CIUDADANOS DE BIEN



Da vergüenza, lástima, y repugnancia, contemplar como muchos de vosotros votaríais sin que os temblara el pulso para que el gobierno que os somete, instaurara la pena de muerte. Eso sí, votaríais escondidos, como los cobardes que sois, amparados y ocultos entre vuestros consensuados congéneres. Habláis de justicia, pero solo os interesa ésta, bajo la vara de medir de quien dicta las leyes. Pensad solo en lo que os dicen, y pronto veréis sospechosos y culpables por todas partes, mientras tras el ojo de Panoptes, se esconden gobernantes, jueces, religiosos y banqueros, los verdaderos artífices de esta farsa que llamáis democracia. Gente sin escrúpulos que son los culpables directos de vuestro sometimiento, de los crímenes, robos y asesinatos que se comenten a diario. Que excluyen, esclavizan y borran del mapa con total impunidad a seres humanos que a diferencia de vosotros, no comparten su ideario demencial, ni aceptan su enfermiza legalidad.

Me gustaría de verdad, que pudierais saborear esa “sociedad” con la que soñáis, que vierais ejecuciones por televisión, y -autos de fe- en las plazas de los pueblos, que con vuestros cerebros lavados entregarais a vuestros propios hijos a las manos del verdugo, mientras recibís la caricia lasciva de un obispo en la cabeza, asegurándoos: que es la voluntad de Dios.
Que os denunciarais unos a otros, y como ciudadanos ejemplares recibierais vuestra palmadita en la espalda. Que os enfrentarais a toda esa miseria en la soledad de una noche oscura, plantados ante el espejo, y que ahí, ante ese reflejo patético, os viniera una nausea profunda provocada por la repugnancia que os diera vuestra propia imagen. La imagen real del cobarde ruin que acepta discursos, que se somete a preceptos y educa a sus hijos bajo normas absurdas que él esta muy lejos de inventar.
Que reconocierais ante el azogue, que rendisteis vuestra vida, la única que tenéis para que otros disfruten y se rían en vuestra cara cada vez que lanzan una opinión, un rumor que os hace enfrentaros a vuestros hijos, vuestras madres, a quienes con vuestra cobardía convertís en vuestros enemigos.

Es más, deberíais probaros el ropaje del verdugo, tener la oportunidad de abatir esa palanca en el cadalso, girar el interruptor que cierra la corriente en la silla eléctrica, prender la tea y arrojarla a los leños que se convertirán en pira purificadora. Salpicaros de sangre, mancharos de ceniza, recordad bien el sonido de un cuello aplastado en el garrote. Después mirad a la tribuna, contemplad la sonrisa perversa de quien os insta y os convence para actuar, para aplicar su ley, para matar en nombre de su justicia o sus dioses.
Hay están los que os ciegan, los que dicen que Tú, debes trabajar, los que inventan tu ocio, a los que confías tus hijos, los que cada día se burlan de ti, y tu lo aceptas sin rechistar, convencido de que eres un -ciudadano- que tienes derechos, y que estos te dignifican. Te lo crees tanto que matarías por ello, de hecho lo haces, mediante una complicidad silenciosa que te convierte en el peor de los culpables.

Tendrás tu pena de muerte, respirarás tranquilo cuando esos terroristas desaparezcan, junto con los violadores y asesinos, y de paso esos extranjeros apestosos que vienen a robar el trabajo de tus hijos a tu propio país, por cuya bandera morirías. Así descansarás ante tu televisión, adoctrinando a tu prole en las buenas costumbres, educándolos consecuentemente para ser esclavos como tu, para obedecer y aceptar, porque las cosas deben ser así. Y así viven los “ciudadanos de bien”


el reverendo Yorick.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez si fuera familiar de alguno de los ajusticiados de un tiro en la nuca o de alguna cria violada, con su craneo aplastado y posteriormente quemada, quizas entonces veria las cosas bajo otro prisma. Quizas entonces usted veria las cosas desde un prisma diferente. O quien sabe.....quizas tambien brindaria con champan cuando cientos de terroristas salgan a la calle con su cinturon lleno de muecas de los huerfanos y viudas que dejaron en el camino de su mal llamado "libertad". Todo es opinable discutible, quizas solo nos falta un poco de empatia para con las victimas

Anónimo dijo...

Quizás también si uno abrierá los ojos, para algo más que mirarse el culo. Vería este sistema frio al que hemos llegado, donde manda el dinero por encima de todo. Donde por robar a un ladrón, te pegan un tiro. Aunque a veces pases hambre, la fria aleación de metal en la que nos hemos convertido no llena el estomago. Aunque si te lleva al otro barrio.
Quizás la empatia esa que se predica no es la que se muestra ya desde muy chicos. Quizás la imagen y semejanza de dios, representado en curas, ovispos y demás fuerzas del orden y la justicia,... no haga más que alimentar diferencias (oh amo y señor libertinaje) e injusticias. Quizás y solo quizás esta no sea la forma de actuar para evitar todas esos actos que nos condenan como personas, a los que aún les queda algo de humano en el interior, quizas la educación esté mal planteada, quizás la forma de vida también. Por suerte el corazón aún late, aunque no se si por pura hipocresia o por que aún mantiene el calor que le proporciona el cuerpo.
Quizas la planta carnirvora en la que nos convierten, fuera y dentro de la escuela, haya que arrancarla de raíz y no seguir alimentando esto, que no es la solución a nada, si no el problema más endemico conquistando el mundo
Quizas quitarse la venda no sea sólo un paso acertado, necesario y digno de conciencia.
Salud y fuerza a los que luchan