la materia muerta le regala la vida
desbasta el granito
funde el bronce y talla la madera
sus obras simulan sus deseos
liberan su alma y someten su placer
las estatuas surgen de sus manos y ansias
con sus pubis de muñecas y sus culos muertos
le conceden el suplicio estéril de la liberación
sin solemnidades ni magnificencias
como un delincuente juvenil
se masturba sobre ellas
solo así da por finalizada la obra
y están listas para ser enterradas
en la fosa común de los museos
el visitante las admira
preguntándose extasiado
por los resortes caprichosos de la inspiración
Rafa Becerra
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