, trueque, evolución...en algo más "delicado", más
"refinado"... quizás algo más S-úTIL? ¿Acaso esperaba que Anacleto
-el tarugo- se tornase - !!con el tiempo!!- en exquisita pieza del ebanista
Tomás Chippendale?
¿Y qué decir
de las pretensiones de Anacleto? ¿También El esperaba "algo más"
de Vanesa? Quizás sus expectativas eran
más aviesas, espurias, retorcidas y animales. Otro día plantearé las preguntas
y dudas que me sugiere el interés que EL TARUGO demuestra por LA PRINCESA.
EL BOBO DE KORIA
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