“En la vida hay que
seguir el camino recto”
Menuda chorrada de frase.
Quién puede seguir el camino recto... Solo aquel que ha nacido
predestinado para algo, cuya vida está absolutamente controlada y
medida al más mínimo detalle. En ese caso no hay duda, como dice la
canción: -Si fuera recta la vía no descarrilaría el vagón-
El resto de los mortales,
los que más o menos no tenemos la vida muy resuelta, andamos
tropezando constantemente, vamos como si atravesáramos una selva,
poco más o menos, es decir, que cada vez que intentas ir recto, te
encuentras un matojo, el tronco de un árbol, un torrente, o un
barranco insalvable. Ante cada uno de esos obstáculos se te presenta
el problema de elegir, si seguir por la izquierda, o continuar por la
derecha, o dar la vuelta... Una de estas vías, es la adecuada, no
dar con ella, supone meterse en un problema mayor, o encontrar otra
encrucijada. Pues en la vida, como todo el mundo sabe, menos los del
camino recto. Esto es lo habitual, cada paso que das, es una nueva
decisión que debes tomar, y no está en tu mano acertar o
equivocarte, pues no siempre las cosas son fáciles.
Ante estos problemas,
muchos deciden tirar por la vía fácil, e intentan encontrar un
mentor que los ilumine y los guie por el camino recto, despreciando
así, su libre albedrío, o lo que es lo mismo, convirtiéndose en
una suerte de esclavo o marioneta en manos de otros, que los
convencerán de que lo que hacen bajo su batuta es lo correcto. Con
el tiempo, este modo de servilismo se les enquista tanto en su
persona, que literalmente dejan de serlo. Para transformarse en unos
voceras defensores y fundamentalistas de su credo particular, al que
se habrán abonado de por vida, arrastrando de camino a sus familias.
Y enfrentándose de paso, a los que encuentran en su camino, y tienen
la osadía, o el despiste, de pensar diferente. Y aquí, es donde la
cosa se pone seria, y donde comienzan las hostias. Como
probablemente, los otros, tampoco se queden cortos, defendiendo su
derecho a ser diferentes, pues ya tenemos en su esencia, lo que nos
suele ocurrir a los seres “racionales” Esos, que piden raciones
en los bares...
El resto de habitantes del
planeta, que están fuera del juego, pues, no pintan nada, y tienen
que aguantar con resignación, lo que los señores de dos patas
dispongan: Que incendiamos la ciudad de aquellos que me han mirado
mal....pues vamos allá. Que te tiramos una bomba...pues que le vamos
ha hacer.
Y así, enfrentados
constantemente se nos va pasando el tiempo, se nos agria la sangre, y
se nos envenena el aliento. Dispuestos siempre a matar al primero que
nos tosa. Llegados a este punto, ya da igual, que sea de los del
camino recto, que los del torcido. Pues siempre habrá ya una excusa
para intentar quitar de enmedio al que es diferente, ya sean razones
de corte político, religioso, o simplemente humano.
Yorick.
1 comentario:
De hay que el sistema siga fomentando esas diferencias, siga alimentando esas diferencias.
Otro de los motivos por los que creo en la asamblea, para de avanzar en común, única forma de abrir los ojos y al final del camino ver:
Que somos el 99%
Lástima que para ello, quizás no estemos preparados.
De todos modos no lo iban a permitir
Seguiremos buscando esa grieta, ese alfiler que nos trence el camino, esa semilla que haga crecer los arbustos. Esa lija que perdimos intentando hacer una escalera de un árbol con el que tropecé en mi camino. Y dije, joder mejor que tropiecen otros.
Salud
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