LA HUELGA GENERAL
JACK LONDON
12 enero de 1876. SAN
FRANCISCO (EE.UU.)
22 noviembre de 1916. GLEN
ELLEN (EE. UU.)
Una huelga general,
decía, había sido convocada a lo largo y ancho de los Estados Unidos,
manifestando a la vez los presagios más alarmistas en cuanto al
aprovisionamiento de las grandes ciudades…
La clase trabajadora, endomingada, había salido a tomar el
aire y a observar los efectos dela huelga. Todo era tan desacostumbrado y, sin
embargo, tan pacífico que yo mismo me encontraba a gusto en aquel ambiente…
Hasta mi llegada al club aquella tarde no comencé a
experimentar los primeros síntomas de alarma. Reinaba una gran confusión; no
había aceitunas para los aperitivos y el servicio era sumamente deficiente.
El obrero no está haciendo nada malo al declarar esta huelga
general. No infringe ninguna ley divina ni humana. Tú no hables, Hannover.
Llevas ya mucho tiempo predicando el derecho divino a trabajar… o a no
trabajar, según… siempre que habéis tenido al obrero debajo, le habéis exprimido;
y ahora que él os tiene a vosotros y os aprieta, empezáis a chillar…
La tercera vez que se declaró inconstitucional al impuesto
gradual fue un acto de opresión. Y lo mismo el proyecto de ley de ocho horas
que rechazasteis en el último congreso…
Destrozasteis las viejas federaciones y empujasteis al
obrero a la I.L.W., y ahora ésta ha convocado la huelga general, tratando
todavía de obtener el acuerdo
patronal-sindicato. Y aún tenéis el cinismo de decirme cara a cara que nunca
habéis humillado ni oprimido al obrero. ¡Vamos, hombre!
La situación no había cambiado, me dijeron, sino que iba de
mal en peor. Los de la I.L.W. tenían escondidas provisiones suficientes para
resistir meses todavía. Cuando conseguí alcanzar Baden, un grupo de doce
hombres me despojaron del caballo…
-Deme un poco para comerlo ahora- supliqué; y mientras comía
la carne cruda sobre una rebanada de pan, el marido me explicó que habían sido
aceptadas las reivindicaciones de la I.L.W. Se habían abierto los telégrafos
poco después de mediodía, y las asociaciones patronales se habían rendido en
todo el país…
Brown nunca volvió, pero el resto de los sirvientes
continúan conmigo. No tuve el valor de despedirlos. Todos se han inscrito en la
I.L.W. La tiranía de las organizaciones obreras se está convirtiendo en algo
humanamente insoportable. Hay que hacer algo.
--
EL BOBO DE KORIA
(RECOPILADOR)
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