Es otra aciaga noche
que junta mis despojos
me recoge con su boca lasciva
y noto las desquiciadas criaturas
que trepan por mi garganta
mi disfraz roto se cae a cachos
y me muestro tal cual
con la mirada flameante
y la certeza de que mis restos
un día más coronarán la basura
a pesar de que trato por todos los medios de creer lo contrario
¿Para qué luchar? ¿Para qué negar?
me entrego a la criatura salvaje que me habita
y que me libra de una razón falsa
mi magullado cuerpo esta en sus manos
que me sujetan en la madrugada
insuflándome magma de sus entrañas
alimentando una ansiedad desbocada
soy demasiado fuerte esta noche
y mi imagen decrépita
no me impedirá cenar coño
rabioso de vida
mientras la bestia no calma su sed
vapulea mi cerebro hasta su fuga antes del alba
donde vuelvo con manos temblorosas
a emborronar papeles envejecidos
apretándome el dolor
que clava sus uñas renegridas en mi alma
Rafa Becerra
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