¿QUÉ JOROBA?



Nuestros honorables y, a veces, muy honorables, bandidos de Estado, cuando son cogidos con las manos en la masa… de billetes de banco, siempre pertenecientes al erario público, dicen no saber, pasaban por allí, no me acuerdo, padezco amnesia… selectiva. Si alguno de los presuntos –fehacientes- bandidos son amigos, parientes o conocidos, se apresuran a afirmar que nunca lo han conocido o que jamás ha pertenecido a su casta.
Esto me recuerda la película El jovencito Frankenstein, en la que el giboso Igor, que lucía una generosa joroba, al proponerle el doctor Frankenstein una operación por la que le desaparecería la chepa, Igor respondía: joroba, ¿qué joroba?
            La Real Casa dice que su tía, la panameña y excelente doña Pilar de Borbón nunca ha sido de la familia; al preguntar por el compiyogui de la reina, contestan: ¿qué compiyogui?; si al Presidente del Gobierno, por Bárcenas, el “sé fuerte Luis”, el ectoplasmático Presidente contesta: ¿qué Barcenas?; si al cuñado de la bárbara Rita Barberá, por su cuñada: es una vecina que baja a las reuniones de la escalera, ¿qué cuñada?; si a la reina Letizia por el hijo abortado: ¿qué hijo?; si a …
            Muy honorable casta, solo leal y fiel al dinero afanado a la clase ¡Merde!, como su graciosísima majestad definió a sus súbditos.

EL BOBO DE KORIA

1 comentario:

Anónimo dijo...

Y así, el pueblo sigue aguantando. Y a los que se atreven a levantar la voz, la justicia presta los encarcela, como al sindicalista andaluz Andrés Bódalo. Sin embargo, para ellos siempre hay excusas, siempre se eternizan los procesos, las penas aplicadas son ridículas comparadas con las fechorías cometidas. Se ríen, sabiendo que todo es mentira, que seguirán robando, beneficiando a sus compinches, y esclavizando y apretando las clavijas de los de abajo, como siempre hicieron... Tardamos mucho en afilar los cuchillos. Y esto no tiene vuelta atrás.
Podría recomendarles la lectura de los episodios nacionales completos, pero me conformaría con que echaran un vistazo al titulado: Memorias de un cortesano de 1815. Sí, hace dos siglos...