Entiendo que para un
persianero de barrio, de vida aburrida y monótona, apasionado de los
deportes, y que deposita sus esperanzas de futuro en cualquier
lotería, o en todas, que traga televisión y periódicos locales,
hojeándolos por encima, que se aburre los fines de semana con su
familia y opina de todo sin profundidad, pueda creer en la
democracia. Que a pesar de afirmar -que todos son unos mangantes-
acuda religiosamente a votar cuando le llaman, creyendo que él,
controla el contenido del papelito que acaba de depositar en una
urna. Satisfecho, pensará que su voto castiga a unos y premia a
otros.
Cualquier otra persona más
leída, con sentido crítico, que observe a su alrededor y dirija sus
lecturas a entender el mundo en el que vive, además de ser también
persianero, comprenderá sin dificultad, que vive regido por una
plutocracia, que se enmascara casi sin esfuerzo bajo un disfraz
democrático, amordazando el sufragio universal, bajo una ley
electoral diseñada para que siempre gobiernen los mismos. Aunque se
escondan bajo diferentes siglas y nombres.
Y me hago estas
reflexiones a colación de las elecciones europeas, y de la
propaganda electoral de un nuevo partido que se presenta bajo un
nombre populista y llevado de la mano de un gurú de las izquierdas
forjado en tertulias televisivas.
Precisamente en su figura,
tienen origen estos pensamientos, pues, siendo profesor, persona
estudiada, y conocedor del medio en el que pretende moverse ¿Cómo
se presta a semejante farsa? Si ya lo es de por sí, participar en
supuestos debates televisivos, controlados, y cuya formula consiste
en invitar a antagonistas irreconciliables que rellenan horas de
majadería catódica, para no llegar a ninguna conclusión, ni
escuchar a los que tienen enfrente ¿No lo es más, presentarse a
unas elecciones europeas?
La respuesta esta clara, y
sería obvio explicarlo, pero aun así lo haré, por si mis
compañeros de gremio algún día deciden hacerse preguntas y
necesitan alguna pauta:
De la política, señores,
también se vive, y cuantos más votos, más dinero. Bien en forma de
subvención, o bien, mediante cuotas de afiliados, donaciones,
legados, regalos, etc.
De esta manera, el señor
gurú, contará con una tercera fuente de ingresos, su trabajo como
profesor, las tertulias, y ahora, ser la cabeza visible de una nueva
formación política.
Mis deseos para usted,
señor libertador, no es ni más ni menos que para los demás
representantes de la gran mentira del poder: Les deseo
encarecidamente que nadie acuda ese día a participar en su rito de
consagración de la esclavitud y la servidumbre.
Llegadas estas fechas
electorales, siempre me siento tentado de recomendar el mismo libro,
¿Porqué no? Léanse el “Ensayo sobre la lucidez” y saquen sus
propias conclusiones, siempre aprenderán más que en un debate
televisivo.
!Ah! Por cierto, señor
candidato, muy buena la foto de los carteles.
Yorick
2 comentarios:
Cierto. Yo tampoco, como el gran Valle-Inclán, llevaré una vela en la triste mojiganga. No soy inteligente, pero nunca me decepcinaron los políticos, nunca me "CEPCIONÉ". Salud.
No, no lo va a conseguir señor Yorik. No va a conseguir que haga dfejación de lo que considero una sagrada responsabilidad ciudadana. No va a conseguir con sus exhortos que deje de acudir a las urnas, como hago desde que España se convirtió en democrática. Eso sí, si desde este foro puede hacer algo para que las autoridades alarguen los días de votación, se lo agradecería en el alma. Pues, como no me gustan las aglomeraciones, siempre acudoa cumplir con el sagrado deber, el día después y ya están cerrados los colegios electorales.
Agradecido de antemano, reciba un cordialísimo saludo por la labor que realiza desde su blog, del que, aunque no siempre, a veces comparto sus aceradas opiniones.
Publicar un comentario