La fierecilla domada

Uno de estos días de navidad, mientras descansaba un rato, encendí el televisor, a ver con que sorpresiva programación nos regalaban, como era de esperar no me defraudaron.
Hay veces que puede parecer que siempre estoy buscándole tres pies al gato, pero es que en ocasiones…me lo ponen a huevo.
Juro y perjuro que mi intención aquella mañana no era otra que pasar un rato tirado en el sillón, con la mente en blanco, y que me encuentro: Nuestra querida televisión pública, esa que pagamos entre todos, y cuyo ensalzamiento de los valores de convivencia, igualdad, tolerancia, etc, etc. Tanto cacarean, nos deleitó con la obra magnífica de nuestro cine: La fierecilla domada. He de reconocer que no he leído la obra de Shakespeare, pero después de lo visto en televisión, el gusanillo de la curiosidad, ya me anda carcomiendo por dentro.

Porque me niego a creerlo. Aun siendo una obra que ya goza de una edad centenaria, donde la situación social de las mujeres no era precisamente un campo de margaritas. Shakespeare siempre trato a las mujeres con respeto, regalándoles con justicia en sus obras una capacidad para la creación de ardides fieles a la realidad. Como he podido comprobar en otras obras del genio. Sin embargo, en la película de marras, cuyos protagonistas son: Carmen Sevilla, y Alberto Closas. El mensaje esta bien claro, tanto que el tufo falangista tira para atrás.
Me imagino los censores del régimen, relamiéndose los bigotes, mientras con los dedos cruzados en la panza, daban el visto bueno a esta bazofia galopante. Desconozco quien es el director de esta inmundicia, y la verdad que se me quitaron las ganas de enterarme. Solo de recordar al mojigato del Closas con su bigotillo a la moda ferrolana sonriendo mientras le dicta a su consorte femenina, como debe ser una verdadera esposa me dan ganas de vomitar los polvorones.

Entiendo que esta mierda cinematográfica tenga que estar en algún archivo a disposición de los estudiosos del tema. Que de vez en cuando aparezca en algún ciclo, donde por supuesto, quede claro la época y situación social en la que se rodó la película, pero de ahí, a que la televisión pública, te la coloque a traición en una mañana de navidad…,
Esto me lleva a sacar dos conclusiones: La primera, que el encargado de rellenar horas en televisión, echó mano de la primera bobina que pilló en el archivo. O la segunda, y la más peliaguda, que la mano de nuestro nuevo gobierno, afectado por estos días navideños y presa de la nostalgia hacía la época de grabación de la cinta, no se cortara un pelo, en empezar a mostrar su verdadero pelaje, valga la redundancia.
De ser cierta esta segunda hipótesis el futuro se presenta bastante negro. Conociendo el pasado del nuevo presidente, no sería de extrañar que los directivos del ente público anduvieran por los archivos sacándole el polvo a “Raza” Y que en algún rotativo de alguna editorial, estén ordenando los números de “Flechas y Pelayos” con los que obsequiar a esa juventud perdida, para ayudarles en su búsqueda de valores.

En fin, en cualquier caso lo mejor que se puede hacer es seguir con el trapo echado por encima del televisor, y si fuera inevitable escapar de la trampa catódica no se olviden de la lupa y del sentido común, el nuestro no el de ellos, que a fin de cuentas es el que nos salva, y el que ante tanta manipulación nos hace, como decía, apagar la televisión, o tirar los periódicos al contenedor, o mejor aun, usarlos para otros menesteres mas provechosos.

El reverendo Yorick.

1 comentario:

Anónimo dijo...

esa película en horario "protegido"¿???!! que lleven cuidado los padres con lo que ven sus hijos, estas cosas son peor que el porno, seguro que hacen más daño