EN DEFENSA DEL DECRECIMIENTO


EN DEFENSA DEL DECRECIMIENTO (Edit. 2009)

CARLOS TAIBO

12 mayo de 1956. MADRID. España

 

         El patrimonio de las tres fortunas mayores del planeta equivale al producto interior bruto total de los 48 Estados más pobres…Un informe encargado por el Pentágono norteamericano, que sugiere que un cambio climático rápido y brutal es mucho más probable que suceda delo que hasta el momento ha señalado buena parte de la comunidad científica internacional…

         Entre los analistas del sistema, parece ser que la única respuesta a los problemas energéticos es la que pasa por descubrir nuevas fuentes de energía, nunca por reducir enserio el consumo de ésta…Los habitantes del Norte desarrollado, la quinta parte de la población mundial, consumen nueve veces más energía que los del sur…

         Por lo pronto, parece que estamos consumiendo recursos por encima de nuestras posibilidades o, en otras palabras, “estamos socavando el capital natural y, por tanto, vivimos a expensas del futuro” (Mejor con menos. Joaquín Sempere y Enric Tello)

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         Estamos en la obligación de preguntarnos si tantos progresos como los que hemos acumulado en los últimos decenios han hecho de nosotros, los habitantes del Norte desarrollado, gentes más felices que las que vivieron en el pasado… La idea de progreso, vinculada con la producción y el crecimiento, está en el núcleo del capitalismo… Tenemos la economía que merecemos. La base de la economía actual está en nuestra cabeza, en nuestro imaginario colonizado por el modo de producción capitalista…

         Concluyamos con la afirmación, imperiosa, de que, si no decrecemos voluntaria y racionalmente, tendremos que hacerlo obligados por las circunstancias de carestía de la energía y cambio climático que acompañan hoy al despliegue del capitalismo global.

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         Henry D. Thoreau decía “un hombre es tanto más rico cuanto mayor es el número de cosas de las cuales puede prescindir”. Sócrates acudía al mercado para cerciorarse del sinfín de bienes de los que o tenía necesidad…

         Nada retrata mejor las miserias del irracional modelo económico y ecológico que padecemos que el automóvil… Los coches son objeto de una visible adoración consumista. Recuérdese el particular relieve que el automóvil tiene a la hora de marcar el tránsito dela adolescencia a la madurez: se deja atrás la adolescencia cuando se dispone de un coche.

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         Naomí Klein ha propuesto numerosos ejemplos de cómo las catástrofes, naturales o provocadas, y el caos consiguiente, son aprovechadas por el sistema para imprimir una nueva vuelta de tuerca a sus intereses…

         Hay quien piensa que muchos de nuestros problemas se resolverán reduciendo la población… ¿Por quién se empezaría? ¿Acaso por los económicamente más débiles? Conviene subrayar al respecto que la crisis que tenemos entre manos no es, pese a algunas apariencias, el problema demográfico, innegable, que nos acosa, sino la naturaleza del capitalismo que padecemos…

         No hay decrecimiento plausible, si no se contestan en paralelo el orden capitalista y su dimensión de explotación, injusticia y desigualdad.

         Mauricio Pallante: “Confiar en la potencialidad inmensa de la tecnología para resolver los problemas ambientales que han sido causados por el crecimiento dela potencia tecnológica significa creer que un problema puede resolverse fortaleciendo su causa”.

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         La respuesta africana a todo lo anterior viene a demostrar que es posible “sobrevivir al desarrollo”, en medio de una gran precariedad, gracias a la riqueza de los lazos sociales.

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         Nuestros gobernantes no están dispuestos, ni siquiera en provecho del bien común que dicen abrazar, a contestar los intereses de las empresas privadas.

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EL BOBO DE KORIA (RECOPILADOR)



 

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