...y robé los juguetes al diablo

ya hace 70 años que bañaste mi cabeza con fuego
que tu luz cegadora arrancó a los hijos de la tierra
que tanto orgullo fue arrancado de mi pueblo

Tan vacíos quedamos que nos mirábamos unos a otros sin comprender
como muertos en vida repitiendo obsesivamente porqué
sin apartar los ojos de aquella luz que invitaba a enloquecer
-la quiero para mí- clamaba tu corazón
-la quiero para mí....-

y el llanto crudo de las cenizas te fue ajeno
el clamor silencioso de la devastación no fue suficiente

levantaste tu cuerpo magullado del barro
en silencio con el horror febríl raspado de los huesos
caminaste por la vía que te fue abierta y que te acercaba a la luz
asi año tras año tu cuerpo magullado se hizo fuerte
como un torpe bebé gigantesco aprendió de nuevo a caminar
obsequiado por la admiración del mundo que te comparaba con un dragón

hasta que llegó el día de tu redención
donde un respetuoso interés te ofreció tu razón
y robaste los juguetes al diablo...

Creíste saber de universos y un lenguaje patético llenaba tu boca
el fuego maligno atrajo a la soberbía
que te regalaron a espuertas los creadores del mal
¿Qué se siente al lado de tu dios?
¿Conoces ya la respuesta?

Todos acaban olvidando que sus pies son de barro
y que el gigante siempre cae

Asi te ves ahora
la tierra que te sujeta tembló
el mar que te rodea te quiso engullir
y aquel juguete del diablo yace destrozado y sin control

tu pueblo llora de dolor
el pasado revoca como un fantasma gris
¿Piensas acaso que hay plegarias para oír?

alguien te espera más allá del mar
con la guadaña afilada y una sonrisa cruenta
viene a recoger lo que dejó atrás
ante tus ojos con guiño maléfico mostrará la luz
la que en lo más triste de tu existencia te encandiló
y que ahora pasado el tiempo
reclama lo que años antes se dejó


al Japón milenario

Yorick.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy bueno. Ojalá supiera yo escribir así